Apuntes Personales y de Derecho de las Universidades Bernardo O Higgins y Santo Tomas.


1).-APUNTES SOBRE NUMISMÁTICA.

2).- ORDEN DEL TOISÓN DE ORO.

3).-LA ORATORIA.

4).-APUNTES DE DERECHO POLÍTICO.

5).-HERÁLDICA.

6).-LA VEXILOLOGÍA.

7).-EDUCACIÓN SUPERIOR.

8).-DEMÁS MATERIAS DE DERECHO.

9).-MISCELÁNEO


viernes, 10 de enero de 2014

106.-La oratoria de Barack Obama.-a

 
 Balance final: 5 éxitos y 5 fracasos de la presidencia de Barack Obama

"Mi último pedido es el mismo que el primero. Les pido que crean, no en mi habilidad para generar un cambio, sino en la suya", dijo Barack Obama en su discurso de despedida como presidente de Estados Unidos, ante 18 mil seguidores reunidos en Chicago, la ciudad donde comenzó su carrera política.

El próximo 20 de enero entregará a Donald Trump el mando del país que, a pesar de todos los cambios que sacudieron al mundo en lo que va de siglo XXI, sigue siendo el más poderoso del mundo. La presidencia de Obama fue histórica y se destacará invariablemente por sobre otras. Porque fue el primer presidente negro. Porque asumió generando un movimiento de esperanza sin muchos precedentes.
La pregunta que muchos se están haciendo en estos días es qué cambió en estos ocho años. Cuántas de esas promesas de transformación se materializaron, y cuántas quedaron en la nada. Infobae consultó a cinco politólogos estadounidenses para hacer un balance de los logros y de los fracasos de la Administración Obama. Éstos son los más destacados:

LOS 5 LOGROS DE OBAMA

1. Recuperación de la economía

"Cuando Obama asumió la presidencia, la Administración Bush había llevado la economía estadounidense a la depresión, con bancos en quiebra, viviendas ejecutadas, desempleo y más. Hacia el fin de 2016 la desocupación cayó al 4,6% tras la creación de 16 millones de empleos. El mercado inmobiliario se recuperó, la bolsa también. Con la reforma financiera de 2010 se instauraron mecanismos de protección contra los abusos de Wall Street", dijo Dave Garson, profesor de ciencia política y gobierno en la Universidad Estatal de Carolina del Norte.

La agresiva política de tasas negativas y de incentivos a la producción rindió sus frutos. El crecimiento de 3,5% del PIB registrado en el tercer trimestre de 2016, el mayor en dos años, confirma que los fantasmas de la recesión y la desocupación de dos dígitos quedaron atrás. Es cierto que la notable expansión del empleo se dio a partir de trabajos de peor calidad, que pagan salarios más bajos, lo que explica parte del éxito de Trump. Pero la mejoría es indiscutible, y no era fácil de prever en 2009.

"La gente se olvida de la magnitud de la crisis financiera que había. La recuperación no alcanzó a todos, pero el desempleo está por debajo del 5% y la economía es robusta. Él no se lleva un crédito suficiente porque no podemos ver el contrafáctico, qué habría ocurrido si no hubiera sido exitoso", afirmó David E. Lewis, docente del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Vanderbilt.

2. El fin de la Guerra de Irak

"La Administración Bush llevó a los estadounidenses hacia una contraproducente guerra en Irak —dijo Garson—. Previamente, Irak era un contrapeso de Irán en la región, así que su principal efecto fue darle a Irán la hegemonía. Además hizo trepar a su punto máximo la deuda de Estados Unidos. Obama terminó con la guerra, aunque el daño de las políticas de Bush ya estaba hecho".

El presidente dio por concluido el conflicto en 2011, ocho años después de su comienzo, y aceleró el proceso de repatriación de las tropas. Es cierto que la retirada nunca llegó a ser total, y que la aparición de Estado Islámico lo obligó a reforzar la presencia militar en el país. Pero más allá de toda la agitación que hubo en la región en estos años, pudo ir hacia en una progresiva desmilitarización de la política exterior.

