Duques. |
Primera creación, 1351-1361 Enrique de Grosmont, I duque de Láncaster, IV conde de Leicester y Láncaster(castillo de Grosmont, h. 1310 - castillo de Leicester, 23 de marzo de 1361), también conde de Derby, fue un miembro de la nobleza inglesa, y un destacado soldado, político y diplomático. Segunda creación, 1362-1399 Juan de Gante, duque de Lancaster (6 de marzo de 1340 - 3 de febrero de 1399) fue un noble inglés, cuarto hijo varón —pero tercero superviviente— del rey Eduardo III de Inglaterra y de Felipa de Henao. Enrique IV de Inglaterra (Castillo de Bolingbroke, 3 de abril de 1367 - Abadía de Westminster, 20 de marzo de 1413), rey de Inglaterra de 1399 a 1413. Tercera creación, 1399-1413 Enrique V de Inglaterra (castillo de Monmouth, Gales; 16 de septiembre de 1386-bosque de Vincennes, Francia; 31 de agosto de 1422) fue rey de Inglaterra y señor de Irlanda desde 1413 hasta su muerte. Era el segundo hijo —el primogénito, Eduardo, murió al nacer en 1382— de Enrique, duque de Lancaster —luego Enrique IV— y de María de Bohun. Al acceder al trono su padre, tras deponer a Ricardo II (1399), se convierte en príncipe de Gales y heredero del trono inglés. |
El Canciller del Ducado de Lancaster, es un Ministro de Gobierno designado por el Soberano aconsejado por el Primer Ministro. El Canciller responde al Parlamento en los asuntos de administración del Ducado. El Vicecanciller del Condado Palatino de Lancaster es una oficina del Ducado de Lancaster. El vicerrector es nombrado por el Canciller del Ducado de Lancaster después de consultar con el Lord Gran Canciller de Gran Bretaña . Desde 1987, el vice-cancillerr ha sido un juez del Tribunal Superior de la División Chancery con un mandato de aproximadamente tres años. El vicecanciller del Condado Palatino de Lancaster ejerce la supervisión general sobre la conducta de los negocios de la división de la Cancillería en el norte de Inglaterra y es miembro de oficio de la corte de la Universidad de Lancaster Los funcionarios principales del Consejo del Ducado que llevan a cabo las tareas cotidianas del patrimonio son el Secretario del Consejo (el Director Ejecutivo), el Presidente del Consejo y el Director Financiero. Otros bienes. Además de poseer tierras en Lancashire, el Ducado de Lancaster también ejerce algunos poderes y deberes ceremoniales de La Corona en Lancashire, Gran Manchester, Merseyside y el área de Furness de Cumbria, que juntos forman el Condado Palatino de Lancashire. Desde que se aprobó la Ley de Gobierno Local de 1972, el ducado tiene y ejerce el derecho de asignar Sheriffs y Representantes del Rey en los condados ceremoniales de Gran Manchester, Merseyside y Lancashire, incluyendo partes de los antiguos condados de Cheshire y Yorkshire. |
La herencia Lancaster databa de 1265, cuando Enrique III dio a su hijo menor, Edmund Crouchback, tierras perdidas por Simón de Montfort, Conde de Leicester. En 1266 le fueron agregadas las propiedades de Robert de Ferrers, 6º Conde de Derby, otro de los protagonistas de la Segunda Revuelta de los Barones. En 1267 la propiedad fue distinguida como el Condado, Honor y Castillo de Lancaster. ( the county, Honour and Castle of Lancaster.) En 1284 Edmund obtuvo la finca de Saboya por parte de su madre, la reina Eleanor, sobrina de Pedro II, Conde de Saboya. Edward III elevó Lancashire a condado palatino en 1351 y el entonces titular, Henry de Grosmont, 4º Conde de Leicester, 1º Conde de Derby y 1º Conde de Lincoln, nieto de Edmund, fue hecho Duque de Lancaster. Luego de su muerte, una orden real de 1362 confirió el ducado a Juan de Gante, 1º Conde de Richmond, cuarto hijo de Edward III y yerno del primer duque, pues se había casado con la hija de éste, Blanche de Lancaster, 6ª Condesa de Lancaster. Cuando Juan de Gante murió en 1399, el Ducado pasó a su hijo Henry de Bolingbroke, 1º Duque de Hereford. Más tarde ese mismo año, el nuevo 2º duque usurpó el trono inglés a Richard II, ascendiendo al trono como Enrique IV y a partir de entonces el Ducado se fusionó a la corona.
El primer acto de enrique IV fue declarar que la herencia de Lancaster se iba a mantener separada del resto de las posesiones de la corona y debía descender a sus herederos masculinos. Enrique de Monmouth, Príncipe de Gales, fue el siguiente Duque de Lancaster hasta que subió al trono como Henry V y el ducado volvió a la corona. Esta separación de identidades fue confirmada en 1461 por Eduardo IV cuando incorporó la herencia y las responsabilidades del Palatinado bajo el título de Ducado de Lancaster, y estipuló que estaría separado de otras herencias de él y sus herederos, Reyes de Inglaterra.
