1.- Historia.
Fue durante las primeras negociaciones diplomáticas entre los gobiernos de Corea del Sur con Corea del Norte en año 1972, que los surcoreanos entraron por primera vez contacto directo con los norcoreanos, desde la división de Corea en 1945 , y se sorprendieron al enterarse de que había muchas palabras y expresiones, que se utilizaban en Corea del Norte, que no podían entender fácilmente. Algunas palabras y expresiones eran totalmente ininteligible y se encontró que algunas palabras aparentemente familiares para tener completamente diferentes connotaciones semánticas. Al principio, los surcoreanos supone que tales diferencias podrían ser puramente dialectales, pero pronto se dieron cuenta de que las diferencias lingüísticas entre el Sur y el Norte eran mucho más que dialectal. Al igual que en otras lenguas del mundo, hay diferencias dialectales en península de Corea. Sin embargo, las diferencias dialectales en Corea nunca han sido tan grandes como para afectar a la comprensión mutua entre hablantes de diferentes dialectos. Es evidente, por lo tanto, el tipo de malentendidos y dificultades que los surcoreanos experimentaron durante la comunicación con los norcoreanos tenían casi nada que ver con diferencias dialectales tradicionales entre Seúl y Pyongyang. De hecho, ya había habido una gran brecha lingüística entre el Sur y Norte, que fue resultado de una serie de innovaciones sistemáticas introducidas en el lenguaje de Corea del Norte, que comienzan con la abolición de los caracteres chinos en 1949, y estas innovaciones fueron motivados en gran medida por consideraciones políticas, así como ideológicas. De lo contrario, el idioma coreano en el Norte nunca podría haber ido distanciando mucho de la de Corea del estándar que se habla en el sur en un plazo de tiempo que ascendía a menos de treinta años.
Las diferencias lingüística entre Corea del Norte y el Sur.
La diferencia lingüística entre las dos Coreas no se refiere simplemente a la gramática. Sus raíces son de carácter político e ideológico y reflejan una realidad geopolítica compleja. "Firmemente arraigada en el mundo feudal, y la vida burguesa podrida, la lengua coreana ahora se habla en Seúl sigue utilizando el tipo de sonidos nasales, preferidas por las mujeres para coquetear con los hombres [....] Una parte superior de la misma, palabras prestadas del idioma inglés, japonés y chino, ahora pululan en el dialecto de Seúl, que asciende a más de la mitad del vocabulario coreano, ha convertido en un lenguaje mixto. Por lo tanto, ahora debemos dar el dialecto de Pyongyang como el (estándar) "lengua culta", ya que es la lengua hablada en Pyongyang, capital de nuestra revolución." Esta declaración fue hecha por el primer ministro de Corea del Norte, Kim Il-sung en 1966 en defensa de una nueva lengua estándar, que él nombró "Munhwa.eo", es decir, "Idioma cultivado" El término fue acuñado deliberadamente, se dice, para mantenerlo distinto del término tradicional - pyojuneo - "lenguaje estándar" que se refiere invariablemente al lenguaje coreano estándar de Seúl. Esto es, de hecho, cómo se efectuó la divergencia lingüística entre Corea del Norte y del Sur, por lo menos oficialmente, después de la división geopolítica de la península de Corea en 1945. 2.- La política lingüística en Corea del Norte. En este blog queremos poner en evidencia que la política lingüística seguida en corea del norte tiene unas particularidades específicas que merecen un tratamiento singular y que no pueden fácilmente asimilarse a otros países de ideología o sistema ideológico próximo. Al respecto, queremos destacar los siguientes aspectos: a) Corea del Norte, es un país muy homogéneo en cuanto a lengua y étnia.
Las fuentes oficiales cifran la homogeneidad en el 99%, si bien quizá el porcentaje más adecuado sería alrededor del 90% según algunas fuentes universitarias, aunque con muchas dudas pues no hay datos contrastables. La minoría es fundamentalmente china y una muy pequeña comunidad japonesa, que no creemos que en total alcance el 10 por ciento como podría deducirse. Constitucionalmente se reconoce a la lengua coreana como patrimonio a salvaguardar frente a “y se proclama su desarrollo en función de las necesidades de la RPDC en cada momento” , aunque no se le reconoce formalmente como lengua oficial ni en la Constitución ni en Ley específica, si bien la realidad del país no lo requiere, al ser, de hecho la lengua oficial, como es el caso de la enseñanza, donde el coreano es idioma único desde la enseñanza preescolar hasta la Universidad.
