Apuntes Personales y de Derecho de las Universidades Bernardo O Higgins y Santo Tomas.


1).-APUNTES SOBRE NUMISMÁTICA.

2).- ORDEN DEL TOISÓN DE ORO.

3).-LA ORATORIA.

4).-APUNTES DE DERECHO POLÍTICO.

5).-HERÁLDICA.

6).-LA VEXILOLOGÍA.

7).-EDUCACIÓN SUPERIOR.

8).-DEMÁS MATERIAS DE DERECHO.

9).-MISCELÁNEO


viernes, 19 de junio de 2015

197.-Vizcaya (Provincia foral).-a


  Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; -Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farías Picon; Franco González Fortunatti ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala ; Marcelo Yañez Garin; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Gonzalez Fortunatti; 

  
Provincia foral de Vizcaya.



 Escudo de Armas 


En un campo de plata, Una cruz latina de gules resaltada de un árbol (roble) de sinople (verde) sobre tierra de su color, asomando de su copa los tres cabos de la cruz; Bordura de oro, cargada con ocho aspas de gules (rojo).

escudo antiguo

El escudo de Vizcaya incluía desde su creación en el siglo XIV dos lobos pasantes de sable (negro), ambos cebados de un cordero de su color, que fueron el símbolo de la familia Haro y un león, de frente, soporte del escudo que asomaba la cabeza.

En 1894 Sabino Arana, fundador del Partido Nacionalista Vasco, afirmó que los lobos representaban a los señores, por él considerados como «elementos exóticos» en la auténtica tradición histórica vizcaína,​ aunque Arana desconocía que ambos lobos eran el escudo de armas de Jaun Zuria, héroe mítico fundador del Señorío de Vizcaya, si bien debieron ser una atribución posterior, dado que Jaun Zuria precede el origen de la heráldica y el blasón en Europa Occidental.
tomó por armas dos lovos encarniçados, que los topó en saliendo para la dicha batalla (de Padura). Lope García de Salazar "Las Bienandanzas e fortunas".
La propuesta sabiniana eliminaba también la cabeza del león, porque «es el símbolo de los españoles».​ De manera que tales lobos y leones desaparecieron del escudo nacionalista de Vizcaya y, correspondientemente, del de «Euzkadi», creado en las mismas fechas.​ En 1986 los lobos y leones se suprimieron también del escudo oficial de Vizcaya.



  
Vizcaya  (en euskera, y oficialmente Bizkaia) es una provincia de España y un territorio histórico de la comunidad autónoma del País Vasco, heredero del antiguo señorío de Vizcaya. Su capital es Bilbao. 

Etimología

El término Vizcaya o Bizkaia tiene una etimología discutida. Para algunos significa cima, y sería un sinónimo de la actual palabra vasca bizkar (‘loma’). En el año 1141 en referencia a la cima del monte Igueldo de San Sebastián, aparece inscrito el siguiente topónimo: Iheldo Bizchaya (‘cima de Igeldo’). También en Navarra hay una comarca denominada «La Vizcaya», que puede significar ‘La cima’. Se han propuesto también otras etimologías, como bits-kaia (‘puerto de espuma’) o bizi-kaia ("puerto vivo"), menos probables, pues hay topónimos similares en lugares alejados del mar, como el citado de Navarra o el de Labets-Biscay.


  
 Árbol.




El árbol de Guernica (en euskera, Gernikako Arbola) es un ejemplar de roble (Quercus robur) situado delante de la Casa de Juntas en la localidad vizcaína de Guernica y Luno en el País Vasco, España. Este árbol simboliza las libertades tradicionales de Vizcaya y los vizcaínos, y por extensión las de los vascos.

El Árbol Padre (siglo XIV-1742)

La tradición sitúa el siglo XIV como época de nacimiento del árbol más antiguo documentado, el llamado Árbol Padre. Provenía del robledar llamado "La Antigua" del que hay constancia desde el siglo XII y se estima que nació en 1334 y vivió hasta 1881. Bajo él juraron los fueros de Vizcaya; en 1476, Fernando II y en 1483, Isabel I "la Católica".
En el año 1562 desaparece la silla juradera y se cree que se construye algún tipo de templete. Tres años después, en 1564, piensan en talarlo y sustituirlo por otro nuevo, ya entonces había un plantío de retoños del simbólico árbol. En 1665 se construye un templete con siete sillas de piedra y los escudos de España y Vizcaya.
En 1742 se planta, detrás de la tribuna, un retoño que sería conocido como "Árbol Viejo" y cuyo tronco puede verse aún en el recinto de la Casa de Juntas de Guernica donde se ubicó en un pequeño templete en 1926. En 1811 muere el Árbol Padre.

El Árbol Viejo (1742-1892)

Plantado en 1742, para sustituir al Árbol Padre. En 1839, la regente María Cristina juró los Fueros en representación de la reina Isabel II; ésta fue la última vez en que este rito tuvo lugar.
En 1859 se planta un plantón de dos años delante del templete, que se secó dos años después. En 1861 se planta de nuevo un retoño. El "Árbol Viejo" muere en 1892 y en 1926 se coloca en un pequeño templete circular en un costado de la Casa de Juntas para su exhibición.

El Árbol Hijo y sus sucesores

El Árbol Hijo, colocado frente al templete con las siete sillas, es el que ha sido iconizado en multitud de reproducciones desde el siglo XX. Bajo este árbol juró su cargo el primer presidente del autogobierno del País Vasco durante la Segunda República Española, el lendakari José Antonio Aguirre (posteriormente se ha mantenido la costumbre de que todos los presidentes del Gobierno vasco juren o prometan sus cargos en este lugar).
Fue testigo del bombardeo de Guernica en abril de 1937, en el cual el entorno de la Casa de Juntas y el árbol no fue dañado. Cuando las tropas franquistas tomaron Guernica en 1937, en el marco de la Guerra Civil Española, se corrió el rumor de que varios falangistas se disponían a cortar el árbol con hachas, por considerarlo un símbolo nacionalista. El entonces capitán del Tercio de Begoña, Jaime del Burgo Torres (padre del diputado navarro Jaime Ignacio del Burgo) mandó formar un escuadrón de requetés armados con el que rodeó el árbol e impidió que fuera dañado.
El 20 de abril de 2004 es declarado jubilado y muere debido al hongo Armillaria mellea, es sustituido por uno de sus retoños, nacido en 1986, el 25 de febrero de 2005, que presidió la Casa de Juntas de Guernica hasta el 15 de enero de 2015.​ En el verano de 2014 este árbol ha sufrido un importante deterioro que lo puso en riesgo.
​El árbol muere el 14 de enero de 2015 certificándose el hecho el día siguiente por la Universidad del País Vasco.​ El 2 de marzo de 2015 es sustituido por un árbol nacido el año 2000 proveniente de una bellota del anterior roble (es decir, hermano del que se plantó en el año 2005 y sustituyó al de 1858) que se crió durante dos años en un vivero de la empresa foral Basalan cercano a Bilbao, encargada de cultivar retoños del árbol, y creció en un bosque de Arratia. La ubicación del árbol se ha modificado ligeramente buscando mejorar las condiciones de crecimiento de las raíces.
Tras el templete hay un árbol plantado el 3 de febrero de 1979 por Ramón Rubial que goza de buena salud y debería ser, según la tradición, el nuevo árbol.

