Peseta. (RAE)
(Del dim. de peso, moneda).
1. f. Moneda española cuyo peso y ley han variado según los tiempos.
Monedas de oro
EL REINADO DE ALFONSO XII. 1875-1885.
Año: 1876 Oro. Ley 900 Milésimas. Diámetro: 24.09 mm Peso: 8.08 gr. Canto grabado con 27 flores de Lis. Descripción: Anverso: ALFONSO XII-POR LA G. DE DIOS 1876/76 (entre estrellas de seis puntas). Cabeza a la derecha. En el corte del cuello G.S (Gregorio Sellán). Gráfila de puntos. Reverso: REY CONSTL-DE ESPAÑA D.E 25 PESETAS.M. Escudo coronado rodeado del collar del Toisón y cobijado bajo el manto real con las armas de Castilla, León, Aragón, Navarra y Granada en punta; en el centro escusón de Borbón. Gráfila de puntos. (Datos Extraídos del Libro: Monedas de Oro de la Colección del Banco de España)
Oro. Ley 900 Milésimas. Diámetro: 24.11 mm Peso: 8.07 gr. Canto grabado con 27 Flores de Lis. Descripción: Anverso: ALFONSO XII-POR LA G. DE DIOS 1881/81 (entre estrellas de seis puntas). Cabeza a la derecha. En el corte del cuello G.S (Gregorio Sellán). Gráfila de puntos. Reverso: REY CONSTL-DE ESPAÑA D.E 25 PESETAS.M. Escudo coronado rodeado del collar del Toisón y cobijado bajo el manto real con las armas de Castilla, León, Aragón, Navarra y Granada en punta; en el centro escusón de Borbón. Gráfila de puntos. (Datos Extraídos del Libro: Monedas de Oro de la Colección del Banco de España). La fabricación de esta moneda empezó en el año 1876, en ellas se invirtió el sentido de la imagen del rey para establecer una diferencia con las monedas de plata y cobre. En el canto de las monedas se puede apreciar un grabado de 27 flores de Lis, conformando tres grupos de nueve cada uno.
Tras el fin de la Primera República, el Partido Alfonsino, liderado por D. Antonio Cánovas del Castillo promovió la vuelta al trono de España de los Borbones (que habían sido destronados en 1868). El 29 de diciembre de 1874, el Gral. Arsenio Martínez Campos proclamó en Sagunto (Valencia) la vuelta a la corona española de Alfonso de Borbón, que sería coronado como Alfonso XII de España el día 9 de enero de 1875. Tres días antes, en un decreto firmado por Cánovas del Castillo se decretaba que se restablecieran los símbolos monárquicos en monedas, banderas, escudos, estandartes, etc. En el escudo, se cambió la corona mural por la real, y se añadió al centro del escudo el escusón de los borbones (tres flores de lis). En los primeros meses de 1875, se acuñaron por última vez las monedas del G. Provisional y Amadeo I (2 y 5 pesetas, respectivamente) A mediados de 1875, Gregorio Sellán (grabador general de la Casa de Moneda y único de este periodo), crea los cuños de las primeras monedas de Alfonso XII. Serían de 5 pesetas, con las mismas cualidades que los duros anteriores (25 gramos de plata de 900 milésimas). Son las primeras con el busto de Alfonso XII y en ellas el rey tiene 18 años. Al año siguiente se acuña otra moneda de 5 pesetas. A ambos duros se les denomina “Preconstitucionales” debido a que la constitución no se había elaborado y que no figuraba en el reverso de la moneda ´REY CONSTL. DE ESPAÑA`; sino la pureza de la plata y el peso (al igual que los duros del G. Provisional) El 30 de junio de 1876 Cánovas del Castillo promulga una nueva constitución. A partir del año siguiente (a excepción de las monedas de 1 y 25 pesetas, que ya llevan la leyenda constitucional) en las monedas ya aparece ´REY CONSTL. DE ESPAÑA`. La 1 peseta de 1876 es la primera moneda constitucional. Se acuñan cuatro millones y medio unidades de 1 peseta; y de la de 25 pesetas (que se acuñaría más tarde), un millón doscientos mil. En 1877 se labran en Barcelona a cargo de la empresa Oeschger, Mesdach & Cía las monedas de 5 y 10 céntimos. También termina la acuñación de las monedas de 1, 2, 5 y 10 céntimos del tipo del G. Provisional. Estas monedas presentan un busto algo variado al de las monedas madrileñas (aunque lo sigue grabando G. Sellán). La nariz es algo diferente y se aprecian unas finas