Apuntes Personales y de Derecho de las Universidades Bernardo O Higgins y Santo Tomas.


1).-APUNTES SOBRE NUMISMÁTICA.

2).- ORDEN DEL TOISÓN DE ORO.

3).-LA ORATORIA.

4).-APUNTES DE DERECHO POLÍTICO.

5).-HERÁLDICA.

6).-LA VEXILOLOGÍA.

7).-EDUCACIÓN SUPERIOR.

8).-DEMÁS MATERIAS DE DERECHO.

9).-MISCELÁNEO


El Palacio de la Moncloa​; y de los gobierno autónomos españoles.


  
El Palacio de la Moncloa​; y  de los gobierno autónomos españoles.


  
                        El palacio de Fuentehermosa.


  


El palacio de Fuentehermosa, también conocido como Palacio del Marqués de Castellfort, es un edificio situado en la calle Caballeros número 9 de la ciudad de Valencia, (España). De estilo ecléctico, fue diseñado en 1903 por el arquitecto valenciano Joaquín María Arnau Miramón. En la actualidad es sede de la Presidencia de la Generalidad Valenciana.
El arquitecto Joaquín María Arnau Miramón recibe en 1903 el encargo de los marqueses de Castelfort de edificar un palacio al inicio de la calle Caballeros, calle tradicionalmente ocupada por la aristocracia valenciana.
El arquitecto Arnau Miramón proyecta una fachada en la que utiliza elementos clasicistas, renacentistas, neogriegos y medievalizantes para lograr la obra más importante del eclecticismo en Valencia.
Destacan los amplios miradores de planta poligonal situados en los ángulos de la fachada a la altura del piso principal y las cúpulas que coronan sus extremos. En su interior lo más destacable es el lujoso zaguán con su escalinata de mármol blanco, que recibe la luz por una claraboya cenital.


  
Ajuria Enea.

 

 

Ajuria Enea es un palacio en Vitoria (País Vasco, España) que constituye la residencia oficial del lendakari de la comunidad autónoma del País Vasco. Su nombre proviene de la separación en dos palabras de Ajuriaenea, denominación Euskera que está compuesta por el apellido de la familia que construyó el palacio (los Ajuria) declinado en euskera en la forma del genitivo, viniendo a significar ‘de Ajuria’.

La decisión de convertir el palacio de Ajuria Enea en residencia oficial del lendakari se tomó basándose en los valores arquitectónicos del edificio, acorde a la función política a la que iba destinado. Fue el 13 de octubre de 1980 cuando el Gobierno Vasco formalizó la adquisición de los terrenos a su antigua propietaria, la Diputación Foral de Álava. Ese mismo año, Carlos Garaikoetxea, primer presidente del País Vasco de la democracia, ocupó oficialmente el edificio.
Situado en el paseo Fray Francisco de Vitoria, el Palacio de Ajuria Enea fue construido en 1920 por el arquitecto suizo Alfredo Baeschlin y el contratista Hilarión San Vicente, a instancias de un industrial vitoriano llamado Serafín Ajuria Urigoitia, que hizo fortuna con sus fábricas en Araya y Vitoria, una de las zonas residenciales más notables de la ciudad.
Su aspecto exterior presenta todos los elementos arquitectónicos del arte neovasco: doble arquería en la planta baja, tres ventanales centrales unificados con huecos balconados y elementos heráldicos en el primer piso, ventanas de arco de medio punto junto a los esquinales cilíndricos coronados en arbotantes de la planta superior, y un amplio alero acabado en bellos pináculos alzados hacia el cielo en la cubierta.
Tras convertirse en 1920 en la residencia de la familia Ajuria, el edificio fue traspasado en 1965 a la orden religiosa de las Madres Escolapias, quienes la transformaron en un centro de enseñanza. Once años después, en 1976, fue adquirido por la Diputación Foral de Álava para convertirlo en el museo de arte vasco.
El centro abrió sus puertas al público en 1978 y durante los dos años siguientes, miles de personas tuvieron la fortuna de recorrer sus estancias contemplando las joyas pictóricas que colgaban de sus paredes.
Aunque la Diputación Foral de Vizcaya ofreciera el Palacio de Artaza como residencia del lendakari (junto con el antiguo seminario de Derio como edificio para el Gobierno Vasco y el Depósito Franco de Bilbao para el Parlamento Vasco), la primera ley del Parlamento fijó Vitoria como la sede de las instituciones vascas.
Una vez tomada la decisión de convertirlo definitivamente en la residencia oficial del lendakari, se acometió una remodelación interna del edificio consistente en la transformación de la última planta en vivienda y la adecuación del resto del palacio a las funciones de un presidente de Gobierno. La titularidad definitiva del Palacio de Ajuria Enea pasó a manos de la comunidad autónoma el 14 de marzo de 1989.


 
                    La Casa de los Canónigos. 

  


La Casa de los Canónigos (en catalán Casa dels Canonges) es un edificio situado en el barrio gótico de Barcelona (España), es la residencia oficial del presidente de la Generalidad de Cataluña.


Esta casa, como el resto de las que conformaba la manzana, servía de residencia de los canónigos regulares de la Seo a partir del siglo XIV, cuando éstos abandonaron la clausura. Se articula alrededor de un patio descubierto, en el que hay una escalera que conduce a la planta noble del edificio. Todo el conjunto fue extensamente restaurado y reformado durante los años veinte por los arquitectos Juan Rubió y posteriormente por Jeroni Martorell, adhiriendo elementos neogóticos a las partes recuperadas de la obra original. Como por ejemplo el famoso puente que une el edificio con el Palacio de la Generalidad de Cataluña, en estilo neogótico.
En el siglo XX y con la aparición de las regiones autónomas, Francesc Macià, primer presidente de la Generalidad, escoge este edificio como residencia oficial. Su sucesor en el cargo Lluís Companys, da continuidad a esta tradición hasta su partida al exilio, con el fin de la Guerra Civil Española. Con el regreso de la democracia en la transición, fue una de las sedes del partido fundado por Jose Antonio Primo de Rivera, La Falange, regresó también Josep Tarradellas, que mantenía el cargo de presidente de la Generalidad en el exilio, ocupando hasta las Elecciones al Parlamento de Cataluña de 1980 la residencia presidencial.
 Su sucesor Jordi Pujol, primer presidente electo tras la Constitución Española de 1978, rehusó utilizar de forma efectiva la Casa dels Canonges como residencia privada. Los presidentes que le han sucedido en el cargo hasta el momento también han declinado utilizar como residencia privada el edificio.


 
El Consulado del Mar.

 

El Consulado del Mar (oficialmente, y en catalán, Consolat de Mar) fue una institución medieval de la Corona de Aragón vinculada al derecho de los grandes mercaderes y a las grandes urbes comerciales. Sus funciones eran regular el comercio y los asuntos marítimos en materia mercantil. Solían estar situados en edificaciones anexas a la lonja, como es el caso de Barcelona o Valencia; en Palma de Mallorca era en un edificio próximo.


En el año 1326, bajo el reinado de Jaime III de Mallorca, se designaron dos Consule Maris para la resolución de conflictos entre mercaderes, patrones y marineros.
El edificio actual es producto de varias reformas. Fue construido en el siglo XVI. En la fachada principal se conserva una galería loggia plateresca con balaustrada y cinco grandes arcadas.
Hay una capilla gótica anexa al conjunto, modificada en el siglo XVII, con un rosetón renacentista. Era la antigua Escuela de la Lonja.
En el año 1800 se instaló el Real Consulado de Mar y Tierra. Se construyeron la escalera elíptica y la sala de juntas con un imponente artesonado.
En el jardín que hay entre la Lonja de Palma de Mallorca y el Consulado se estableció la Puerta del Muelle, después de que las murallas fueran demolidas en 1873.
Es un Bien de Interés Cultural (BIC) declarado desde el 23 de abril de 1964.
Desde el año 1983 es la sede de la presidencia de las Islas Baleares.