Existen varios árboles que descienden de este roble, que han sido distribuidos por todo el mundo en diversas comunidades de la diáspora vasca. Uno de ellos existía hacia 1985, plantado en un interior del edificio de una agrupación vasca de Buenos Aires, el "laurak-bat" en la esquina de la avenida Belgrano y Lima. El árbol había quedado en lo que era el restaurante del lugar. Otro se yergue junto a la fachada de la capilla del Santuario de la Inmaculada Concepción en el cerro San Cristóbal de Santiago de Chile.


  
 Gobierno.
 


En la actualidad, las Juntas Generales y la Diputación Foral de Vizcaya son las instituciones y órganos forales de Vizcaya. La Diputación es el órgano ejecutivo y  las Juntas Generales de Vizcaya  es el órgano normativo.  


Las Juntas Generales de Vizcaya.


(oficialmente: Juntas Generales de Bizkaia, en castellano, y Bizkaiko Batzar Nagusiak, en euskera) son el órgano representativo de la provincia y territorio histórico de Vizcaya, una de las tres del País Vasco (España).  En 1979 se recupera esta institución después de que fuera abolida, junto al resto del régimen foral, en 1876.
Su sede se encuentra en la Casa de Juntas de Guernica, donde está el símbolo de la antigua soberanía foral de los territorios vascos por excelencia, el legendario roble bajo el cual los Señores de Vizcaya juraban lealtad a las viejas leyes vizcaínas y donde se celebraban las reuniones de las antiguas Juntas. No obstante, cuenta con otra sede en Bilbao.
Las Juntas Generales de Vizcaya ejercen la potestad legislativa del territorio histórico, eligen al Diputado General, aprueban los presupuestos forales a propuesta de la Diputación Foral y controlan la acción de esta.
Entre otras materias, las Juntas Generales ejercen la potestad legislativa en materia de Hacienda Foral, dictando disposiciones referentes a impuestos como el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas). Su recaudación corresponde a la Diputación General que, mediante un sistema de cupos, financia a la comunidad autónoma y, junto con está, al Estado.
Las Juntas Generales es una asamblea unicameral cuyos 51  miembros, denominados apoderados, son elegidos mediante sufragio directo entre el pueblo de Vizcaya. Las elecciones se celebran cada cuatro años, coincidiendo con las elecciones municipales.

La Diputación Foral de Vizcaya.

(oficialmente Diputación Foral de Bizkaia en castellano y Bizkaiko Foru Aldundia en euskera) es el órgano de gobierno del territorio histórico de Vizcaya (País Vasco) España. Además de las competencias ordinarias que ejercen las diputaciones provinciales de las restantes provincias de España, la Diputación Foral de Vizcaya ejerce competencias específicas derivadas de su naturaleza como territorio histórico del País Vasco, en virtud de su Estatuto de Autonomía y de la Ley de Territorios Históricos de 1983.


  
Hidalgos.


La Nobleza Inmemorial es aquella establecida como existente desde antes de los registros normales de nobleza. En su sentido restrictivo, se refiere a las familias nobles cuyos orígenes se pueden rastrear a partir de la caída del Imperio Romano, y las grandes invasiones  esto es, alrededor del año 490 de muestra era. En su sentido más inclusivo, y más generalmente aceptado, se refiere a los poseedores de nobleza que pueden rastrear su posesión ininterrumpida de derechos nobiliarios a tiempos inmemoriales.

Escudo de armas de Don Juan Gómez Rodríguez de Pedroso Bárcena y Soria. Colección Miguel Celorio. Sala de Archivos y Colecciones Especiales. Universidad de las Américas Puebla.


En España se refiere a las familias nobles creadas durante las Cruzadas ibéricas o la Reconquista, comenzando con Pelayo en  Asturias en el siglo VIII y Carlomagno en la Marca Hispánica a principios del siglo IX. En particular, hidalgos de sangre (en virtud de linaje) son "aquellos para los que no hay memoria de su origen y no se tiene conocimiento de ningún documento que menciona una concesión real, cuya oscuridad es universalmente elogiada, incluso más que aquellos nobles que conocen de otro modo su origen". 

Se denomina “hidalguía universal” o “nobleza colectiva” a la concesión o reconocimiento de la hidalguía (así como de los derechos que esta llevaba aparejada, por ejemplo, la exención de pechos) a todos los habitantes de un determinado territorio. Esto sucedía en algunas regiones del norte de España, con una población estable y baja inmigración, como ejemplo es el caso de los territorios forales de Guipúzcoa y Vizcaya.
Dado el orden impuesto con los Reyes Católicos, si una persona se trasladaba de un lugar a otro y quería participar en las instituciones locales de pleno derecho, tenía que demostrar que era hidalgo, es decir, mostrar que era noble, libre de ascendencia judía, mora o gitana. Sin embargo, en Vizcaya y en Guipúzcoa por el Fuero se extendía la hidalguía universal, esto es, todos los vizcaínos y guipuzcoanos eran considerados hidalgos.
Desde 1526 en Vizcaya y desde 1610 en Guipúzcoa, para alcanzar la hidalguía bastaba con probar en origen vizcaíno o guipuzcoano de los demandantes.

Los diversos factores que motivarían este reconocimiento de la hidalguía universal serían, por un lado, la pobreza de la tierra, lo que lleva a una exención de impuestos puesto que éstos difícilmente se podrían recaudar, una igualdad social mayor que en otros lugares debido a la ausencia de linajes poderosos; y la idea de la pureza de sangre de la mayoría de sus habitantes, debido a que en esas tierras no se habrían instalados moros, ni judíos, ni gitanos, ni negros, ni agotes.
Es importante reseñar el hecho de que la hidalguía universal no se originó de un privilegio real ni una sanción de la Corona, sino que era una idea anterior que estaba asumida por la población y que acaba siendo sancionada por el rey. Hay que tener en cuenta, también, el proceso de formación de ambos territorios históricos y que afectó de forma determinante a establecer sus rasgos propios diferenciadores, plasmados en la elaboración de unos fueros. 

