La voz tiene un significado especial en la oratoria, es la base de la expresión oral. Una buena voz –natural o cultivada- facilita la labor del orador y le da un apoyo sólido durante su exposición. Por lo general, se descuida o no se toma en cuenta este aspecto de la expresión oral, disminuyendo de esta manera la habilidad de comunicación eficaz.
Para hablar en público –como dice el Dr. Loprete -, lo ideal sería tener “una voz expedita, llena, suave, flexible, sana, dulce, amable, clara, limpia, penetrante y que dure en los oídos”. La voz humana –según los especialistas- debe tener las siguientes características:
Tono:
Es la altura musical de la voz. Según el tono, las voces humanas se clasifican en agudas o graves. La escala de registros de altura permite clasificar a las voces masculinas, por lo común, en tres categorías: tenor, barítono y bajo. Existen también tipos de voces intermedias. Desde el punto de vista oratorio, la mejor voz es la del barítono.
Timbre:
Es el matiz personal de la voz. Es un fenómeno complejo y está determinado por el tono fundamental y los armónicos o tonos secundarios. Por el timbre se reconoce a la persona que habla, aun cuando no se la perciba. Hay voces bien timbradas y agradables, mas las hay también blancas, roncas y chillonas.
Cantidad:
Es la duración del sonido. Según la cantidad, los sonidos pueden ser largos o breves, con toda la gama intermedia de semilargos, semibreves, etc. La cantidad suele depender, en general, de las características de cada idioma, de los hábitos lingüísticos de las regiones o países, de la psicología del habitante, etc.
Intensidad:
Es la mayor o menor fuerza con que se produce la voz. Hay voces fuertes y voces débiles. En fonética, se denomina acento al conjunto de los anteriores elementos, cuya combinación especial en cada idioma, en cada región de un mismo idioma y aun en cada individuo, da a ese idioma o habla una característica distintiva.
ORADOR Y LAS CUALIDADES PARA UNA BUENA VOZ.
La voz de un orador –según los especialistas- debe reunir los siguientes requisitos: calidad, alcance, intensidad, claridad, pureza, resistencia y flexibilidad. Muchos de estos requisitos son innatos, pero otros se pueden adquirir a través de la práctica constante.
Calidad:
Una voz hermosa, es una gracia de la naturaleza, pero una voz desagradable, puede corregirse en gran parte mediante ejercicios y educación. Una voz de buena calidad estética produce sobre el auditorio efectos cautivadores. Quien no posea esta gracia, deberá esforzarse al máximo para superar los defectos mediante una ejercitación adecuada.
Alcance:
El orador debe estar en condiciones de hablar a cualquier distancia para superar las contingencias de las salas grandes o la falta de amplificadores. Recordemos que el alcance de una voz no es lo mismo que la sonoridad o la fuerza, son cosas diferentes; Hay voces fuertes que no llegan lejos, mientras que hay débiles que si lo consiguen. En ausencia de condiciones favorables, es una necesidad hacer llegar la voz hasta la última fila del público.
Claridad:
Una buena voz debe ser clara, esto es perfectamente perceptible. Deben escucharse todas y cada una de las palabras del discurso, aún las de tono bajo y de menor intensidad. Esto requiere que se articulen perfectamente todos los sonidos, con las diferencias naturales que existen entre ellos, para evitar confusiones.
Pureza:
La claridad tiene relación con la pureza de la voz. Una buena voz debe ser pura, en el sentido de no estar viciada por defectos del aparato vocal o fallas de articulación y fonación. Estos vicios -que deben curarse, corregirse o evitarse- suelen ser: la gangosidad, el tartamudeo, la nasalización, el jadeo, el bisbiseo, el hablar sibilante y el tartajeo.
Resistencia:
El orador tiene que hacer grandes esfuerzos para hablar durante largo tiempo y esto no podrá realizarlo sin una voz durable y resistente. La condición fundamental reaparece: la impostación. Las voces mal colocadas se fatigan y se agotan, por eso, en nuestras clases de oratoria, solemos entrenar a los alumnos para que estén en condiciones de hablar hasta un mínimo de 45 minutos sin fatigarse.
Flexibilidad:
La última cualidad de la voz es la flexibilidad o sea la capacidad que debe tener de variar el tono, la intensidad, el alcance, la velocidad, la entonación y las pausas, para darle una fisonomía variable y atrayente. Nada es tan contrario a la oratoria como una voz monótona, siempre igual a sí misma, que no se modifica a lo largo de una disertación. Esto fastidia la atención del público y provoca el desinterés.
LA RESPIRACIÓN
La respiración es un proceso fisiológico por el cual los organismos vivos toman oxígeno del medio circundante y desprenden dióxido de carbono. Asimismo, la respiración es el mecanismo que permite que los seres humanos puedan hablar, es decir, pronunciar vocales y consonantes que unidas forman palabras de un determinado idioma, constituye práctica fundamental para el dominio efectivo de la oratoria. La respiración consta de dos partes: La inspiración (toma de aire) y la expiración (expulsión del aire) con esta última se produce la voz.