  
                                El Palacio de Navarra.

  


El Palacio de Navarra es el edificio de la sede del gobierno de Navarra (España), en Pamplona, que data del siglo XIX. Fue sede inicial de la Diputación de Navarra.
El proyecto fue encargado al arquitecto José de Nagusia y se iniciaron las obras en 1840. Se encuentra en el Primer Ensanche de Pamplona, cerrando una parte de la plaza del Castillo y a su vez, uno de los extremos del paseo Sarasate. Se aprovechó el terreno del convento de las carmelitas descalzas tras la desamortización eclesiástica.
Es de carácter palacial, neoclásico, potente que tanto arraigó en la arquitectura institucional de Navarra. A ello contribuyen la fortaleza del sillar, la calculada dimensión de los elementos y su distribución, y el sereno frontis clásico de orden dórico que da la paseo.
Iniciado el siglo XX, en 1929 José y Javier Yárnoz, una vez que habían desaparecido las murallas, fue ampliado hacia la avenida de Carlos III, eje del Segundo Ensanche, con el mismo estilo que les precedía. Las esculturas y relieves del frontón de esta cara posterior del palacio son de Fructuoso Orduna en 1932. En él se representa a Navarra y las actividades humanas y artísticas que le caracerizaron.
Del interior destaca el Salón del Trono, con gran majestuosidad de estilo isabelino realizado entre 1861 y 1865, del arquitecto Maximiano Hijón que dirigió la obra y contrató a todos los artistas que participaron. Tiene una fastuosa escalera como acceso.


Tiene un jardín con fuente iluminada, y en él se encuentra una de las dos secuoyas que hay en Pamplona, la conocida popularmente como "Pino de la Diputación".
En 1896 Florencio Ansoleaga construyó en un lateral el Archivo provincial, que se ha utilizado hasta la creación del nuevo Archivo Real y General de Navarra en el histórico Palacio de los Reyes de Navarra.



  
                            El Palacio de Fuensalida. 

  



El Palacio de Fuensalida es un palacio situado en Toledo (Castilla-La Mancha, España), construido en la primera mitad del siglo XV. Es la actual sede de la Presidencia de Castilla-La Mancha.

El palacio de Fuensalida se encuentra en el casco histórico de la ciudad de Toledo, junto a la iglesia de Santo Tomé y el Taller del Moro (con el que se comunica mediante una antigua escalera),en la Plaza del Conde, ocupando prácticamente todo el único flanco edificado.
El palacio de Fuensalida fue mandado edificar por Pedro López de Ayala y Castañeda, I conde de Fuensalida, a comienzos del siglo XV. Durante el siglo XVI fue sede de la corte de la emperatriz Isabel de Portugal mientras se ejecutaban las obras del Alcázar, y en este mismo lugar murió a consecuencia del parto de su sexto hijo, Juan, el 30 de abril de 1539.
En el interior del edificio se encuentra un gran patio central de estilo mudéjar, con pilares poligonales de ladrillo y zapatas. También en su interior se conservan restos de yeserías mudéjares. La escalera que comunica el edificio con el Taller del Moro posee un artesonado plateresco, con casetones, del siglo XVI.
La portada del palacio es de sillería, con escudos de los Condes de Fuensalida, y flanqueando la puerta de entrada hay unas columnas rematadas por leones.


  
                        El palacio de la Generalidad.

 


El palacio de la Generalidad (Palau de la Generalitat en valenciano) de Valencia (España) es un edificio de estilo gótico valenciano con intervenciones renacentistas que data del siglo XV.

El palacio de la Generalidad Valenciana está situado en el barrio de la Seu, perteneciente al distrito de Ciutat Vella de Valencia. Se ubica al final de la calle Caballeros, en su encuentro con las Plazas de Manises, antiguamente llamada plaza de San Bartolomé, y de la Virgen, donde se encuentran otros edificios muy representatitos de la ciudad, como son la Catedral de Valencia, la Basílica de la Virgen de los Desamparados o el Palacio de Fuentehermosa, sede de la presidencia de la Generalidad Valenciana.
Actualmente es la sede de la Generalidad Valenciana, el gobierno de la Comunidad Valenciana, aunque a lo largo de la historia de Valencia el edificio ha sido sede de las siguientes instituciones, de las que ha tomado nombre:

  • Casa de la Diputación del General del Reino de Valencia (1421-1705).
  • Real Audiencia (1750-1923).
  • Diputación Provincial (1923-1982).
  • Comité Ejecutivo Popular (1936-1937).
  • Generalidad Valenciana (1982-actualidad).

Además de su simbolismo político, constituye uno de los mejores exponentes de la arquitectura civil valenciana del período foral, interviniendo en ella los principales maestros de su tiempo.


  
                                El palacio de Rajoy. 

  


El palacio de Rajoy (en gallego, Pazo de Raxoi) es un edificio de Santiago de Compostela que está situado en la plaza del Obradoiro. Es la sede del Ayuntamiento de la ciudad.
Se trata de una construcción de estilo neoclásico, su construcción fue ordenada por el arzobispo de Santiago, Bartolomé Rajoy Losada, en el año 1766 con la finalidad de servir como seminario para confesores. El ingeniero francés Carlos Lemaur fue el responsable de la obra. En su portada se puede observar una representación de la batalla de Clavijo y una escultura del apóstol Santiago.
El Palacio está ubicado en la parte occidental de la plaza del Obradoiro, que cierra por ese lado, frente a la fachada principal de la catedral de Santiago. A su derecha se sitúa el Colegio de San Jerónimo, que hoy sirve de sede del Rectorado de la Universidad de Santiago; a la izquierda del palacio está el Hospital Real de los Reyes Católicos, en la actualidad Hostal.
En 2015, en la aprobación por la Unesco de la ampliación del Camino de Santiago en España a «Caminos de Santiago de Compostela: Camino francés y Caminos del Norte de España», España envió como documentación un «Inventario Retrospectivo - Elementos Asociados» (Retrospective Inventory - Associated Components) en el que en el n.º 912 figura el palacio de la familia Rajoy



  
                        La Real Casa de Correos.



La Real Casa de Correos es un edificio situado en la parte meridional de la Puerta del Sol de Madrid (distrito Centro). Su construcción data de finales de la segunda mitad del siglo XVIII, y se trata del edificio más antiguo de la Puerta del Sol. Lo más conocido de su arquitectura es el reloj que existe en una torreta levantada sobre su tejado. Este reloj centenario se hace protagonista una vez al año en la noche del 31 de diciembre debido a las campanadas que marcan el ritual de las doce uvas. Frente a la puerta principal del edificio se puede ver una placa histórica sobre el kilómetro cero (origen de las carreteras radiales). 
A pesar de las muchas funciones que ha poseído el edificio, en la actualidad es la sede de Presidencia de la Comunidad de Madrid. Se encuentra haciendo esquina con la calle del Correo, con la calle de San Ricardo (denominada así en honor al Hospital de Tísicos situado en sus inmediaciones) así como con la calle de Carretas. Los edificios circundantes son la Casa Cordero y la Real Casa de Postas.


  
                    La Real Casa de la Misericordia.

 


La Real Casa de la Misericordia, también llamada Palacio Pignatelli o Edificio Pignatelli, o simplemente El Pignatelli, es un edificio histórico ubicado en Zaragoza (Aragón) que actualmente es la sede de la Diputación General de Aragón y que está ubicado en el Paseo María Agustín, número 36, muy cercano a la plaza de toros.


  
El palacio de San Telmo.


  

El palacio de San Telmo es la sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía. Se trata de un edificio barroco construido entre los siglos XVII y XVIII para ser la sede de un colegio de marineros.


  
El palacio de la Moncloa​.