Durante la Edad Media, estas dos regiones vivieron entre la influencia navarra / francesa y la castellana, hasta que a finales del siglo XIV quedaron definitivamente vinculadas a Castilla. 
La hidalguía de los vizcaínos apareció en el Fuero Nuevo de Vizcaya de 1526, y fue reconocida por los monarcas a través de la provisión real del 30 de enero de 1590. Además se establecía que los vizcaínos eran hidalgos, allí donde estuvieran, solo teniendo que probar su origen y, por lo tanto, la condición de hidalguía no quedaba delimitada a la jurisdicción vizcaína, sino también fuera de ella, lo que es muy importante porque en estos siglos se da una fuerte emigración por parte de los vizcaínos, sobre todo a Castilla. De esta manera, se suscita en ese territorio una reacción motivada por los privilegios vizcaínos, que motivarán cierto rechazo por parte de los castellanos.

En Guipúzcoa sucede un proceso semejante: en la Sentencia del 3 de febrero de 1608, se sanciona el reconocimiento de la hidalguía universal de los guipuzcoanos. En la Nueva Recopilación de 1696 se declara que la nobleza guipuzcoana es general, y uniforme en todos los descendientes de sus solares –hidalguía territorial–, respecto de no haber sido concedida por algunos de los reyes de España.

Un aspecto fundamental a tener en cuenta es el hecho de que al ser la hidalguía universal un privilegio que se extendía a todos los vizcaínos de manera obligada, esta nobleza debía hacerse compatible con la dedicación al comercio y al trabajo manual, ya que muchos se dedicaban a estas actividades. Por tanto, se extendió la idea de que la dedicación a ellas lo que provocaría sería la pérdida de la nobleza adquirida, no la obtenida a través de la sangre.
Pero este proceso, que dio lugar a la hidalguía universal en Vizcaya y en Guipúzcoa, entre los siglos XIII y XVII, no solo afectó a estas dos regiones –no es exclusivo de ellas–, sino que también se dio en Asturias, a las tierras de la actual Cantabria y las Merindades de Burgos, donde las gentes que disfrutaban de esa condición eran también mayoritarias; sin embargo, esta situación no se dio en Álava, donde los hidalgos apenas alcanzaban el 25% de la población a mediados del siglo XVI.

Estadísticas.

Los  hidalgos españoles se mantiene durante toda la Edad Moderna es gracias a los privilegios, especialmente fiscales que ahora van a desaparecer y por ello su existencia deja de tener razón de ser. Los escudos nobiliarios permanecieron a las puertas de las casas por inercia, prestigio, recuerdo y estética. Cerca de 500.000 individuos, en los censos de finales del siglo XVIII, que, sumados a sus dependientes, estarían próximos a los dos millones de personas, lo que constituye más del 13% de los españoles. 

Aparte de otras consideraciones de carácter social y prestigio, la hidalguía, a efectos prácticos, tenía su importancia en orden a la exención del pago de ciertos tributos, del alistamiento forzoso de las milicias y de la obligación de alojar en sus casas a las tropas. 

La inmensa mayoría de los hidalgos se encontraban en la zona central de España al norte del rió Duero. Su localización corresponde a las actuales provincias marítimas, desde Asturias a Guipúzcoa (Asturias, Cantabria, Vizcaya,y Guipúzcoa y las de León, Palencia, Burgos, Álava, Navarra, Soria y Rioja. Aunque en todas ellas los hidalgos se contaban por decenas de miles, su proporción con respecto al conjunto de la población no era homogénea. 
Según los censos de la segunda mitad del siglo XVIII, al Norte de la Cordillera Cantábrica eran hidalgos más de la mitad de sus habitantes con porcentajes máximos de Asturias y La Montaña, en donde llegaban al 70 y 90% respectivamente (Censo de Aranda). En Vizcaya y Guipúzcoa, la hidalguía, al menos teóricamente, tenía carácter general. Las provincias limítrofes eran zonas de transición: León, Burgos, Álava y La Rioja (con un porcentaje entre el 40 y el 18%), Navarra, Palencia (en parte pertenecía a la antigua provincia de Toro) y Soria (entre el 5 y 10%). 

En la zona del Alto Aragón, donde abundaban los ricos-hombres, barones, infanzones y mesnaderos (asimilables a los hidalgos castellanos) la situación era análoga a la de estas provincias de transición. A medida que se avanza hacia el oeste por Galicia, al sur por la línea del Duero y al este hacia el antiguo Reino de Aragón, decrece drásticamente la proporción de hidalgos. En Galicia, según el Censo de 1787, apenas sobrepasaban el uno por ciento. 
En las tierras del antiguo reino de Castilla, al sur del Duero, así como en la mayoría de Aragón, Cataluña, Levante y los Archipiélagos balear y canario el número de hidalgos se hace menor, con porcentajes que no suelen llegar al uno por ciento. 

La situación socioprofesional de los hidalgos era muy semejante en la España cantábrica y pirenaica, desde Asturias hasta la zona norte de Aragón: ejercían todo tipo de trabajos y oficios en proporción no muy diferente al resto de los habitantes. Sin embargo, al sur del Duero los nobles eran pocos. Los hidalgos, aunque con una situación diferente al norte de España, frecuentemente aparecen clasificados en los más variados oficios o dedicaciones. Entre los censados como nobles abundaban los titulados y solían ser terratenientes cuyas propiedades les proporcionaban rentas normalmente más que suficientes para mantener su situación social sin recurrir al trabajo.



  













En Vizcaya, desde 1638, se introdujeron los maceros en las juntas generales del Señorío. Estos maceros llevaban mazas de plata, pendientes con armas del Señorío, y ropas de damasco y terciopelo, y se les asignaba un sueldo. 


  
Carta de  Ángel Ossorio.


[Nº 77] Carta de Blas Vives a Ángel Ossorio y Gallardo

18 de julio de 1931

Excmo. Sr. Don Ángel Ossorio

Mi querido Don Ángel:

Le envío la adjunta copia de un informe sobre los incidentes ocurridos en Zaragoza, con motivo de la lucha contra el cacique Pérez-Lizano (42).

El original se lo envío a Manolo, que me prometió tramitarlo e interesar la resolución que se pide. No sé a quién corresponderá decidir ni es fácil saberlo, dada la desorganización que caracteriza a la D. L. R.