patillas. Se siguen fabricando hasta 1879 sin cambios, a excepción de la fecha. Estas serán las últimas monedas acuñadas en la ciudad condal. En 1879 empieza la fabricación de las monedas de 2 pesetas, que continuará hasta 1884. En estas dos pesetas se graba por primera vez las características patillas del rey, al estilo de los monarcas europeos de la época; como Francisco José de Austria o Guillermo I de Alemania. En 1880 se labra la primera moneda de 50 céntimos. Al igual que en las dos pesetas, el rey muestra unas grandes patillas. Se siguen acuñando 50 céntimos en 1881. En total se emiten 4.217.201,5 pesetas en monedas de 50 céntimos. En 1877 se acuñan los primeros duros constitucionales, que siguen sin cambios en el busto (sin patillas en este caso) hasta 1881. En 1882 se graba en los duros las grandes patillas del rey. Se siguen acuñando hasta 1885. Las monedas de 10 y 25 pesetas se empiezan a acuñar en 1878 y 1876 respectivamente. Ambas son de oro de 900 milésimas. Las de 10 pesetas (con 3.22 gramos de peso) solo se labran en 1878 y 1879; mientras que con las de 25 pesetas (de 8 gramos) se sigue el labrado hasta 1885. En 1885, con tan sólo 27 años, el joven rey muere el Palacio del Pardo a causa de la tuberculosis. Su mujer, María Cristina de Habsburgo-Lorena, sólo estaba embarazada de 3 meses de su hijo cuando muere el rey. A partir de ese momento, en las monedas, la fecha no varía. Lo único que varía son los dos dígitos de la segunda estrella (que indican el año real de la acuñación). A estas monedas se las denomina póstumas; y son los 50 céntimos de 1885 *(8-6), la peseta de 1885 *(18-86), las 5 pesetas de 1885 *(18-86) y *(18-87) y las 25 pesetas de 1885 *(18-86). Monedas póstumas de Alfonso XII. 18, 23, 27, 37, y 24 mm respectivamente, |
EL REINADO DE ALFONSO XIII. 1886-1931.
El reinado de Alfonso XIII es quizás el más interesante desde el punto de vista iconográfico de todo el Centenario de la Peseta, debido a la gran cantidad de retratos del rey que existen (sólo siendo superado por Carlos I en número) y que muestran su evolución desde que es un bebé, hasta que con 40 años se realiza su último retrato. Todas las piezas de este periodo son acuñadas en la ceca madrileña. Alfonso XIII nace en 1885, 6 meses después de la muerte de su padre, Alfonso XII. Hasta que no cumplió la mayoría de edad, en 1902, la regencia del Estado la ostentó su madre, Dña. María Cristina. Durante los dos primeros años de la Regencia, no se labraron monedas a nombre del nuevo Rey; se acuñaron monedas póstumas de Alfonso XII. El primer retrato de Alfonso XIII para usos en monetarios fue el denominado pelón. El rey sólo tenía un año. Se acuñó entre 1888 y 1892. La primera moneda fue el duro de 1888. Se labraron más de 10 millones y medio de piezas. Las 5 pesetas siguieron con esta imagen hasta 1892 sin ningún cambio (salvo la fecha; y en 1888 1890, que cambian las iniciales de los Grabadores y el Juez de balanza). En total salieron de la ceca de Madrid más de 34 millones de duros “pelones”. Su peso es de 25 gramos de plata de 900 milésimas. A parte de las monedas de 5 pesetas; las de 50 céntimos y 1, 2 y 20 pesetas también se acuñaron del tipo “pelón”. Las primeras se acuñaron en plata de 835 milésimas y con 2,5 gramos en 1889 y 1892 las segundas en 5 gramos de plata de la misma pureza en 1889 y 1891 y las cuartas en 1889 y 1890 en 6,45 gramos de oro de 900 milésimas. La segunda efigie del rey se le denominó “bucles”, debido al pelo rizado del pequeño monarca. En esta ocasión el rey cuenta con 5 años. Fue aprobado por la Real Orden del 17 de agosto de 1891. Al año siguiente se empezó la acuñación de monedas con la nueva imagen del rey. Con esta representación se acuñaron más de 21 millones de monedas entre 1892 y 1894. En todas las monedas a excepción de las 20 pesetas, el monarca mira a izquierdas. En este caso las monedas en las que se graba el retrato tienen en mismo facial y características que los anteriores.
