Apuntes Personales y de Derecho de las Universidades Bernardo O Higgins y Santo Tomas.


1).-APUNTES SOBRE NUMISMÁTICA.

2).- ORDEN DEL TOISÓN DE ORO.

3).-LA ORATORIA.

4).-APUNTES DE DERECHO POLÍTICO.

5).-HERÁLDICA.

6).-LA VEXILOLOGÍA.

7).-EDUCACIÓN SUPERIOR.

8).-DEMÁS MATERIAS DE DERECHO.

9).-MISCELÁNEO


martes, 12 de enero de 2016

229.-Heráldica eclesiásticos. a

  Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; -Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farias Picon; -Franco González Fortunatti ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala ; Marcelo Yañez Garin; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán

Introducción

Como toda heráldica, la heráldica eclesiástica es la rama científica y artística del estudio y el diseño de los blasones. En este caso, el específicamente utilizado en el ámbito eclesiástico.

Aunque generalmente las normas que rigen el diseño de los blasones son las mismas que las referidas a la heráldica general, la eclesiástica tiene sus variaciones específicas -tanto en el campo de los escudos como sobre todo en sus ornamentos exteriores-, las cuales se rigen por su propia tipología y se someten a los cánones y disposiciones de las propias Iglesias.

Las reglas de composición de escudos eclesiásticos generalmente tienen una base patrimonial común. Dicha base fundamenta todas las variantes heráldicas en el cristianismo, aunque se puedan distinguir elementos propios y distintivos dentro de la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa, la Iglesia anglicana y otras Iglesias protestantes. El derecho a una heráldica propiamente eclesiástica tiene su fundamento en que la Iglesia (en cualquiera de sus ramas) posee una constitución jerárquica. Esta característica marca, pues, la diferencia con la heráldica general, porque no se trata ya (como sucedía con aquellos miembros de la nobleza), del ejercicio de la profesión de las armas ni del nacimiento en una determinada familia, sino que lo que dará el derecho a usar un escudo eclesiástico es el estado de la persona dentro de la jerarquía. 
Dicho estado se basa en el ejercicio de cargos eclesiásticos y en el carácter de algún tipo de consagración (ordenación si se trata de sacerdotes y obispos, la profesión para los religiosos, la bendición abacial para los abades, o el uso litúrgico pontificio para algunos templos), dentro de la misma comunidad eclesial. De esta manera, el lugar social en el que alguien nace no juega aquí ningún papel decisivo.

Características
Sello del arzobispo de Santiago de compostela


No hay una línea divisoria rígida entre la heráldica en general y la heráldica eclesiástica ---ambas tienen el mismo origen, las mismas líneas de desarrollo contemporáneo--- pero la aplicación de la heráldica a fines eclesiásticos ocurre por primera vez en la aparición de los escudos de armas de naturaleza personal y familiar en los sellos eclesiásticos, y de las divisas sagradas o santas en vestimentas y estandartes eclesiásticos. Esta última influencia es de menor importancia porque era más efímera y más de la naturaleza de puro simbolismo que de heráldica.



Los primeros sellos eclesiásticos ---casi todos, en los primeros tiempos, en forma de circular, como han continuado hasta hoy día--- llevaban el busto, medio cuerpo o efigie completa del propietario del sello. Así eran también, en ese período, los sellos de los seglares en los que aparecen las efigies montadas del caballero y el noble con el escudo de armas (según se desarrollaban) y las bardas mostrados completamente. Entonces tenemos, desde alrededor de 1300, el sello que muestra sólo el escudo de armas, y al mismo tiempo el sello eclesiástico progresó a través de la efigie con dosel con el escudo de armas en la base a la forma posterior con el blasón heráldico y la leyenda solamente. La heráldica eclesiástica simplemente progresó al mismo tiempo y sobre las mismas líneas que la heráldica en general.

Los primeros sellos eclesiásticos fueron, sin duda, puramente personales, con la efigie, armas, o la divisa del obispo o abad respectivamente, según fuese el caso, pero, en Inglaterra, de todos modos, el "Statutum de apportis religiosorums" de 1307 (35 Eduardo I ) decretó que todas las casas religiosas debían tener un sello común, y que todas las concesiones que no llevasen ese sello serían nulas e inválidas. Con el sello común de una comunidad surgió la idea de un tabardo impersonal para esa comunidad, pero como no hay fecha definitiva en la que esos sellos se volvieron heráldicos, no hay un origen común a partir del cual surgieron las divisas.