El Ducado continúa existiendo como entidad separada de la Corona estatal y actualmente provee de ingresos al monarca reinante. El soberano es tratado como Duque de Lancaster independientemente del género es tratada como Su Majestad, el Duque de Lancaster- ya que es un tratamiento honorario y un título real. Nota histórica. En el reino de Inglaterra se formaron condados palatinos (county palatine) con la Casa de Normandía (siglo XI) para defender las fronteras con Escocia y Gales: en tiempo de Guillermo el Conquistador se fundaron el Condado Palatino de Durham (confiado a los príncipes-obispos de Durham) y el Condado Palatino de Chester (confiado a los condes -earls- de Chester). El Condado Palatino de Lancaster se creó en 1351 (confiado a los duques de Lancaster) |
Encontramos bajo Jorge IV un tipo completamente nuevo. El rey ahora está representado (como en su gran sello) entronizado y con su atuendo completo. A ambos lados, el león y el unicornio sostienen pancartas con las armas reales y las del ducado, mientras que en la base hay una corona de flores nacionales. El sello del ducado de la reina Victoria es de tipo similar, pero se agregan figuras alegóricas de Fe y justicia a ambos lados del trono. El reverso sigue el tipo antiguo con un escudo de armas, plumas de avestruz y una cresta, y la leyenda: SIGILLUM: DUCATUS: LANCASTRIÆ; También se utiliza un sello de carta con los brazos dentro de una liga. Elizabeth II - 1953 a? - (Grabador E. Carter Preston) Jorge VI - 1937 a 1952 - (Grabador E. Carter Preston) Victoria - 1837 a 1901 |
Enrique de Grosmont, I duque de Láncaster, IV conde de Leicester y Láncaster (castillo de Grosmont, h. 1310 - castillo de Leicester, 23 de marzo de 1361), también conde de Derby, fue un miembro de la nobleza inglesa, y un destacado soldado, político y diplomático. Primogénito y único hijo varón del conde Enrique de Láncaster y de Matilde de Chaworth, sucedió a su padre en los condados de Láncaster, Leicester y Derby a su muerte en 1348. Se convirtió en uno de los capitanes en los que más confiaba Eduardo III en las primeras fases de la guerra de los Cien Años. Se distinguió con la victoria en la batalla de Auberoche. Fue miembro fundador y segundo caballero de la orden de la jarretera en 1348. Gracias a sus gestiones se consigue una monumental —aunque corta— paz con Francia, ganándose con ello el favor de su primo el rey Eduardo III. Por sus servicios a la corona fue agraciado con la elevación de su condado de Láncaster al rango de ducado en el año 1351, convirtiéndose en el primer duque de Láncaster. Grosmont fue también el autor de un libro, Livre de seyntz medicines, un tratado devocional intensamente personal. Se le recuerda como uno de los fundadores y primeros patronos del Corpus Christi College, Cambridge, que se estableció por dos de los gremios de la ciudad en 1352. Se casó en 1334 con Isabel de Beaumont, hija de Henry de Beaumont con la que tuvo dos hijas:
Enrique murió, víctima de la peste, en Leicester, el 24 de marzo de 1361, a los 60 años de edad. |
Gante, Juan de. Duque de Lancaster. Gante (Bélgica), 1340 – Londres (Reino Unido), 1399. Príncipe, hijo de Eduardo III de Inglaterra. Juan de Gante era el cuarto hijo nacido del matrimonio del monarca inglés Eduardo III con su esposa Felipa de Hainaut. En 1359, Juan de Gante contrajo matrimonio con la hija de Enrique de Derby, el cual ostentaba el título de duque de Lancaster, del que heredará ese ducado poco después, concretamente en 1362. Unos años más tarde, en 1372, después de haber quedado viudo de su primera esposa, Juan de Gante tomó la decisión de casarse con Constanza, que era una hija del derrotado monarca de Castilla Pedro I y de su amante María de Padilla. Juan de Gante, al que se le ha presentado nada menos que como el prototipo del “ideal caballeresco del siglo XIV”, fue un actor básico en la contienda que mantuvieron las Coronas de Francia y de Inglaterra en aquellos siglos, la denominada Guerra de los Cien Años. No obstante, su participación en dicho conflicto, que tuvo lugar con posterioridad a 1370, no resultó nada positiva desde el punto de vista de la actividad militar, lo que contrastaba con los espectaculares éxitos que había alcanzado, unos años atrás, su hermano, el Príncipe Negro. Tras su enlace matrimonial con la castellana Constanza, Juan de Gante aspirará a recuperar el trono de Castilla, que había pertenecido, hasta 1369, a su suegro, el rey Pedro I. Uno de los principales colaboradores de Juan de Gante fue el petrista Juan Gutiérrez, deán de Segovia, el cual, años más tarde, fue nombrado obispo de Dax, localidad situada en tierras francesas. Eso explica que Juan de Gante proyectara la conquista de la Corona de Castilla en varias ocasiones. El primer intento lo puso en marcha en 1373, al aliarse con el rey de Portugal, a la sazón Fernando I. No obstante, la firma de la paz de Santarem, suscrita en el mes de marzo de 1373 entre el monarca portugués y el rey de Castilla Enrique II, imposibilitó las maniobras que estaba preparando Juan de Gante. Unos meses después, Juan de Gante desembarcó en el puerto