Apuntes Personales y de Derecho de las Universidades Bernardo O Higgins y Santo Tomas.


1).-APUNTES SOBRE NUMISMÁTICA.

2).- ORDEN DEL TOISÓN DE ORO.

3).-LA ORATORIA.

4).-APUNTES DE DERECHO POLÍTICO.

5).-HERÁLDICA.

6).-LA VEXILOLOGÍA.

7).-EDUCACIÓN SUPERIOR.

8).-DEMÁS MATERIAS DE DERECHO.

9).-MISCELÁNEO


lunes, 11 de enero de 2016

228.-Heráldicas de las diputaciones provinciales. a


  Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farías Picón; Franco González Fortunatti ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala; Marcelo Yañez Garin; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán;

  
Heráldicas de las diputaciones provinciales.


  
Introducción 

El para el gobierno y administración política del país, el territorio nacional  esta divido en 19 entidades territoriales: 17 comunidades autónomas, y 2 ciudades autónomas. Las comunidades autónomas se subdividen en 38 diputaciones provinciales, 3 diputaciones forales (País Vasco), 4 consejos insulares(Islas Baleares),  7 cabildos insulares (Islas canarias), y un Consejo General (Cataluña).



  
1.-Diputación de Albacete


 Albacete


 
2.-Diputación de Alicante
Alicante


  
3.-Diputación de Almería


  
4.-Diputación de Ávila

 
5.-Diputación de Badajoz

  
6.-Diputación de Barcelona



  
7.-Diputación de Burgos

 
8.-Diputación de Cádiz

  
9.-Diputación de Cáceres


  
10.-Diputación de Castellón

 
11.-Diputación de Ciudad Real

  
12.-Diputación de Córdoba


  
13.-Diputación de La Coruña

 
14.-Diputación de Lugo

  
15.-Diputación de Cuenca


  
16.-Diputación de Gerona

 
17.-Diputación de Granada

  
18.-Diputación de Guadalajara


  
19.-Diputación de Huelva

 
20.-Diputación de Huesca

  
21.-Diputación de Jaén


  
22.-Diputación de León
león 

 

23.-Diputación de Lérida

  
24.-Diputación de Málaga

Málaga


  
25.-Diputación de Orense
Orense


 
26.-Diputación de Palencia

  
27.-Diputación de Pontevedra


  
28.-Diputación de Salamanca.

 
29.-Diputación de Segovia.

  
30.-Diputación de Sevilla.


  
31.-Diputación de Soria

 
32.-Diputación de Tarragona

  
33.-Diputación de Teruel.


  
34.-Diputación de Toledo

 
35.-Diputación de Valencia

  
36.-Diputación de Valladolid.




  
37.-Diputación de Zamora


  

38.-Diputación de Zaragoza







 
Provincias. 


La actual división territorial de provincias permanece prácticamente intacta desde que, en 1833, fue decretado por gobierno.
«El mapa general de la Península nos presenta cosas ridículas de unas provincias encajadas en otras, ángulos irregularísimos por todas partes, capitales situadas en las extremidades de los partidos, intendencias extensísimas y otras muy pequeñas, obispados de cuatro leguas y obispados de 70, tribunales cuya jurisdicción apenas se extienden más allá de los muros de una ciudad y otros que abrazan dos o tres reinos; en fin, todo aquello que debe traer consigo el desorden y la confusión». 
Así describía el famoso poeta y pensador valenciano León de Arroyal la división territorial de España a finales del siglo XVIII.
«El mapa de la Península nos presenta cosas ridículas de unas provincias encajadas en otras» No era para menos. Con todo este «caos», al Gobierno central le resultaba muy complicado hacer llegar sus órdenes y providencias a la gran cantidad de pueblos y regiones históricas que tenía la Monarquía. 
Había jurisdicciones inferiores, intendencias, partidos, corregimientos, alcaldías mayores, gobiernos políticos y militares, realengos, órdenes, abadengos o señoríos que convertían a España, a diferencia de otros países de Europa, en un lugar «abigarrado, complejo, confuso y caótico», según calificaba Aurelio Guaita, catedrático de Derecho Administrativo, en «La división provincial y sus modificaciones».
Será a finales de octubre de 1833, poco después de morir Fernando VII, cuando la regente Maria Cristina inicie un ambicioso plan de reformas políticas y administrativas, la más importante de las cuales se le encargaría al ministro de Fomento Javier de Burgos: una división racionalizada del territorio español. El objetivo no era otro que uniformar y centralizar el Estado, a fin de facilitar, de manera más rápida y eficaz, la labor de Gobierno central sobre el conjunto de España.