  

alvaro andaur medina

El Palacio de la Moncloa​ es un palacete situado en el noroeste de Madrid, en el distrito de Moncloa-Aravaca. Fue construido de 1949 a 1954 en el mismo lugar que el antiguo Real Sitio de la Moncloa, destruido durante la guerra civil. Desde 1977 acoge la sede de la Presidencia del Gobierno de España y es la residencia oficial del presidente del Gobierno español y su familia. El palacio está dentro de un complejo de edificios destinados a las labores administrativas y gubernamentales.

Historia.

Melchor Portocarrero Lasso de la Vega, tercer conde de
 Monclova y primer propietario del Palacio de La Moncloa.

Melchor Portocarrero y Lasso de la Vega.

Portocarrero y Lasso de la Vega, Melchor. Madrid, 4.VI.1636 – Lima (Perú), 22.IX.1705. Conde de la Monclova (III). Grande de España, comendador de Zarza en la Orden de Caballeros de Alcántara, consejero de Guerra y gentilhombre de Cámara de Carlos II, XXIX virrey de Nueva España (1686-1689) y XXIII virrey del Perú (1689-1705).
  • Grande de España.
  • Virrey de la Nueva España.
  • Virrey del Perú.
Biografía

Segundo hijo del I conde de la Monclova, Antonio Portocarrero y Enríquez de la Vega, y de María de Rojas y Manrique de Lara. Fue bautizado en la iglesia parroquial y monasterial de San Martín y adquirió el título de conde por fallecimiento de su hermano mayor, Gaspar.
Desde muy pequeño fue menino de la Corte, al servicio de la reina Isabel de Borbón, y pronto se dedicó a la carrera militar en la Real Armada, sirviendo en el arma de Caballería, en la que destacó de manera singular.
Sirvió sucesivamente en las guerras de Francia, Flandes, Sicilia, Cataluña y Portugal. Se encontró en los sitios de Arrás, Condé y San Guillén, y tomó parte en ellos de manera brillante, así como en la batalla de las Dunas de Dunquerque (1658), en la que perdió el brazo derecho. Al serle sustituido éste por otro artificial, hecho de metal (en algunas versiones se dice que era de plata), se le llamó con el sobrenombre de “brazo de plata”. Había participado en el sitio y batalla de Villaviciosa (1655), en la que también resultó herido.
En su carrera militar fue ascendiendo sucesivamente a capitán de jinetes, maestre de campo, teniente general de Caballería y comisario general de la Infantería y Caballería de España. En 1680 se le promovió al cargo de consejero de Guerra y miembro del Consejo de Indias.

Casó en Zaragoza, en la iglesia parroquial de San Pablo, el 4 de octubre de 1673, con Antonia Jiménez de Urrea, natural de Épila, hija de Antonio Jiménez de Urrea y de la condesa de Aranda, con quien tuvo cuatro hijos, dos varones y dos niñas. Nombrado virrey de Nueva España doce años después, solicitó y obtuvo permiso para que le acompañaran en esta misión su esposa y sus hijos: Antonio José, que tenía apenas doce años de edad y más tarde heredó el título y la Grandeza —llegó a alcanzar el grado de general de mar y tierra sirviendo en Perú— Joaquín y las dos niñas. La virreina llegó embarazada a Lima y allí tuvo otro hijo, Francisco Javier.
Al solicitar el marqués de la Laguna el cese de su cargo, el rey Carlos II designó virrey de Nueva España a Melchor Portocarrero el 17 de abril de 1686, con las mismas instrucciones que había recibido anteriormente el duque de Veragua (en 1673). España se encontraba en las horas más bajas del Imperio y a pesar de las mejores intenciones, la Monarquía en América sufría una profunda decadencia. En cambio, una de las mayores preocupaciones de la Corte seguía siendo confirmar la existencia de colonos franceses, posiblemente establecidos en las costas del golfo de México.
Llegó a Veracruz a mediados de octubre y su primera misión fue encomendar al piloto Juan Enrique Barroto que recorriera el seno mexicano (golfo de México) para comprobar la consistencia de aquellos rumores. Barroto utilizó dos naves de las llegadas en la flota, con la orden de averiguar si los franceses se encontraban en algún punto de la costa. En la Corte se temía que algunos extranjeros hubieran efectuado desalojos de pobladores por la fuerza, pero también se perseguía la introducción de ideas extrañas o el ejercicio de influencias no deseadas.

El nuevo virrey llegó a Puebla de los Ángeles el 24 de octubre, se entrevistó con el marqués de la Laguna, que regresaba a España, y en San Cristóbal Ecatepec recibió la bienvenida del arzobispo. El día 5 de noviembre se alojó en Chapultepec y tras la toma de juramento por parte de la Audiencia y otras ceremonias, el 30 de noviembre se efectuó el solemne acto de su entrada oficial en la Ciudad de México.
Los barcos enviados por el virrey navegaron toda la costa del golfo sin encontrar ningún establecimiento francés, aunque se hallaron restos de naufragios y señales de haber pasado gente por algunos lugares. La expedición reconoció el cabo Apalache, entró en la bahía de Mobile y llegó frente a la bahía del Espíritu Santo, pero, obligada a refugiarse en La Habana por una tormenta, regresó pronto a Nueva España para dar cuenta de sus hallazgos.
A pesar de las buenas noticias, el virrey ordenó construir un presidio en Coahuila, junto a una villa que tomó el nombre de Monclova en su honor, dotada de una población de ciento cincuenta familias, en total más de doscientos setenta hombres, capaces de tomar las armas en cualquier situación de emergencia. Se trataba del inicio de una cadena de presidios y lugares que fueran poblando poco a poco aquellas enormes extensiones vacías.
Se ocupó preferentemente de hacerse con el control de la situación política, resolver los enfrentamientos y conseguir el orden y la paz. Entre otras instrucciones tenía la de expulsar a los sacerdotes que hubieran pasado a Nueva España sin licencias reales, costumbre que se extendía también a los extranjeros y aventureros españoles.

En el terreno de las obras públicas siguió trabajando en el interminable problema del desagüe de la ciudad y el valle de México, la construcción del canal de Huehuetoca, abandonado por el enfrentamiento con el franciscano fray Manuel Cabrera, a quien repuso en la superintendencia de esta enorme y trascendental infraestructura. También mandó construir a sus expensas las cañerías que conectaban Chapultepec con el Alcázar, a través del llamado Salto del Agua.
El padre Kino, célebre jesuita, al conocer que no se había adelantado nada en la conquista de California, donde Isidro de Otondo había llegado a fundar un pueblo que se llamó San Bruno, solicitó permiso de sus superiores para salir de México y establecer misiones en la Pimería alta de Sonora. Su intención era abrirse paso hacia California, y una vez colonizado aquel terreno explorar hasta el río Gila y conocer si los territorios al otro lado del mar de Cortés eran una isla o una península.
De paso por Guadalajara, solicitó que a los indios convertidos se les eximiera por diez años de los trabajos personales de las tandas, porque el temor a ser llevados a las minas u otra clase de labores les retraía de reducirse al cristianismo. Se le concedió por la Audiencia de Guadalajara, porque era de justicia, ya que así se había ordenado por varias cédulas reales desde principios de siglo, “que los indios reducidos por la predicación no fueran encomendados, ni pagaran tributo, ni sirvieran en diez años”. Carlos II, en cédula de 14 de mayo de 1686, prevenía “que los bárbaros convertidos fueran exentos por veinte años, contados desde su reducción, de trabajar en las haciendas y en las minas”.
Desde Guadalajara, el padre Kino se dirigió a Sonora.