A decir de los especialistas, existen dos tipos de respiración; una llamada “clavicular” y la otra “diafragmática” o “abdominal”. La primera es la que realizamos cuando levantamos los hombros e hinchamos la caja toráxica para inhalar la mayor cantidad posible de aire, esta respiración es buena para practicar deportes, más no así para la oratoria. En cambio, la segunda, si es apta para la oratoria pues permite inspirar más aire y utilizar el diafragma al momento de hablar, en líneas posteriores explicaremos brevemente sus características más saltantes.
LA RESPIRACIÓN DIAFRAGMÁTICA.
La respiración diafragmática es la que consiste en tomar aire sin levantar los hombros y llevarlo a la parte inferior de los pulmones; ahí se encuentran las costillas flotantes que por ser movibles permiten el ingreso de mayor cantidad de aire y por consiguiente poder hablar más. A continuación brindamos un método sencillo para aprender a respirar diafragmáticamente:
1. Con los dedos índice y pulgar toque las últimas costillas de ambos lados de su cuerpo.
2. Inspire lenta y profundamente sin levantar los hombros tratando de llevar el aire a la parte inferior de los pulmones.
3. En la parte inferior se halla un músculo llamado “diafragma” el cual actuará como pistón cuando usted comience a hablar.
4. Su voz debe salir al compás del aire expirado; si habla fuerte, hará presión en el diafragma; si habla despacio, distenderá el diafragma.
5. Recuerde, mientras más aire inspire mas tiempo y fuerza tendrá para hablar.
Este tipo de respiración permite hablar con claridad y facilidad sin fatigar el aparato de fonación y sin el peligro de quedar afónicos. Inicialmente, este ejercicio de respiración diafragmática puede hacerse también acostado sobre la cama, practíquelo de la siguiente manera:
• “Antes de levantarse por la mañana, quite la almohada y recostado a lo largo de su espalda coloque una mano en las costillas bajas y la otra ligeramente sobre el abdomen. Relájese. Descanse todo su cuerpo en la cama. Ahora, inhale a través de las ventanas de la nariz; lenta, pausada y profundamente, mientras cuenta mentalmente: uno, dos, tres, cuatro, etc.
• Mientras inhala, advierta: (a) el abdomen gradualmente se expande, (b) los lados se extienden a través de la expansión de las costillas inferiores, (c) el pecho se levanta mientras inhala. Los hombros no se levantan. Guarde la respiración mientras cuenta mentalmente hasta cuatro (cuatro segundos), luego deje salir el aire de pronto y advierta la caída del abdomen y el pecho inferior. Recuerde, la inspiración debe ser lenta y profunda, la expiración súbita y completa”.
ESQUEMA DE LA RESPIRACIÓN DIAFRAGMÁTICA:
DIAFRAGMA Y RESPIRACIÓN:
Cuando el diafragma se contrae y se mueve hacia abajo, los músculos pectorales menores y los intercostales presionan las costillas hacia fuera. La cavidad toráxica se expande y el aire entra muy deprisa en los pulmones a través de la tráquea para llenar el vacío resultante. Cuando el diafragma se relaja, adopta su posición normal, curvado hacia arriba; entonces los pulmones se contraen y el aire se expele.
LA ARTICULACIÓN Y LA FONACIÓN
Por articulación entendemos la pronunciación clara y distinta de las palabras y tiene que ver con la posición de los órganos de la voz para la pronunciación correcta de una vocal o consonante. Un problema bastante frecuente, entre los que se inician en el campo de la oratoria, lo constituye la articulación; muchos llegan con una serie de incorrecciones que tienden a desvirtuar el mensaje pronunciado.
La mala pronunciación de consonantes o vocales, o una pronunciación a medias, dan como resultado una pobre expresión oral. A continuación un ejemplo de mala articulación:
_ Oe, ontá Pedro
_ ¿Pa’qué lo buscas?
_ Pa’ darle un candao que me dejó su cuñao.
_ El tá en cama, tá enfermo.
_ ¿Oe, pero ta’ bien o ta’ mal?
Aquí vemos, como muchas consonantes son omitidas y como muchas vocales al unirse producen un sonido cacofónico que muchas veces no son entendidas con facilidad por los oyentes. Esta expresión es pobre y desagradable. Por ello, tengamos presente que articular bien, es pronunciar distintamente todas las consonantes y vocales; articular bien nos permite, entre otras cosas, hacernos comprender con claridad, incluso cuando hablamos en voz baja.
Una buena articulación proporciona la debida comprensión de lo que se diga, lo cual constituye la mejor manera de mantener y desarrollar el interés de los oyentes hacía nuestro mensaje.
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE ARTICULACIÓN:
A continuación presentamos una serie de ejercicios, cuya práctica y dominio nos permiten lograr una correcta pronunciación de las vocales y consonantes.
• Lleve los labios hacia atrás pronunciando mentalmente la vocal “i” y luego llévelos hacia delante pronunciando la vocal “u”, hacerlo rápidamente durante treinta segundos, ayuda a fortalecer los músculos de la boca para una correcta vocalización.
