Obama es un maestro en identificar aquellos puntos que pueden suponer un conflicto en su carrera y afrontarlo de forma directa, natural e incluso divertida, antes de que supongan un obstáculo. En su discurso de presentación en la Convención Demócrata de 2004, recalcó que un caso como el suyo sólo podía darse en un país como éste. Es decir, consigue que argumentos que podrían ser un arma arrojadiza en manos de sus adversarios se conviertan en una baza para su triunfo: padre extranjero, familia desestructurada, pareja interracial, infancia en el extranjero, antecedentes familiares musulmanes… "Me pusieron un nombre africano, Barack o Bendecido, con la convicción de que en una América tolerante el nombre no es una barrera para triunfar. ( ) Hoy estoy aquí, agradecido a la diversidad de mi herencia. ( ) Estoy aquí, sabiendo que (…) y que en ningún otro país de la tierra es posible mi historia", ha dicho. Empatizar con la audiencia. Obama recrea situaciones que su audiencia pueda identificar fácilmente. Así les da a entender que es alguien como ellos, que entiende sus angustias y que comparte sus miedos. Y también que comparte los sueños de los demás: Yo sé algo sobre ese sueño. Yo no nací en un hogar rico. Fui educado por una madre soltera con la ayuda de mis abuelos, que crecieron en una pequeña ciudad de Kansas, fueron a la escuela gracias a la Ley del Soldado, y compraron su casa a través de un préstamo de la Dirección federal de la Vivienda. Mi madre tuvo que recurrir en una ocasión a los cupones canjeables por comida de la asistencia pública, pero a pesar de todo consiguió, gracias también a las becas, que dispusiera de la oportunidad de ir a las mejores escuelas. Mi madre me ayudó a entrar en algunas de las mejores universidades y me concedió préstamos que Michelle [su mujer] y yo terminamos de pagar no hace muchos años. Nunca descalifica. Ante las críticas, por muy duras que sean, Obama se esfuerza en plantar cara de forma cortés, pero firme. En cierto momento de la anterior campaña electoral tuvo que enfrentarse a una situación delicada en que un senador conservador, en una conferencia dentro de una iglesia, le amonestó subrepticiamente por ser negro y le dio la bienvenida a su casa, haciendo alusión a la mayoría caucásica que estaba en el auditorio. Obama, lejos de responder al insulto, arrancó el discurso ensalzando las virtudes del senador que acababa de hablar. Busca un terreno en común. Como se analiza en el libro Hablar como Obama, el líder norteamericano es capaz de conectar con un auditorio compuesto por mujeres trabajadoras, agradeciendo el esfuerzo de su madre trabajadora, de su abuela trabajadora y de su mujer trabajadora. Es capaz de convencer a un público de trabajadores sociales de Florida apelando a su pasado como trabajador social en Chicago. Un buen líder tiene que hacer eso, debe molestarse en conocer a su audiencia y en encontrar los resortes que le permitan llegar a ellos. Pueden ser referencias incluso deportivas, universitarias, de tus experiencias… Usa mensajes cortos. Obama domina las frases de 20 segundos. Crea eslóganes y frases muy fáciles de recordar. Trabaja sus discursos en profundidad, puliendo las frases y las palabras que mejor pueden transmitir el mensaje que quiere comunicar. El famoso yes, we can, entra dentro de esta categoría. Es un lenguaje de palabras simples y verbos de acción, recalcando las ideas principales en las oraciones más sencillas de construir gramaticalmente. Utiliza pronombres personales. El empleo del yo ayuda también a la personalización del mensaje, la utilización del nosotros introduce a la audiencia en el mensaje y resulta integrador: no soy yo quien lo consigue, somos nosotros; tú participas conmigo Deben combinarse los dos: Conozco a estos niños. Sé de su desesperanza. Yo empecé mi carrera profesional hace dos décadas como trabajador social en las calles del South Side de Chicago. Trabajé con padres, profesores y líderes locales para luchar por su futuro Y, aunque conozco la desesperanza, conozco también la esperanza. Sé que si llevamos programas de educación elemental a estas comunidades Recurre a imágenes conceptuales. Obama cuenta historias que ayudan a generar imágenes en la mente del oyente y lo hace con gran profusión de detalles. Utiliza muchos ejemplos de la historia con un lenguaje muy poético que suscita imágenes. En el discurso de investidura, por ejemplo, terminó dando esperanza a la gente aportando una anécdota de la guerra de independencia. Hablaba de cómo un pequeño grupo de hombres soportaban los rigores del frío invierno frente a un fuego de campamento y de cómo habían cruzado el río en esas condiciones y habían vencido a los ingleses. Elige un lenguaje positivo y afirmativo. Recurre a citas de otras personas, conoce a su audiencia y nunca enumera. Habla a las emociones y en este sentido una enumeración restaría emoción, imprimiendo un aire formal y lejano al discurso. En lugar de eso estructura su discurso con el recurso a la reiteración de la misa fórmula, del giro, del bucle: Que no quepa duda de las dificultades a las que nos enfrentamos (…); Nos enfrentamos a la creencia de qué es correcto