Ha sido un asunto de gran controversia en Inglaterra en qué fecha la autoridad soberana ejerció efectivamente el control en materia de armería. Se puede rastrear al comienzo del siglo XIV; pero en materia de religión, la apelación era a Roma y no al soberano temporal, y hay poca evidencia, si de hecho hay alguna, del control regularizado de la heráldica eclesiástica antes de la fecha de la Reforma. Por esta razón, las armas de abadías y prioratos tienen poco de la exactitud que caracteriza otra heráldica de la época; y nos encontramos con que en Inglaterra, como en todos los demás países, las armas personales de los donantes, benefactores o predecesores en el cargo eran constantemente requisadas al servicio de las armas impersonales de la comunidad.


 En algunos casos (por ejemplo, en el caso de las armas de la Sede de Hereford), incluso estas armas personales se volvieron estereotipadas por el uso repetido en las armas impersonales del oficio o la comunidad, aunque, por supuesto, muchas, quizá la mayoría, a partir del carácter de los blasones y divisas que componían el escudo de armas, eran obviamente diseñadas para, e indicativas de, la finalidad que servían y la comunidad que representaban.

Un gran número de escudos de armas  eclesiásticas, así como otras escudos entidades eclesiásticas públicas, se basan en las figuras y efigies de los santos patrones originalmente usados y representados como tales y sin ninguna intención heráldica. La consecuencia natural es que en muchos casos de comunidades religiosas hay dos o más escudos de armas que cumplen la función indistintamente. 

  
Clero anglicano







arzobispo de york










Aunque Inglaterra es un país protestante, y su heráldica eclesiástica posterior a la Reforma carece de posteriores desarrollos heraldica romana, sin embargo, el control oficial de la armería en ese país ha sido y sigue siendo más eficiente y eficaz que el control en cualquier otro país, y cuando en Inglaterra el poder temporal asumió la jefatura de la Iglesia Anglicana, y en consecuencia el control de su heráldica, la práctica heráldica existente en esa fecha era estereotipada y desde entonces ha permanecido inalterada. 
Por esa razón la ley inglesa relativa a las armas episcopales bien puede ser considerada como indicativa de la realidad en una época en que la heráldica era de mayor importancia que en la actualidad. 

El escudo de armas oficial de un obispo no le pertenece a él personalmente ni a su rango. Está ligado a su jurisdicción como parte del Estado y la religión establecida del Estado. Por esa razón, un obispo sufragáneo (que corresponde a lo que se conoce entre los católicos como obispo auxiliar), aunque posee una descripción titular local, no tiene escudo de armas oficial.
 Por la misma razón, en la separación de las iglesias episcopales escocesa e irlandesa de Iglesia católica, se extinguieron los escudos de las sedes legítimas y ya no son reconocidos oficialmente, aunque un número de prelados de esas iglesias continúan usándolos. Woodward, por cierto, establece que todas las armas episcopales irlandesas son posteriores a la Reforma.

Ejemplos de armas eclesiásticas oficiales son las de la Sede Anglicana de Hereford, del Arzobispado de Colonia y de la Abadía de Melk. Éstas, en los primeros casos se aplicaron a un escudo separado de las armas personales, pero ahora se encuentran a la voluntad del individuo, llevadas solas o pareadas con sus armas personales en un escudo único. 
En Inglaterra siempre ha sido costumbre, cuando se ordenan las armas oficiales con las personales hacerlo por empalamiento y no de otra manera, y las armas oficiales tienen la prioridad en el lado derecho.




Una consecuencia curiosa de la Reforma inglesa con su abolición de la necesidad del celibato se encuentra en el ordenamiento de las armas de un obispo (anglicano) casado, lo cual no se hace nunca en un solo escudo, sino que usan dos acolados.

 En el escudo derecho las armas oficiales de la sede se empalan con las armas personales del obispo y en el escudo de la izquierda las armas personales se empalan con las de la esposa.


  MITRA

Mitra papal







La mitra, palabra proveniente del latín: mitra​ y esta del griego: μίτρα, "banda" o "turbante" es el tocado con el que cubren su cabeza durante los oficios litúrgicos aquellas personas con dignidad episcopal. Los ordinarios como abades y abadesas mitradas también la usan a pesar de no tener la consagración episcopal o ser mujeres. Los que poseen tal privilegio se denominan mitrados en referencia, justamente, a que están facultados para lucir la mitra. Actualmente se fabrican con cartón forrado de tela (galón, trevira, lino) o también con una hoja de mica (plástico). Del borde posterior cuelgan dos cintas anchas llamadas ínfulas.