3. Acuerdo nuclear con Irán

"Obama lideró un progreso en la política exterior en una variedad de frentes, incluyendo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y la negociación de un acuerdo con Irán para bloquear sus posibilidades de desarrollar una bomba atómica, a cambio de una reducción de las sanciones. La entrante Administración Trump ni siquiera reconoce al cambio climático como un problema y critica el acuerdo con Irán, pero ambos son logros históricos", dijo Garson.

El pacto alcanzado en julio de 2015 con el régimen chiita supuso un avance significativo en un conflicto de larga data. Más allá de que hizo enojar a algunos halcones, permitió trasladar a los canales diplomáticos un diferendo que amenazaba con tornarse violento. Además supuso el restablecimiento de las relaciones con un país con el que todo el diálogo estaba roto.

"Este tipo de logros le exigieron a Obama romper con posiciones de larga data y correr riesgos a los que otros no se hubieran atrevido", explicó William A. Boettcher III, profesor de ciencia polìtica y estudios internacionales de la Universidad de Estatal de Carolina del Norte.

4. Avances en la protección del medio ambiente

El Acuerdo de París contra el cambio climático, que entró en vigor en noviembre de 2016, comprometió a todos los países firmantes a reducir las emisiones de los gases causantes del calentamiento global. Obama fue clave para darle impulso, venciendo las presiones de parte del entramado industrial estadounidense. No fue su única decisión en esa dirección.

"Las órdenes ejecutivas que tomó y el trabajo de su Agencia para la Protección del Medio Ambiente en el control de la contaminación fueron logros significativos. Sus esfuerzos en favor de la eficiencia energética y el endurecimiento de los estándares para las plantas eléctricas a carbón han sido vitales para reducir las emisiones de dióxido de carbono y de otros contaminantes del aire", señaló Marjorie Hershey, profesora de ciencia política de la Universidad de Indiana.

5. El Obamacare

"La significativa expansión de los seguros de salud a través de la Affordable Care Act (llamada Obamacare por sus oponentes republicanos) les permitió acceder a un seguro a 20 millones de estadounidenses que antes no tenían. Eso los protege de la bancarrota a causa de gastos médicos y mejora sus posibilidades de tener una vida productiva", dijo Hershey.

Fue una de las reformas más ambiciosas y cuestionadas de su gobierno por su elevado costo. Con todas sus limitaciones es la política de salud más importante impulsada por Estados Unidos en la historia reciente.

LOS 5 FRACASOS DE OBAMA

1. Siria

"Los republicanos argumentan que Obama fracasó en términos generales en su política exterior. Señalan que no pudo hacer cumplir su 'línea roja' sobre el uso de armas químicas en Siria, y sobre las crecientes agresiones de Rusia, como las acciones en Ucrania y Crimea", dijo Timothy M. Hagle, especialista en política estadounidense de la Universidad de Iowa.

Es evidente que Siria fue un problema que lo sobrepasó. El gobierno de Obama siempre corrió detrás de los acontecimientos y no supo cómo reaccionar ante cada nuevo hito: las protestas contra el régimen de Bashar al Assad, el estallido de la guerra civil, sus salvajes ataques con armas químicas contra su propia población, el surgimiento y expansión de Estado Islámico y la posterior intervención de Moscú con un rol cada vez más protagónico. A cada paso las crisis se multiplicaban y las respuestas de Estados Unidos fueron siempre erráticas.

"En todos esos fracasos —dijo Boettcher—, el realismo de Obama lo previno de tomar acciones más decididas, que podrían haber arrojado resultados diferentes. Su cautela llevó a que cada situación empeorara".

2. Agravamiento del déficit fiscal y de gestión

"Estados Unidos tiene un problema de déficit a causa de la estructura impositiva y de la solvencia de la seguridad social y del seguro médico, que permanecen después de ocho años de presidencia. De la misma manera, continúan los inconvenientes de gestión de larga data en el funcionamiento de las agencias federales, en buena medida por negligencia de los distintos presidentes, incluido Obama. El Gobierno Federal no tiene un sistema moderno de manejo del personal, y no estoy seguro de que el presidente entendiera los desafíos de administrar a la fuerza de trabajo federal", sostuvo Lewis.