francés de Calais, efectuando un espectacular recorrido por la costa atlántica de Francia, hasta llegar a la ciudad de Burdeos. En el verano de 1380, Juan de Gante llegó a un acuerdo con el rey de Portugal, Fernando I, en el cual se establecía que los soldados ingleses irían a las tierras lusitanas para, desde allí, invadir el territorio de la Corona de Castilla. Tras la aplastante derrota sufrida por el rey de Castilla Juan I ante los portugueses en Aljubarrota, acontecimiento que tuvo lugar en 1385, Juan de Gante decidió invadir las tierras de la Corona de Castilla. Por su parte, el rey de Castilla, Juan I, aprovechó la convocatoria de Cortes que tuvo lugar en la ciudad de Segovia para exponer allí, frente a las pretensiones del duque de Lancaster, los legítimos derechos que a él le correspondían como monarca castellano. De todos modos, esa actitud no impidió que Juan de Gante pusiera en marcha su invasión de la Corona de Castilla. El desembarco de las tropas del duque de Lancaster se efectuó en el verano de 1386, cerca del puerto de La Coruña, continuando su avance por la región de Galicia hasta la ciudad de Santiago de Compostela —en cuya catedral Juan de Gante efectuó una solemne entrada— y Orense, donde estableció su Corte. Al concluir el verano de aquel año, Juan de Gante dominaba casi todo el territorio de Galicia, aun cuando sus tropas encontraron una fuerte resistencia en Ribadeo. A comienzos de 1387, los ejércitos del duque de Lancaster penetraron en la meseta norte. El primer éxito de dichas tropas fue la conquista de la localidad de Alcañices. El siguiente objetivo era la ocupación de la villa de Benavente, la cual, aparte de tener unas murallas prácticamente inexpugnables, estaba defendida en aquel tiempo por el magnate nobiliario Álvar Pérez Osorio. El asedio por las tropas de Juan de Gante de la plaza de Benavente, sin embargo, no dio los frutos esperados. Hay que tener en cuenta la actuación de determinados grupos guerrilleros, que crearon serios obstáculos a las tropas inglesas. Eso sí, aquellos territorios sufrieron grandes daños, como lo pone de manifiesto un documento de unos años más tarde, en el que se habla de los desastres ocasionados “por el aversario del rregno de Portogal e del duque de Lencastre”, pues “non quedaron una casa en fiesta e todos los moradores desta villa e de su tierra quedaron muy pobres”. Después de aquel desastre, Juan de Gante envió a sus tropas hacia la localidad de Valderas, donde también encontró una fuerte resistencia. Ante aquellos hechos, Juan de Gante, entendiendo que las gentes de la Corona de Castilla no le aceptaban como rey, decidió abandonar las tierras de dicha Corona, dirigiéndose hacia Portugal. Dos años más tarde, en el mes de julio de 1388, se alcanzó un interesante acuerdo entre la Corona de Castilla y el duque de Lancaster: el tratado de Bayona, en virtud del cual se proyectó el matrimonio del heredero del trono castellano, el futuro monarca Enrique III, con Catalina de Lancaster, hija de Juan de Gante y de su esposa, Constanza. Catalina de Lancaster recibiría, en concepto de arras, las ciudades de Soria, Almazán y Atienza. Según el profesor Luis Suárez Fernández, la firma de dicho tratado se efectuó por “el deseo de liquidar guerras que, estorbando el comercio y abrumando con impuestos, habían llevado al reino al borde mismo del agotamiento; y la mala conciencia de una dinastía que conocía bien la irregularidad de sus orígenes”. Tras la firma del mencionado tratado, el duque de Lancaster renunció definitivamente a sus posibles derechos al trono castellano, recibiendo a cambio una importante indemnización. Con esa boda, que tuvo lugar en la ciudad de Palencia en el mes de septiembre de 1388, se ponía punto final a la querella por la legitimidad, cuestión derivada de la guerra fratricida mantenida entre 1366 y 1369 por Pedro I y Enrique II. Años más tarde, en 1396, Juan de Gante contrajo nupcias con su amante, Catalina Swynford, con la que tuvo varios hijos. De todos modos, la vejez de su padre, el monarca inglés Eduardo III, y la grave enfermedad de su hermano mayor, el Príncipe de Gales, motivaron que Juan de Gante fuera de hecho la persona que gobernara Inglaterra en los años siguientes, ocasión que aprovechó para colocar en los principales cargos a sus cortesanos, la mayoría de los cuales eran personas corruptas. Juan de Gante, duque de Lancaster, falleció en 1399. Bibl.: S. Armitage Smith, John of Gaunt, London, Constable & Co., 1904; P. E. Russell, The English Intervention in Spain and Portugal in the Time of Edward III and Richard II, Oxford, Oxford University Press, 1955; M. McKisack, The Fourteenth Century, 1307-1399, Oxford, Oxford University Press, 1959; L. Suárez Fernández, Juan I de Trastámara, 1379-1390, Palencia, Diputación Provincial, 1994. |