Mas de un siglo y medio de vigencia.

Apenas un mes después de ser elegido De Burgos para tamaña empresa, el 30 de noviembre de 1833, se aprobaba el decreto por el que quedó dividido el país en 49 provincias. Una obra de extraordinaria importancia si tenemos en cuenta que estas han permanecido intactas al cabo de un siglo y medio, con la aparición tan solo de una más en la antigua provincia canaria. Y todas ellas tomarían el nombre de sus capitales, excepto las provincias de Navarra, Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, que aún conservan sus denominaciones.
«Era un medio para obtener los beneficios que meditaba hacer a los pueblos»La «nueva» España dibujada por Burgos tenía, además de las 49 provincias, 14 regiones y, a partir de abril de 1834, 463 núcleos de población con juzgado de primera instancia.
 Estos últimos eran los «partidos judiciales», cuyas características permitieron establecer fácilmente las «cabezas» de los mismos, que, hoy en día, se han reducido bastante en número.

Toda esta organización era «un medio para obtener los beneficios que meditaba hacer a los pueblos», podía leerse en el Real Decreto publicado en la prensa de la época, con un Burgos que definía a las provincias como «el Centro de donde partiese el impulso para regularizar el movimiento de una máquina administrativa».
Sin embargo, la nueva estructura de De Burgos no siguió, a diferencia del modelo francés, que era más racionalizado, un criterio meramente geográfico, sino también un carácter histórico, respetando las divisiones de los antiguos Reinos, y teniendo en cuenta al mismo la distancia y el número de habitantes de cada núcleo de población.

La oposición

No fue fácil llegar hasta aquí. Costó tiempo y paciencia dividir el territorio español tal y como lo conocemos hoy en día. En 1785 se le había encargado al conde de Floridablanca una espacie de ordenación y catalogación de las provincias existentes, enumerando los núcleos de población que pertenecían a cada una de ellas e indicando su situación jurídica.
En 1810, José Bonaparte, siguiendo el modelo francés, lo dividió en 38 prefecturas y 111 subprefecturas. Pero estas tampoco funcionaron, ya que los afrancesados nunca llegaron a tener el control de todos los reinos. Y luego fracasaron también las Cortes de Cádiz de 1812, que tampoco supieron aplicar la racionalidad geométrica a la Península Ibérica.
Tras Javier de Burgos, la reforma fue continuada por los moderados a lo largo de todo el reinado de Isabel II, pero sufriendo los constantes ataques de la oposición. Estos comprendía, sobre todo, a los progresistas, y eran especialmente críticos en la cuestión del reparto de los municipios. Y más tarde serían los republicanos federales, quienes se opondrían al proyecto por su «excesivo centralismo».
Pero el tren puesto en marcha en 1833 ya no se detendría en el siguiente siglo y medio, y, salvo pequeñas cambios puntuales, España quedará fijada bajo el trazo dibujado por Javier de Burgos.


 
Geografía de las Provincias 

  



No es noticia que muchos españoles preferirían ver las líneas del mapa político del país repartidas de otra manera. A las históricas demandas de los nacionalistas vascos o catalanes por la independencia se unen también otras por la interdependencia, como la voluntad de algunos ciudadanos de León por volver a conformar una región propia y desvinculada de Castilla.
Lo que ni ellos ni los partidos independentistas ponen nunca sobre la mesa es, curiosamente, la división provincial, que seguiría siendo exactamente igual en sus futuros escenarios. Frente a quienes aspiran a modificar la Constitución de 1978 por haberse quedado obsoleta tenemos aquí un trabajo intelectual, el de la división del territorio, con casi 200 años de historia y que sigue funcionando.
Por eso nadie —con pequeños matices que mencionaremos más adelante— ha manifestado querer alterar los límites de su provincia.