3. Debilitamiento del Partido Demócrata

Nadie puede discutir las cualidades del mandatario saliente como candidato. Su carisma le permitió compensar su falta de experiencia para ganar con cierta comodidad sus dos elecciones presidenciales. Pero no pudo trasladar esa capacidad a su partido, que se debilitó ostensiblemente durante su período en la Casa Blanca.

"Al descuidar al Partido Demócrata a nivel estatal y local —dijo Garson—, el Partido Republicano fue exitoso en manipular los distritos electorales, restringir los derechos al voto, inundar el proceso electoral con dinero, y mucho más. Si bien no se lo puede culpar individualmente a Obama por eso, fortalecer al Partido Demócrata no fue su prioridad, y no fue un líder efectivo en los estados. Como resultado, a pesar de que la mayoría de los ciudadanos apoyan las políticas demócratas, la mayor parte de los distritos electorales están dominados por los republicanos. En 2016 lograron hacerse del control de la presidencia, de las dos cámaras del Congreso, y de casi todas las gobernaciones y las legislaturas estatales".

4. Abusos en el combate al terrorismo

El joven senador de Illinois llegó a Washington prometiendo combatir al terrorismo sin dejar de respetar los derechos humanos, para diferenciarse de las prácticas impulsadas por su antecesor. En esa línea, se comprometió a cerrar la cárcel de Guantánamo. Si bien hubo algunos avances, como la transferencias de prisioneros, no pudo cumplir con ninguno de estos compromisos.

"Obama fue el 'presidente drone' —continuó Garson—. Aumentaron mucho los ataques con drones, incluso para matar a ciudadanos estadounidenses sin un proceso judicial. También convirtió en rutina el registro masivo de emails y teléfonos, y el secuestro y la detención indefinida de radicales extranjeros. Si bien en su defensa se supone que terminó con la tortura y con las prisiones secretas, parece que ambas continuaron en cierta medida. Obama deja así un legado de tácticas de 'hombre fuerte' que Trump podrá capitalizar y expandir".

5. El Obamacare

Sí, fue un logro muy importante por la cantidad de personas a las que les dio una respuesta. Pero también un fracaso igualmente grande. La mejor prueba es que está a punto de ser erradicado por la mayoría republicana en el Congreso, que no está encontrando demasiada resistencia por sus numerosos errores de diseño e implementación.

"Los republicanos hicieron de los problemas del Obamacare el centro de sus argumentos de campaña —dijo Hagle—, mientras que los demócratas eligieron no apoyarlo con la fuerza con la que se esperaba. Hay que esperar para ver qué hacen los republicanos con la ley, pero sea cual sea el resultado, sabemos que el Obamacare va a desaparecer o cambiar drásticamente".

¿En qué falló el proyecto?
 "La base del Partido Demócrata quería seguir el modelo del resto del mundo industrial y tener un seguro de salud nacional. Pero en lugar de defender esa visión, Obama se inclinó por el plan de un gobernador republicano, que dispuso penalidades impositivas para forzar a las personas sin seguro de salud a comprar uno privado, aportando incluso algunos subsidios para ellos. Aunque beneficiaba a las aseguradoras privadas, los republicanos lo repudiaron y lo hicieron foco de sus ataques. Ahora será desmantelado como un fracaso político, odiado por republicanos y por la base demócrata por igual", concluyó Garson.


Retrato oficial
 ANA GONZÁLEZ HUENCHUÑIR 

La capacidad oratoria del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, su habilidad de capturar e inspirar al público con sus poderosos discursos, ha llevado a algunos académicos a describirlo como el mejor orador de su generación. Obama está inspirado en antiguos oradores estadounidense.

¿Cuál es el secreto de su éxito, las palabras que usa, la forma en que las pronuncia, o el cambio histórico que representa?