Textualmente, el art.54 de la Constitución afirma que “El Estado protege nuestra lengua de todo tipo de políticas que intenten eliminar el idioma nacional y la desarrolla conforme a requerimientos modernos”. Queremos destacar, al respecto, el carácter claramente “combativo” de la Constitución; no es extraña en absoluto una opción decidida a favor del coreano, pues lo mismo sucede en países no ya asiáticos sino europeos occidentales (desde Francia a Islandia, por citar dos ejemplos de lenguas numéricamente importantes o casi insignificantes). Lo que si es más destacable es el sentimiento de persecución que se desprende de la expresión “políticas que intenten eliminar el idioma nacional”, lo cual, habida cuenta el carácter absolutamente monolinguístico de la sociedad coreana en la parte norte, debe interpretarse, a nuestro juicio, como una clara reminiscencia histórica de la ocupación japonesa. Pese a ello, el texto constitucional actual es mucho menos militante que la redacción inicial de la Constitución de 1972, en donde se atribuía al Estado la preservación del coreano frente a la política de destrucción perseguida “por los imperialistas y sus lacayos” (antiguo art. 46) Por tanto, el art. 54 creemos debe interpretarse en clave histórica, al no existir en estos momentos ningún peligro ni tan siquiera leve para la expansión y desarrollo pleno del coreano en la República Corea del Norte.
b) el idioma coreano, es una lengua aislada.
Es idioma que forma por si mismo una sola familia, la “coreana”, aunque existen diversas variedades dialectales, como es el “munhwaeo” (o “phyongandoeo”), que es la lengua oficial en Corea del Norte, frente al “phyojunmal” (o “kangwondo”), que ha resultado la oficial en Corea del Sur, aunque no son las únicas , si bien aunque diferencias mínimas pero siendo las más destacadas las referidas a las variedades referidas entre Corea del Norte y Corea del Sur. En cualquier caso, en el Norte y en el Sur, el idioma es un elemento poderoso de identidad nacional.
c) la política lingüística de Corea del Norte se ha basado desde 1948 en un nacionalismo muy mucho más acendrado, frente al Sur, que no ha restringido el recurso a palabras chinas, por ejemplo.
La Corea del Norte ha estilizado la lengua, imponiendo palabras de origen coreano sobre términos o palabras chino-coreanas o de origen inglés. Ese proceso de supresión de la influencia china, más allá de factores de facilidad en la reducción del analfabetismo, es correlativo al asentamiento de la ideología jucheana en Corea del Norte, pues el conocimiento de la ortografía china y sus caracteres asumía unos tintes propios de castas privilegiadas. Para corea del norte, la “purificación lingüística” fue una opción política , prohibiéndose a partir de 1949 por parte de Kim Il Sung el uso de ideogramas chinos, salvo excepciones muy específicas.
d) la ideología Juche, oficial en la corea del Norte, acoge, por tanto, una vertiente lingüística.
En primer término, la variedad de Pyongyang se ha asumido como lengua oficial frente a la versión de Seúl. Se dio paso a una “revolución lingüística” cuanto menos hasta la década de los 60 del pasado siglo XX, que supuso un proceso progresivo hacia el alfabeto Hangul. Los datos contrastados de la época parecen acreditar que la oposición a esta política comportó acusaciones públicas de actitudes reaccionarias y burguesas. Por otro lado, el propio Kim Il Sung anunció públicamente la posición sobre la lengua en 1966 en un discurso , que se basó en dar al dialecto de Pyongyang el rango de “lengua cultivada” propia del país, al ser la ciudad “capital” y “cuna” de la Revolución.
e) Una “lengua cultivada”
Deviene fruto, a juicio de los dirigentes de Corea del Norte, no de una imposición autoritaria sino de una evolución histórica, fundamentalmente frente al intento de aniquilación lingüística propiciada por Japón y al señalar la “lengua cultivada” como “la forma más perfecta de la lengua” coreana, destacando que el léxico del coreano de corea del norte ya se enriqueció en la lucha revolucionaria anti-japonesa, al crearse expresiones y vocablos económicos y políticos propios del nuevo sistema político.
f) la política de purificación en la RPDC se acentuó en la década de los 70, al sustituirse vocablos japoneses y chinos por otros calificados de “coreanos puros”, basándose en cinco principios fijados por el propio Kim Il Sung.