En febrero de 1687 presentó sus credenciales al alcalde mayor de la provincia, en el real de San Juan, y partió en busca de los indios, a los que convirtió, estableciendo varias misiones y fundando algunos pueblos.
En 1688 se recibieron nuevas noticias de que los franceses se habían avecindado en América, lo que alarmó a la Corte y al virrey. Se había apresado a un buque enemigo cerca de La Habana y entre los prisioneros estaba un Rafael Huitz, quien confesó que los franceses “tenían una colonia en el seno mexicano, donde él mismo había estado”. El capitán general de Cuba remitió esa relación y a esta persona a la ciudad de México.
Enviado un navío a recorrer minuciosamente la costa, no encontró ningún vestigio de colonia extranjera, por lo que se condenó a Huitz a galeras por mentiroso.
Posteriormente se comprobó que tenía razón y decía la verdad. Los misioneros establecidos en Nuevo México informaron de la llegada a ese territorio de tres colonos extranjeros, que desde su lugar de establecimiento habían penetrado hasta allí. También en el valle de Candela, en Coahuila, los indios habían comunicado la noticia de que “algunos hombres blancos y bermejos estaban avecindados en la orilla del mar”.

El gobernador de Coahuila se apresuró a comunicárselo al virrey, que se dispuso a preparar una nueva expedición por mar a las órdenes del capitán Andrés de Pez, en la que se incluyó al reconocido cosmógrafo y científico Carlos Sigüenza y Góngora.
Según despacho real firmado el 3 de mayo de 1688, cuando apenas llevaba dos años de gobierno, se encomendó al conde de la Monclova que pasara a regir el virreinato de Perú, nombrando al conde de Galve para sustituirle. Éste llegó a Nueva España a finales de noviembre, por lo que su encuentro personal y la entrega del mando se retrasó algunos meses. Se vieron, como era habitual, en Otumba y desde allí viajaron juntos a la Ciudad de México, en la que el conde de Monclova y su familia siguieron residiendo hasta el 18 de abril de 1689, fecha en que se trasladaron a Acapulco para embarcar rumbo a Paita y Lima.
La selección de un nuevo virrey del Perú había resultado demasiado complicada. El cargo se había ofrecido al mejor postor con el deseo de obtener alguna compensación económica, y en cierto modo como mercado de influencias, pero los candidatos se frustraron, ya fuera por enfermedad y muerte (conde de Cañete) o por cambio de opinión a última hora (marqués de Camposagrado). Al final, el presidente del Consejo de Indias se decidió por el envío de una persona “que no tenía nada que ofrecer excepto su lealtad al trono, su capacidad como militar y su probidad como administrador” (Hanke).
Las instrucciones que recibió el conde de la Monclova, fechadas el 3 de mayo de 1688, fueron las mismas que para el conde de Lemos, a las que se agregó un capítulo en el que se le recomendaba conversar ampliamente con su antecesor “para haceros capaz y saber el estado en que estuviere cada cosa de por sí.
Y adelante, cada año, me daréis cuenta de lo que en conformidad de lo contenido en esta instrucción fuéreis obrando”.

Su entrada oficial en la ciudad de Lima, bajo palio, se efectuó el 15 de agosto de 1689, fiesta de la Asunción.
Permaneció en el Gobierno por espacio de más de dieciséis años, convirtiéndose en el virrey de mayor duración en el cargo a lo largo de los tres siglos de dominación española y, por otra parte, en la Monarquía española, el virrey de la transición entre las casas de Austria y de Borbón.
Al llegar se encontró con la ciudad completamente arrasada, consecuencia del terremoto de 1687, por lo que bajo su mandato se reedificaron el Palacio virreinal, la Catedral, la Real Audiencia y el Cabildo, remodelando la plaza de Armas con ochenta y tres portales, que se inauguraron en 1693. Para celebrarlo, el día 8 de diciembre se organizó una gran corrida de toros en la plaza Mayor (de Armas). Tres años más tarde se concluyó la construcción de un nuevo muelle en el puerto de El Callao. Volvían a aparecer corsarios por las costas, se perdió Cartagena de Indias (saqueada por los franceses en 1696), reconquistada por el general Juan Díaz Pimienta, que también expulsó de la zona del Darién a los corsarios escoceses que habían fundado allí la llamada colonia de Caledonia. El virrey estaba preparando una escuadra, construida en Guayaquil, compuesta de tres navíos provistos de excelentes baterías, que no fue necesario enviar tanto a Cartagena como al Darién.
A consecuencia del terremoto que había asolado Lima y amplios territorios del virreinato, que también afectaron a las minas de Huancavelica (1687), ordenó la rebaja de la carga impositiva sobre los indios de las mitas, estipulando que su salario se fijara en 7 reales por jornada, lo que prácticamente suponía doblarles la cantidad que percibían hasta ese momento (4 reales), por lo que los propietarios de las minas elevaron su airada protesta. A lo largo de este conflicto, el virrey pudo comprobar los fraudes habituales en el pago de esos salarios y la existencia de “indios alquilones”, que se realquilaban a precios cada vez más bajos con el consiguiente beneficio de los intermediarios.

También comprobó el problema de los socavones y cegado de minas, que se aprovechaban para realizar ventas de azogue de manera clandestina.
Esta actuación fiscalizadora se extendió también a las minas de Potosí, pero a pesar de las medidas correctoras siguieron despoblándose, por lo que se acentuó la caída de la producción de plata y del trabajo de la molienda.
En cambio, floreció el ramo del comercio en general, alentado por el tráfico marítimo del puerto del Callao con los puertos de Valparaíso y Arica, así como Guayaquil y Panamá, lo que animó a la Corona a imponer nuevos impuestos que servirían para el financiamiento de las flotas y galeones de Indias. La protesta del Consulado de Lima, representante de los mayores traficantes de la región, no consiguió prosperar sino tras el envío de sendas remesas de plata, en 1690 y 1695, que llegaron a alcanzar los 30 millones de pesos. Aunque aumentó la salida de mercaderías del virreinato, las llegadas a España y las cuentas de la Casa de Contratación de Sevilla no lograban cuadrar, por lo que se sospechó una desviación de tráfico o la creciente importancia del asalto de los galeones por las naves piratas, que no dejaban de multiplicarse.

Bajo el mandato del conde de la Monclova, el patronato real se expandió con la terminación de nuevas obras, como el Monasterio del Carmen de Huamanga en 1690, los beateríos de las Nazarenas del Cuzco en 1695, y en Lima los de las indias nobles de Nuestra Señora de Copacabana en 1698 —del que fue su primera superiora “la célebre Francisca Ignacia Manchipula, hija de los curacas del Callao”—, y el Monasterio de Jesús, María y José en 1699, fundado por María Jacinta, “viuda del siervo de Dios Nicolás de Ayllón”, conocido indio chiclayano. Se sabe que la Orden betlehemita, que celebró capítulo en 1698, se hizo cargo del Hospital de Incurables de Santo Toribio y fundó nuevos establecimientos en Huarás, Cuzco y Potosí. Esta actividad asistencial se completó con la disposición del virrey de que el beaterio de las amparadas de Lima se hiciera cargo de las rameras arrepentidas, a cuya actividad algunos fanáticos atribuían el desastre del terremoto de 1687.
En el campo de la educación, en la Universidad de San Marcos se crearon las Cátedras de Método Galeno (1691) y la Orden de San Agustín obtuvo en 1692 el permiso para fundar las Cátedras de Prima y Vísperas de Dogma y Prima de Escoto, “el maestro de las sentencias”, a las que no fue fácil dotar de presupuesto.