En 1895 Alfonso XIII tiene 9 años, y se encarga su tercera representación a Bartolomé Maura, el nuevo diseñador de la Casa de la Moneda; que acabará siendo uno de los mejores y más reconocidos grabadores del finales del s. XIX y principios del XX en España. Con esta representación se acuñaron las últimas monedas de ultramar de España entre 1895 y 1897. Perdíamos Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898. Se conoce a esta efigie como “tupé”; y estuvo en uso desde 1896 hasta 1902. Es el retrato más usado, estando presente en casi 112 millones de monedas (sin contar con las de los territorios de ultramar. Contando con estos territorios la cifra asciende a 132 millones de piezas). En 1899 se acuña en España el último duro de plata, debido a la gran falsificación que había de estas monedas. Con este nuevo retrato se acuñan monedas de 50 céntimos y 1, 5, 20 y 100 pesetas. Todas mantienen las mismas características que sus predecesoras. La única moneda "novedosa" es la de 100 pesetas que pesa 32,25 gramos de oro de 900 milésimas. Alfonso XIII en 1902 cumple 16 años y releva a su madre en la regencia del Estado. Dos años más tarde, se realiza su cuarta imagen numismática, esta vez con 18 años. Este es el último retrato de Maura del monarca para monedas, ya que desde 1898 trabajaba en el Banco de España como jefe grabador de sellos y billetes. Este busto se le conoció como “cadete” por el alzacuello que presentaba el uniforme de militar del Rey y se uso desde 1904 a 1906. Se utilizó el retrato para las monedas de 1, 2 y 50 céntimos; y 1, 2 y 20 pesetas. Alfonso XIII se casa con Victoria Eugenia de Battenberg el 31 de mayo de 1906. Antes de la ceremonia, el anarquista Mateo Morral perpetra un atentado contra el cortejo nupcial de los reyes. Milagrosamente los reyes salen ilesos, pero varias personas perdieron la vida en el acto terrorista. 4 años después, con 24 años, se realiza su quinto retrato. Es muy similar al cuarto. Sólo se usa para las monedas de 1, 2 y 50 céntimos. Las monedas de 1 y 2 céntimos serían las últimas monedas que se acuñan en España de ese valor facial. El Gral. Miguel Primo de Rivera da un golpe de estado y se hace con el poder desde 1923 hasta 1930. Durante este periodo, sólo se acuñan 3 monedas diferentes, dos de 25 céntimos y una de 50 céntimos. 1925 en un año relevante para la numismática española, ya que por primera vez en nuestra historia se acuña una moneda en níquel, a imitación de otros países europeos que habían introducido el níquel en la producción de sus monedas. Además, se trata de la primera moneda fiducidiaria de España (es decir, que el valor facial no va respaldado por el valor metálico de la moneda). En el anverso aparece una carabela, la leyenda de España, y el año de acuñación. En el reverso, el valor facial debajo de una corona. El grabador fue José Espinós. En 1926 Enrique Vacer realiza el sexto y último retrato de Alfonso XIII. Es en esta moneda de 50 céntimos la última vez que se representa al rey. Además, es la última moneda de 50 céntimos de plata acuñada en España. Al año siguiente se acuña una moneda de 25 céntimos. Es la primera moneda en la historia numismática de España en que la moneda lleva un taladro, que servía principalmente para diferenciarla de las monedas de 2 pesetas de plata, que tenían en mismo color y diámetro. En ella aparece en el reverso un martillo, una corona, la leyenda España y el año de acuñación . En el reverso, el valor facial. Esta es la última moneda de Alfonso XIII, y hasta 1934, durante la II república, no se volvería acuñar moneda alguna en España. El 14 de abril de 1931 se proclama en España una república, la segunda de su historia. Alfonso XIII y su familia se exilian de España, transladándose a París. El 28 de febrero de1941 Alfonso XIII muere en Roma a causa de una angina de pecho. Sus restos se transladaron 1980 al Panteón Real del Monasterio del Escorial, donde descansan actualmente. La Familia Real no volvería a España hasta los años 60, durante el régimen de Franco. |
Monedas de plata.