• Realice movimientos circulares con la lengua por la paredes internas de la boca, como sacando chocolate alojado en las encías. Hágalo durante 30 segundos.
• Parado delante de un espejo -para observar el juego de los labios- comience por vocalizar primero las cinco vocales (a, e, i, o, u) esmerándose para que suenen claras, sin levantar, ni forzar el tono de voz. A intervalos descanse.
• Realice la siguiente gimnasia vocálica.
AA - AE - AI - AO - AU
EA - EE - EI - EO - EU
IA - IE - II - I O - IU
OA - OE - OI - OO - OU
UA - UE - UI - UO – UU
• Siempre delante del espejo, vocalice las silabas as, es, is, os, us, hasta conseguir que la “s” suene clara, pero no silbante.
• Vocalice palabras con consonantes liquidas (l y r) tales como: clamor, clero, clima, clon, club, práctica, precoz, privado, producto, prusiano, etc.
• Muerda un lápiz a modo de freno para caballos, para obstaculizar la articulación de las palabras y lea, con una sola respiración, un texto cualquiera esforzándose por pronunciar lo mejor posible a pesar de la traba.
• Lea libros cuya temas salgan de lo común, sin pronunciar sonidos, pero usando los labios y la lengua para modular palabras.
• Vocalice palabras terminadas en “do” (asado, cansado, pelado), etc. Para evitar decir: asao, cansao, pelao.
• Lea en voz alta, primero pronunciando clara y correctamente el texto y luego dándole expresividad.
• Juegue con el sonido de las letras m, n, ñ produciendo resonancia en su pecho, sintiendo profundidad. Ejemplo:
- Tam - bién, - Cam -bio,
- Ram - pa, - Can - ción,
- Cen - tau - ro, - Con - ven - to,
- Cum - ple - años, - Cun - dir,
- Cu - ña, - Pu - ñe - te,
- Ca - ña, - Ca - ñe – ría.
• Habitúese a cantar todos lo días para conocer su voz y cultivarla. También es importante cantar con los labios cerrados, haciendo uso de los resonadores (expulsando las notas musicales por las fosas nasales)
EL SONIDO ARTICULADO:
El sonido articulado se origina en los pulmones; el aire expulsado por los órganos sale a través de los bronquios y la traquea. Al llegar a la laringe, se encuentra con las cuerdas vocales, dos tendones que al paso del aire se aproximan entre sí, o bien comienzan a vibrar, dando lugar al sonido. El sonido se modifica por último, al llegar a los órganos situados fundamentalmente en la cavidad bucal: lengua, labios, dientes y paladar, originando como resultado final el sonido articulado, base del lenguaje verbal humano.
El estudio de la articulación indica el lugar exacto donde se producen las vocales y las consonantes y los órganos que intervienen, o sea, la producción misma de esas vocales y consonantes, solas o combinadas; en sílabas, en palabras o en frases. Estos procesos son estudiados, principalmente por la fonética.
Conviene, sin embargo, tener presente que deben ser consideradas como aceptables, la articulación y pronunciación del hombre culto medio, conforme a las modalidades idiomáticas del país. En nuestro país se ha de tomar por modelo el habla de la gente de cultura general media, también sin vulgarismo ni pedantismo. A propósito, estas recomendaciones nos traen de jalón el asunto de los regionalismos, forma peculiar de hablar de una determinada población ubicada en un espacio geográfico determinado
LOS REGIONALISMOS:
En las diferentes regiones del Perú se utilizan y se entonan en el habla popular, una serie de palabras que por ser privativas de una determinada zona devienen en regionalismos; dándole una peculiar característica a nuestro idioma español. Citemos algunas oraciones que utilizan vocablos, modismos y giros propios de una región para confirmar nuestro planteamiento.
En Tarapoto:
_ ¿Qué ya vuelta estás haciendo Fan?, mira tu cara, esta toda posheca, parece que te hubiera dado manchari, chó.
_ ¿Que estas haciendo Juan?, mira tu cara, está toda pálida, parece que te hubiera dado “susto”.
En Piura:
_ Wa, antes yo te he visto llevando acucho a un churre feicisísimo.
_ Oye, yo te he visto llevando sobre tus hombros a un niño muy feo.
En Cajamarca:
_ Llasque, si yo te he visto ashuturado comiendo tu chane de cecinas shilpidas.
_ ¡Que va a ser!, si yo te he visto en cuclillas comiendo tu fiambre de cecinas deshilachadas
Esta forma peculiar de expresarse y al conjunto de palabras utilizadas en su expresión verbal –ajenas a la norma estándar del español- es lo que podríamos llamar regionalismo.
Como utilizar los regionalismos en las comunicaciones formales:
Que hacer si soy selvático y tengo que dar un discurso en Lima, ¿tendré que hablar como lo hacen los limeños? o, simplemente hablar como hablan en mi tierra y punto. Ante esta situación hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
• De acuerdo a las nuevas corrientes lingüísticas, uno debe de hablar como se habla en su tierra; la lengua no es algo inmutable, está en constante cambio de ahí que no podamos afirmar arbitrariamente cual forma de hablar es la buena y cual es la mala. Por consiguiente no debemos, necesariamente, ceñirnos a una norma estándar establecida.