1) la no necesidad de sustituir vocablos coreanos si tal palabra se percibe como tal origen; 2) la recomendación de sustituir el vocablo chino por el coreano, si es sinónimo; 3) evitar tal sustitución si entre chino y coreano no hay sinonimia; 4) si un vocablo chino o de otro idioma no es comprensible fácilmente, y no existe equivalente coreano, debe procederse a la invención de uno propio en Corea del Norte y finalmente 5) la sustitución de cualquier palabra no deseable por un equivalente coreano. Todo ello ha supuesto la búsqueda de vocablos que fueran extractable de los diferentes dialectos nacionales para encontrar un término equivalente en coreano –para soslayar los de origen chino- e incluso resucitando términos desaparecidos en el uso cotidiano, en algún supuesto siglos antes.
g) en cuanto a los caracteres, también la ideología ha jugado un papel importante, aunque con alguna modulación.
En 1948 se decidió modificar la ortografía, suprimiéndose de forma total los caracteres chinos, si bien posteriormente se aceptó un conocimiento muy limitado de unos 300 vocablos chinos, como “símbolos ortográficos extranjeros” orientados en su conocimiento a una futura unificación de las dos Coreas.
h) esta política ha supuesto una diferencia entre la política del Norte y el Sur.
Puede calificarse de éxito la política de corea del norte hasta el punto que los lingüistas consideran que ha habido un cambio radical del vocabulario en la parte norte de Corea, como acredita que los resultados hechos públicos en 1968 por el “Comité sobre la lengua nacional”, al concretar unas 50.000 palabras nuevas, aunque la asunción de las mismas fue lenta y obtuvo frutos a partir de la escolarización de los niños y su incorporación al aprendizaje. Se ha hablado así, en opinión del lingüista surcoreano Park Namsuk, de una política hipernacionalista e incluso chovinista en cuanto al purismo de la RPDC en relación al coreano, frente al Sur, que no ha adoptado tal dirigismo lingüístico.
i) ello no ha impedido, sin embargo, que el aprendizaje de lenguas extranjeras haya quedado soslayado.
Al contrario, en la corea del norte se puede aprender lenguas europeas como el inglés, francés, ruso, español, así como también japonés, árabe o chino, siendo aquel primero el mayoritario. El aprendizaje del inglés se ha reforzado, no sólo entre los estudiantes sino también en las Fuerzas Armadas –recordemos que la política de Songun, de predominancia de la política militar, es básica en corea de norte-, si bien no parece que en general que el nivel de conocimiento de esta lengua franca alcance en absoluto los standarts que goza en Corea del Sur.
j) finalmente, queremos referirnos a otras referencias tangenciales que la Constitución efectúa a la lengua coreana, de menor importancia pero que deben ser destacadas.
En primer lugar, el apartado primero del actual art. 165 según el cual “la justicia se administra en idioma coreano”, conjugado con el apartado segundo en virtud del cual “los extranjeros pueden usar su idioma materno ante los tribunales”, previsión plenamente lógica lo que no impide establecer que como tal lengua coreana es la lengua del Estado, en todos sus ámbitos (Parlamento, leyes, administración de justicia y Administración Pública). No obstante, para clarificar el alcance del art. 165. 2, a nuestro juicio no parece configurar con un carácter bifronte: acaso como un derecho para el ciudadano “extranjero” pero fundamentalmente como una herramienta necesaria para facilitar el procedimiento judicial, pues la dificultad de la lengua coreana hace casi imposible de localizar extranjeros sometidos a juicios en corea del norte que tengan un dominio suficiente para su defensa ante los jueces y tribunales.
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corea del norte es interesante, en menos de 70 años habrán un idioma diferente al sur
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