Neofascismo De neo- y fascismo.
1. m. Movimiento político de la segunda mitad del siglo XX, posterior a la Segunda Guerra Mundial, basado en las ideologías fascistas.
El neofascismo es una ideología posterior a la Segunda Guerra Mundial que incluye elementos significativos del fascismo tradicional italiano. Es un movimiento político y cultural que surge en Europa en los años 1980 con algunas ideas del anterior fascismo y que se organiza en partidos políticos, grupos de música y bandas urbanas; en la actualidad está ascendiendo cada vez más en Europa.
El fascismo en sus expresiones más tradicionales resurgió en las décadas de los 80 y 90 del siglo XX bajo los nombres de neofascismo y movimiento neonazi, que en sus formas más marginales reproduce la estética retro y actitudes similares (violencia juvenil callejera). Como movimiento político de presencia institucional, en Italia apareció después de la Segunda Guerra Mundial bajo la forma del partido político Movimento Sociale Italiano (Movimiento Social Italiano, misinos), que con el tiempo buscaría una presencia más asumible por el régimen político democrático bajo el nombre de Alleanza Nazionale (Alianza Nacional) y se redefinió como postfascista, llegando al gobierno italiano (Gianfranco Fini, bajo la presidencia de Silvio Berlusconi, 1994).
Desde finales del siglo XX han aumentado las posibilidades electorales de los partidos que basan su propuesta política en distintas ofertas de dureza contra la inmigración y mantenimiento de la personalidad nacional. Además de en Italia, en varias democracias europeas la presencia de partidos de extrema derecha, o personalidades con un pasado nazi o fascista han llegado a ocasionar incluso problemas internacionales: fue el caso del escándalo por la llegada de Kurt Waldheim a la presidencia de Austria (1996) o la entrada en el gobierno del mismo país del Freiheitliche Partei Österreichs (Partido Liberal de Austria, FPÖ) de Jörg Haider en 1999. En los Países Bajos ocurrió un caso similar con la Lijst Pim Fortuyn (Lista Pim Fortuyn, LPF) en 2002. En Francia, la inesperada posibilidad de que Jean-Marie Le Pen (Front National, Frente Nacional) pudiera llegar a la presidencia de la República, llevó a una agrupación del voto de todo el espectro político de izquierda a derecha en su contra en las elecciones de 2002.
Características El término neofascismo suele aplicarse a grupos de tercera posición, y que expresan una admiración específica por Benito Mussolini y otros líderes fascistas. No solamente es una tendencia ideológica, se considera un método de hacer política que incluye la exaltación del líder, un férreo control del partido, propaganda y populismo. "El populismo nace del fascismo como resultado de la derrota de éste último y en la necesidad de convertirse en una opción válida dentro de los cánones que se imponían en el nuevo mundo y que tenían que estar dentro de un ámbito democrático".
El neofascismo usualmente incluye el nacionalismo, las políticas antiinmigración, el populismo, el conservadurismo religioso y social, el anticlericalismo, la xenofobia y el antisemitismo, o donde es relevante, el indigenismo, el nativismo, el supremacismo, el anticomunismo y en general la oposición al sistema parlamentario y a la democracia liberal. El neofascismo se basa en un Estado todopoderoso que dice encarnar el espíritu del pueblo. La población no debe, por lo tanto, buscar nada fuera del Estado, que está en manos de un partido único. El Estado fascista ejerce su autoridad a través de el orden, seguimiento, militarización de los estamentos sociales y la propaganda (incluyendo la manipulación del sistema educativo). Algunos regímenes posteriores a la Segunda Guerra Mundial han sido descritos como neofascistas debido a su naturaleza autoritaria y a su fascinación con la ideología y rituales fascistas. Las organizaciones neofascistas más importantes se han desarrollado en Grecia, Italia, España y Francia.
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Mussolini, fundador del Fascismo
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Introducción.
Las distintas definiciones de fascismo y de lo que constituye de cada gobierno fascista existentes son objeto de gran controversia, y fuente de numerosas y acaloradas disputas. Historiadores, politólogos y otros académicos llevan décadas discutiendo la naturaleza exacta del fascismo y sus principios básicos.