• Para efectos de una mejor emisión y recepción del discurso, nosotros sugerimos que uno tiene que hablar adecuándose a las características idiomáticas del público al que se dirige, es decir según su nivel cultural, según su forma peculiar de hablar y con las palabras que éste entienda. Si nos vemos precisados a utilizar nuestros regionalismos, hagámoslo precisando sus equivalentes en la lengua general.
LA IMPOSTACIÓN DE LA VOZ.
Toda persona que haga uso profesional de la palabra, debe tener su voz impostada, es decir, colocada correctamente. Impostar es fijar la voz en las cuerdas vocales para emitir el sonido en su plenitud sin vacilación, ni temblor. Cuando no lo está, se habla con esfuerzo y se producen trastornos que el orador debe evitar. Hablar con la voz impostada es hablar sin esfuerzo, con naturalidad, aprovechando al máximo las condiciones fisiológicas del aparato de fonación.
La impostación de la voz consiste en apoyarla en la base de la caja toráxica, respirando de manera que descienda la tráquea, el aire salga con libertad y produzca los sonidos con amplitud y en su mejor calidad. Esto requiere una educación especial que suele estar a cargo de médicos foniatras, profesores de canto u otros especialistas. Sólo así conseguirá el orador colocar su voz en un tono natural para mantener la palabra, por mas tiempo sin fatigarse y matizarla con amplitud, en su grado óptimo.
IMPOSTACION VOCAL
La impostación vocal se utiliza tanto en el canto como en la oratoria, ella permite fijar la voz en las cuerdas vocales para emitir el sonido en su plenitud sin vacilación ni temblor.
El Dr. Loprete, a quien pertenece la mayoría de ideas vertidas en el presente capítulo, manifiesta que hay tres elementos determinantes de la voz humana: el organismo, el ambiente y la personalidad.
La parte orgánica condiciona la voz, pues esta depende en gran parte de la conformación del aparato vocal y del estado físico general. El ambiente tiene también su importancia, pues muchos hábitos elocutivos provienen de la imitación o del contagio, como por ejemplo, la típica tonada o acento regional. Por último, la personalidad también influye, pues revela indudablemente el temperamento, el carácter y el yo del hablante.
Impostar la voz es colocar nuestro timbre (matiz personal de la voz) de acuerdo a los requerimientos del auditorio. Nos permite adoptar nuestro propio timbre de voz y hablar sin fatiga durante un largo período. Es necesario conocer la amplitud de nuestra voz en tres niveles: agudo, medio y grave a través del siguiente método:
1. Realizar una profunda respiración abdominal.
2. Expresar el sonido de la vocal “a” de diferentes maneras posibles, sin apretar o forzar la garganta.
3. De esas emisiones, escoger la que resulte más fácil de expresar y la que es más vibrante.
4. Tome ese sonido como nota media y lea un escrito, tratando de que su voz gravite alrededor de esa nota.
5. Trate de evitar las desviaciones, que, a causa de su amplia escala, generan riesgos más extremos.
OTRAS CARACTERÍSTICAS DE LA ELOCUENCIA:
LA VELOCIDAD:
Se llama rapidez o tiempo, a la velocidad ordinaria de la conversación o discurso. La rapidez del discurso varía según la personalidad del orador, las circunstancias y principalmente, según las emociones o ideas que se expresan. Habitualmente las personas se expresan con distinta rapidez y lo que en unas es natural y agradable, en otras es falsa y desagradable. En ese sentido podemos recomendar que al dirigirnos a un público numeroso, la velocidad deberá ser menor que cuando nos dirigimos a un público pequeño.
Asimismo, la exposición de ideas abstractas, de estadísticas, de razonamientos difíciles o complicados, debe ser lenta; mientras que las ideas sencillas puedan decirse con mayor rapidez. En cuanto a las emociones; las de alegría, gozo, etc., son más rápidas que las de dolor, pena y tristeza. Los discursos solemnes exigen también un ritmo majestuoso, lento, mientras que las arengas militares o la polémica permiten más rapidez.
LAS PAUSAS Y SILENCIOS:
En íntima relación con la rapidez y duración de un discurso –según Loprete- están las pausas. Estas se anuncian en lo escrito por los signos de puntuación y en el discurso oral, por la duración relativa del silencio. En el discurso leído, las pausas se hacen normalmente en mayor número que los signos escritos. Deben aprovecharse en todos los casos para aspirar aire. Las pausas no deben ser largas, deben guardar relación con los signos que normalmente se respetarían en una lectura.
Las pausas se utilizan para separar los grupos naturales de ideas de un párrafo, para anticipar palabras, frases o ideas que deseamos destacar y para meditar lo que se va a decir a continuación en el último caso, el oyente no deberá notar esta estratagema. Existe por ejemplo la formula 7 – 7 que consiste en pronunciar siete palabras y hacer una pausa, otras siete palabras y otra pausa. Pero existen oradores que hacen pausas largas con cada dos o tres palabras pronunciadas, convirtiendo su discurso en un monumento a la desesperación y al aburrimiento.