"Creo que Barack Obama personifica, más que ningún otro político, los ideales de la elocuencia estadounidense", dice Ekaterina Haskins, profesor de retórica en el Instituto Politécnico Rensselaer en Troya, ciudad de Nueva York.
Los discursos de Obama, indica Haskins, llevan la sombra de sutiles ecos de otros grandes discursos del pasado, conscientemente creando un sentido de la historia, propósito y continuidad.

Fantasmas del pasado.

"Ciertamente, él ha estudiado a todos sus predecesores, él esta consciente de la herencia retórica de la que se nutre", explica Haskins. "Claramente, él se ve como un descendiente de oratoria política de Abraham Lincoln y Martin Luther King".

"Está llamando a los fantasmas de líderes anteriores y presidentes que los estadounidenses han aprendido a reverenciar".

ECO DEL PASADO. (Ejemplo)

MARTIN LUTHER KING: 
Puede ser que yo no llegue con ustedes pero quiero que ustedes sepan esta noche que nosotros como un pueblo vamos a recibir la tierra prometida.

BARACK OBAMA: 
El camino por delante será largo. Nuestra subida será empinada. Tal vez no lleguemos en un año o en un término. Pero, Estados Unidos, nunca he tenido más esperanzas de las que tengo esta noche de que vamos a llegar. Les prometo, que nosotros como un pueblo vamos a llegar.


Tras ganar las elecciones, su discurso en Chicago fue el eco de dos de los discursos más famosos en la historia de EE.UU., las palabras que pronunció Abraham Lincoln en Gettysburg en 1863 y las que dijo el asesinado defensor de los derechos civiles, Martin Luther King el día antes de su muerte.

Philip Collins, quien redactor los discursos políticos del ex primer ministro  británico, Tony Blair, no tiene dudas de que Obama le debe su éxito a sus dones oratorios.
"Él ha mostrado el poder de la fuerza retórica brillante", dice Collins, uno de los principales escritores del diario británico Times.
Inicialmente, los discursos de Obama, pigmentados con referencias a ideales como "cambio", "promesa" y "convicción", provocaron la crítica de que les faltaba contenido y política.
Empezó a agregar detalles de política en la medida en que progresó la campaña. Pero su discurso en la Convención Demócrata fue visto como menos encantador por algunos observadores, precisamente debido al número de propuestas concretas que contenía.

Minado por personalidades.

Haskins asegura que Obama tiene otras técnicas para evitar la crítica de que su discurso es pura retórica, agregándole profundidad a lo abstracto con sólidas ilustraciones.
"La retórica siempre tiene la connotación de ser sobre apariencias más que realidad, pero él no suena falso. Él juega con las abstracciones que le permiten cierto tipo de maniobra retórica y las llena con ejemplos específicos y concretos", agregó.

Su discurso de victoria, pronunciado en Chicago, canalizó amplias ideas sobre la lucha de una generación a través de los ojos de Ann Nixon Cooper, de 106 años, quien se ha convertido en una celebridad por su propio mérito.
Pero, ¿corre el riesgo la poesía de su campaña de caer cuando se enfrenta al papel más prosaico de ocupar un cargo?

Muchos comentaristas resaltan el discurso "Una unión más perfecta", pronunciado en marzo de 2008 tras el escándalo sobre el sermón  su antiguo pastor, Reverendo Jeremiah Wright, como uno de los mejores dichos por Obama.

 La debilidad de la retórica de Obama hasta ahora es que es muy agradable.
Philip Collins, periodista.

La evidencia de los incendiados sermones del reverendo Wright amenazaban con perjudicar la candidatura de Obama pero su respuesta pudo responder las preguntas de raza en la sociedad estadounidense con delicadeza.

Fue un discurso que envolvió la experiencia de diferentes razas juntas, expresando un entendimiento de los muy arraigados sentimientos de cada uno y presentándose a sí mismo como la personificación de unidad.