Por extensión, se denomina también mitra al cargo desempeñado por el arzobispo u obispo, al territorio de su jurisdicción, y al conjunto de las rentas que este genera.


 Baculos






El báculo, que es otro ornamento externo del escudo usado extensamente por los eclesiásticos, no se debe confundir, como se ha hecho a menudo, con la cruz procesional del arzobispo. Ni el nombre, báculo, es una confusión de términos. El báculo es, como siempre lo ha sido, el bastón pastoral. Al principio era sólo un bastón usado para ayudarse a caminar, y se ha conjeturado que su uso ceremonial y estatus eclesiástico es una consecuencia de su conveniencia para los prelados ancianos como ayuda y apoyo durante servicios extensos.

Se dice que el báculo como signo de dignidad episcopal se remonta al siglo IV y que fue usado por abades en el siglo V. En su forma inicial estaba sólo coronado por una prominencia redondeada o por una simple curvatura, y en las Iglesias Orientales el báculo no termina en una curva, sino en una tau, la forma ordinaria de una horquilla. Sin embargo, éste ha evolucionado a una forma elaborada, tanto como si la curva de los báculos occidentales se duplicara en el otro lado del báculo. El desarrollo de esta curva es meramente artístico y decorativo, aunque se ha invocado el simbolismo del cayado del pastor. En este, como en todos los aspectos del simbolismo, es sumamente difícil determinar si la forma siguió el simbolismo o si se trata de una atribución posterior. Sin embargo, lo cierto es que existe la creencia generalizada de que, mientras que en el caso del abad la curvatura debe terminar hacia el interior, en el de un obispo debe terminar hacia el exterior, y el simbolismo sugerido es que, mientras que la jurisdicción de un abad se limitaba estrictamente a su abadía, la de un obispo no estaba tan restringida. El mismo simbolismo se ha visto en una práctica heráldica, que sin duda tiene mucha aceptación, por la que el báculo de un abad colocado inclinado hacia la izquierda detrás del escudo se representaba con la curva hacia adentro, hacia la mitra, mientras que la posición contraria fue adoptada para el báculo de un obispo. Pero tales distinciones no parecen nunca haber sido reconocidas en relación con los báculos propiamente dichos llevados por los obispos o abades. El sudarium o velo, que realmente no tiene ningún simbolismo y que se une al báculo con propósitos simplemente de limpieza, a veces se encuentra en las representaciones heráldicas.

En Inglaterra, en la Iglesia Anglicana, se colocan dos báculos en saltire (sotuer[20], aspa) detrás del escudo de un obispo o arzobispo. Woodward cuestiona la conveniencia de esta práctica totalmente establecida, excepto en el caso de un episcopado doble, pero ese escritor parece haber pasado por alto el hecho de que, mientras que en otros países un báculo, por ejemplo, está representado solo e inclinado, o con mayor frecuencia inclinado hacia la izquierda, ha sido la invariable costumbre en Inglaterra duplicar la insignia de este tipo y colocarlas en sotuer detrás del escudo, por ejemplo, los bastones del jefe del Colegio de Heraldos o del Rey de Armas de Lyon.

Entre todos los obispos anglicanos el de Durham es el único que sustituye una espada desnuda (indicativa del palatinado temporal de Durham) por uno de los báculos. El sello del obispo Gilbert Burnett de Salisbury, Gran Canciller de la Orden de la Jarretera, muestra su escudo rodeado por la liga e impuesto sobre un báculo y llave en sotuer ---la última, sin duda, una alusión a su cargo de canciller. En ningún otro lugar de Inglaterra la jurisdicción temporal está unida a un oficio espiritual, pero en Alemania y otros lugares se puede aludir a muchos casos, y en tales casos, se dispone igualmente de la espada desnuda en aspa con un báculo, o éstos se colocan en palo uno a cada lado del escudo. Se dice que Erlang, obispo de Würzburgo (1106 a 1121), inició el uso de la espada temporal, pero su uso heráldico no es tan antiguo.