RECOMENDACIONES IMPORTANTES:
La voz, es un valioso aliado que debemos utilizar con propiedad para que nuestras alocuciones resulten exitosas y satisfactorias, en ese sentido debemos tener presente las siguientes recomendaciones:
• Evitar fumar cigarrillos y todo tipo de tabaco.
• No abusar de las bebidas alcohólicas.
• Evitar la ingesta de líquidos muy calientes.
• Evitar la ingesta de líquidos muy fríos.
• No exponerse a bajas temperaturas de frío.
• No “hablar” con la garganta y mucho menos gritar.
• Realizar ejercicios de inspiración y expiración.
• Ejercitar el diafragma con una correcta respiración abdominal.
• Ejercitar los músculos cercanos a la boca.
• Realizar ejercicios de articulación y vocalización.
• Y finalmente, ejercite su voz a través del canto o de las lecturas a viva voz.
ORADOR Y LAS CUALIDADES PARA UNA BUENA VOZ.
La voz de un orador –según los especialistas- debe reunir los siguientes requisitos: calidad, alcance, intensidad, claridad, pureza, resistencia y flexibilidad. Muchos de estos requisitos son innatos, pero otros se pueden adquirir a través de la práctica constante.
Calidad:
Una voz hermosa, es una gracia de la naturaleza, pero una voz desagradable, puede corregirse en gran parte mediante ejercicios y educación. Una voz de buena calidad estética produce sobre el auditorio efectos cautivadores. Quien no posea esta gracia, deberá esforzarse al máximo para superar los defectos mediante una ejercitación adecuada.
Alcance:
El orador debe estar en condiciones de hablar a cualquier distancia para superar las contingencias de las salas grandes o la falta de amplificadores. Recordemos que el alcance de una voz no es lo mismo que la sonoridad o la fuerza, son cosas diferentes; Hay voces fuertes que no llegan lejos, mientras que hay débiles que si lo consiguen. En ausencia de condiciones favorables, es una necesidad hacer llegar la voz hasta la última fila del público.
Claridad:
Una buena voz debe ser clara, esto es perfectamente perceptible. Deben escucharse todas y cada una de las palabras del discurso, aún las de tono bajo y de menor intensidad. Esto requiere que se articulen perfectamente todos los sonidos, con las diferencias naturales que existen entre ellos, para evitar confusiones.
Pureza:
La claridad tiene relación con la pureza de la voz. Una buena voz debe ser pura, en el sentido de no estar viciada por defectos del aparato vocal o fallas de articulación y fonación. Estos vicios -que deben curarse, corregirse o evitarse- suelen ser: la gangosidad, el tartamudeo, la nasalización, el jadeo, el bisbiseo, el hablar sibilante y el tartajeo.
Resistencia:
El orador tiene que hacer grandes esfuerzos para hablar durante largo tiempo y esto no podrá realizarlo sin una voz durable y resistente. La condición fundamental reaparece: la impostación. Las voces mal colocadas se fatigan y se agotan, por eso, en nuestras clases de oratoria, solemos entrenar a los alumnos para que estén en condiciones de hablar hasta un mínimo de 45 minutos sin fatigarse.
Flexibilidad:
La última cualidad de la voz es la flexibilidad o sea la capacidad que debe tener de variar el tono, la intensidad, el alcance, la velocidad, la entonación y las pausas, para darle una fisonomía variable y atrayente. Nada es tan contrario a la oratoria como una voz monótona, siempre igual a sí misma, que no se modifica a lo largo de una disertación. Esto fastidia la atención del público y provoca el desinterés.
LA RESPIRACIÓN
La respiración es un proceso fisiológico por el cual los organismos vivos toman oxígeno del medio circundante y desprenden dióxido de carbono. Asimismo, la respiración es el mecanismo que permite que los seres humanos puedan hablar, es decir, pronunciar vocales y consonantes que unidas forman palabras de un determinado idioma, constituye práctica fundamental para el dominio efectivo de la oratoria. La respiración consta de dos partes: La inspiración (toma de aire) y la expiración (expulsión del aire) con esta última se produce la voz.
A decir de los especialistas, existen dos tipos de respiración; una llamada “clavicular” y la otra “diafragmática” o “abdominal”. La primera es la que realizamos cuando levantamos los hombros e hinchamos la caja toráxica para inhalar la mayor cantidad posible de aire, esta respiración es buena para practicar deportes, más no así para la oratoria. En cambio, la segunda, si es apta para la oratoria pues permite inspirar más aire y utilizar el diafragma al momento de hablar, en líneas posteriores explicaremos brevemente sus características más saltantes.
LA RESPIRACIÓN DIAFRAGMÁTICA.
La respiración diafragmática es la que consiste en tomar aire sin levantar los hombros y llevarlo a la parte inferior de los pulmones; ahí se encuentran las costillas flotantes que por ser movibles permiten el ingreso de mayor cantidad de aire y por consiguiente poder hablar más. A continuación brindamos un método sencillo para aprender a respirar diafragmáticamente:
1. Con los dedos índice y pulgar toque las últimas costillas de ambos lados de su cuerpo.
2. Inspire lenta y profundamente sin levantar los hombros tratando de llevar el aire a la parte inferior de los pulmones.