Siempre suyo incondicional amigo,

Blas Vives (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 1ª parte, documento suelto.

[Nº 78] Carta del General Burguete a Ángel Ossorio y Gallardo

Asturias, 29 de julio de 1931

Excmo. Sr. Don Ossorio y Gallardo

Mi querido y admirado amigo:

Con profunda emoción leo su admirable carta, que suscribo en todos sus puntos, dignos de todo mayor encomio por la gallardía en el decir de cuantas verdades encierra, avaloradas por quien fue el portaestandarte de todo este movimiento pasado contra la iniquidad, que lleva camino de frustrase por quienes lo emprendieron, ya que no hicieron otra cosa desde su arribo al poder que seguir las doctrinas y los métodos pasados.

Esto y no otra cosa sigue trayendo desasosegado el espíritu en los más reposados, y en camino de revuelta a los más exaltados que movieron con temerarias promesas incumplidas; sin duda con el propósito de atajarlas por la violencia cuando llegase el caso, para inspirar así confianza a aquel sector de opinión que fue el apoyo de lo pasado, porque sólo con la violencia ejercida en el mando se halla a gusto y sin la traba de las leyes, con que es fuerza atar en la ocasión a las personas, y en toda sazón a las caballerías.

¿Qué voy a decir que V. no haya dicho mejor?

Vaya un cariñoso abrazo al entusiasta español decano de los que han de velar por la justicia con decanato vitalicio ganado por derecho propio, y que ojalá hoy conmueva, como a mí me conmueve, a todos los españoles.

Su admirador y amigo de siempre,

Ricardo Burguete (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 1ª parte, documento suelto.

[Nº 79] Carta de Ramón Tarragó a Ángel Ossorio y Gallardo

Cárcel de Zaragoza, 30 de julio de 1931

Sr. Ossorio y Gallardo

Muy Sr. mío:

Me causó gran satisfacción al leer su carta dirigida al Presidente del Consejo tan explicativa y tan llena de razones y bien poderosas por cierto, pero, al ver la contestación me causó cierta molestia, aunque en el fondo de mi corazón no dejo de entender lo irrisorio de la respuesta tan afuera de la legitimidad dentro del fondo y forma de las leyes, máxime si se tiene en cuenta que esa respuesta sea de una autoridad como la del Sr. Alcalá-Zamora.

Ahora bien: el 20 de mayo he sido detenido en mi domicilio (Monasterio de Piedra) y encarcelado en esta prisión de Zaragoza sin que hasta la fecha se me haya tomado declaración alguna, a pesar de haberlo solicitado repetidas veces.

¿No se me puede poner en libertad en las mismas condiciones del Sr. Cornejo y que me vigile la Guardia Civil del puesto donde resido ya que está allí mismo?

No quiero extenderme más, ya ha dicho V. bastante en su carta por la cual no puedo menos de felicitarlo y adherirme a su sentido incondicionalmente.

Su s. s.

Ramón Tarragó (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 1ª parte, documento suelto.

[Nº 80] Carta de Macario Fernández a Ángel Ossorio y Gallardo

San Mateo de Gállego, 3 de agosto de 1931

Sr. D. Ángel Ossorio

Muy Sr. mío y de toda mi consideración:

Aplaudo sin reservas las gestiones realizadas por V. cerca del Gobierno de la República, para que sean puestos en libertad Don Galo Ponte y todos los demás detenidos gubernativamente, que se encuentren en igualdad de condiciones; y a los cuales no se les siga proceso alguno.

Con esta misma fecha dirijo carta a los diputados por esta circunscripción para que secunden sus referidas gestiones, inspiradas en los más sanos principios de justicia y equidad.

Con este motivo queda de V. atto. s. s. q. e. s. m.

Macario Fernández (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 1ª parte, documento suelto.

[Nº 81] Carta de Domingo Royo a Ángel Ossorio y Gallardo

Ricla, 4 de agosto de 1931

Sr. D. Ángel Ossorio y Gallardo

Respetable Sr. mío:

Enterado de su carta que publicó ABC que usted dirige al Sr. Presidente del Gobierno, protestando de la arbitraria disposición de que son víctimas los presos políticos que siguen detenidos en esa prisión, le dirijo la presente y le mando mi más sincera adhesión a tal causa.

Veo con sorpresa la contestación tan vaga como improcedente del Sr. Alcalá-Zamora a su mencionada carta, llena de exposiciones tan fundamentadas como justificadas. Esto demuestra que el Gobierno permanece al margen de la justicia y queda bien explicada la reciente dimisión de Vd.

Perdone tal atrevimiento y mande sin límite a s. s. q. e. s. m.

Domingo Royo (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 1ª parte, documento suelto.

[Nº 82] Carta de Emilio Laguna Azorín a Ángel Ossorio y Gallardo

Zaragoza, 6 de agosto de 1931

Sr. D. Ángel Ossorio y Gallardo

Mi distinguido compañero y muy respetado amigo:

Recibí sus líneas de gratitud por mi labor en la campaña electoral a favor de Vd. Nada tiene que agradecerme pues bien sabe cuál es mi afecto y era mayor mi deseo de que resultaran Vds. triunfantes. Si la labor que tenía yo hecha en Belchite, se hubiera asistido de idénticos trabajos en los restantes o en la mayoría de los Distritos no hubiera habido que lamentar que Aragón dejara de tener los representantes en Cortes que las personas de orden hubiéramos deseado, tanto más necesaria esa asistencia después del curso de los acontecimientos nacionales, que demuestran no está todavía la democracia española muy capacitada para el régimen que se ha establecido. Dios nos ampare y evite venga el caos.

Suyo afectísimo amigo y compañero q. e. s. m.

Emilio Laguna (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 2ª parte, documento suelto.

[Nº 83] Carta de Genaro Poza Ibáñez a Ángel Ossorio y Gallardo

Zaragoza, 12 de agosto de 1931

Excmo. Sr. Don Ángel Ossorio y Gallardo

Mi querido amigo:

Me permito incluirle una solicitud y varios documentos en los que el Ayuntamiento de María de Huerva (Zaragoza) plantea ante la Comisión Técnica Agraria la especial situación de la propiedad rústica en aquel término municipal.

Por ampararse el Municipio de María en una Circular de esa Subsecretaría, me permito remitirle a V. los antecedentes, con el ruego de que se digne transmitirlos a la Comisión Agraria, recomendando a la vez estudien el caso con interés y celo, por ser de los más característicos entre los que justifican la necesidad de reformas en la propiedad territorial.