Enrique IV de Inglaterra (Castillo de Bolingbroke, 3 de abril de 1367 - Abadía de Westminster, 20 de marzo de 1413) fue rey de Inglaterra de 1399 a 1413. Fue hijo de Juan de Gante —hijo del rey Eduardo III de Inglaterra— , conde de Richmond y duque de Lancaster y de su primera esposa Blanca de Lancaster, duquesa de Lancaster —tataranieta del rey Enrique III de Inglaterra—, siendo el cuarto hijo varón del matrimonio, pero la muerte de sus tres hermanos mayores en la infancia hicieron que él fuera el heredero de su padre. Desde 1387 hasta 1390, Enrique, comandó, lideró y dirigió la facción oponente a su primo hermano el rey Ricardo II de Inglaterra. Posteriormente combatió, luchó y guerreó junto con los caballeros teutónicos contra los lituanos y peregrinó hasta Tierra Santa, concretamente hasta Jerusalén. A su regreso, fue enviado al exilio por Ricardo II como consecuencia de una disputa con Thomas de Mowbray, I duque de Norfolk —tataranieto del rey Eduardo I de Inglaterra—. Ricardo II, a la muerte del padre de Enrique, intentó despojarle de su herencia y, en consecuencia, Enrique reclutó un ejército, invadió Inglaterra y capturó al rey Ricardo II, que renunció pronto al trono. En el mismo año 1399, el Parlamento de Inglaterra eligió a Enrique de Lancaster como rey con el nombre de Enrique IV de Inglaterra. Los escoceses y galeses, apoyados, instigados y dirigidos por el Reino de Francia, iniciaron una gran revuelta. Sin embargo, los escoceses fueron derrotados en Humbleton Hill (1402), aunque los galeses continuaron con la rebelión durante siete largos años bajo el mando del caudillo galés Owen Glendower. En ese mismo año, Henry Percy, conde de Northumberland y quién le había ayudado a llegar al trono se rebeló contra él junto a su hijo Henry "Hotspur" Percy, su pariente el conde de Worcester y nuevamente Owain Glendower; sin embargo fueron derrotados en la batalla de Shrewsbury en 1403; Percy siguió conspirando contra el rey, participando en dos rebeliones más hasta ser finalmente derrotado en Bramham Moor en 1408. Asimismo, Enrique IV persiguió a la secta religiosa conocida como de los lolardos mediante la ley De heretico comburendo. Enrique IV falleció en la Abadía de Westminster, el 20 de marzo de 1413, siendo sepultado en la catedral de Canterbury. Se casó el 27 de julio de 1380 en el castillo de Arundel, en Sussex, con María de Bohun, la cual aporta al matrimonio los condados de Northampton y Hereford, luego elevado a ducado. De este enlace nacieron siete hijos:
María de Bohun falleció en el castillo de Peterborough al dar a luz a su última hija, el 4 de julio de 1394, cinco años antes de que Enrique fuera coronado rey de Inglaterra: Enrique IV. El 7 de febrero de 1403, en la catedral de Winchester, Enrique IV contrajo nuevamente matrimonio con Juana de Navarra (m. 1437), duquesa viuda de Bretaña, hija del rey Carlos II de Navarra y nieta del rey Juan II de Francia. |
Rama secundaria de la familia Plantagenet, que reinó en Inglaterra entre 1399 y 1471. Su fundador fue Edmond Crouchback, el Cruzado (1245-96), hijo de Enrique III de Inglaterra, de quien recibió el título de conde de Lancaster (1267). Gobernó el Condado de Champaña (en Francia) por su casamiento con Blanca de Artois. Su hijo Thomas (h. 1278-1322), segundo conde de Lancaster, luchó contra el favorito del rey Eduardo II, Gaveston, a quien arrebató el poder y ejecutó en 1312. Fue a su vez desplazado por un nuevo favorito, Despenser, quien le hizo ejecutar.
Pero su hermano Henry (h. 1281-1345), segundo conde de Lancaster, continuó la lucha hasta apresar al rey y proclamarse jefe de un Consejo de Regencia (1326). Su hijo Henry (h. 1300-61) sirvió a Eduardo III como militar durante la Guerra de los Cien Años, lo cual le valió el título de primer duque de Lancaster. Sin embargo, no tuvo descendientes varones, por lo que dicho título y la inmensa riqueza de la familia pasaron a su yerno, el cuarto hijo del rey, Juan de Gante (1340-99). Al quedar viudo, éste se casó con una hija de Pedro I, el Cruel, de Castilla, razón por la que reivindicó sin éxito el Trono castellano. Convertido en el noble más poderoso de Inglaterra, ejerció como regente de hecho durante los últimos años del reinado de Eduardo III y actuó de mediador entre el siguiente monarca -Ricardo II- y los nobles descontentos. En cambio su primogénito, Enrique IV (1366-1413), encabezó la rebelión nobiliaria hasta hacerse con la Corona en 1399. Asesinó al depuesto rey Ricardo II y se afianzó en el poder derrotando a los ejércitos escoceses, galeses y de nobles ingleses que se le opusieron. Le sucedió su hijo Enrique V (1387-1422), a quien corresponde el mérito de haber consolidado la dinastía en el Trono inglés; en contraste con su padre, que murió aislado y detestado, Enrique V fue un rey popular, con fama de buen administrador y buen guerrero. Para fortalecer la unidad en torno a la Corona relanzó la Guerra de los Cien Años contra Francia, obteniendo una resonante victoria en la batalla de Azincourt (1415) y conquistando Normandía. El consiguiente Tratado de Troyes (1420) le convirtió en regente de Francia, yerno de su rey Carlos VI y heredero del Trono francés, aunque nada de esto se llegó a plasmar en la práctica por la pronta muerte de Enrique V. Le sucedió su hijo de un año Enrique VI (1421-71), que pronto se revelaría retrasado mental. Durante su infancia, dos tíos suyos ejercieron