3. En la parte inferior se halla un músculo llamado “diafragma” el cual actuará como pistón cuando usted comience a hablar.
4. Su voz debe salir al compás del aire expirado; si habla fuerte, hará presión en el diafragma; si habla despacio, distenderá el diafragma.
5. Recuerde, mientras más aire inspire mas tiempo y fuerza tendrá para hablar.
Este tipo de respiración permite hablar con claridad y facilidad sin fatigar el aparato de fonación y sin el peligro de quedar afónicos. Inicialmente, este ejercicio de respiración diafragmática puede hacerse también acostado sobre la cama, practíquelo de la siguiente manera:
• “Antes de levantarse por la mañana, quite la almohada y recostado a lo largo de su espalda coloque una mano en las costillas bajas y la otra ligeramente sobre el abdomen. Relájese. Descanse todo su cuerpo en la cama. Ahora, inhale a través de las ventanas de la nariz; lenta, pausada y profundamente, mientras cuenta mentalmente: uno, dos, tres, cuatro, etc.
• Mientras inhala, advierta: (a) el abdomen gradualmente se expande, (b) los lados se extienden a través de la expansión de las costillas inferiores, (c) el pecho se levanta mientras inhala. Los hombros no se levantan. Guarde la respiración mientras cuenta mentalmente hasta cuatro (cuatro segundos), luego deje salir el aire de pronto y advierta la caída del abdomen y el pecho inferior. Recuerde, la inspiración debe ser lenta y profunda, la expiración súbita y completa”.
ESQUEMA DE LA RESPIRACIÓN DIAFRAGMÁTICA:
DIAFRAGMA Y RESPIRACIÓN:
Cuando el diafragma se contrae y se mueve hacia abajo, los músculos pectorales menores y los intercostales presionan las costillas hacia fuera. La cavidad toráxica se expande y el aire entra muy deprisa en los pulmones a través de la tráquea para llenar el vacío resultante. Cuando el diafragma se relaja, adopta su posición normal, curvado hacia arriba; entonces los pulmones se contraen y el aire se expele.
LA ARTICULACIÓN Y LA FONACIÓN
Por articulación entendemos la pronunciación clara y distinta de las palabras y tiene que ver con la posición de los órganos de la voz para la pronunciación correcta de una vocal o consonante. Un problema bastante frecuente, entre los que se inician en el campo de la oratoria, lo constituye la articulación; muchos llegan con una serie de incorrecciones que tienden a desvirtuar el mensaje pronunciado.
La mala pronunciación de consonantes o vocales, o una pronunciación a medias, dan como resultado una pobre expresión oral. A continuación un ejemplo de mala articulación:
_ Oe, ontá Pedro
_ ¿Pa’qué lo buscas?
_ Pa’ darle un candao que me dejó su cuñao.
_ El tá en cama, tá enfermo.
_ ¿Oe, pero ta’ bien o ta’ mal?
Aquí vemos, como muchas consonantes son omitidas y como muchas vocales al unirse producen un sonido cacofónico que muchas veces no son entendidas con facilidad por los oyentes. Esta expresión es pobre y desagradable. Por ello, tengamos presente que articular bien, es pronunciar distintamente todas las consonantes y vocales; articular bien nos permite, entre otras cosas, hacernos comprender con claridad, incluso cuando hablamos en voz baja.
Una buena articulación proporciona la debida comprensión de lo que se diga, lo cual constituye la mejor manera de mantener y desarrollar el interés de los oyentes hacía nuestro mensaje.
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE ARTICULACIÓN:
A continuación presentamos una serie de ejercicios, cuya práctica y dominio nos permiten lograr una correcta pronunciación de las vocales y consonantes.
• Lleve los labios hacia atrás pronunciando mentalmente la vocal “i” y luego llévelos hacia delante pronunciando la vocal “u”, hacerlo rápidamente durante treinta segundos, ayuda a fortalecer los músculos de la boca para una correcta vocalización.
• Realice movimientos circulares con la lengua por la paredes internas de la boca, como sacando chocolate alojado en las encías. Hágalo durante 30 segundos.
• Parado delante de un espejo -para observar el juego de los labios- comience por vocalizar primero las cinco vocales (a, e, i, o, u) esmerándose para que suenen claras, sin levantar, ni forzar el tono de voz. A intervalos descanse.
• Realice la siguiente gimnasia vocálica.
AA - AE - AI - AO - AU
EA - EE - EI - EO - EU
IA - IE - II - I O - IU
OA - OE - OI - OO - OU
UA - UE - UI - UO – UU
• Siempre delante del espejo, vocalice las silabas as, es, is, os, us, hasta conseguir que la “s” suene clara, pero no silbante.
• Vocalice palabras con consonantes liquidas (l y r) tales como: clamor, clero, clima, clon, club, práctica, precoz, privado, producto, prusiano, etc.