Para Collins, sigue siendo el único discurso, hasta el momento, que no desaparecerá. Los inspiradores discursos de campaña, sin embargo, aunque perfectamente pronunciados, indicó, no ponen a prueba la verdadera medida de un político. Lo que sí lo hace es un discurso que intenta cambiar las opiniones de aquellos que están en desacuerdo.

"La debilidad de la retórica de Obama hasta ahora es que es muy agradable. No hay nada que él diga con lo que se puede estar en desacuerdo. Necesitamos esperar por los grandes momentos, los retos de política exterior, para los grandes discursos de Obama".

"Es el tono"

Sin embargo, sólo hay que imprimir y leer una transcripción de un discurso de Obama y puede ser que se sienta defraudado. Virginia Sapiro, profesora de ciencia política de la Universidad de Boston, piensa que la forma en que él pronuncia sus discursos es tan importante como sus palabras.
"Él se ve siempre en posesión de sí mismo -él es muy calmado, con una paz interior en su entrega que es muy importante".

 Su estilo es básicamente es estilo de una iglesia, es  religioso.
Philip Collins

Haskins está de acuerdo: "He estado revisando sus discursos textualmente. El texto por sí solo no nos puede decir por qué son tan poderosos. Es la forma en que los pronuncia".

Él puede tener calma, resalta Collins, pero la extensión de su entrega, la forma en que altera su tono y ritmo, se asemeja mucho al de una canción.

"Su estilo es básicamente de iglesia, es religioso: la forma en que saborea algunas palabras y dispara otras, la entonación, el énfasis, las pausas y los silencios", explica.

"Es casi como si cantara, de la misma forma que una prédica es casi como una canción. Toda escritura tiene un ritmo y él lo resalta, entona. Es sobre el tono, no la lírica, en el caso de Obama".

Nota

Obama es un maestro en identificar aquellos puntos que pueden suponer un conflicto en su carrera y afrontarlo de forma directa, natural e incluso divertida, antes de que supongan un obstáculo. 

En su discurso de presentación en la Convención Demócrata de 2004, recalcó que “un caso como el suyo sólo podía darse en un país como éste”. Es decir, consigue que argumentos que podrían ser un arma arrojadiza en manos de sus adversarios se conviertan en una baza para su triunfo: padre extranjero, familia desestructurada, pareja interracial, infancia en el extranjero, antecedentes familiares musulmanes… “Me pusieron un nombre africano, Barack o Bendecido, con la convicción de que en una América tolerante el nombre no es una barrera para triunfar. (…) Hoy estoy aquí, agradecido a la diversidad de mi herencia. (…) Estoy aquí, sabiendo que (…) y que en ningún otro país de la tierra es posible mi historia”, ha dicho. Empatizar con la audiencia.

Obama recrea situaciones que su audiencia pueda identificar fácilmente. 


Así les da a entender que es alguien como ellos, que entiende sus angustias y que comparte sus miedos. Y también que comparte los sueños de los demás: “Yo sé algo sobre ese sueño. Yo no nací en un hogar rico. Fui educado por una madre soltera con la ayuda de mis abuelos, que crecieron en una pequeña ciudad de Kansas, fueron a la escuela gracias a la Ley del Soldado, y compraron su casa a través de un préstamo de la Dirección federal de la Vivienda. Mi madre tuvo que recurrir en una ocasión a los cupones canjeables por comida de la asistencia pública, pero a pesar de todo consiguió, gracias también a las becas, que dispusiera de la oportunidad de ir a las mejores escuelas. Mi madre me ayudó a entrar en
algunas de las mejores universidades y me concedió préstamos que Michelle [su mujer] y yo terminamos de pagar no hace muchos años”.

Nunca descalifica.

Ante las críticas, por muy duras que sean, Obama se esfuerza en plantar cara de forma cortés, pero firme. En cierto momento de la anterior campaña electoral tuvo que enfrentarse a una situación delicada en que un senador conservador, en una conferencia dentro de una iglesia, le amonestó subrepticiamente por ser negro y le dio la bienvenida a su casa, haciendo alusión a la mayoría caucásica que estaba en el auditorio. Obama, lejos de responder al insulto, arrancó el discurso ensalzando las virtudes del senador que acababa de hablar.