Recientemente, el geólogo Jorge Ginés compartió este interesante experimento resultante de dividir la península en regiones de Voronoi. Esto significa tomar unos puntos cualesquiera (en este caso las capitales de provincia) y aplicar el diagrama ideado por el matemático ruso Georgy Voronoi, que consiste en crear tantas regiones como puntos existan asignando a cada región todo aquel territorio que esté más cerca de ese punto que de ningún otro. La matemática Clara Grima explica aquí cómo funcionan estos diagramas y cómo se han utilizado para muchas cosas más aparte de la cartografía.
Las provincias de España son casi coincidentes con regiones de Voronoi (los bordes de cada polígono son equidistantes a dos capitales, o de otro modo, cada punto está más cercano a su capital que a otras).
No es sorprendente que los actuales límites provinciales sean casi coincidentes a las líneas de un diagrama de Voronoi. Nuestras actuales provincias son hijas del racionalismo. Lo que no está tan claro es quién es el otro progenitor.
En 1810, durante la invasión napoleónica, José Bonaparte encomienda a José Lanz, ingeniero nacido en México (por entonces Nueva España) y nacionalizado francés, la división de un territorio en el que nunca había vivido y del que fue desterrado. Quizá por eso, Lanz prescindió de reivindicaciones históricas y tiró de pragmatismo y accidentes geográficos para delimitar el territorio en 'departamentos', que los franceses renombraron como 'prefecturas'.
Pese a que el trabajo de Lanz (aquí una buena semblanza del sujeto) no pasó de la provisionalidad, algunas de sus provincias nombradas en base a los ríos ya prefiguraban lo que estaba por venir. Por ejemplo el Zújar, afluente del Guadiana, serviría para delimitar el límite de las provincias de Córdoba y Badajoz, por entonces Mérida. Y así sucesivamente, cuenca a cuenca.
Sin embargo, muchas de esas prefecturas resultaron demasiado amplias para ser abarcadas. Al mismo tiempo, habría más de cien subprefecturas con las que interlocutar. Por eso el encargo realizado a Javier de Burgos en 1833 tenía, principalmente, un ánimo centralizador: poder coordinar la organización periférica del Estado a través de las diputaciones y hacer tábula rasa de los anteriores modelos de reinos y regiones.

De Burgos, que fue periodista, traductor de Horacio y, a la postre, Secretario de Estado de Fomento, se apoyó en una propuesta de 1822 que no llegó a entrar en vigor pero dibuja las provincias actuales casi al dedillo, con la salvedad de que incluía tres más: Calatayud, Játiva y Vierzo.
En el decreto de las Cortes donde se exponía el plan provisional, sus señorías cifraban "todas las almas" del país en 11.661.980 personas. Aquella España era un lugar muy distinto. La provincia de Madrid, con 290.490 habitantes, no estaba entre las más pobladas. Concretamente estaba por detrás de Zaragoza, Oviedo, Barcelona, Córdoba, Coruña, Granada, Vigo, Sevilla y Valencia. La nueva división provincial calculaba un ahorro para el país de 1.046.100 reales con respecto al modelo anterior.
Once años después, el geógrafo acabó integrando a las tres provincias extra en Zaragoza, Valencia y León (además de cambiar Chinchilla por Albacete) para dar con un mapa clavado al actual.
En estos modelos se introdujo un doble criterio de eficiencia: las provincias tenían que tener entre 100.000 y 400.000 habitantes y que todos sus municipios estuvieran ubicados a menos de una jornada a caballo de su capital de provincia. Incluso visto con los ojos del presente, teniendo en cuenta las vías de comunicación actuales, el plan de 1833 se demostró bastante preciso, como muestran estas visualizaciones realizadas por @Apariciovich.
Cada zona representan los municipios más cercanos a una capital de provincia. Esta cercanía se ha calculado en tiempo hasta dicha ciudad sin tener en cuenta atascos. Algunas provincias siguen prácticamente iguales y otras cambian bastante.


"Se ha mantenido que la provincia española era una invención de Javier de Burgos, basada en el modelo de los departamentos franceses y que se realizó la división territorial poco menos que con un mapa y un compás", escribe Enrique García Catalán en su 'Urbanismo de Salamanca en el siglo XIX', que considera además "que esta afirmación es incierta y que debe romperse de una vez por todas con un tópico... pues la provincia es una figura con amplios antecedentes en la historia de España".
Expone además que el proceso de división en provincias apareció ya en el siglo XVIII y en 1813 comenzó a reiniciarse el interés, tras el repliegue de las tropas francesas.

Qué curioso. El polifacético Fermín Caballero también criticó la organización territorial de Lanz en 1810 usando una expresión similar; decía que estaba hecha "con el compás y la punta del sable, sin consideración alguna del orden existente". Por ello la de 1833, para la que Caballero realizó la propuesta final como miembro de la Comisión Mixta de División Territorial y Rectificación de Límites Provinciales, incorporaba sutilezas regionales que los proyectos anteriores no tuvieron en cuenta. Fue un proceso de dos décadas en los que todo el país logró alcanzar un 'pacto provincial', como lo describe Jesús Burgueño en su libro 'La Invención de las Provincias'.
Desde 1833 los cambios al dibujo de Javier de Burgos han sido menores, afectando exclusivamente a municipios limítrofes.
En 1927, la que por entonces era la provincia de Canarias se dividió en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas. Salvo éste el resto de cambios al modelo decimonónico han sido menores, afectando exclusivamente a municipios limítrofes entre dos provincias. Por ejemplo una pedanía que se separaba de un ayuntamiento para irse con el de otra provincia. Se sospechaba en muchos casos —el de Villena y Sax, incorporados a Alicante desde Albacete y Murcia en 1836— de injerencias políticas y diputados afines, pero al fin y al cabo así se escribe también la historia. El último caso fue el de Gátova, que en 1995 pasó de Castellón a Valencia aduciendo razones económicas y sentimentales.