Perdone la molestia y disponga de su afectuoso y buen amigo s. s. q. e. s. m.

Genaro Poza (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 734, 3ª parte, documento suelto.

[Nº 84] Carta de Genaro Poza Ibáñez a Ángel Ossorio y Gallardo

Zaragoza, 12 de agosto de 1931

Excmo. Sr. Don Ángel Ossorio y Gallardo

Mi querido amigo:

Le felicito cordialmente por su discurso de ayer que se ha quedado sin respuesta, como le aconteció a la carta en la que trató ud. la misma cuestión.

De nuevo, como ya ocurrió con la proposición de Royo Villanova, se han puesto en evidencia la ausencia de sentido político del Gobierno y la incomprensión y cerrilidad de las más numerosas minorías parlamentarias.

En esta ciudad las actuaciones de la C. N. del T. de día en día toman peor cariz. Creo que se prepara una huelga general.

Siempre es de ud. incondicional y afectuoso amigo s. s. q. e. s. m.

Genaro Poza (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 1ª parte, documento suelto.

[Nº 85] Carta de Ángel Ossorio y Gallardo a Genaro Poza Ibáñez

[Madrid, agosto de 1931]

Sr. Don Genaro Poza

Querido Poza:

Mi discurso en el Congreso quedó sin respuesta, como usted ha advertido. Eso sería lo de menos si, al menos, hubiese podido apreciar un sentido de consecuencia liberal en el espíritu de las minorías adictas al gobierno. Pero las pasiones andan desbordadas y es tarea inútil aducir razones jurídicas cuando no hay serenidad de juicio en el auditorio.

No se me oculta que están muy recientes los desafueros de un régimen empeñado en prevalecer por la tremenda contra la opinión unánime del país. Gran parte de los actuales diputados han padecido persecuciones y excesos vejatorios. Por otra parte, la heterogénea composición del bloque parlamentario emanado de la revolución contribuye a fomentar el confusionismo y la emulación de los alardes radicales. Por eso, mientras no esté aprobada la Constitución, vamos a tener días azarosos y de renovada inquietud. Ya anda pidiendo la prensa un Presidente provisional. Verdad es que hace una semana eso les parecía un despropósito y poco menos que un torpedeamiento.

Mil gracias por su felicitación y un saludo cordial de su buen amigo,

Ángel Ossorio y Gallardo (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 1ª parte, documento suelto.

[Nº 86] Carta de Ricardo Horno a Ángel Ossorio y Gallardo

Zaragoza, 15 de agosto de 1931

Sr. D. Ángel Ossorio

Mi querido amigo:

Sigo con creciente interés toda su actuación pública que, aunque basada siempre en el más alto interés del decoro y la justicia, me parece que no encuentra la necesaria asistencia, agotando estérilmente su talento y sus energías.

Vivimos un ambiente pasional que no deja lugar la reflexión y como consecuencia al triunfo de lo justo. Y lo malo es que parece que esta manera de actuar va a prolongarse. Por todas partes reina la misma inquietud, el mismo malestar, el mismo agobio. ¿Adónde vamos?

Hasta hoy, pese al cambio de rótulo, las cosas no han mejorado, antes al contrario, todo parece que se agrava y hasta en los más apasionados se observa una declinación del entusiasmo. La realidad es, que por cambiar la etiqueta del frasco hemos cambiado el contenido y el contenido somos los españoles, con los mismos vicios y los mismos defectos; si los anteriores, los que nos gobernaban no eran buenos, no creo que los actuales les superen; concejales, diputados, alcaldes, etc., de la nueva cepa, dan viento y rayo a los monárquicos, pero con los mismos vicios, politiqueo menudo, bajo personal, en fin un encanto.

V. que vive en otro mundo, quizá nos pueda dar unas dosis de optimismo muy necesarias en estos momentos. Yo a pesar de quererlo, no puedo lograrlo; el problema económico, el social, el político, me espantan. Porque si seguimos así, preveo un invierno pavoroso, deplorable ¡Y eso que ya tenemos Cortes!

Creerá V. que me he vuelto un retrógrado; nada más lejos de la realidad; me siento cada vez más demócrata, más liberal… pero de una democracia y una libertad mejor sentida y mejor practicada que por sus apóstoles naturales.

Y ahora, que es cuando yo creía que había ya terminado mi misión política, voy creyendo que es cuando debe comenzar; claro es que vamos a necesitar ponernos en el mismo plano de superación y estructuración tan en boga actualmente. Lo malo es que apenas si se encuentra con quien poder hacer labor alguna.

En fin, la realidad es que la situación actual va ya causando honda preocupación, pues desde el 14 de abril se nota incluso en lo profesional, una honda crisis, que aunque afortunadamente aun no llega a afectarme, es indudable que existe. Por cierto que los médicos andan por aquí tratando de sindicarse y unirse a la U. G. T. ¿Qué actitud cree V. que debe tomarse ante ello? ¿Es posible olvidar en ningún momento la misión del médico? He estado en Valencia presidiendo un tribunal de oposiciones a Director de la Maternidad y ello me ha hecho acumular un poco trabajo, por ello no le he escrito antes para aplaudir primero su dimisión y luego su discurso de la Cámara.

Poza y Gayarre me anuncian que van a venir a reunirse una noche para charlar de todo esto.

Un cariñoso saludo a todos los suyos y un abrazo de su affmo. amigo que le quiere,

Ricardo Horno (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 1ª parte, documento suelto.

[Nº 87] Carta de Ángel Ossorio y Gallardo a Ricardo Horno

[Madrid], 26 de agosto de 1931

Sr. D. Ricardo Horno

Mi querido amigo:

Agradezco el interés con que sigue mi actuación en estas circunstancias y así mismo su amable felicitación con motivo de mi reciente discurso en la Cámara.

Vivimos momentos de inquietud y confusión en que todo el mundo anda buscando la brújula para orientar su rumbo. Políticamente, la trayectoria para mí es bien clara: apoyar a la República y laborar en defensa de los postulados fundamentales que han sido siempre el norte de mis pensamientos y de mi conducta. En orden a lo social, será necesario acelerar un poco el paso. Años y años las clases conservadoras de España han venido dando muestras de apatía e incomprensión suicidas. Encastilladas en su privilegiada situación económica, los poderosos se negaban a facilitar los medios de mejoramiento a los humildes. En vano unos cuantos solitarios, que no éramos precisamente unos demagogos, predicábamos la urgencia de la reforma agraria y la necesidad de dar al obrero una participación razonable en los beneficios y en el gobierno de la industria. Las derechas nos miraban con el mismo recelo que si fuésemos peligrosos desertores. De súbito, España se encuentra con una revolución triunfante que, por añadidura, coincide con una convulsión de la economía mundial en que todos los países columbran en el horizonte perspectivas sombrías. Y en esos momentos, el nuevo régimen se ve forzado a hacer todo lo que debió hacerse y no se hizo y bastante más para calmar al clamor airado de las masas en rebeldía. La revolución ha sido la mecha; pero el explosivo ha venido acumulándose en varios lustros de gobierno a contrapelo de las realidades nacionales.