 

 
Un capelo o galero


Un capelo o galero (del latín galerum, pl. Galera) en la Iglesia católica era un sombrero de ala ancha usado por el clero, con cordones terminados en borlas que quedaban sobre el pecho. Tiene su origen en los sombreros de peregrino. Se utiliza en heráldica eclesiástica desde el siglo XIV, sustituyendo a las mitras en los escudos.
sombrero eclesiástico 

Durante siglos, el uso del galero estaba limitado a los cardenales, como una corona que simbolizaba el título de Príncipe de la Iglesia. El papa Inocencio IV fue el primero que impuso el capelo rojo a los cardenales en 1245 en el primer Concilio de Lyon. La tradición en la Archidiócesis de Lyon era que el color rojo fue inspirado por los sombreros rojos de los cánones de Lyon. Según Noonan, el papa Inocencio quería que sus favoritos fuesen diferentes y reconocibles en las procesiones del Concilio. El cardenal Jean Cholet utilizó su galero para coronar a Charles de Valois en 1285 en Gerona como Rey de Aragón durante la Cruzada aragonesa, lo que le valió el mote de "roi du Chapeau" ("rey del sombrero").










 Clero católico.




























El papa  Pío X reguló definitivamente, mediante el motu proprio Inter multiplices cura1​ del 21 de febrero de 1905, los colores y el número de borlas del capelo que correspondían a cada grado dentro de la jerarquía.


Cardenal (rojo con 2 x 15 borlas rojas - 1, 2, 3, 4, 5)

Patriarca, primado (verde con 2 x 15 borlas verdes - 1, 2, 3, 4, 5)

Arzobispo (verde con 2 x 10 borlas verdes - 1, 2, 3, 4)

Obispo, abad mitrado, prelado territorial (verde con 2 x 6 borlas verdes - 1, 2, 3)

Prelado "di Fiocchetto", de la Cámara Apostólica (púrpura con 2 x 10 borlas rojas - 1, 2, 3, 4)

Protonotario apostólico (púrpura con 2 x 6 borlas rojas - 1, 2, 3)

Prelado de Honor de Su Santidad, prelado doméstico de Su Santidad, capellán conventual del S.M.O.M. (púrpura con 2 x 6 borlas púrpuras - 1, 2, 3)

Capellán de Su Santidad, canónigo de basílica mayor (negro con 2 x 6 borlas púrpuras - 1, 2, 3)

Vicario general, vicario episcopal, prior mitrado, abad, superior mayor de orden religiosa, protonotario apostólico honorario, deán (negro con 2 x 6 borlas negras - 1, 2, 3)

Canónigo, prior (negro con 2 x 3 borlas negras - 1, 2)

Arcipreste, vicario foráneo, superior menor de orden religiosa (negro con 2 x 2 borlas negras - 1, 1)

Presbítero (negro con 2 x 1 borla negra - 1)

Diácono (negro sin borlas)


Para los abades, priores y superiores de órdenes religiosas, se admite sustituir el color negro por el blanco.


Reforma


En 1969, Pablo VI eliminó del escudo de los obispos y cardenales el uso de la mitra y el báculo mediante el decreto Ut sive sollicite.


Los presbíteros y diáconos, por lo general, no utilizan escudo de armas, salvo que lo utilicen por otras razones (por ejemplo, la pertenencia a una familia con títulos nobiliarios); en esos casos, deberán timbrar su escudo con el capelo correspondiente.


En sentido general, las mismas leyes que rigen la Heráldica general o secular, son válidas para su rama eclesiástica, si bien, existen variantes y excepciones muy importantes en cuanto al uso y sobreposición de metales y colores heráldicos y por supuesto en los ornamentos exteriores de los escudos, que fueron ampliamente descritos en sus distintas obras por monseñor Bruno Bernard Heim, arzobispo católico al Servicio Diplomático de la Sede Apostólica, quien ha sido considerado como uno de los mejores exponentes de la heráldica eclesiástica en el siglo XX.

 

 

 Cruz de Procesión 





 La cruz procesional, que, dentro de su ámbito, es cargada frente a (pero no por) un arzobispo ---un privilegio concedido a todos los arzobispos por el Papa Gregorio IX--- también se utiliza en heráldica, donde se la representa en palo detrás del escudo. Es muy raro que un arzobispo anglicano la use en esta forma ---ciertamente no existen ejemplos antiguos--- pero en otros lugares su uso es prácticamente universal. La cruz de un arzobispo ordinario tiene un solo travesaño; en la práctica es realmente un crucifijo colocado en la cima de un bastón; pero la heráldica distingue la cruz de un arzobispo de la cruz primacial que tiene el travesaño doble y la cruz papal con triple travesaño. Esta última, sin embargo, nunca se coloca detrás de las armas papales. Desafortunadamente el llevar la cruz con el doble travesaño se ha vuelto muy usual entre los arzobispos, bajo la creencia de que el doble travesaño es indicativo de un arzobispo.