Busca un terreno en común.

Como se analiza en el libro Hablar como Obama, el líder norteamericano es capaz de conectar con un auditorio compuesto por mujeres trabajadoras, agradeciendo el esfuerzo de su madre trabajadora, de su abuela trabajadora y de su mujer trabajadora. Es capaz de convencer a un público de trabajadores sociales de Florida apelando a su pasado como trabajador social en Chicago. Un buen líder tiene que hacer eso, debe molestarse en conocer a su audiencia y en encontrar los resortes que le permitan llegar a ellos. Pueden ser referencias incluso deportivas, universitarias, de tus experiencias…

Usa mensajes cortos.

Obama domina las frases de 20 segundos. Crea eslóganes y frases muy fáciles de recordar. Trabaja sus discursos en profundidad, puliendo las frases y las palabras que mejor pueden transmitir el mensaje que quiere comunicar. El famoso “ yes, we can”, entra dentro de esta categoría. Es un lenguaje de palabras simples y verbos de acción, recalcando las ideas principales en las oraciones más sencillas de construir gramaticalmente.

Utiliza pronombres personales.

El empleo del yo ayuda también a la personalización del mensaje, la utilización del nosotros introduce a la audiencia en el mensaje y resulta integrador: no soy yo quien lo consigue, somos nosotros; tú participas conmigo Deben combinarse los dos: “Conozco a estos niños. Sé de su desesperanza. Yo empecé mi carrera profesional hace dos décadas como trabajador social en las calles del South Side de Chicago. Trabajé con padres, profesores y líderes locales para luchar por su futuro… Y, aunque conozco la desesperanza, conozco también la esperanza. Sé que si llevamos programas de educación elemental a estas comunidades…”

Recurre a imágenes conceptuales.

Obama  cuenta historias que ayudan a generar imágenes en la mente del oyente y lo hace con gran profusión de detalles. Utiliza muchos ejemplos de la historia con un lenguaje muy poético que suscita imágenes. En el discurso de investidura, por ejemplo, terminó dando esperanza a la gente aportando una anécdota de la guerra de independencia. Hablaba de cómo un pequeño grupo de hombres soportaban los rigores del frío invierno frente a un fuego de campamento y de cómo habían cruzado el río en esas condiciones y habían vencido a los ingleses.

Elige un lenguaje positivo y afirmativo.

Recurre a citas de otras personas, conoce a su audiencia y nunca enumera. Habla a las emociones y en este sentido una enumeración restaría emoción, imprimiendo un aire formal y lejano al discurso. En lugar de eso estructura su discurso con el recurso a la reiteración de la misa fórmula, del giro, del bucle: “Que no quepa duda de las dificultades a las que nos enfrentamos (…)”; “Nos enfrentamos a la creencia de qué es correcto…”; “Nos enfrentamos a décadas de partidismo…”

Domina la voz.
Trabaja bien la entonación, jugando con el volumen, el ritmo y la modulación. Eleva el tono cuando quiere enfatizar algo y lo baja para mostrar desaprobación. Juega con el ritmo, acelerándolo con el empleo de repeticiones de ideas y de frases entrecortadas y ralentizándolo en el resto del discurso. Así consigue atraer la atención sobre las ideas que
quiere resaltar. También juega con las pausas y los silencios.

Lenguaje gestual.

Gesticula mientras habla con ademanes suaves, pero firmes, y a veces refrenda sus palabras con signos imaginarios: como hacer que llama a la puerta o que escribe en el aire o para detener imaginariamente una idea. Su insistencia en ponerse la mano en el corazón en los momentos clave, confiere sinceridad a sus palabras.

Mira a los ojos.

Siempre que acude al estrado lo hace aplaudiendo a su audiencia y cuando se dirige a ella va oscilando lentamente de izquierda a derecha, con ello transmite respeto hacia sus oyentes y que les habla a ellos, por eso quiere mirarlos uno a uno, como si les mirase a los ojos.

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