Con todo, la situación, aunque difícil y erizada de peligros, permite abrigar la esperanza de que, al fin, triunfe, como otras veces, la enorme vitalidad de este pueblo. Todos debemos cooperar a que el nuevo régimen no se malogre, porque el fracaso de la República no puede conducir a otra que al caos.

Muy agradecido a su felicitación, le saluda su affmo. amigo q. e. s. m.

Ángel Ossorio y Gallardo (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 1ª parte, documento suelto.

[Nº 88] Carta de Ángel Ossorio y Gallardo a Julio Alcalá

[Madrid], 9 de septiembre de 1931

Sr. D. Julio Alcalá

Mi distinguido amigo:

Los agobios de mi trabajo me impidieron acusarle recibo a su debido tiempo de su atenta dándome cuenta de sus gestiones a favor de mi candidatura por Zaragoza. Ahora, al reanudar las tareas después del relativo descanso veraniego, me complazco en expresarle mi gratitud y en ofrecerme a V. como su afmo. amigo q. e. s. m.

Ángel Ossorio y Gallardo (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 1ª parte, documento suelto.

[Nº 89] Carta de Ricardo Horno a Ángel Ossorio y Gallardo

Zaragoza, 30 de noviembre de 1931

Sr. D. Ángel Ossorio

Mi querido amigo:

Está visto que no sé profetizar más que a medias… Mi enhorabuena muy sincera por el triunfo de Madrid.

Aquí Poza sabe que yo he puesto en juego todos mis medios, pero este país no tiene ni consecuencia ni criterio político.

Ahora, que tenga usted la fortuna de que le escuchen y le atiendan.

Un abrazo,

Ricardo Horno (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 2ª parte, documento suelto.

[Nº 90] Carta de Nicolás Santos de Otto y Escudero a Ángel Ossorio y Gallardo

[1931]

Excmo. Sr. D. Ángel Ossorio

Mi querido amigo:

Doy a V. mi más cordial enhorabuena por su resonante triunfo electoral y por su participación sensata y serena en la naciente República española. Buena falta hará que V. y otros hombres ecuánimes la enfrenen para evitar la ola antirreligiosa que parece caracterizarla. Usted es el baluarte del derecho y la justicia en ella.

Ya sabe V. que a pesar de ser hidalgo y propietario en Aragón, los avances sociales no me asustan pero sí me aterran la indisciplina social y la anarquía imperantes al parecer por ahora.

Para toda labor sensata, constructiva y de orden que es la que V. hará, puede seguir contando con mi incondicional adhesión.

Hace tiempo que no recibo las publicaciones de la Sociedad de E. P. ¿Es porque están suprimidas o es porque me han suprimido? Si ello fuera cierto harían V. V. mal.

Siempre de V. affmo. amigo que sabe que le quiere y e. s. m.

Nicolás S. de Otto (firmado y rubricado)

Dentro de pocos días iré a Barbastro y de que allí se pueda vivir responderá su hijo. Con su protección cuento desde luego porque allí están muy levantiscos.

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 2ª parte, documento suelto.

[Nº 91] Carta del Obispo de Tarazona a Ángel Ossorio y Gallardo

Tarazona, 2 de agosto de 1932

El Obispo de Tarazona saluda y bendice a su distinguido amigo Ángel Ossorio y Gallardo.

Recibí en su día sus “Cartas a una señora…” con su rellena dedicatoria, que no le pudo dictar más que su benevolencia. Mil gracias por todo.

Con decirle que ya no puedo leer nada por el agobio en que vivo, y que he leído de cabo a rabo su libro, comprenderá que me ha gustado mucho.

Tiene V. la pluma ágil y retozona como en la edad florida. El fondo, como de maestro. Que Dios le conserve muchos años sus preciosas facultades.

Yo no puedo dar más que literatura de despacho. Dios lo ha querido así.

¿Cuándo se pone un poco formal todo eso, y entramos definitivamente en el camino del respeto a todos los que lo merezcan? No sé si ahí se dan cuenta de que el pueblo está cansado, engañado y asqueado.

Le estima y quiere su affmo. Obispo que se reitera s. s. s.

El Obispo (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 734, 2ª parte, documento suelto.

[Nº 92] Carta de Ricardo Burguete a Ángel Ossorio y Gallardo

Barro (Asturias), 9 de agosto de 1932

Excmo. Sr. D. Ángel Ossorio

Mi admirado y querido amigo:

Di el ejemplar de su libro a Margarita, en cuyo nombre le escribo agradeciendo el recuerdo y cariñosa dedicatoria del ejemplar de su obra “Cartas a una señora”. Libro que yo he saboreado también, pues lo hemos leído juntos, y somos más que convencidos, dos fervientes entusiastas de cuanto en él expone; que viene admirablemente a la hora de preparar el voto de la mujer en España, cuyo momento actual V. traza magistralmente.

Yo aplazo al presente la publicación de mi libro porque lo encuentro, en las presentes circunstancias, algo agrio y duro. Y como no encuentro el presente bastante firme, ni el porvenir claro, no quiero hacer ni publicar nada que pudiera contribuir a aumentar la confusión y a traer otra cosa peor que esto actual, que desde luego es mejor que lo pasado.

Ya leí en la prensa su visita a Sierra de Espuña y su labor infatigable y entusiasta para dar vida a lo que existe y en espera de su mejoramiento con sano optimismo. Por todo ello le felicito y no cansándole más cumplo el encargo de Margarita de escribirle; está atareadísima como ama de casa, pues tenemos aquí a todos los hijos y todos los nietos. Un cordial abrazo de su buen amigo y admirador,

Ricardo Burguete (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 734, 2ª parte, documento suelto.

[Nº 93] Carta de Ángel Ossorio y Gallardo a Ricardo Burguete

[Madrid], 16 de agosto de 1932

Excmo. Sr. D. Ricardo Burguete

Mi querido amigo:

Mil gracias por los amables términos del día 9.

