Sello del arzobispo de Santiago de compostela |
La mitra, palabra proveniente del latín: mitra y esta del griego: μίτρα, "banda" o "turbante" es el tocado con el que cubren su cabeza durante los oficios litúrgicos aquellas personas con dignidad episcopal. Los ordinarios como abades y abadesas mitradas también la usan a pesar de no tener la consagración episcopal o ser mujeres. Los que poseen tal privilegio se denominan mitrados en referencia, justamente, a que están facultados para lucir la mitra. Actualmente se fabrican con cartón forrado de tela (galón, trevira, lino) o también con una hoja de mica (plástico). Del borde posterior cuelgan dos cintas anchas llamadas ínfulas. Por extensión, se denomina también mitra al cargo desempeñado por el arzobispo u obispo, al territorio de su jurisdicción, y al conjunto de las rentas que este genera. |
Un capelo o galero Un capelo o galero (del latín galerum, pl. Galera) en la Iglesia católica era un sombrero de ala ancha usado por el clero, con cordones terminados en borlas que quedaban sobre el pecho. Tiene su origen en los sombreros de peregrino. Se utiliza en heráldica eclesiástica desde el siglo XIV, sustituyendo a las mitras en los escudos. Durante siglos, el uso del galero estaba limitado a los cardenales, como una corona que simbolizaba el título de Príncipe de la Iglesia. El papa Inocencio IV fue el primero que impuso el capelo rojo a los cardenales en 1245 en el primer Concilio de Lyon. La tradición en la Archidiócesis de Lyon era que el color rojo fue inspirado por los sombreros rojos de los cánones de Lyon. Según Noonan, el papa Inocencio quería que sus favoritos fuesen diferentes y reconocibles en las procesiones del Concilio. El cardenal Jean Cholet utilizó su galero para coronar a Charles de Valois en 1285 en Gerona como Rey de Aragón durante la Cruzada aragonesa, lo que le valió el mote de "roi du Chapeau" ("rey del sombrero"). |
Papa Inocencio III: De gules, águila exployada jaquelada de sable y oro, picada y armada en oro. |
Desde Inocencio III, cada papa de la Iglesia católica ha tenido su propio escudo papal o pontificio, que ha servido como insignia de su papado.
Todos los escudos papales habían contenido la tiara entre sus atributos y, desde el pontificado de Bonifacio VIII (1294), las dos llaves cruzadas (símbolo de la potestad dada por Cristo a san Pedro), hasta que Benedicto XVI alteró esta costumbre heráldica sustituyendo la tiara por la mitra y el palio.
El papa Francisco mantuvo la mitra en sustitución de la tiara, pero eliminó el palio de Benedicto XVI. A su vez, Francisco cambió la forma del escudo, eligiendo el modelo denominado "español". Benedicto XVI había elegido la forma de "cáliz" (con la parte superior ligeramente curvada hacia abajo). También incluyó, por primera vez en la historia, un lema: Miserando atque eligendo.
Las llaves representan el poder temporal (plateada) y celestial (dorada) inherente al papado, haciendo referencia, al párrafo del evangelio según San Mateo Cap. 16, Vers. 18-19:
"Tu eres Pedro (piedra) y sobre esta piedra edificare mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella, Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".
Evangelio de Mateo
De esta manera, en la heráldica eclesiástica, las llaves simbolizan la autoridad espiritual del papa como vicario de Cristo en la Tierra.
Celestino Aós Braco
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una heraldica viva en la actualidad, se usa por los arzobispos y obispos; cardenales y papas
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