• Muerda un lápiz a modo de freno para caballos, para obstaculizar la articulación de las palabras y lea, con una sola respiración, un texto cualquiera esforzándose por pronunciar lo mejor posible a pesar de la traba.
• Lea libros cuya temas salgan de lo común, sin pronunciar sonidos, pero usando los labios y la lengua para modular palabras.
• Vocalice palabras terminadas en “do” (asado, cansado, pelado), etc. Para evitar decir: asao, cansao, pelao.
• Lea en voz alta, primero pronunciando clara y correctamente el texto y luego dándole expresividad.
• Juegue con el sonido de las letras m, n, ñ produciendo resonancia en su pecho, sintiendo profundidad. Ejemplo:
- Tam - bién, - Cam -bio,
- Ram - pa, - Can - ción,
- Cen - tau - ro, - Con - ven - to,
- Cum - ple - años, - Cun - dir,
- Cu - ña, - Pu - ñe - te,
- Ca - ña, - Ca - ñe – ría.
• Habitúese a cantar todos lo días para conocer su voz y cultivarla. También es importante cantar con los labios cerrados, haciendo uso de los resonadores (expulsando las notas musicales por las fosas nasales)
EL SONIDO ARTICULADO:
El sonido articulado se origina en los pulmones; el aire expulsado por los órganos sale a través de los bronquios y la traquea. Al llegar a la laringe, se encuentra con las cuerdas vocales, dos tendones que al paso del aire se aproximan entre sí, o bien comienzan a vibrar, dando lugar al sonido. El sonido se modifica por último, al llegar a los órganos situados fundamentalmente en la cavidad bucal: lengua, labios, dientes y paladar, originando como resultado final el sonido articulado, base del lenguaje verbal humano.
El estudio de la articulación indica el lugar exacto donde se producen las vocales y las consonantes y los órganos que intervienen, o sea, la producción misma de esas vocales y consonantes, solas o combinadas; en sílabas, en palabras o en frases. Estos procesos son estudiados, principalmente por la fonética.
Conviene, sin embargo, tener presente que deben ser consideradas como aceptables, la articulación y pronunciación del hombre culto medio, conforme a las modalidades idiomáticas del país. En nuestro país se ha de tomar por modelo el habla de la gente de cultura general media, también sin vulgarismo ni pedantismo. A propósito, estas recomendaciones nos traen de jalón el asunto de los regionalismos, forma peculiar de hablar de una determinada población ubicada en un espacio geográfico determinado
LOS REGIONALISMOS:
En las diferentes regiones del Perú se utilizan y se entonan en el habla popular, una serie de palabras que por ser privativas de una determinada zona devienen en regionalismos; dándole una peculiar característica a nuestro idioma español. Citemos algunas oraciones que utilizan vocablos, modismos y giros propios de una región para confirmar nuestro planteamiento.
En Tarapoto:
_ ¿Qué ya vuelta estás haciendo Fan?, mira tu cara, esta toda posheca, parece que te hubiera dado manchari, chó.
_ ¿Que estas haciendo Juan?, mira tu cara, está toda pálida, parece que te hubiera dado “susto”.
En Piura:
_ Wa, antes yo te he visto llevando acucho a un churre feicisísimo.
_ Oye, yo te he visto llevando sobre tus hombros a un niño muy feo.
En Cajamarca:
_ Llasque, si yo te he visto ashuturado comiendo tu chane de cecinas shilpidas.
_ ¡Que va a ser!, si yo te he visto en cuclillas comiendo tu fiambre de cecinas deshilachadas
Esta forma peculiar de expresarse y al conjunto de palabras utilizadas en su expresión verbal –ajenas a la norma estándar del español- es lo que podríamos llamar regionalismo.
Como utilizar los regionalismos en las comunicaciones formales:
Que hacer si soy selvático y tengo que dar un discurso en Lima, ¿tendré que hablar como lo hacen los limeños? o, simplemente hablar como hablan en mi tierra y punto. Ante esta situación hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
• De acuerdo a las nuevas corrientes lingüísticas, uno debe de hablar como se habla en su tierra; la lengua no es algo inmutable, está en constante cambio de ahí que no podamos afirmar arbitrariamente cual forma de hablar es la buena y cual es la mala. Por consiguiente no debemos, necesariamente, ceñirnos a una norma estándar establecida.
• Para efectos de una mejor emisión y recepción del discurso, nosotros sugerimos que uno tiene que hablar adecuándose a las características idiomáticas del público al que se dirige, es decir según su nivel cultural, según su forma peculiar de hablar y con las palabras que éste entienda. Si nos vemos precisados a utilizar nuestros regionalismos, hagámoslo precisando sus equivalentes en la lengua general.
LA IMPOSTACIÓN DE LA VOZ.
Toda persona que haga uso profesional de la palabra, debe tener su voz impostada, es decir, colocada correctamente. Impostar es fijar la voz en las cuerdas vocales para emitir el sonido en su plenitud sin vacilación, ni temblor. Cuando no lo está, se habla con esfuerzo y se producen trastornos que el orador debe evitar. Hablar con la voz impostada es hablar sin esfuerzo, con naturalidad, aprovechando al máximo las condiciones fisiológicas del aparato de fonación.