En 1694 se reincorporó a la escuela o Universidad de San Marcos la del Digesto Viejo, que hasta entonces estaba en el Colegio Real de San Felipe. En Cuzco se fundó el Colegio de San Buenaventura en 1691 y el de San Antonio Abad se transformó en universidad, según Real Cédula de 1 de junio de 1692.
La inclinación personal del virrey por las actividades culturales, y en especial su afición por las funciones teatrales, le llevó a promover y fomentar las buenas letras, apoyando el trabajo poético de autores de cierto renombre como Agustín de Campo y Torres, Lorenzo de las Llamosas y Juan de Urdaide. También protegió las bellas artes y entre otras obras se recuerda que ordenó pintar en una sala de palacio los escudos del Monarca y de todos los virreyes anteriores, con armas y blasones y las fechas de nacimiento y sucesos más importantes de sus vidas, encargo que recibió el artista Gregorio Sánchez, en un camarín que se acabó de pintar a mediados de 1702. Un año más tarde, el impresor José Contreras recogió esta colección de retratos en un cuaderno que se conserva en la Biblioteca de Lima.
Los últimos años de gobierno virreinal, como reflejo de los sucesos y las guerras que provocó en Europa el posible cambio de dinastía en España al acercarse la muerte del rey Carlos II, pasaron sin pena ni gloria, sumidos sus habitantes en el frenesí de los malos augurios y los temores de fin de siglo. Entre 1694 y 1703 se sucedieron terremotos en Lima, Quito, Latacunga y Riobamba, con fortísima pérdida de vidas; cayó una fuerte nevada en Callao y una intensa inundación arrasó Trujillo; hubo epidemias de viruela y disentería en Quito, Potosí y Cuzco, y, finalmente, por todo el cielo del virreinato cruzaron tres rarísimos cometas (1700, 1702 y 1703) que “causaron gran espanto y se tomaron por perniciosos meteoros”.

El rey Carlos falleció el 1 de noviembre de 1700 y Felipe V fue proclamado en Lima el 5 de octubre de 1701. Con este motivo se celebraron en la ciudad las acostumbradas funciones, religiosas y civiles, que en estos casos se acostumbraba llevar a cabo.

Al iniciarse el nuevo siglo se firmó la alianza con Francia, lo que provocó un nuevo enfrentamiento con Portugal y, como consecuencia, en 1701 se canceló el contrato para el tráfico en exclusiva de los esclavos con los portugueses que se entregó a la Compañía Real de Guinea (francesa). Pero esta medida, a partir de aquel año, fomentó el aumento del contrabando francés en las costas del virreinato. La desaparición de los galeones y el cierre de la feria de Portobelo, consecuencia de la guerra, forzó a la aparición cada vez más frecuente de naves francesas por las costas del mar del Sur, dedicadas al comercio irregular. Se iniciaba el final de la exclusiva española en el comercio colonial.
El cambio de casa reinante en la Monarquía y la consecuente alianza con Francia fue de muy difícil encaje para el virrey, que siempre consideró enemigos a los franceses. “Perseguir piratas u organizar expediciones militares a Panamá, resultaron para el viejo soldado cosas familiares, casi fáciles; ahora, recibir los barcos franceses tratándolos a la vez como aliados a quienes hay que mimar, contemplar al contrabandista, otrora perseguido, escuchar quejas de respetables comerciantes limeños perjudicados por un tráfico ilícito que no puede suprimir —todo esto resultó nuevo—, complicadísimo” (Céspedes y Moreyra Paz Soldán).

Aunque se dice que en 1695 el Rey había dado permiso al conde para que regresara a España cuando quisiera, dejándole la libertad de elegir en una lista de tres candidatos quién se hiciera cargo del virreinato, el virrey no hizo uso de esta posibilidad. Pero abrumado por constantes problemas familiares y cierta desgana, que le llevó a desatender los asuntos oficiales, el conde de la Monclova, cada vez más molesto y dolorido, falleció en Lima de enfermedad desconocida el 24 de septiembre de 1705. Se le sepultó en la Catedral.
Se le ha descrito como “un bravo en el campo de batalla, un hombre de costumbres puras y muy religioso en su vida privada, conciliador y moderado en el gobierno, pero carecía de dotes aun para administrar una ciudad” (Céspedes y Moreyra Paz Soldán).
Aunque se le preparaba un juicio de residencia, éste no se pudo llevar a efecto, por razones no explicadas.
El conde, por su parte, tampoco redactó la relación de gobierno, tal y como estaba ordenado. En cambio, se han publicado las trescientas noventa y tres cartas enviadas a España entre 1689 y 1700, así como las cédulas reales y numerosos manuscritos relacionados con su correspondencia.

Bibliografía
M. Orozco y Berra, Historia de la dominación española en México, México, Librería Robredo, 1938


G. Céspedes del Castillo y M. Moreyra Paz Soldán (eds.), Colección de cartas de virreyes: Conde de la Monclava, Lima, 1954

J. I. Rubio Mañé, Introducción al estudio de los virreyes de Nueva España, México, Universidad Nacional Autónoma (UNAM), 1955- 1963

R. Vargas Ugarte, Historia General del Perú, Lima, Ed. Milla Batres, 1966-1971

L. Hanke, Los virreyes españoles en América durante el gobierno de la casa de Austria, Madrid, Editorial Atlas, 1976

E. de la Torre Villar, Instrucciones y memorias de los virreyes Novohispanos, México, Editorial Porrúa, 1991.

Autor/es

Manuel Ortuño Martínez


El Palacio de la Moncloa fue en principio una finca de uso agrario que, por su buena situación, se convirtió posteriormente en una casa-palacio.
Pertenecía, a principios del siglo XVII, a Ana de Mendoza, condesa de Cifuentes y, tras pasar por varios propietarios, fue adquirida por Juan Croy, conde de Sora, siendo conocida a partir de entonces como huerta de Sora.







En 1660 fue comprada por Gaspar de Haro y Guzmán, marqués del Carpio y de Eliche, dueño de la vecina huerta de La Moncloa, nombre que procedía de sus antiguos propietarios, los condes de Monclova, que dio lugar posteriormente a Moncloa, tal como se conoce hoy.
Gaspar de Haro mandó construir en lo alto un palacio, que más tarde sería conocido como Palacio de la Moncloa al quedar las dos propiedades -la huerta de La Moncloa y la huerta de Sora o de Eliche- unidas.

Fachada noroeste, usada habitualmente
 para acceder al Palacio de La Moncloa.


Ambas huertas, junto con el resto de las posesiones que tenía el marqués de Eliche en las inmediaciones, fueron heredadas por su única hija, Catalina de Haro, casada con Francisco Álvarez de Toledo y Silva, X duque de Alba de Tormes.
Tras pasar por diversos propietarios, entre ellos Antonio Joaquín Guerra, marqués de Guerra -de ahí que por un tiempo fuera conocida como huerta de Guerra- fue adquirida en 1781 por María del Pilar Ana de Silva-Bazán y Sarmiento, duquesa viuda de Arcos quien, al morir en 1784, se la dejó a su hija María del Pilar Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo, XIII duquesa de Alba de Tormes y hoy recordada como musa de Goya.
A la muerte de la duquesa en 1802 sin descendencia, Carlos IV adquirió el palacete y la huerta para añadirlos al Real Sitio de la Florida que, a partir de entonces, fue conocido como el Real Sitio de La Moncloa. En 1816, Fernando VII encargó al arquitecto Carlos Isidro González Velázquez que restaurara el palacio.
Treinta años más tarde, la reina Isabel II cedió al Estado toda la propiedad de La Moncloa, que pasó a depender del Ministerio de Fomento. El palacio volvió a ser restaurado por Joaquín Ezquerra del Bayo en 1929, siendo reinaugurado como un museo.
Durante la Guerra Civil el antiguo palacete de La Moncloa fue destruido casi del todo.
Diez años después de su destrucción, el arquitecto Diego Méndez construyó, entre 1949 y 1953, el presente edificio siguiendo el modelo de la Casa del Labrador de Aranjuez. Entonces fue destinado a residencia oficial de jefes de Estado en visita a España y altas personalidades.

   
Complejo.



El palacio está dentro de un conjunto de edificios, el Complejo de la Moncloa, destinados a las labores administrativas y gubernamentales.

Edificio del Consejo de Ministros (1989)

consejo de ministro


Consejo de ministros.


En 1989, el presidente Felipe González decide construir el edificio del Consejo de Ministros para diferenciar el uso oficial del uso residencial que se da al Palacio. En la actualidad, se celebra el Consejo de Ministros, así como otras reuniones y visitas oficiales. Además, en este edificio encontramos el despacho del presidente.

Edificio de la Vicepresidencia (2006)

Este edificio se construyó en 2006 durante la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero y se trata de uno de los edificios más modernos del complejo de La Moncloa. Actualmente alberga el despacho de la Vicepresidenta del Gobierno y Ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.