Este municipio de 400 habitantes expuso que se había demostrado "la existencia de una tendencia natural de los vecinos a desplazarse a Valencia salvo para asuntos oficiales, dada su mayor proximidad geográfica y accesibilidad. Por último cabe resaltar el factor humano y sociológico que de modo natural produce un mayor acercamiento a la provincia de Valencia que a la de Castellón de la Plana".
Ante esas razones no hay racionalismo que pueda aplicarse y así provocó el último retoque al mapa de las provincias, un dibujo que ha pasado de provisional a bicentenario.



 
Segunda Guerra Mundial.


  
Internacional
Cierta inquietud opaca los festejos por el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa

 
El presidente francés Emmanuel Macron, derecha, coloca una ofrenda de flores en la Tumba del Soldado Desconocido durante ceremonias para conmemorar el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa, el jueves 8 de mayo de 2025, en París. 

Alemania misma expresó nuevamente su gratitud por el cambio que trajo el 8 de mayo de 1945, al mundo y a ella misma.

By RAF CASERT y DANICA KIRKA
Associated Press
May 8, 2025 

LONDRES — Aunque el final de la Segunda Guerra Mundial en Europa supuso uno de los días más felices que ha vivido el continente, el 80mo aniversario del Día de la Victoria en Europa conmemorado el jueves se vio perturbado por la amenaza del conflicto actual mientras celebraba la derrota del mal supremo.
La Alemania nazi de Hitler finalmente se había rendido después de un lustro de invadir otras potencias europeas y propagar un odio racial que condujo al genocidio, el Holocausto y el asesinato de millones de personas.
Esa rendición y la explosión de esperanza por una vida mejor fueron celebradas con desfiles en Londres, París y ciudades de toda Europa, donde incluso los gobernantes de los que eran archienemigos han vuelto a ser unidos.

La princesa Kate de Gales, habla con un veterano durante una misa de agradecimiento en la Abadía de Westminster el Día de la Victoria en Londres, el jueves 8 de mayo de 2025.



Alemania misma expresó nuevamente su gratitud por el cambio que trajo el 8 de mayo de 1945, al mundo y a ella misma.

“Fueron los alemanes quienes desataron esta guerra criminal y arrastraron a toda Europa con ellos al abismo”, declaró ante el Parlamento el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier. “Hoy, 80 años después, seguimos agradeciendo profundamente a los soldados aliados y a los movimientos de resistencia europeos que reunieron todas sus fuerzas y soportaron grandes pérdidas para derrotar al régimen nazi”.

Un panorama sombrío

Sus comentarios ponen de relieve que los antiguos enemigos europeos pueden prosperar —hasta el punto en que la Unión Europea, compuesta por 27 naciones, incluso ganó el premio Nobel de la Paz en 2012—, pero el panorama se tornó sombrío el año pasado.
Los cadáveres siguen acumulándose en Ucrania, donde la invasión a gran escala lanzada por Rusia en 2022 derivó en la peor guerra que se ha librado en el continente desde 1945. El ascenso de la extrema derecha en varios Estados miembros de la UE somete los principios democráticos fundacionales del bloque a una presión cada vez mayor.

“No celebramos este 8 de mayo con un espíritu de calma y seguridad. Porque podemos ver que la libertad no es el gran final de la historia”, advirtió Steinmeier. “Por lo tanto, ya no necesitamos preguntar: ¿Nos liberó el 8 de mayo? Sino que preguntamos: ¿cómo podemos mantenernos libres?”.

Tales advertencias hacen que la continuación de este insólito período de paz en la mayor parte de Europa no sea algo que pueda darse por sentado.
La OTAN, la alianza militar transatlántica que garantizó la paz en Europa bajo el paraguas nuclear de Estados Unidos y su poderío militar, sufre tensiones internas pocas veces vistas desde su creación.
El presidente alemán, quien tiene un papel mayormente simbólico pero encarna la determinación moral de la nación, también lanzó una crítica no tan velada al gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, diciendo que la forma en que Estados Unidos se aleja del orden internacional “es una sorpresa a una escala completamente nueva”.