la Regencia respectivamente sobre Inglaterra y sobre sus dominios de Francia. La suerte desfavorable de las armas llevó a Inglaterra a abandonar sus pretensiones sobre la Corona francesa, mientras en el interior se sucedían las revueltas de todo tipo. Durante el reinado de Enrique VI el poder efectivo lo ejerció su esposa, la francesa Margarita de Anjou. La oposición nobiliaria la encabezó la Casa de York, formada por descendientes de Enrique III; este enfrentamiento dio lugar a la llamada «Guerra de las Dos Rosas» (1455-85) entre las casas de Lancaster (simbolizada por una rosa roja) y de York (la rosa blanca). Los Lancaster fueron derrotados en 1461, pasando el Trono al candidato de los York, Eduardo IV, mientras Enrique VI y su esposa se refugiaban en Holanda; sin embargo, Enrique sería repuesto transitoriamente en el Trono en 1470 por la traición del favorito de Eduardo, el conde de Warwick. Derrotado definitivamente al año siguiente, Enrique VI fue encerrado en la Torre de Londres, donde murió. Su fama de hombre bueno y piadoso convirtió su tumba en lugar de peregrinación e incluso Enrique VII solicitó a Roma su canonización, sin conseguirla. La guerra de las Dos Rosas.
La guerra de las Dos Rosas fue una guerra civil que enfrentó intermitentemente a los miembros y partidarios de la Casa de Lancaster contra los de la Casa de York entre 1455 y 1487. Ambas familias pretendían el trono de Inglaterra, por origen común en la Casa de Plantagenet, como descendientes del rey Eduardo III. El nombre «guerra de las dos Rosas» o «guerra de las Rosas», en alusión a los emblemas de ambas casas, la rosa blanca de York y la roja de Lancaster, fue producto del Romanticismo. La guerra se dio principalmente entre los miembros de la aristocracia terrateniente y ejércitos de los señores feudales. El apoyo a cada uno de los bandos dependió, en gran medida, de los matrimonios dinásticos entre la nobleza. El patriarca de la casa de Lancaster, Juan de Gante, tuvo como primer título el de conde de Richmond, el mismo que detentaría Enrique VII al final de la guerra. El líder de la casa de York fue Edmundo de Langley, que ostentaba el Señorío de Cambridge. Más tarde, durante los reinados de los Tudor y de los Estuardo, Richmondshire y Cambridgeshire se transformarían en focos principales de recusantes y puritanos, respectivamente. Cabe destacar que la pelea entre las facciones se prolongó más allá de la época de Enrique, ya que los monarcas que le siguieron impulsaron la continuidad de los enfrentamientos. La guerra de las Dos Rosas provocó la extinción de los Plantagenet y debilitó enormemente las filas de la nobleza, además de generar gran descontento social. Este período marcó el declive de la influencia inglesa en el continente europeo y el debilitamiento de los poderes feudales de los nobles; y, en contrapartida, creció la influencia de los comerciantes y de la monarquía centralizada bajo los Tudor. Esta guerra señala el fin de la Edad Media inglesa y el comienzo del Renacimiento. La Casa de York fue una dinastía real inglesa. La familia de York estuvo involucrada en la guerra de las Rosas, que ensangrentó a Inglaterra durante el siglo XV. Su nombre deriva del hecho de que descendían de Ricardo, duque de York, y su símbolo era una rosa blanca. Durante estas guerras se opuso a la Casa de Lancaster. La rivalidad entre los York y los Lancaster comenzó cuando Enrique de Lancaster fue coronado rey en 1399. Al final de la guerra de las Dos Rosas, cuando Ricardo III fue derrotado en la batalla de Bosworth en 1485, Isabel de York se casó con el vencedor, Enrique VII, y sus descendientes, la familia Tudor, gobernaron Inglaterra durante el siglo XVI. |
“Hacia la segunda mitad del siglo XV, las ideas corporativistas se habían enraizado fuertemente en Inglaterra… La conversión del Ducado de Lancaster en una corporación… dejó su huella… en el pensamiento jurídico… asociada al caso del mismo nombre que se discutió en los tribunales en 1561… El ducado… había sido propiedad privada de la casa de Lancaster, y los reyes lancasterianos lo tenían por derecho hereditario. En su accesión al trono en el año 1399, Enrique IV ordenó, con consentimiento del Parlamento, que todas las tierras del ducado de Lancaster debían ser gobernadas y tratadas por el rey <<como si nunca hubiésemos alcanzado la dignidad real>>, puesto que aquellas tierras le habían sido atribuidas personalmente a él, Enrique de Lancaster, por derecho hereditario y <<antes de que Dios nos llamase al estado y dignidad de rey>>. Una propiedad privada, desconectada de la Corona: es lo que el ducado era y siguió siendo bajo Enrique V y Enrique VI… Cuando Eduardo IV, de la casa de York, tomó el poder en 1461, el estatus del ducado cambió. Poco después de su accesión al trono, Eduardo IV procesó y condenó por alta traición a su predecesor de la casa Lancaster, lo que llevó consigo el decomiso de todas las posesiones y títulos del anterior soberano incluida la propiedad privada del ducado de Lancaster. Pero Eduardo IV carecía de título sobre el ducado que no fuera su derecho a la corona