Celebro mucho que les haya parecido a Vds. bien mi último libro, al que dedica Vd. tan cariñosos elogios. De ellos descuento, naturalmente, lo que pone su bondad y su afecto hacia mí, al que ya sabe cuan cordialmente correspondo.

Deseo que pase Vd. un buen verano con todos los suyos, y me repito de Vd., como siempre buen amigo,

Ángel Ossorio y Gallardo (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 734, 2ª parte, documento suelto.

[Nº 94] Carta de Ricardo Burguete a Ángel Ossorio y Gallardo

Barro (Asturias), 29 de agosto de 1932

Excmo. Sr. D. Ángel Ossorio

Mi admirado y querido amigo:

Recibida su carta, un abrazo por la suya conmovedora que la prensa publica, pidiendo, con su gran corazón, el indulto del desdichado Sanjurjo. Ya recordará V. que le anuncié en la última entrevista nuestra que tramaban algo ¡porque algo y aun algo sabía yo que no podía revelar!

Siempre su buen amigo y entusiasta admirador que le abraza,

Ricardo Burguete (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 3ª parte, documento suelto.

[Nº 95] Carta de Eduard Maristany a Ángel Ossorio y Gallardo

2 de septiembre de 1932

Excmo. Sr. D. Ángel Ossorio y Gallardo:

MI muy querido amigo:

Acabo de recibir el ejemplar de su obra “Cartas a una señora sobre temas de Derecho Político” que ha tenido la atención de dedicarme.

Excuso decir a V. cuánto se lo agradezco y cuánto siento no poder leerlo desde luego, porque las cataratas que ya tengo muy avanzadas me lo impiden; pero lo guardaré en lugar seguro, para en cuanto me hayan operado y con la esperanza de que quede bien, leerlo con el deleite con el que siempre leo lo que V. escribe.

He tenido que venir a pasar una semana en Madrid, con motivo del proyecto de Ley sobre intervención en los ferrocarriles, pero pienso regresar mañana a mi finca y continuar descansando y preparándome para la operación, que hasta la fecha no la han podido realizar, a causa de que tengo microbios en los ojos.

Hace ya algunos años que no he tenido el gusto de verle, pero ya comprenderá V. que un viejo de 77 años, ha de estar lleno de alifafes; pero no hay más remedio que soportarlo con resignación.

Le abraza su siempre buen amigo,

Maristany (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 734, 2ª parte, documento suelto.

[Nº 96] Carta de Ramón Noguero a Ángel Ossorio y Gallardo

Grustán (Huesca), 29 de enero de 1933

Excmo. Sr. D. Ángel Ossorio y Gallardo

Muy bueno su artículo “Los Curas”. Gracias. Ahora hacía falta otro de su mano, contra el Sr. Albornoz por la pobre manera de distribuir la justicia, mas tratándose de pesetas,… porque da las últimas migajas a los de 50 años, a los canónigos, a los beneficiados, a los párrocos de término o de ascenso que por serlo de grandes poblaciones no necesitan limosna y ésta debe darse a los pobres…

Además dijo en Talavera de la Reina o del Tajo que «al clero rural no se le desamparara» este es el clero joven… y se nos deja en la miseria, después de 24 años de servicios parroquiales… y culturales… yo llevo 10 años desanalfabetizando gratuitamente a mis feligreses, porque no hay maestros en este pueblo, y hoy no me atrevo, para no dar con mis huesos en la cárcel... a que el Sr. Arauz prepare bonos en los comedores de asistencia social. Luego llegaremos.

De V. affmo.,

R. Noguero (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 734, 3ª parte, documento suelto.

[Nº 97] Carta de Antonio Leal y Miguel a Ángel Ossorio y Gallardo

Gallur [Zaragoza], 27 de febrero de 1933

Sr. Don Ángel Ossorio y Gallardo

Muy distinguido y admirado Sr. mío:

Aun cuando no tengo la honra de conocer a V. personalmente y sin título alguno para molestarle me tomo la libertad de hacerlo sabedor de su amor por toda causa justa y dada su condición de letrado y diputado a Cortes.

Trataré de ser breve y lo más concreto que me sea posible para no gastar su tiempo.

Se trata de hacer al Sr. Ministro de Obras Públicas una pregunta y un ruego, relacionados con su último Decreto sobre incompatibilidades en ferrocarriles del 27 de enero último.

Una y otro creo, salvando claro es su superior criterio, cabe bien hacerlo en el Parlamento.

Con la pregunta se trata de saber si a los agentes ferroviarios seleccionados y jubilados por cuenta del Estado como consecuencia del Decreto de 4 de julio de 1931, hecho Ley después, les es de aplicación el artículo 5º del citado Decreto del 27 de enero, por el cual quedan exceptuados de incompatibilidad todos los que en 13 de diciembre último fueran agentes ferroviarios y percibieran a la vez retribuciones del Estado o de las corporaciones públicas.

En el ruego se pide que la renuncia a la pensión a que obliga el artículo 6º del repetido Decreto para continuar prestando servicio, sea desplazada temporal, es decir, que no tenga efectividad más que cuando los interesados presten servicio activo.

De lo contrario se producirá, a mi juicio, la enormidad de que agentes que no hemos cometido delito alguno, después de toda una vida de trabajo ferroviario, al llegar a la vejez y no poder seguir prestando servicio nos encontraremos sin recurso alguno para nuestro sustento.

Hasta aquí lo esencial de la súplica de un modesto ferroviario que disfruta una pensión de 1.000 pts. anuales, logradas tras 22 años de servicio, cabeza de una familia de cinco personas a la que ha de mantener sin otros recursos que los de su propio trabajo y a cuya pensión ha tenido que renunciar preventivamente para seguir viviendo y a pesar de que en la Compañía que actualmente presta sus servicios no hay establecido régimen de pensiones, lo que agrava el caso.

Ahora permítame V. una notas complementarias y algún breve comentario para mejor explicación del caso.

En el preámbulo del Decreto de 27 de enero último se dice, entre otras cosas, “Mantener el principio de la incompatibilidad lo estima el Gobierno indispensable”. “Mas cortar el mal de raíz, cual era el propósito evidenciado en los referidos Decretos -se refiere a los del 13 de diciembre y 19 de enero últimos- ocasionaría perjuicios irreparables a gran número de familias” y más adelante “Es preferible, pues, prescindir del propósito de cortar el mal radicalmente, si el realizarlo así ha de acarrear un puñado de injusticias y atenerse a contenerlo firmemente a evitar su propagación y a conseguir más adelante su total eliminación”.