Aportaciones de Estados Unidos a la guerra

Estados Unidos fue fundamental para cambiar el rumbo de la guerra en Europa, al invadir, junto con los Aliados, las playas de Normandía, Francia, el 6 de junio de 1944 —el Día D—, en lo que resultó ser el punto de inflexión de la guerra en Europa que condujo inexorablemente a la invasión de Alemania y a la derrota de Hitler.
El miércoles, Trump proclamó que el jueves era un día para que Estados Unidos celebre la victoria en la Segunda Guerra Mundial, insistiendo en que el país debería reconocer mejor su papel esencial en la guerra.

“¡Vamos a empezar a celebrar nuestras victorias de nuevo!”, manifestó.

La guerra se prolongó más allá de Europa, especialmente en el Pacífico contra Japón, pero incluso Taiwán se unió a la conmemoración del día por primera vez, y a la vez destacó las amenazas actuales que enfrenta. En lugar de Rusia, se centró en China, su rival inmediato. Beijing dice que Taiwán forma parte de su territorio y ha prometido que será anexado por la fuerza si es necesario.
“La agresión militar contra otro país es un crimen injusto que está destinado a fracasar”, declaró el presidente taiwanés Lai Ching-te, y agregó que Taiwán y Europa “enfrentan ahora la amenaza de un nuevo bloque autoritario”

Conmemoraciones en Europa

Las conmemoraciones se han sucedido durante toda la semana en Europa, y el Reino Unido empezó primero. La difícil situación de Ucrania en su lucha contra Rusia también ocupó un lugar central en ese país.

La idea de que todo esto era sólo historia y que de alguna manera ahora no importa, es completamente errónea”, señaló el primer ministro británico Keir Starmer. “Esos valores de libertad y democracia importan hoy”.

En Londres se celebró una misa en la abadía de Westminster, donde la familia real dedicó tiempo a charlar con los veteranos, inclinándose para escuchar a los de mayor edad, sentados en sillas de ruedas, muchos de los cuales ya se habían reunido con los miembros de la realeza en ceremonias anteriores.

En Francia, donde la fecha es un día festivo, el presidente Emmanuel Macron presidió una ceremonia de colocación de ofrendas florales en París frente a una estatua del general Charles de Gaulle, quien rechazó el armisticio franco-alemán en 1940. De Gaulle huyó a Londres y fundó las Fuerzas Francesas Libres, organizando redes de combatientes de la resistencia y supervisando misiones de sabotaje antinazis en Francia.
Y en Berlín, el canciller Friedrich Merz volvió a hacer hincapié en cómo Alemania se ha remodelado hasta convertirse en un faro de la democracia europea al depositar una ofrenda floral en el principal monumento a las víctimas de la guerra y la tiranía.
Y, de forma simbólica, el presidente ruso Vladímir Putin estará totalmente desincronizado con el resto de Europa cuando Rusia celebre su Día de la Victoria un día después con un gran desfile militar en la Plaza Roja, en el centro de Moscú, para conmemorar la enorme contribución soviética a la caída de la Alemania nazi.


  
Cómo la Segunda Guerra Mundial cambió a la humanidad para siempre.
El conflicto cumple 80 años.


  


Se cumplen 80 años desde la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, el conflicto más amplio y letal en la historia humana. Aunque han transcurrido décadas, su impacto aún configura aspectos significativos de la vida contemporánea.


1. Definición de 'genocidio'

El legado de la Segunda Guerra Mundial se cierne sobre el mundo actual como una sombra que aún se extiende. El Museo Imperial de la Guerra del Reino Unido explica que fue necesario acuñar nuevos términos, como ‘genocidio’ y ‘crímenes contra la humanidad’, para describir los horrores perpetrados durante este conflicto armado global.


2. La bomba atómica y otras maravillas tecnológicas.

El Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial de Estados Unidos, en Nueva Orleans, afirma que un conflicto internacional de tal envergadura exigió el rápido avance de todo tipo de tecnología, en particular la creación de la bomba atómica.


3. La creación de las computadoras

Sin embargo, también permitió grandes avances en la tecnología informática, dando como resultado en 1945 la creación del Integrador Numérico Electrónico y Computadora (ENIAC), una de las primeras computadoras de propósito general construidas, que permitía realizar miles de cálculos en segundos.


4. Maravillas médicas para las masas

La medicina y la cirugía, explica el Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial, fue otro campo que hizo grandes avances en medio de una guerra en la que murieron entre 70 y 85 millones de personas e innumerables heridos.



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