inglesa, puesto que el ducado había sido confiscado por un delito de traición cometido por Lancaster contra la corona. Sin embargo, Eduardo IV no tenía la menor intención de renunciar a todas las ventajas que la propiedad personal (Hausmacht, esto es, el conjunto de facultades y poderes que un señor feudal tenía sobre los territorios que le pertenecían) del ducado aportaban al poder del rey y a su bolsa. Para atajar estas dificultades, el rey y sus consejeros jurídicos idearon una sorprendente estratagema: incorporar el ducado confiscado. Incorporar, dicen con razón los traductores, significa aquí “constituir el equivalente a una sociedad anónima”, es decir, lo que hacían los reyes con todos aquellos grupos de individuos como los libreros, los profesores universitarios o determinado grupos de comerciantes o artesanos a los que se les otorgaba un privilegio, esto es, normalmente, el acceso en exclusiva a una determinada actividad (gremios, regulated companies, consulados) o a unos determinados activos (el comercio con Virginia o con las Indias Orientales, el comercio con Rusia o los puertos bálticos o la explotación de un canal) Mediante un Act of Parliament, se decretó, el 4 de marzo de 1461, que los feudos, castillos señoríos, pueblos y otras posesiones del ducado, con sus dependencias, desde ese momento <<constituyen… el antedicho ducado de Lancaster corporativo y será llamado el ducado de Lancaster>>. Por añadidura, el Parlamento otorgó a Eduardo IV el derecho a quedarse con esas tierras <<por el mismo nombre del ducado, separado del resto de su herencia a él y a sus herederos reyes de Inglaterra a perpetuidad>> Obsérvese el “milagro”. Se creaba el Ducado de Lancaster y Kantorowicz dice inmediatamente que “uno siente la tentación de añadir: Ducado de Lancaster, SL o Ducado de Lancaster SA”. Y se separa inmediatamente también de la “herencia” de Eduardo IV, esto es, el Ducado de Lancaster constituye un patrimonio separado del patrimonio de Eduardo IV en cuanto rey: “no se mezclaba con las otras propiedades de la Corona”. ¿Pero se mezclaba con las otras propiedades de Eduardo IV considerado como individuo? Tampoco. De hecho, el Ducado no pertenecía a Eduardo IV de York como individuo. Recuérdese que el único título que tenía para apoderarse de él era la traición cometida por los Lancaster a la corona. O sea que el Ducado pasa a ser una corporación – un patrimonio organizado – que pertenece, a su vez “a la Corona como corporación, por lo que el rey como Rey, y no el rey en privado, era hereditariamente la cabeza – o como si dijéramos, el administrador de esa SA - a la que revertían los beneficios de dicha corporación como si fuera el propietario: desde luego, sólo por derecho de la Corona. Y concluye Kantorowicz que concebir un reino como una corporación o una persona jurídica no era inhabitual, pero que sí fue novedoso hacerlo por una decisión del Parlamento. Lo que dice a continuación es que la incorporación del Ducado de Lancaster fue, quizá, el origen de la enorme extensión que tendrá en el Derecho inglés – y luego en el norteamericano – la incorporación de cualesquiera patrimonios, esto es, la utilización universal de la “corporation” para organizar cualquier tipo de actividad o perseguir cualquier tipo de objetivo o fin. Se “incorporarán” diócesis, órdenes religiosas (“en… países en los que hay separación entre Iglesia y Estado y, por tanto, “las Iglesias” han de considerarse instituciones privadas… “esto sería especialmente cierto en los Estados Unidos… donde los obispados y arzobispados son – o eran – reconocidos como corporaciones unipersonales y donde por ejemplo, los benedictinos figuran como La Orden de San Benito Sociedad Anónima mientras que las provincias jesuitas figuran como corporaciones… por ejemplo, La Compañía de Jesús de Nueva Inglaterra…” Ernst H. Kantorowicz, Los dos cuerpos del rey. Un estudio de teología política medieval, pp 395-400 |
Simón V de Montfort, VI conde de Leicester (23 de mayo de 1208-4 de agosto de 1265) fue un noble franco-inglés, notable como principal líder de la oposición baronal al gobierno del rey Enrique III de Inglaterra. Tras la rebelión de 1263 y 1264, De Montfort se convirtió de facto en el gobernante de Inglaterra y convocó el primer parlamento directamente electivo de la Europa medieval. Es por esto que se considera a De Montfort uno de los padres de la democracia parlamentaria moderna. |
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The Savoy-Liberty of the Duchy of Lancaster |
