Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; -Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farias Picon; -Franco González Fortunatti ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala ; Marcelo Yañez Garin;
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El bastón de mando.
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Urkullu posando junto al árbol de Guernica durante su jura del cargo de lehendakari en 2012.
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(o vara de mando, también denominado manípulo) es un complemento protocolario que denota en la persona que lo porta, autoridad o mando sobre un grupo o colectivo identitario. |
Iñigo Urkullu Renteria (Alonsótegui, 18 de septiembre de 1961) es un político español de ideología nacionalista vasca. Desde el 15 de diciembre de 2012 es el lendakari del Gobierno Vasco. |
Sus antecedentes históricos arrancan en las primeras civilizaciones, y actualmente son usados en todos los municipios españoles y de otros países por los alcaldes y los tenientes de alcaldes.
Hay otros estamentos civiles y militares en los que el protocolo histórico asigna bastón de mando a determinadas personalidades. En el caso de los militares, al general y al coronel; en el mundo judicial, al juez y al juez de paz.
Los colores de los cordones del bastón, con independencia del material del que esté hecho este, denotan la autoridad de su portador.
La Makila, elemento indisociable de la cultura vasca desde hace más de tres siglos La Makila es el bastón de marcha tradicional del País Vasco. Además de ser un compañero de viaje, es un objeto lleno de significado y valores, que puede regalarse como muestra de respeto, afecto o reconocimiento.
Un emblema del País Vasco que ha resistido el paso del tiempo. Un objeto cotidiano con un misterioso origen.
| Mujer de la Belle Epoque luce una makila acompañada de su hija en la aristocrática Biarritz |
El origen de la Makila – makhila, makilla o maquila, existen varias grafías – sigue siendo un misterio. Poco se ha escrito sobre este objeto, en una época en la que todos los vascos poseían su Makila. Utilizada como compañero de marcha por los vascos, la Makila -que significa «el bastón» en euskera- formaba parte de la vida cotidiana de los habitantes del País Vasco y más concretamente de la provincia de Lapurdi.
En una época en la que escaseaban los medios de transporte y los caminos no siempre eran seguros, era tanto una ayuda para caminar como un arma para intimidar al enemigo o combatirlo de ser necesario. No fue hasta el siglo XIX cuando aparecieron las primeras referencias a la Makila en la literatura, momento en el que el objeto ya está presente en la vida cotidiana vasca.
Indisociable del País Vasco desde hace más de tres siglos
La Makila es un bastón en madera de níspero, de un hermoso color rojo, con alma metálica, una punta en la empuñadura y una correa para sujetarla. Así lo describían los visitantes en el siglo XIX. La descubrimos en una serie de acuarelas de 1823. Se trata de un centenar de ilustraciones que representan los distintos oficios de la época: pescador, cocinero, panadero, etc. La gran mayoría de estos personajes llevan su Makila. Las acuarelas muestran hasta qué punto la Makila acompaña la vida del vasco. El historiador Philippe Veyrin describe de esta manera el traje vasco de la época de estas representaciones: «Los pantalones empiezan a sustituir a los calzones del siglo anterior que todavía subsisten. La Makila, bastante más elegante, sustituye a dardos, picas, dagas o espadas». (traducido de la versión francesa del libro) En 1936, Félix Morel, en Bayona, vistas históricas y descriptivas, describe así a los habitantes del País Vasco: “El vasco calzado con alpargatas de esparto, vestido de terciopelo, con el pelo largo y suelto, boina azul y Makila nacional” Un excelente compañero de paseo.
La Makila se ha ido adaptando a los cambios sociales y a la moral. Muchos elementos han ido evolucionando: la decoración, los símbolos grabados en el metal, su pomo y su punta. El pomo se ha ensanchado, se ha trabajado su ergonomía para adaptarse mejor a la mano del caminante.
Las virolas actuales están más adornadas.
La punta se ha adaptado al firme. En el pasado, las puntas contaban con tres puntos de apoyo, lo que proporcionaba gran estabilidad sobre la tierra batida de los hogares. La actual punta con un solo punto de apoyo se adapta mejor a los senderos de montaña. Hoy en día, seguimos haciendo la Makila como lo hacían nuestros antepasados (los Ainciart y los Bergara). La fabricamos para que siga siendo una excelente compañera de paseo, adaptada al peso y la estatura de su dueño y equilibrada en su centro para favorecer la marcha.
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| lehendakari Andoni Ortuzar sostiene el bastón de mando. |
Una rama de níspero convertida en respeto y honor.