La mayoría de académicos coincide en que un "régimen fascista" es, por encima de todo, una forma de gobierno autoritaria, aunque no todos los regímenes autoritarios sean fascistas. El autoristarismo es, en el fascismo, tan solo una de sus características, de forma que la mayoría de académicos afirman que son necesarios más rasgos identificativos para poder definir un régimen autoritario como fascista.
Quizás podemos considerar que a ser fascista significa no respetar los derechos de los demás, fuera de su grupo.
Definición.
De forma similar, el fascismo como ideología es también difícil de definir. Originalmente, el fascismo se refería a un movimiento político que existió en un solo país (Italia) durante menos de 30 años, y que gobernó dicho país entre 1922 y 1943 bajo el mando de Benito Mussolini. Es evidente que si esa definición se limita al fascismo italiano original, el término fascismo tendrá poco sentido fuera de la historia de la política italiana. La mayoría de académicos, por tanto, prefiere usar la palabra fascismo en un sentido más genérico para referirse a una ideología (o grupo de ideologías) que fue influyente en muchos países en muchos momentos distintos.
Para ese propósito, hay que identificar un "mínimo fascista", es decir, las condiciones mínimas indispensables que debe cumplir un grupo político para poder ser considerado fascista. La mejor forma de hacerlo es considerar cuál ha sido la propia definición de fascismo para diversos autores relevantes.
El fascismo según Benito Mussolini.
Benito Mussolini, Il Duce, dictador de Italia antes de y durante la Segunda Guerra Mundial, firmó una entrada en la Enciclopedia Italiana en 1932 titulada doctrina del fascismo. Suele citarse a ese texto como la definición "original" del fascismo italiano, el cual, a su vez, es considerado el fascismo "original". Sin embargo, el valor de las afirmaciones de Mussolini sobre su propio movimiento político es objeto de discusión.
Algunos extractos destacados de una de las traducciones de la Doctrina del fascismo:
Aunque el XIX fuera el siglo del socialismo, el liberalismo y la democracia, eso no significa que el siglo XX deba ser también el del socialismo, el liberalismo y la democracia. Las doctrinas políticas pasan; las naciones permanecen. Somos libres de creer que este es el siglo de la autoridad, un siglo que tiende hacia 'el bien', un siglo fascista. Si el XIX fue el siglo del individuo (liberalismo implica individualismo), somos libres de creer que este es el siglo del 'colectivo', y por tanto el siglo del estado.
La concepción fascista del estado es totalmente incluyente; fuera del mismo no puede existir ningún valor humano o espiritual, mucho menos tener valor. Comprendido esto, el fascismo es totalitario, y el estado fascista - síntesis y unidad que incluye todos los valores - interpreta, desarrolla y potencia toda la vida de un pueblo.
El fascismo es una concepción religiosa en la que un hombre es visto bajo la perspectiva de su relación inmanente con una ley superior y con una Voluntad objetiva que trasciende al individuo particular y le eleva a la pertenencia consciente a una sociedad espiritual. Cualquiera que no haya visto en las políticas religiosas del régimen fascista nada más que mero oportunismo, no ha entendido que el fascismo, aparte de ser un sistema de gobierno, es también, y sobre todo, un sistema de pensamiento.
El fascismo según los antifascistas.
Franklin D. Roosevelt
Franklin Delano Roosevelt, Presidente de los Estados Unidos entre 1933 y 1945, en su texto de 1938 Mensaje del Presidente de los Estados Unidos transmitiendo recomendaciones relativas al fortalecimiento y la imposición de las leyes antitrust describió el fascismo de la forma siguiente:
La primera verdad es que la libertad de una democracia no está a salvo si la gente tolera el crecimiento del poder en manos privadas hasta el punto de que se convierte en algo más fuerte que el propio estado democrático. Eso, en esencia, es el fascismo - la propiedad del estado por parte de un individuo, de un grupo, o de cualquier otro que controle el poder privado.
León Trotsky
El revolucionario, político, militar y teórico soviético León Trotsky definió al fascismo de la siguiente manera (carta a un camarada británico, luego publicada en The Militant el 16 de enero de 1932):
¿Qué es el fascismo? El término se originó en Italia. ¿Fueron fascistas todas las formas de dictadura contrarrevolucionaria (es decir, antes del advenimiento del fascismo en Italia)? La Comintern llama dictadura fascista a la ex dictadura de Primo de Rivera en España. ¿Es correcto? Creemos que no.