El Savoy era una mansión y una libertad ( manor and liberty) situada entre la Libertad de Westminster ( Liberty of Westminster), a dos lados, la parte Inner y Middle Temple de la Ciudad de Londres y el río Támesis. Estaba en el condado de Middlesex . Nombrado por el Palacio de Savoy , llegó a ser propiedad del Ducado de Lancaster , y también era conocido como la Libertad del Ducado de Lancaster(Liberty of the Duchy of Lancaster). El ducado continúa teniendo propiedades dentro del área. La mansión, que gozaba del estatus de una libertad, comprendía el recinto del Savoy , la mitad sur y el suroeste separado de la parroquia de St Clement Danes y aproximadamente tres cuartas partes de St Mary le Strand, ya que solo, en una pequeña parte, se extendía al norte de Strand, mientras que esas parroquias se extendían a ambos lados de esta antigua carretera. La capilla real del Savoy (en inglés: Savoy Chapel o The Queen's Chapel of the Savoy) es una capilla real en Westminter, Londres, ubicada sobre la calle The Strand. Consagrada a Juan el Bautista y perteneciente a la iglesia de Inglaterra, no está sujeta a la jurisdicción de un obispado, destinada al uso privado y público de la reina del Reino Unido en función de su ducado de Lancaster. Historia La construcción original se realizó en la Edad Media y fue el templo principal del palacio Savoy, propiedad de Pedro II de Saboya, hasta que fue destruida junto con el palacio durante la revuelta de los campesinos de 1381. La construcción actual fue iniciada en los años 1490 por Enrique VII como capilla anexa a la larga nave del hospital (la nave era de uso secular antes que sagrado y contaba con 100 camas). El hospital cerró en 1702 y fue demolido en el siglo XIX. La capilla, que había sido finalizada en 1512, fue la única edificación que sobrevivió a la demolición que permitió construir una vía de acceso al puente de Waterloo. Ha albergado a varias congregaciones religiosas. La más importante de ellas fue la de St Mary le Strand, mientras no poseyó un templo de su propiedad (1549–1714). También la congregación luterana alemana de Westminster (cuya sede actual está en Sandwich Street y Thanet Street, cerca de St. Pancras) obtuvo un permiso real para utilizar la capilla cuando se separó de la congregación luterana de la Santa Trinidad (congregación de la ciudad de Londres, ahora en St Anne and St Agnes). Su primer pastor, Irenaeus Crusius (perteneciente a la anterior congregación), consagró la capilla en 1694 como Marienkirche o iglesia alemana de St Mary-Le-Savoy.
Como iglesia anglicana, la capilla fue conocida en el siglo XVIII como un lugar donde los matrimonios sin amonestaciones podían realizarse fuera de los parámetros usuales de la ley eclesiástica de la época. Fue mencionada por Evelyn Waugh en su novela Retorno a Brideshead como el lugar donde las parejas de divorciados se casaban en aquellos días-un diminuto lugar («the place where divorced couples got married in those days—a poky little place»). La mayor parte de los vitrales de la capilla fueron destruidos en el blitz durante la Segunda Guerra Mundial. Uno de los pocos que se salvó de los bombardeos fue un tríptico en una ventana que muestra una procesión de ángeles músicos. Está dedicado a la memoria de Richard D'Oyly Carte (quien en 1888 se casó en la capilla), y fue inaugurado en 1902 por Sir Henry Irving. Tras sus respectivos fallecimientos, los nombres de Rupert D'Oyly Carte y de su hija, Dame Bridget D'Oyly Carte, fueron agregados Presente. La capilla ha sido propiedad real durante siglos como parte de la finca del hospital Savoy, y permanece como Royal Peculiar bajo la égida del monarca como patrimonio del ducado de Lancaster. El ducado designa al capellán, quien desde 1937 también es nombrado capellán de la Real Orden Victoriana. Es la iglesia parroquial de la finca Savoy, la más importante propiedad en tierras del ducado de Lancaster. Placas conmemorativas con armoriales pasados y presentes de la Real Orden Victoriana son exhibidos en su interior. En 1965 la reina Isabel II, conforme a su tradición musical, dedicó un órgano de tres teclados diseñado por William Cole y fabricado por J. W. Walker & Sons Ltd. Los sopranos del coro Savoy se integran a la edad de seis años (mientras cursan la escuela primaria) o se unen tras una prueba de voz a los siete años, en la Saint Olave's Grammar School. Los coristas que se unen al coro a los seis años y que superan la prueba de ingreso obtienen un lugar en Saint Olave. El ducado se encarga de la mayor parte de los costos de mantenimiento de la capilla. En 1999 se restauró el techo de la capilla, en 2002 se hicieron modificaciones paisajísticas del jardín en honor del jubileo de Oro de Isabel II. Un reacondicionamiento general se hizo después y, en noviembre de 2012, la reina Isabel inauguró un nuevo vitral conmemorando su propio jubileo de Diamante de Isabel II. La capilla utiliza el libro de Oración Común de 1662 y la biblia del rey Jacobo. Está abierta al público en general de lunes a jueves y los servicios se celebran los domingos. Una Royal Peculiar. Una Royal Peculiar es un lugar de culto cristiano, generalmente una capilla, parroquia, iglesia o similar, en el Reino Unido que no está presidida por un obispo o arzobispo, ni pertenece a ninguna de las diócesis de la Iglesia de Inglaterra, sino a la Monarquía británica. Su administración queda delegada en su Lord gran chambelán. Pueden coincidir, como es el caso de la Capilla Real de San Pedro ad Vincula, en la Torre de Londres, con las Chapel Royal (Capillas Reales), a cargo del obispo de Londres, como Deán de las mismas, pero su administración, tanto jurídica como eclesiástica, es distinta. Existen todavía