Aquí es evidente el propósito de no causar daños en las familias, luego la demanda estará justificada.

El artículo 5º de referencia dice: “Este Decreto no será aplicado a quienes, con anterioridad al 13 de diciembre de 1932, fueran agentes de las Compañías y tuvieren también con anterioridad a esa fecha, señaladas retribuciones por el Estado o por las Corporaciones dichas”.

El artículo 6º dispone “Los agentes que, prestando servicio activo, percibieren además haberes pasivos de la misma Compañía o de otra Compañía ferroviaria deberán renunciar a éstos antes del 31 del corriente mes para seguir adscritos a aquél”.

El espíritu que anima el artículo 6º persigue un fin evidente de moralidad administrativa pero que, aplicado literalmente, produce daños irreparables a aquellas familias a quienes afecte y que tienen arreglada su vida al amparo de disposiciones o de un estado de cosas de las que ellos no son culpables.

Hay jubilaciones prematuras por varias causas. Ocurre lo siguiente: Una de las Compañías ferroviarias principales —no es del caso cuál— y seguramente no será sola, puede reglamentariamente jubilar de oficio a sus agentes cuando lleven 15 años como mínimo de servicio. Sucede con relativa frecuencia que un empleado por haber perdido grados de vista o por haber padecido alguna enfermedad de más de tres meses de duración o por otra cualquier causa que lo justifique ha sido jubilado en edad temprana y con escasa pensión por sus pocos años de servicio. Con la pensión no puede vivir y tiene que trabajar mientras pueda. ¿Siendo ferroviario, dónde trabajaría sino en ferrocarriles? Busca colocación en una compañía pequeña —las grandes no le admiten a su edad— y así logra mantener su hogar. Como en estas Compañías pequeñas es rara la que tiene establecido régimen de pensiones y aun cuando estuviera, la pensión, por los pocos años que ya se pueden trabajar, sería tan exigua que tras 30 ó 40 años de servicio ferroviario el agente afectado por el artículo 6º se encontraría en el mayor desamparo.

El asunto de los seleccionados es el siguiente:

Las Compañías ferroviarias, de acuerdo con el Decreto de 4 de julio de 1931 sobre readmisión de seleccionados con motivo de huelgas, dieron a optar entre la readmisión, la totalización o indemnización o la jubilación.

Los readmitidos están prestando servicio y, por lo tanto, acumulando derechos pasivos para el día de mañana.

Los totalizados e indemnizados están muchos de ellos prestando servicio en Compañías distintas a las de origen, como es natural, pero que disfrutan de su indemnización.

Y los que, como éste su humilde servidor, optamos por la jubilación cuando su disfrute no era incompatible con el servicio en otra Compañía distinta a la de origen, si ahora se nos declara incompatibles con el servicio ferroviario y por necesidad nos vemos obligados a renunciar a la pensión y sin compensación alguna, seremos injustamente objeto de inferior trato que los demás seleccionados, los cuales seguirán disfrutando con perfecto derecho de los beneficios citados.

Las Compañías ferroviarias, al menos la de mi caso, al notificar la concesión de pensión hizo constar en ella que la pensión era concedida por cuenta del Estado.

Perdóneme el que haya distraído su atención más largo tiempo que el que me propuse al empezar y que le ruegue, si cree justa la causa, interponga una pequeña parte de su gran autoridad para que el Sr. Ministro de Obras Públicas, a quien respetuosamente (sin resultado) me dirigí el 30 de enero último en parecido sentido, contestara la pregunta y atienda el ruego, favor señaladísimo que me permito esperar de su reconocido desinterés y del cual le quedarán por vida agradecidas gran número de humildes familias y muy especialmente éste su desconocido admirador y desde hoy su más atento y s. s. q. e. s. m.

Antonio Leal (firmado y rubricado)

Acompaña una postal por si V. tiene la gentileza de honrarme con sus órdenes.

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 4ª parte, documento suelto.

[Nº 98] Carta de Ángel Ossorio y Gallardo a Antonio Leal y Miguel

[Madrid, 1933]

Muy Sr. mío:

Recibí su atenta carta de 27 de febrero y he de pedir a usted perdón por el gran retraso que la contesto. La demora obedece a que he querido ocuparme del caso, pero he tenido que convencerme de que me falta tiempo para ello. Por otro lado, temo que la intervención parlamentaria que V. apetece resultará ineficaz, ya que los complejos problemas que vienen ocupando la actividad del Parlamento sobre temas de carácter general, hace difícil que preste su atención a otros de interés más particular y de menos urgencia.

Ángel Ossorio y Gallardo (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 4ª parte, documento suelto.

[Nº 99] Carta de José María Leza a Ángel Ossorio y Gallardo

Sástago, 16 de marzo de 1933

Los sueños son de Júpiter y él los envía dice Quevedo en “El sueño de las calaveras”.

Y aunque también afirma que a personas principales hace su merced, ¿quién se resigna a no ser lo suficientemente principal para merecer el regalo?

Así pues tengo para mí que sueño enviado por Júpiter fue aquél en que recientemente vi llegar en un bello caballo la más soberbia amazona que pueda imaginarse apearse y llena de fortaleza y gracia darme su mano, envolverme en su sonrisa y partir adelante… Iba adelante llena de fortaleza y gracia y me hizo pensar en lo grata que sería su caricia a un gran hombre mi venerado amigo.

¿De dónde mi subconsciente extrajo los elementos belleza, ritmo, energía y gracia para componer tan bello cuadro?

Una somera observación del panorama político y social de España no parece propicio a ofrecer tintas claras y sin embargo en el fondo de mi conciencia encuentro las raíces de esas flores que brotan en mi subconsciente.

Clamor de descontento es el grito que predomina en estos días; clamor de descontento ¿de quiénes? Siga el clamor.

Cierto que hay hombres de buena voluntad que claman y protestan pero es ante la presencia de un fantasma que les amedrenta. También es bueno que de su mal con su mal se curen para que aprendan a otear el horizonte, a sentir el presente y a presentir el futuro.

¡España, España! el jardín de las ideas universales, tu tiempo es llegado y aunque con dolor de parto (siempre menor del presumido) tu fruto será glorioso.

Mis palabras, quisiera, mi venerado amigo que fueran aliento y llama, mi pensamiento encarnación espiritual y ello todo fortaleza.

Siempre,

José Mª Leza (firmado y rubricado)

Centro Documental de la Memoria Histórica, Madrid, Sección político-social, legajo 736, 4ª parte, documento suelto.



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