El movimiento fascista italiano fue un movimiento espontáneo de grandes masas, con nuevos dirigentes surgidos de la base. Es de origen plebeyo y está dirigido y financiado por las grandes potencias capitalistas. Se formó en la pequeña burguesía, en el lumpenproletariado y hasta cierto punto también en las masas proletarias; Mussolini, un ex-socialista, es un self-made man producto de este movimiento.
Primo de Rivera era un aristócrata. Ocupaba un alto cargo militar y burocrático y fue gobernador en jefe de Cataluña. Llevó a cabo el golpe con la colaboración de fuerzas estatales y militares. Las dictaduras de España e Italia son dos formas totalmente distintas de dictadura. Hay que diferenciarlas bien. Mussolini tuvo dificultades para reconciliar a muchas viejas instituciones militares con las milicias fascistas. Este problema no existió para Primo de Rivera.
El movimiento alemán se parece fundamentalmente al italiano. Es un movimiento de masas, cuyos dirigentes emplean una buena cantidad de demagogia socialista, la cual es necesaria para la formación de un movimiento de masas.
La base genuina es la pequeña burguesía. En Italia cuenta en gran medida con esa base: la pequeña burguesía de la ciudad y el campo y el campesinado. También en Alemania existe una buena base para el fascismo[...]
Definición marxista de fascismo.
Es la dictadura terrorista abierta que desatan los grandes monopolistas y financieros cuando asumen definitivamente las riendas del Estado al llegar el capitalismo a su última fase.
El fascismo aparece con la llegada del capitalismo a su etapa monopolista para frenar el ascenso del movimiento obrero y tratar de superar la crisis que tal etapa engendra inevitablemente. El imperialismo es un sistema en descomposición, en crisis permanente y, a fin de impedir su hundimiento definitivo, está obligado a adoptar las más drásticas medidas de fuerza. La agudización de todas las contradicciones de esta etapa, impiden a la burguesía resolverlas por los métodos propios de la democracia burguesa: parlamentarismo, elecciones, partidos, tribunales, etc.
Pero el fascismo no es sólo una ideología; el fascismo no está representado sólo, ni siquiera pincipalmente, por determinados grupos o partidos de extrema derecha, chovinistas o racistas. No se puede separar al fascismo del poder del Estado y surge cuando el capitalismo ha llegado a su última etapa como una forma de impedir la revolución socialista. El fascismo es el monopolismo en la política, el control del poder por un reducido núcleo de los sectores financieros más poderosos. Es la superestructura política que adoptan los países imperialistas, de manera que si la democracia burguesa corresponde al capitalismo premonopolista, el fascismo es la forma de Estado del capitalismo monopolista. En consecuencia, no es un fenómeno político limitado al momento transcurrido entre las dos guerras mundiales del siglo XX, sino una tendencia permanente y general de todos los países capitalistas.
Tampoco se puede identificar al fascismo con sus formas exteriores, ni tampoco con las manifestaciones nacionales en la que se materializó (nazional-socialismo en Alemania, fascismo en Italia, falangismo en España).
El fascismo crea la premisas para incorporar a sectores muy extensos de las masas a la lucha a causa de la privación absoluta de derechos, poniendo de manifiesto la identidad de intereses entre la democracia y la revolución socialista.
El Diccionario filosófico, obra soviética a cargo de Mark Moisevich Rosental (1906-1975) y Pavel Fedorovich Iudin (1899-1968), uno de los más difundidos manuales filosóficos, toma su definición de los documentos del XXII Congreso del PCUS:
El fascismo es la dictadura terrorista abierta de los elementos más reaccionarios, chovinistas e imperialistas del capital financiero.
José Carlos Mariategui
José Carlos Mariategui, por su parte, en sus estudios mostró cómo el fascismo no era una "excepción" italiana o un "cataclismo", sino un fenómeno internacional "posible dentro de la lógica de la historia", del desarrollo de los monopolios en el imperialismo y de su necesidad de derrotar la lucha del proletariado. Mariátegui vio el fascismo como una respuesta del gran capital a una crisis social profunda, como la expresión de que la clase dominante no se siente ya suficientemente defendida por sus instituciones democráticas por lo que culpa ante las masas de todos los males de la patria, al régimen parlamentario y a la lucha revolucionaria, y desata el culto a la violencia y al nuevo orden del estado fascista, concebido como estructura autoritaria vertical de corporaciones. Mariátegui vislumbró cómo el triunfo del fascismo estaba inevitablemente destinado a exasperar la crisis europea y mundial.