La impostación de la voz consiste en apoyarla en la base de la caja toráxica, respirando de manera que descienda la tráquea, el aire salga con libertad y produzca los sonidos con amplitud y en su mejor calidad. Esto requiere una educación especial que suele estar a cargo de médicos foniatras, profesores de canto u otros especialistas. Sólo así conseguirá el orador colocar su voz en un tono natural para mantener la palabra, por mas tiempo sin fatigarse y matizarla con amplitud, en su grado óptimo.
IMPOSTACION VOCAL
La impostación vocal se utiliza tanto en el canto como en la oratoria, ella permite fijar la voz en las cuerdas vocales para emitir el sonido en su plenitud sin vacilación ni temblor.
El Dr. Loprete, a quien pertenece la mayoría de ideas vertidas en el presente capítulo, manifiesta que hay tres elementos determinantes de la voz humana: el organismo, el ambiente y la personalidad.
La parte orgánica condiciona la voz, pues esta depende en gran parte de la conformación del aparato vocal y del estado físico general. El ambiente tiene también su importancia, pues muchos hábitos elocutivos provienen de la imitación o del contagio, como por ejemplo, la típica tonada o acento regional. Por último, la personalidad también influye, pues revela indudablemente el temperamento, el carácter y el yo del hablante.
Impostar la voz es colocar nuestro timbre (matiz personal de la voz) de acuerdo a los requerimientos del auditorio. Nos permite adoptar nuestro propio timbre de voz y hablar sin fatiga durante un largo período. Es necesario conocer la amplitud de nuestra voz en tres niveles: agudo, medio y grave a través del siguiente método:
1. Realizar una profunda respiración abdominal.
2. Expresar el sonido de la vocal “a” de diferentes maneras posibles, sin apretar o forzar la garganta.
3. De esas emisiones, escoger la que resulte más fácil de expresar y la que es más vibrante.
4. Tome ese sonido como nota media y lea un escrito, tratando de que su voz gravite alrededor de esa nota.
5. Trate de evitar las desviaciones, que, a causa de su amplia escala, generan riesgos más extremos.
OTRAS CARACTERÍSTICAS DE LA ELOCUENCIA:
LA VELOCIDAD:
Se llama rapidez o tiempo, a la velocidad ordinaria de la conversación o discurso. La rapidez del discurso varía según la personalidad del orador, las circunstancias y principalmente, según las emociones o ideas que se expresan. Habitualmente las personas se expresan con distinta rapidez y lo que en unas es natural y agradable, en otras es falsa y desagradable. En ese sentido podemos recomendar que al dirigirnos a un público numeroso, la velocidad deberá ser menor que cuando nos dirigimos a un público pequeño.
Asimismo, la exposición de ideas abstractas, de estadísticas, de razonamientos difíciles o complicados, debe ser lenta; mientras que las ideas sencillas puedan decirse con mayor rapidez. En cuanto a las emociones; las de alegría, gozo, etc., son más rápidas que las de dolor, pena y tristeza. Los discursos solemnes exigen también un ritmo majestuoso, lento, mientras que las arengas militares o la polémica permiten más rapidez.
LAS PAUSAS Y SILENCIOS:
En íntima relación con la rapidez y duración de un discurso –según Loprete- están las pausas. Estas se anuncian en lo escrito por los signos de puntuación y en el discurso oral, por la duración relativa del silencio. En el discurso leído, las pausas se hacen normalmente en mayor número que los signos escritos. Deben aprovecharse en todos los casos para aspirar aire. Las pausas no deben ser largas, deben guardar relación con los signos que normalmente se respetarían en una lectura.
Las pausas se utilizan para separar los grupos naturales de ideas de un párrafo, para anticipar palabras, frases o ideas que deseamos destacar y para meditar lo que se va a decir a continuación en el último caso, el oyente no deberá notar esta estratagema. Existe por ejemplo la formula 7 – 7 que consiste en pronunciar siete palabras y hacer una pausa, otras siete palabras y otra pausa. Pero existen oradores que hacen pausas largas con cada dos o tres palabras pronunciadas, convirtiendo su discurso en un monumento a la desesperación y al aburrimiento.
RECOMENDACIONES IMPORTANTES:
La voz, es un valioso aliado que debemos utilizar con propiedad para que nuestras alocuciones resulten exitosas y satisfactorias, en ese sentido debemos tener presente las siguientes recomendaciones:
• Evitar fumar cigarrillos y todo tipo de tabaco.
• No abusar de las bebidas alcohólicas.
• Evitar la ingesta de líquidos muy calientes.
• Evitar la ingesta de líquidos muy fríos.
• No exponerse a bajas temperaturas de frío.
• No “hablar” con la garganta y mucho menos gritar.
• Realizar ejercicios de inspiración y expiración.
• Ejercitar el diafragma con una correcta respiración abdominal.
• Ejercitar los músculos cercanos a la boca.
• Realizar ejercicios de articulación y vocalización.
• Y finalmente, ejercite su voz a través del canto o de las lecturas a viva voz.
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