La makila que hoy ha recibido Urkullu fue elaborada en 1980 por el irundarra Iñaki Alberdi y tardó siete años en confeccionarla
AINHOA MUÑOZSAN SEBASTIÁN.Sábado, 26 noviembre 2016
Es un símbolo de nobleza, justicia y respeto. Una vara de mando que da autoridad de presidente vasco a quien posee el «honor» de liderar el Ejecutivo autónomo. Hoy, el encargado de recoger una makila de más de treinta años de historia es el reelegido lehendakari Iñigo Urkullu. Un bastón «único y especial» que se ha traspasado de mandato en mandato desde que en 1980 Carlos Garaikoetxea se convirtiera en el primer lehendakari tras la muerte de Franco. La leyenda 'Lehendakaria', arropada por el escudo de la Comunidad Autónoma Vasca, refuerza la empuñadura de plata de ley de una makila que creó hace 36 años el irundarra Iñaki Alberdi. Hoy, es su hijo Beñat quien tiene el cometido de gestionar el taller, situado en la calle Descarga de la ciudad fronteriza, que elabora entre 400 y 500 bastones al año. Pero ninguno es -«ni será»- como aquel que encargó la Lehendakaritza hace más de tres décadas. Caminando por el Pirineo El viaje para confeccionar este tipo de bastones es tan espacioso en el tiempo como meticuloso en su creación. Tanto, que se tarda aproximadamente siete años en elaborar una única pieza. La primera caminata del artesano se da en primavera, adentrándose en algún bosque salvaje y viejo «apenas tocado por el hombre» de los Pirineos hasta encontrar el arbustoide perfecto. En su momento, Alberdi padre realizó en una rama de níspero unas incisiones a punta de navaja «para que la savia forme en esas hendiduras ciertos relieves que le aportarían mayor esplendor», explica su hijo Beñat. Jamás pensaron que aquel trozo de madera se convertiría años después en uno de los símbolos más relevantes del Gobierno Vasco. Con la llegada del invierno, los Alberdi repiten el periplo hasta la cordillera pirenaica para quitarle el pellejo a la rama y comprobar que se mantiene esa cicatriz. Una especie de tatuaje, confiesa Beñat, «que nos diferencia del resto de artesanos». «Hoy es más fácil encontrar el árbol marcado. Voy con GPS. ¿Pero antes? Ni sé cuántos palos marcados habremos perdido...», se lamenta. Tres años más tarde, el tiempo suficiente para que la rama alcance la largura de un bastón, la familia Alberdi regresa al bosque para cortarla. Lo hacen preferiblemente en invierno, coincidiendo con luna en cuarto menguante, continúa en su explicación el joven menestral. | Beñat Alberdi posa en el taller de Irun con una de las más de 400 makilas que elabora al año. |
Otro largo periodo de tres años es lo que tardan entre el secado, el enderezamiento y el tratamiento de la madera. Ya seca, se mete en estiércol o en una mezcla de cal y agua durante un tiempo para que adquiera ese tono marrón oscuro tan característico de las makilas. Y entonces comienzan los detalles. El bastón de mando que hoy ha recibido Iñigo Urkullu como lehendakari cuenta con un pomo de cuerno de buey; un casquillo que sujeta la empuñadura de piel de cabrito, donde se grabó la inscripción; un estoque escondido bajo la empuñadura; una correa marrón en piel de cabra; un casquillo en la parte inferior del bastón donde Iñaki Alberdi esculpió motivos típicos de grafía vasca; y una punta de acero con la que se apoya en el suelo. «Es un trabajo muy meticuloso y artesanal al que dedicamos mucho tiempo y esfuerzo», dice Beñat. «Creo que los artesanos tenemos ese punto de romanticismo y sentimental...», continúa. El «orgullo» del artesano El día que prometieron o juraron su cargo, Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza, Juan José Ibarretxe, Patxi López e Iñigo Urkullu tuvieron entre sus manos esta rama de níspero que, tras un largo y laborioso tratamiento, acabó convirtiéndose en una auténtica vara de honor. Se trata de uno de los símbolos más significativos en la jura de Gernika tras serle entregada la makila al recién nombrado lehendakari, elegido días antes por la Cámara de Vitoria. Un acto solemne y lleno de emoción que hoy revivirá el de Alonsotegi. Para Beñat, es un «orgullo» que sea su padre el referente de una makila histórica. «Hemos hecho miles de bastones. Incluso para personas que, quizás, tengan una relevancia social mayor que la de un lehendakari. Pero es que como esta... Realmente nos toca la fibra sensible», confiesa con cierta emotividad. Lo cierto es que las makilas de la familia Alberdi han acabado en manos de múltiples personalidades de todo el mundo. Desde el Papa Juan Pablo II, el expresidente de Estados Unidos Ronald Reagan, el rey emérito Juan Carlos de Borbón, el escritor Camilo José Cela, el escultor Jorge Oteiza, los expresidentes Adolfo Suarez y José Luis Rodríguez Zapatero... Una lista casi sin fin. Sin embargo, la vara de mando que hoy ha mostrado orgulloso Urkullu ante las cámaras, supone para los Alberdi algo «muy importante». «Ver que algo que has hecho con tus propias manos tenga un significado tan grande no tiene palabras», relata. Ha sido la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería, la encargada de entregarle a Urkullu esta makila que, en su momento, costó unas 116.470 pesetas al Ejecutivo autónomo (alrededor de 700 euros). Un bastón que nació de la rama de un níspero pirenaico que hoy se ha convertido en un objeto de máximo valor.
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Bastón de mando de alcalde.
UNIFORME DE MINISTRO DE LA CORONA
| Fernando Cos-Gayón, ministro de Hacienda |
| Salvador Albacete y Albert (Cartagena, 4 de diciembre de 1827-Madrid, 4 de agosto de 1890) fue un político español, ministro de Ultramar |
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