Edificio Semillas (1950)

Su nombre se debe a que era el lugar donde antiguamente se almacenaban las semillas selectas. Actualmente acoge el Gabinete de la Presidencia del Gobierno. En el primer piso se encuentra el despacho del director del Gabinete, un despacho que fue utilizado en los años 80 por Alfonso Guerra, y antes por Joaquín Garrigues Walker con Adolfo Suárez.

Edificio INIA (1950)

El edificio fue construido en 1950 por el arquitecto José Azpiroz. Recibe este nombre por haber albergado el Instituto Nacional de Investigación Agraria. Actualmente es la sede del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.


Edificio Portavoz del Gobierno (1950)

Antiguamente, era el laboratorio donde se analizaban las semillas. En la actualidad, es en este lugar donde cada viernes se celebra la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, así como algunas comparecencias ante los medios de comunicación del Presidente del Gobierno.

Jardines.

El palacete original y sus jardines pertenecen al Patrimonio Nacional español, y están catalogados como Bien de Interés Cultural. La distribución botánica y el sembrado de estos últimos data de tiempos del rey Carlos III, y están atribuidos a Francisco Antonio Zea, que fue director del Real Jardín Botánico. Más tarde fueron rehabilitados por el paisajista Javier Winthuysen, que dio realce a las fuentes y esculturas decorativas.
​ Otra importante reforma fue realizada a principios del siglo xx por el jardinero Cecilio Rodríguez, autor de numerosas obras en Madrid, como los Jardines de Sabatini del Palacio Real, o la famosa Rosaleda del Parque del Retiro.

Comunidad de Madrid.

El Complejo de la Moncloa, ubicado en el madrileño distrito de Moncloa-Aravaca, esta conformado por cinco edificios, además del Palacio de La Moncloa, residencia del presidente y su familia. Una vez superado el control de acceso y rodeados de los famosos jardines, se ubican el edificio del Consejo de Ministros, el de la Vicepresidencia, el edificio Semillas, el INIA y el edificio Portavoz.
La historia del Complejo de La Moncloa se remonta al siglo XVII y su nombre proviene de uno de sus primeros dueños, el Conde de la Monclova, aunque con el tiempo ha sufrido una ligera variación lingüística. En sus orígenes, el lugar donde se ubica hoy el mayor centro de poder gubernamental de España no era más que una finca agraria.
Perteneciente a la Corona de España, fue pasado por manos de diferente nobles, entre los que destacan Ana de Mendoza, hasta que en 1660 Gaspar de Haro y Guzmán, Marqués del Carpio y de Eliche, lo compra. Este adquiere dos propiedades hortícolas, por un lado, la ya mencionada huerta de Monclova y por otro la huerta de Sora, que debe su nombre al conde homónimo. Es en esta última donde se construye la primera casa-palacio llamada Palacete o Casa Pintada, tal y como recoge la web del Palacio de la Moncloa.
En 1783, María del Pilar Teresa Cayetana de Silva, XIII Duquesa de Alba, hereda la huerta de Sora, embellece los jardines y reforma la casa-palacio. Mientras tanto, la huerta de la Monclova sigue cambiando de dueño hasta que en 1792 recala en las manos de Manuel Godoy, primer ministro de Carlos IV quien, a su vez, se se la cede al Rey.
Este manda construir el Palacete para su esposa, María Luisa de Parma, usándolo como residencia familiar. Durante la ocupación francesa, el general Murat ocupa el Palacete e incluso el hermano de Napoleón, José I, realiza pequeñas reformas en el edificio.
Posteriormente, a la muerte de Fernando VII en 1833, su mujer la Reina María Cristina, regente durante la minoría de edad de Isabel II, frecuenta mucho el lugar, sobre todo los jardines, como refugio de recreo.
Tras la revolución de 1868, se declara extinguido el patrimonio de la Corona y estas propiedades pasan a depender del Gobierno de España, en concreto, del Ministerio de Fomento que instala en el lugar la Escuela Central de Agricultura.
Desde finales del siglo XIX y principios del XX, el Palacete fue sumiéndose en el abandono, exceptuando el uso esporádico como casa de veraneo que hacen de él Cánovas, Sagasta y Canalejas.
En 1918 el ministro de Fomento encarga la restauración del Palacete y sus jardines a la Sociedad Española de Amigos del Arte, pero no será hasta los años cincuenta, tras quedar prácticamente destruido durante la Guerra Civil, cuando el arquitecto Diego Menéndez, restaura el Palacio, siguiendo el modelo de la Casa del Labrador de Aranjuez. En 1954, el Palacete y sus jardines se integran en el Patrimonio Nacional.
A partir de entonces, se destina a residencia para los jefes de Estado extranjeros de visita en España, entre ellos, el presidente de Estados Unidos, Dwight David Eisenhower, en 1959.
Varios años después, en enero de 1977 el entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, decide trasladar la Presidencia del Gobierno desde el Palacio de Villamejor, en el Paseo de la Castellana, hasta La Moncloa, por motivos de seguridad. En ese momento, el Palacio quedó dividido en dos zonas, un área privada en los pisos superiores destinada al presiente y su familia y un área de uso oficial en la planta baja donde, entre otras cosas, se celebraba el Consejo de Ministros.
Con Felipe González como jefe del Ejecutivo, en 1989, con motivo de la primera presidencia española del Consejo de la Unión Europea, se construye el edificio del Consejo de Ministros y el Palacio pasa a ser exclusivamente la vivienda presidencial.



Palacio

La historia del Palacio de La Moncloa como sede de la Presidencia del Gobierno de España es relativamente reciente. A finales de diciembre de 1976 se produjo la mudanza de la anterior sede, en Castellana 3, al palacete próximo a la Ciudad Universitaria, y en enero de 1977 el presidente Adolfo Suárez ya trabajaba a pleno rendimiento allí. Pero el pasado de este edificio va mucho más allá y alcanza hasta el siglo XVII, cuando el propietario de la huerta de La Moncloa decidió construir en la parte alta un Palacio, conocido después como Palacio de la Moncloa.
En sus orígenes, el lugar que hoy ocupa el Complejo de La Moncloa era una finca agraria, que por su buena situación acabaría siendo una casa-palacio. En 1660, la finca fue comprada por Gaspar de Haro y Guzmán, marqués del Carpio y de Eliche, dueño de la huerta vecina de La Moncloa, nombre que procedía de sus antiguos propietarios, los condes de Monclova. 
Al quedar las dos huertas unidas, en el entorno del Arroyo Cantarranas, Gaspar de Haro mandó construir en la parte más alta de los terrenos un Palacio, conocido primero como Palacete de Eliche y también como Casa Pintada, en alusión a los frescos que adornaban los muros exteriores, y tiempo después como Palacio de La Moncloa.

1976

El Palacio pasó por distintos propietarios hasta llegar a María del Pilar Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo, XIII duquesa de Alba de Tormes. A su muerte sin descendencia en 1802, Carlos IV adquirió el palacete y la huerta y lo añadió al Real Sitio de la Florida, que se llamó desde entonces Real Sitio de La Moncloa. En 1816, Fernando VII ordenó la restauración del palacio.
Treinta años después, Isabel II cedió al Estado la propiedad de La Moncloa, que pasó a formar parte del Ministerio de Fomento. El palacio fue restaurado de nuevo en 1929, momento en que se reinauguró como un museo. Su buen estado duró poco, ya que en la Guerra Civil el edificio fue destruido casi por completo. La reconstrucción acabó en 1954, y siguió el modelo de la Casa del Labrador, en Aranjuez. Desde ese momento, el Palacio se destinó a residencia oficial a los jefes de Estado que se encontraban de visita en España y a altas personalidades. Allí han dormido Sadam Hussein, Nixon o Eisenhower.