en el siglo XXI una docena de lugares con estas características en el país, de los cuales ocho se encuentran en Londres. Leonor de Provenza (Aix-en-Provence, h. 1223-Amesbury, Wiltshire, 24 de junio de 1291), fue reina consorte al estar casada con Enrique III de Inglaterra. Esta fue la madre de Eduardo I de Inglaterra. Desde que fue santificada, la Iglesia católica conmemora su consagración el 21 de febrero. Nació en la localidad francesa de Aix-en-Provence en el año 1223, siendo la segunda de las hijas de Ramón Berenguer V, conde de Provenza y Forcalquier —nieto del rey Alfonso II de Aragón y bisnieto del rey Alfonso VII de Castilla y del conde Ramón Berenguer IV de Barcelona—, y de Beatriz de Saboya. Se casó en la catedral de Canterbury el 14 de enero de 1236, con el rey Enrique III de Inglaterra, y tuvieron nueve hijos:
Ejerció un desafortunado influjo sobre el rey, provocando la rebelión de los barones guiados por Simón V de Montfort, VI conde de Leicester, en la segunda guerra de los Barones (1264-1267). Capturado su marido tras la batalla de Lewes (1264), la reina se refugia en Francia, al lado de su hermana, la reina Margarita, la cual convence a su esposo, el rey Luis IX, que apoye al príncipe Eduardo con un ejército para invadir Inglaterra. Liberado el rey y repuesto en el trono (1265), Leonor vuelve a Inglaterra, pero esta vez es mantenida al margen de la política. Muerto su esposo (15 de noviembre de 1272), intenta, sin éxito, recuperar su influencia en la corte. No obstante, su hijo Eduardo I le encarga la educación de varios de sus nietos mientras él y su esposa Leonor de Castilla parten a las Cruzadas. Luego se retira a la abadía de Amesbury, en Wiltshire, donde murió el 24 de junio de 1291, a los 68 años de edad, lugar donde está enterrada. |
Los ducados que les reportan ingresos millonarios ventajosos en impuestos a Carlos III y el príncipe Guillermo. Las propiedades del ducado de Lancaster suponen casi 33 millones de euros de ingresos inmobiliarios con carácter privilegiado en lo fiscal EFE 04 de noviembre 2024 Las propiedades y terrenos privados del rey Carlos III del Reino Unido y del príncipe de Gales, Guillermo, generan millones de libras a través de acuerdos de alquiler con la sanidad pública, escuelas o las fuerzas armadas, señala este domingo una investigación del rotativo The Sunday Times y el Canal 4 de televisión. Estos medios hicieron una investigación de los activos que los dos principales miembros de la monarquía británica tienen a través de los ducados de Lancaster y Cornualles y los ingresos generados para financiar su estilo de vida. El ducado de Lancaster es una cartera de tierras, propiedades y activos en partes de Inglaterra y Gales que se mantienen en fideicomiso para el monarca, que incluye edificios históricos o tierras agrícolas, mientras que el ducado de Cornualles es una cartera similar para beneficio del heredero de la corona británica. El año pasado, agrega el estudio, el ducado de Lancaster recaudó 27,4 millones de libras (32,8 millones de euros) para el rey y el ducado de Cornualles generó 23,6 millones de libras (26,4 millones de euros) para el príncipe Guillermo, que pueden utilizar para financiar sus residencias privadas, sus ingresos personales y su personal. El estatus fiscal de los ducados ha sido fuente de controversia, pero en virtud de un memorando de entendimiento con el Tesoro británico, estos ducados tienen un estatus fiscal especial. El ducado de Lancaster opera como una empresa comercial y el ducado de Cornualles dice que es una "propiedad privada con un imperativo comercial". Esto significa que no pagan ganancias de capital ni impuesto de sociedades, recuerda la investigación. Tanto el rey como el príncipe pagan voluntariamente el impuesto sobre la renta sobre el dinero de los ducados. Según la investigación, el año pasado el ducado de Lancaster llegó a un acuerdo para almacenar una nueva flota de ambulancias eléctricas, propiedad del hospital de la sanidad pública Guy's and St Thomas en Londres, en una propiedad a un coste de 11,4 millones de libras (13,6 %) durante 15 años. Entre otras cosas, el análisis determinó que el ducado ingresará miles de libras por unos contratos de arrendamiento acordados con escuelas estatales locales. En el caso del ducado de Cornualles, éste firmó un acuerdo de 37 millones de libras esterlinas (44,4 millones de euros) para arrendar la prisión inglesa de Dartmoor al Ministerio de Justicia y un acuerdo con el Ministerio de Defensa para permitir que las Fuerzas Armadas entrenen en tierras de Dartmoor, agregan los dos medios. En respuesta a estas revelaciones, un portavoz del ducado de Lancaster dijo que éste "opera como una empresa comercial, que gestiona una amplia gama de activos inmobiliarios y de tierras en Inglaterra y Gales. Cumple con toda la legislación y las normas reglamentarias pertinentes del Reino Unido aplicables a sus actividades comerciales". Agregó que el monarca delega ciertas funciones al equipo directivo del ducado encargado de gestionar los activos. |
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