Duro es el nombre informal que recibía la moneda española de cinco pesetas, así como el valor de dicha moneda. También se denominaban popularmente algunos múltiplos de cinco pesetas en duros, estando entre los más comunes 5 duros (25 pesetas), 20 duros (100 pesetas) y 1000 duros (5000 pesetas). Historia. El nombre procede de la antigua moneda llamada peso fuerte o peso duro, de 20 reales, aunque también existía el peso de 10 reales o peso a secas. El duro era lo que se denomina una «moneda de cuenta», ya que no existía como tal, sino que tan solo mantenía una relación con la moneda real, la peseta. La única acuñación de moneda con valor facial de un duro tuvo lugar en Gerona en 1808, durante la Guerra de la Independencia. Hoy en día perdura en España los dichos populares «Te ha faltado el canto de un duro» significando que ha estado muy cerca de algo debido a que el canto de esta moneda era muy fino; que «nadie regala duros por cuatro pesetas» (equivalente a «Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía») significando que nadie otorga beneficios por menos de lo que vale aquello que otorga; «no valer ni un duro»; «no tener ni un duro», estar sin dinero; «Las tiendas de los 20 duros», para los establecimientos de productos a bajo precio, entre otros... Duro sevillano Debido al descenso del precio de la plata motivado por la exportación de grandes cantidades de ese metal desde América, resultó que el valor intrínseco de las monedas de plata en circulación pasó a ser mucho menor que su valor facial. Por ello, aparecieron numerosas acuñaciones irregulares, realizadas al margen del Banco de España. Las más célebres fueron las de las monedas denominadas duros sevillanos, duros falsos realizados con una aleación de plata de igual o a veces incluso mayor valor que la aleación de los de curso legal, pero cuya acuñación se hacía al margen de la ley. Algunos tenían la "F" de Alfonso más corta y 22 rayas en lugar de las 21 oficiales, dentro del escudo de las flores de lis del reverso.12 Los duros sevillanos fueron tan famosos que incluso llegaron a ser sinónimo de falsedad. Existe la expresión:1 Eres más falso que un duro sevillano «Ese duro cecea», dice en la comedia Es mi hombre (1921) un personaje de Arniches, vigilante en un casino, al sorprender a una moza que intenta colar en el juego un «duro sevillano». |
La peseta fue la moneda de curso legal en España y sus territorios de ultramar desde su aprobación el 19 de octubre de 1868 hasta el 28 de febrero de 2002, cuando se introdujo el euro. Historia El Diccionario de Autoridades de 1737 define la peseta como «la pieza que vale dos reales de plata de moneda provincial, formada de figura redonda. Es voz modernamente introducida». La primera pieza que se acuñó con la inscripción pesetas fue una pieza acuñada en Barcelona de 2½ pesetas, en 1808, durante la dominación napoleónica. La pieza correspondiente de peseta se acuñó el año 1809, año en que también fue acuñada la de 5 pesetas (del tamaño y peso de las de 8 reales), que funcionaron hasta el final de la Guerra de la Independencia Española. También se realizó una emisión esporádica de una moneda de 5 pesetas en Baleares en 1823. Etimológicamente, peseta viene del catalán peceta, diminutivo de peça (pieza), por lo que equivaldría a «piececita». Posteriormente, tras la coronación de Isabel II como reina de España, durante los años 1836 y 1837, volvieron a acuñarse monedas con la inscripción de 1 peseta; con ellas pagó la reina a las tropas institucionales que lucharon en la primera Guerra Carlista en favor de su causa y en contra de la del pretendiente carlista don Carlos María Isidro de Borbón, quienes fueron llamados después por ello peseteros. El 19 de octubre de 1868, el ministro de Hacienda del Gobierno provisional del general Serrano, Laureano Figuerola, firmó el decreto por el que se implantaba la peseta como unidad monetaria nacional, sustituyendo al escudo como tal, al mismo tiempo que entraba en vigor oficialmente el sistema métrico decimal en el contexto de la Unión Monetaria Latina. La primera peseta fue acuñada en 1869, pesaba 5 gramos de plata y equivalía a 4 reales. Las monedas de la primera emisión fueron: 1 céntimo, 1 g de bronce 2 céntimos, 2 g de bronce 5 céntimos, 5 g de bronce 10 céntimos, 10 g de bronce 20 céntimos, 1 g de plata de ley 900 milésimas 50 céntimos, 2,5 g de plata de ley 900 milésimas 1 peseta, 5 g de plata de ley 900 milésimas 2 pesetas, 10 g de plata de ley 900 milésimas 5 pesetas, 25 g de plata de ley 900 milésimas 100 pesetas, 32,25 g de oro de ley 900 milésimas |
ANEXO: PESO PUERTO RICO
En 1895 las monedas de veinte centavos de plata y de un peso fueron introducidos, seguidos en 1896 por las monedas de plata con valor de 5, 10 y 40 centavos, estas piezas responden a las características técnicas que se describen en la tabla que se muestra a continuación y todas ellas fueron acuñadas en la fábrica de moneda de Madrid:
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En los comicios municipales del 12 de abril de 1931 los partidos que optaban por una república ganan. El 14 de abril se proclama la II República Española, y la Familia Real se exilia a Italia. El gobierno tenía en mente acuñar monedas en plata y oro, al estilo de las del Gobierno Provisional; pero el Alzamiento del 18 de julio lo impide. Antes de la Guerra Civil sólo se acuñan dos monedas: de 25 céntimos y una peseta. La primera se labra en níquel, con un agujero en el centro (al igual que la de 1927). En el anverso, una figura alegórica a la República y el año de acuñación. En el reverso, el valor facial y una rueda dentada. La de 1 peseta es la última que se acuñará en plata. En el anverso, una figura alegórica similar a la Hispania del G. Provisional y la fecha. En el reverso, el escudo republicano, timbrado con una corona mural (igual que el del G. Provisional), y el valor facial. Ambas monedas son acuñadas en 1934. |
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