 

 

 Papado.

Escudo de armas de estado ciudad del vaticano



En el escudo de armas del Estado de la Ciudad del Vaticano figuran, en un campo de gules, dos llaves entrecruzadas, una de plata, apuntando hacia la diestra, y la otra de oro, apuntando hacia la siniestra; ambas unidas con un cordón de gules o azur. Sobre las llaves, en el jefe aparece representada la tiara del pontífice.

Papa Francisco




Francisco I

 De azur un sol figurado de 32 radios de oro, cargado con el monograma de IHS (monograma de Cristo o cristograma), cuya H está surmontada con una cruz patada con el pie atascado en la barra horizontal de H, todo él gules, y tres clavos de sable en puntas, puestos sucesivamente en banda, palo y barra (emblema de la Compañía de Jesús), acompañado de una estrella de oro en el cantón diestro y una flor de nardo del mismo, vertida y puesta en barra, en el cantón siniestro de la punta.


Papa Inocencio III: De gules, águila exployada
 jaquelada de sable y oro, picada y armada en oro.


 Desde Inocencio III, cada papa de la Iglesia católica ha tenido su propio escudo papal o pontificio, que ha servido como insignia de su papado.


Todos los escudos papales habían contenido la tiara entre sus atributos y, desde el pontificado de Bonifacio VIII (1294), las dos llaves cruzadas (símbolo de la potestad dada por Cristo a san Pedro), hasta que Benedicto XVI alteró esta costumbre heráldica sustituyendo la tiara por la mitra y el palio.


El papa Francisco mantuvo la mitra en sustitución de la tiara, pero eliminó el palio de Benedicto XVI. A su vez, Francisco cambió la forma del escudo, eligiendo el modelo denominado "español". Benedicto XVI había elegido la forma de "cáliz" (con la parte superior ligeramente curvada hacia abajo). También incluyó, por primera vez en la historia, un lema: Miserando atque eligendo.


Las llaves representan el poder temporal (plateada) y celestial (dorada) inherente al papado, haciendo referencia, al párrafo del evangelio según San Mateo Cap. 16, Vers. 18-19:


"Tu eres Pedro (piedra) y sobre esta piedra edificare mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella, Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".

Evangelio de Mateo

De esta manera, en la heráldica eclesiástica, las llaves simbolizan la autoridad espiritual del papa como vicario de Cristo en la Tierra.


 

 Heráldica Chilena

Cardenal arzobispo


Escudo de cardenal


cardenal camerlengo




Escudo de Cardenal  Carlos Oviedo

Escudo del cardenal  José María Caro

Escudo del cardenal  Raúl Silva

Escudo de armas del cardenal chileno Francisco Javier Errázuriz Ossa, Arzobispo Emérito de Santiago de Chile.
Escudo de armas del cardenal chileno Jorge Arturo Agustín Medina Estévez.

Escudo del cardenal  Juan Francisco Fresno
Escudo de armas del cardenal chileno Ricardo Ezzati Andrello, arzobispo de Santiago de Chile



 

 


ARMAS  OFICIALES DEL ARZOBISPO DE SANTIAGO DE CHILE.

ARMAS  OFICIALES DEL ARZOBISPO DE SANTIAGO DE CHILE.

 Celestino Aós Braco 
Escudo de armas arzobispal personal: a la izquierda, en campo azul, una estrella de seis puntas, en señal de la aurora de la salvación; a la derecha, en campo rojo, el escudo de armas de los franciscanos capuchinos, y al pie, sobre campo blanco, la imagen de la Inmaculada Concepción que se encuentra en el cerro San Cristóbal, en Santiago de Chile.



 Príncipe Obispo de andorra


obispo príncipe de Andorra

 

 

Un príncipe-obispo es un obispo que, además de ser la máxima autoridad religiosa en una diócesis, es gobernante o jefe de Estado en el territorio de la diócesis o en parte de este. En los casos en que la máxima autoridad civil la ejerzan un arzobispo o un abad los términos equivalentes son príncipe-arzobispo o príncipe-abad.


Andorra

El Principado de Andorra, aún existente en la actualidad, cuya jefatura del Estado es ostentada conjuntamente (como copríncipes de Andorra) por el obispo de Urgell y el presidente de la República Francesa -este último depositario de los derechos históricos de los vizcondes de Castellbò, luego condes de Foix, reyes de Navarra y finalmente de Francia​

1 comentario:

  1. una heraldica viva en la actualidad, se usa por los arzobispos y obispos; cardenales y papas

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