Salón de Columnas

El 15 de julio de 1954, el Palacio de La Moncloa y sus jardines, con una extensión de 58.000 metros cuadrados, fue integrado a Patrimonio Nacional, y se está catalogado como Bien de Interés Cultural.
El Complejo de La Moncloa está formado por 13 edificios y tiene 20 hectáreas. Como curiosidad, el Salón de Columnas, que antes era un patio, fue cubierto en 1970, para la visita de Richard Nixon. Las columnas, por cierto, provenían del Palacio Arzobispal de Arcos de la Llana, en Burgos.
Además, todos los edificios del Complejo están comunicados entre sí a través de un búnker subterráneo, que mandó construir Felipe González como medida de seguridad para el Gobierno y el presidente. Tiene tres plantas y puede albergar a 200 personas.

El condado de la Monclova. 

El condado de la Monclova es un título nobiliario español creado por Felipe III por decreto de 20 de septiembre de 1617 a favor de Antonio Portocarrero y Enríquez de la Vega.
Su nombre hace referencia al Castillo de la Monclova, localidad del municipio andaluz de Fuentes de Andalucía, en la provincia de Sevilla.


Condes de la Monclova.

TitularPeriodo
Creación por Felipe III
IAntonio Portocarrero y Enríquez de la Vega1617-1649
IIGaspar Portocarrero de Rojas1649-1693
IIIMelchor Portocarrero Rojas1693-1705
IVAntonio Portocarrero de la Vega1705-1736
VJoaquín Felipe Antonio Ximénez de Palafox y Centurión de Córdoba1736-1775
VIFausto Francisco de Palafox Rebolledo y Pérez de Guzmán el Bueno1775-1788
VIIVicente María de Palafox Centurión y Silva1788-1820
VIIIMaría Elena de Palafox y Silva1820-1837
IXAndrés Avelino de Arteaga Lazcano y Palafox1837-1864
XAndrés Avelino de Arteaga Lazcano y Silva1865-1910
XIJoaquín de Arteaga y Echagüe Silva y Méndez de Vigo1912-1947
XIIÍnigo de Arteaga y Falguera1951-1997
XIIIÍñigo de Arteaga y Martín1997-2018
XIVAlmudena de Arteaga y del Alcázar2018-actual titular

Señores de la Monclova.

Antonio Portocarrero de la Vega, I señor de Monclova (hijo del I conde de Palma del Río, Luis Fernández Portocarrero Bocanegra) y de su segunda esposa, Leonor de la Vega y Guzmán.
Luis Portocarrero de la Vega, II señor de la Monclova y caballero de la Orden de Santiago, casado con Catalina de Guzmán y Fajardo,​ también llamada Catalina Enríquez y Chacón, hija de Enrique Enríquez de Guzmán el Gordo, señor de Cortes, y de su esposa Juana Fajardo de Silva. Fueron los padres del I conde de la Monclova.
Historia de los condes de la Monclova

Antonio Portocarrero y Enríquez de la Vega, también llamado Antonio Portocarrero de la Vega y Enríquez (m. Madrid, 28 de octubre de 1649), I conde de la Monclova,​ mayordomo mayor de la reina Isabel de Borbón, la primera esposa del rey Felipe IV, y del príncipe Baltasar Carlos de Austria,​ y caballero de la Orden de Santiago.
Casó en primeras nupcias con su prima hermana Sancha de Mendoza, hija de Bernardino de Mendoza y Cárdenas y de Leonor María de la Vega. Este matrimonio fue disuelto por consanguinidad, y Sancha contrajo un segundo matrimonio con Francisco Centurión de Córdoba, III marqués de Armunia.
​Contrajo un segundo matrimonio el 30 de junio de 1616 con María de Rojas Manrique,​ hija ilegítima de Francisco de Rojas Enríquez, III marqués de Poza, y de Juana Manrique, que estaba casada con Manrique de Lara, VII conde de Valencia de Don Juan. Sucedió su hijo del segundo matrimonio:

Gaspar Portocarrero de Rojas(Madrid, 22 de septiembre de 1633-18 de mayo de 1693), II conde de la Monclova,​ gobernador de Orán, general de la Armada del Mar Océano, y miembro de Consejo de Guerra.​ Fue sacerdote después y no tuvo descendencia.​ Sucedió su hermano:
Melchor Portocarrero Rojas (Madrid, 4 de junio de 1636-Lima, 15 de septiembre de 1705), III conde de la Monclova, teniente general, virrey de Nueva España y del Perú.
Casó el 4 de octubre de 1673 con Antonia Ximénez de Urrea,​ hija de Antonio Ximénez de Urrea y Manrique de Lara, V conde de Aranda, grande de Aragón, IX vizconde de rueda y VI vizconde de Biota, y de su segunda esposa Felipa Claver y Sessé. Sucedió su hijo:
Antonio Portocarrero de la Vega (m. 14 de abril de 1736), IV conde de la Monclova. Sin descendencia, sucedió un pariente de una rama colateral:

Joaquín Felipe Antonio Ximénez de Palafox y Centurión de Córdoba (20 de febrero de 1702-11 de agosto de 1775), V conde de la Monclova,VI marqués de Ariza,​ VI marqués de Armunia,​ IV conde de Santa Eufemia,​ IX marqués de La Guardia, IX marqués de Guadalest, señor de las baronías de Caspe, Benisá, Cotes, Aldea de Valencia, Sueca, Calmarza y Teulada, almirante de Aragón, caballero del Toisón de Oro, gran cruz de Carlos III, gentilhombre de cámara con ejercicio y servidumbre y caballerizo mayor de la reina.
Era hijo de Juan Antonio Rebolledo de Palafox y Zúñiga, V marqués de Ariza, grande de España, VIII marqués de Guadalest, señor de las baronías de Caspe, Benisá, Cotes, Aldea de Valencia, Sueca, Calmarza y Teulada, almirante de Aragón y caballero de la Orden de Santiago,y de Francisca de Paula Centurión de Córdoba Mendoza Carrillo y Albornoz (Madrid, 13 de abril de 1670​-10 de noviembre de 1722),V marquesa de Armunia, III condesa de Santa Eufemia,​ VIII marquesa de La Guardia, señora de Carrillo, Albornoz y Torralba.
Casó en primeras nupcias el 8 de julio de 1722 con Rosa Pérez de Guzmán el Bueno y Silva (1704-1731),​ hija de Manuel Alonso Pérez de Guzmán el Bueno, XII duque de Medina Sidonia, y Luisa María de Silva y Mendoza. Contrajo un segundo matrimonio, el 1 de abril de 1737, con María Ana Carlota de Croy de Havré y Lanti de la Róvere. Le sucedió el único hijo del primer matrimonio:
Fausto Francisco Palafox Pérez de Guzmán el Bueno (5 de octubre de 1731-5 de abril de 1788),​ VI conde de la Monclova,​ VII marqués de Ariza, VII marqués de Armunia,V conde de Santa Eufemia,​ X marqués de La Guardia,IX marqués de Estepa, X marqués de Guadalest, grande de España de primera clase, caballero de Orden de Carlos III (1777), caballero del Toisón de Oro, almirante de Aragón, señor de las baronías de Caspe, Benisá, Cotes, Aldea de Valencia, Sueca, Calmarza y Teulada, gentilhombre de cámara del rey, caballerizo mayor de la princesa de Asturias​ y alcalde mayor de los hijosdalgos de Castilla.
Casó en primeras nupcias el 15 de mayo de 1751 con María Teresa de Silva-Bazán y Sarmiento Dávila y, en segundas nupcias, el 18 de mayo de 1774 con María Joaquina Fernández de Liñan de Heredia y Zapata de Calatayud,[19]​ VI marquesa de Bárboles.Le sucedió su hijo de su primer matrimonio:

Vicente María de Palafox Centurión y Silva (Madrid, 14 de febrero de 1756-9 de julio de 1820),VII conde de la Monclova, VIII marqués de Ariza, VIII marqués de Armunia, VI conde de Santa Eufemia XI marqués de La Guardia, X marqués de Estepa, XI marqués de Guadalest, almirante de Aragón, señor de las baronías de Caspe, Benisá, Cortes, Aldea de Valencia, Sueca, Calmarza y Teuladas, sumillers de corps del rey, caballero del Toisón de Oro y de Carlos III.
Casó en primeras nupcias el 10 de enero de 1778 con María de la Concepción Belvís de Moncada y Pizarro, hija de Pascual Benito Bellvís de Moncada e Ibáñez de Mendoza, XIV marqués de Mondéjar, y de su esposa Florentina Pizarro y Herrera, II condesa de la Gomera, con descendencia. Contrajo un segundo matrimonio el 14 de septiembre de 1800 con su prima carnal, María Teresa de Silva Fernández de Híjar y Palafox, viuda de Jacobo Felipe Fitz-James Stuart zu Stolberg-Gedern, V duque de Berwick e hija de Pedro de Alcántara Fadrique de Silva Fernández de Híjar, IX duque de Híjar, y de Rafaela de Palafox y Croy de Havre. Le sucedió su hija del segundo matrimonio:
María Elena de Palafox y Silva de Híjar (m. 27 de octubre de 1837),​ VIII condesa de la Monclova, IX marquesa de Ariza,[11]​ IX marquesa de Armunia, IX condesa de Santa Eufemia, XII marquesa de La Guardia,​ X marquesa de Estepa y XII marquesa de Guadalest.
Casó el 14 de febrero de 1820 con José Agustín de Idiáquez y Carvajal.Le sucedió su primo hermano,​ hijo de Ignacio Ciro de Arteaga-Lazcano e Idiáquez (1748-1817), IV marqués de Valmediano, señor de la Casa de Lazcano, I conde de Corres (1773), etc. y de su esposa María Ana de Palafox y Silva.
Andrés Avelino de Arteaga Lazcano y Palafox (baut. 10 de noviembre de 1780-5 de febrero de 1864), IX conde de la Monclova,​ X marqués de Ariza, X marqués de Armunia,XI marqués de Estepa,​ V marqués de Valmediano, II conde de Corres, XI conde de Santa Eufemia, XIII marqués de Guadalest, prócer del reino, senador por derecho propio y caballerizo mayor honorario de la reina Isabel II.
Casó el 3 de febrero de 1804, en Aranjuez, con Joaquina de Carvajal y Manrique de Lara, hija de Mariano José de Carvajal-Vargas y Brun, conde de Castillejo, VIII conde del Puerto. Sucedió su nieto, hijo de Andrés Avelino de Arteaga-Lazcano y Carvajal-Vargas (m. 1850), VI marqués de Valmediano por cesión paterna, y III conde de Corres,y de su esposa María Fernanda Manuela de Silva y Téllez-Girón.
Andrés Avelino de Arteaga y Silva (baut. Madrid, 12 de julio de 1833-Madrid, 15 de junio de 1910), X conde de la Monclova, XI marqués de Ariza, XI marqués de Armunia,​ XVI duque del Infantado, XVII marqués de Santillana, XIV marqués de La Guardia, VII marqués de Valmediano, XII marqués de Estepa, XVI marqués de Argüeso, XIV marqués de Cea, XIX conde de Saldaña (por rehabilitación a su favor en 1893), XVI conde del Real de Manzanares, conde de Corres y XII conde de Santa Eufemia.
Casó el 27 de diciembre de 1866, en la Iglesia de San Sebastián, Madrid, con María de Belén Echagüe y Méndez de Vigo (1883-1907) hija de Rafael Echagüe y Bermingham, I conde del Serrallo, y de Mercedes Méndez de Vigo y Osorio. Le sucedió su hijo:
Joaquín Ignacio de Arteaga y Echagüe Silva y Méndez de Vigo, (San Sebastián, 5 de agosto de 1870-3 de enero de 1947), XI conde de la Monclova, XII marqués de Ariza, XII marqués de Armunia, XVII duque del Infantado, XIV marqués de Estepa, XVIII marqués de Santillana, X marqués de Laula (por rehabilitación a su favor en 1913), IX marqués de Monte de Vay (por rehabilitación en 1913), XII marqués de Vivola, XV marqués de Cea, VIII marqués de Valmediano, XII marqués de la Eliseda (por rehabilitación a su favor en 1921), V conde de Corres, XIII conde de Santa Eufemia, XVIII conde del Real de Manzanares, XXV conde de Saldaña, XV conde del Cid, XXIII señor de la Casa de Lazcano.
Casó el 8 de noviembre de 1894, en Madrid, con Isabel Falguera y Moreno, III condesa de Santiago. Le sucedió su hijo:
Íñigo de Loyola de Arteaga y Falguera (1905-Marbella, 19 de marzo de 1997), XII conde de la Monclova, XIII marqués de Ariza,​ XIII marqués de Armunia, XIV duque de Francavilla (rehabilitado a su favor en 1921), XVIII duque del Infantado, XIV marqués de Estepa, XIX marqués de Santillana, XVI marqués de Cea, X marqués de Monte de Vay, IX marqués de Valmediano, XI marqués de Vivola, XIX conde del Real de Manzanares, XIV conde de Santa Eufemia, VI conde del Serrallo, VI conde de Corres, XXVI conde de Saldaña, XVII conde del Cid, IV conde de Santiago, XV señor de la Casa de Lazcano y teniente general.
Casó en primeras nupcias el 26 de julio de 1940 con Ana Rosa Martín y Santiago-Concha (m. 1953). Contrajo un segundo matrimonio el 27 de junio de 1959 con María Cristina de Salamanca y Caro, VII condesa de Zaldívar.​ Le sucedió, de su primer matrimonio, su hijo:
Íñigo de Arteaga y Martín (8 de octubre de 1941-9 de junio de 2018), XIII conde de la Monclova, XIV marqués de Ariza, XIV marqués de Armunia, XIX duque del Infantado, XX marqués de Santillana, XVII marqués de Cea, X marqués de Valmediano, XXVII y XXIX conde de Saldaña, XX conde del Real de Manzanares, IX conde de Corres, V conde de Santiago, XIII marqués de Laula, señor de la Casa de Lazcano y Almirante de Aragón.
Casó en primeras nupcias con María de la Almudena del Alcázar y Armada, hija de Juan Bautista del Alcázar y de la Victoria, VII conde de los Acevedos y de Rafaela Armada y Ulloa, hija del VII conde de Revilla Gigedo, y en segundas con Carmen Castelo Bereguiain. Le sucedió su hija del primer matrimonio:
Almudena de Arteaga y del Alcázar, XIV condesa de la Monclova,​ XVIII marquesa de Cea, XX duquesa del Infantado, XXI condesa de Real de Manzanares,​ X condesa de Corres,​ XXI marquesa de Távara, XXVII señora de la Casa de Lazcano[37]​ y XXIV almirante de Aragón.
Se casó en primeras nupcias en el castillo de la Monclova, Sevilla, en febrero de 1986 con José Luis Anchústegui y Lluria, divorciados. Contrajo un segundo matrimonio también en el castillo de la Monclova el 28 de abril de 2001 con José Ramón Fernández de Mesa y Temboury.


 
La Universidad de Las Américas (UDLA) 


 



La Universidad de Las Américas (UDLA) es una universidad privada autónoma chilena fundada en 1988. Fue la primera universidad en Chile en integrarse a la red Laureate International Universities.  La Universidad de Las Américas fue fundada en 1988 e inició sus actividades académicas al año siguiente con el ingeniero comercial Mario Albornoz Galdámez como rector. Fue declarada autónoma​ por el Consejo Superior de Educación de Chile en diciembre de 1997.
Laureate International Universities, filial de Laureate Education Inc., es una red de instituciones académicas privadas de educación superior de distintos países.
Alvaro Gonzalo Andaur Medina;


Julio César Villanueva Venegas.
Abogado

 

 

Víctor

 

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