El fascismo según los historiadores.
Stanley G. Payne
Stanley G. Payne, en su obra de 1980 Fascismo:Comparación y definición, usa una larga lista de características para identificar al fascismo, incluyendo (entre otras)
Creación de un estado autoritario
Creación y control de un sector económico integrado en el estado
Uso de simbología fascista
Antiliberalismo
Anticomunismo
Anticonservadurismo
Roger Griffin
Roger Griffin pone el énfasis en el aspecto de la retórica popular fascista que reclama un "renacimiento" de la nación y la etnia entremezcladas. Según Griffin:
El fascismo se define mejor como una forma revolucionaria de nacionalismo, una que pretende ser una revolución política, social y ética, fusionando al "pueblo" en una dinámica comunidad nacional bajo el mando de las nuevas élites infusas en valores heroicos. El mito central que inspira ese proyecto es el de que tan solo un único movimiento populista e interclasista de purificación, un renacimiento nacional catárquico (palingénesis), puede detener la ola de decadencia.
También según Griffin, durante los años 1990 se desarrolló un amplio consenso académico en el ámbito de las ciencias sociales dentro del mundo angloparlante, centrado en la siguiente definición de fascismo:
[El fascismo es] una forma genuínamente revolucionaria de anti liberalismo transcláseo, y en su último análisis, nacionalismo anticonservador. Como tal, es una ideología profundamente inmersa en conceptos de modernización y modernidad, ha asumido una considerable variedad de formas externas para adaptarse al contexto histórico y nacional particular en el que aparece, y ha desatado una gran cantidad de corrientes culturales e intelectuales, tanto entre la izquierda como entre la derecha, anti modernas y pro modernas, con el fin de articularse como un cuerpo de ideas, lemas y doctrinas. En el período de entre guerras se manifestó principalmente en la forma de un "partido armado" dirigido por una élite, que intentó, normalmente de forma infructuosa, generar un movimiento de masas populista a través de un estilo político lleno de liturgia y un programa de políticas radicales que prometían vencer una amenaza representada por el socialismo internacional, acabar con la degeneración que afectaba la nación bajo el liberalismo, y traer una renovación radical de la vida social, política y cultural del país, como parte de lo que era comúnmente considerado como una nueva era inaugurada en la civilización occidental. El mito movilizador central del fascismo, que condiciona su ideología, su propaganda, su estílo político y sus acciones, es la visión del inminente renacer de la nación desde la decadencia.
Griffin afirma que la definición anterior puede condensarse en una sola frase:
El fascismo es una ideología política cuyo núcleo mítico en sus varias permutaciones es una forma palingénica de ultranacionalismo populista.
La palabra palingénico se refiere a la noción de renacimiento (en este caso, renacimiento nacional), y tiene un significado similar a los términos "apocalíptico" y "milenario", aunque sin connotaciones religiosas.
Emilio Gentile
Emilio Gentile describe el fascismo como "la sacralización de la política" a través de métodos totalitarios.
Robert Paxton
Robert Paxton, profesor emérito de la Universidad de Columbia, define el fascismo en su libro Anatomía del fascismo como:
[...] una forma de comportamiento político marcada por la obsesiva preocupación por el declinar, humillación o victimismo de la comunidad, así como por cultos compensatorios de unidad, energía y pureza, en los que un partido de masas o un conjunto de militantes nacionalistas comprometidos, trabajando en difícil pero efectiva colaboración con las élites tradicionales, abandona las libertades democráticas y persigue, con redentora violencia y sin restricciones éticas o legales, metas de limpieza interna y expansión externa.
Definición de RAE.
fascismo
Del it. fascismo.
1. m. Movimiento político y social de carácter totalitario que se desarrolló en Italia en la primera mitad del siglo XX, y que se caracterizaba por el corporativismo y la exaltación nacionalista.
2. m. Doctrina del fascismo italiano y de los movimientos políticos similares surgidos en otros países.
3. m. Actitud autoritaria y antidemocrática que socialmente se considera relacionada con el fascismo.