; Nos enfrentamos a décadas de partidismo
Domina la voz. Trabaja bien la entonación, jugando con el volumen, el ritmo y la modulación. Eleva el tono cuando quiere enfatizar algo y lo baja para mostrar desaprobación. Juega con el ritmo, acelerándolo con el empleo de repeticiones de ideas y de frases entrecortadas y ralentizándolo en el resto del discurso. Así consigue atraer la atención sobre las ideas que quiere resaltar. También juega con las pausas y los silencios. Lenguaje gestual. Gesticula mientras habla con ademanes suaves, pero firmes, y a veces refrenda sus palabras con signos imaginarios: como hacer que llama a la puerta o que escribe en el aire o para detener imaginariamente una idea. Su insistencia en ponerse la mano en el corazón en los momentos clave, confiere sinceridad a sus palabras. Mira a los ojos. Siempre que acude al estrado lo hace aplaudiendo a su audiencia y cuando se dirige a ella va oscilando lentamente de izquierda a derecha, con ello transmite respeto hacia sus oyentes y que les habla a ellos, por eso quiere mirarlos uno a uno, como si les mirase a los ojos. |
"Mi último pedido es el mismo que el primero. Les pido que crean, no en mi habilidad para generar un cambio, sino en la suya", dijo Barack Obama en su discurso de despedida como presidente de Estados Unidos, ante 18 mil seguidores reunidos en Chicago, la ciudad donde comenzó su carrera política. El próximo 20 de enero entregará a Donald Trump el mando del país que, a pesar de todos los cambios que sacudieron al mundo en lo que va de siglo XXI, sigue siendo el más poderoso del mundo. La presidencia de Obama fue histórica y se destacará invariablemente por sobre otras. Porque fue el primer presidente negro. Porque asumió generando un movimiento de esperanza sin muchos precedentes. La pregunta que muchos se están haciendo en estos días es qué cambió en estos ocho años. Cuántas de esas promesas de transformación se materializaron, y cuántas quedaron en la nada. Infobae consultó a cinco politólogos estadounidenses para hacer un balance de los logros y de los fracasos de la Administración Obama. Éstos son los más destacados: |
LOS 5 FRACASOS DE OBAMA 1. Siria "Los republicanos argumentan que Obama fracasó en términos generales en su política exterior. Señalan que no pudo hacer cumplir su 'línea roja' sobre el uso de armas químicas en Siria, y sobre las crecientes agresiones de Rusia, como las acciones en Ucrania y Crimea", dijo Timothy M. Hagle, especialista en política estadounidense de la Universidad de Iowa. Es evidente que Siria fue un problema que lo sobrepasó. El gobierno de Obama siempre corrió detrás de los acontecimientos y no supo cómo reaccionar ante cada nuevo hito: las protestas contra el régimen de Bashar al Assad, el estallido de la guerra civil, sus salvajes ataques con armas químicas contra su propia población, el surgimiento y expansión de Estado Islámico y la posterior intervención de Moscú con un rol cada vez más protagónico. A cada paso las crisis se multiplicaban y las respuestas de Estados Unidos fueron siempre erráticas. "En todos esos fracasos —dijo Boettcher—, el realismo de Obama lo previno de tomar acciones más decididas, que podrían haber arrojado resultados diferentes. Su cautela llevó a que cada situación empeorara". 2. Agravamiento del déficit fiscal y de gestión "Estados Unidos tiene un problema de déficit a causa de la estructura impositiva y de la solvencia de la seguridad social y del seguro médico, que permanecen después de ocho años de presidencia. De la misma manera, continúan los inconvenientes de gestión de larga data en el funcionamiento de las agencias federales, en buena medida por negligencia de los distintos presidentes, incluido Obama. El Gobierno Federal no tiene un sistema moderno de manejo del personal, y no estoy seguro de que el presidente entendiera los desafíos de administrar a la fuerza de trabajo federal", sostuvo Lewis. 3. Debilitamiento del Partido Demócrata Nadie puede discutir las cualidades del mandatario saliente como candidato. Su carisma le permitió compensar su falta de experiencia para ganar con cierta comodidad sus dos elecciones presidenciales. Pero no pudo trasladar esa capacidad a su partido, que se debilitó ostensiblemente durante su período en la Casa Blanca. "Al descuidar al Partido Demócrata a nivel estatal y local —dijo Garson—, el Partido Republicano fue exitoso en manipular los distritos electorales, restringir los derechos al voto, inundar el proceso electoral con dinero, y mucho más. Si bien no se lo puede culpar individualmente a Obama por eso, fortalecer al Partido Demócrata no fue su prioridad, y no fue un líder efectivo en los estados. Como resultado, a pesar de que la mayoría de los ciudadanos apoyan las políticas demócratas, la mayor parte de los distritos electorales están dominados por los republicanos. En 2016 lograron hacerse del control de la presidencia, de las dos cámaras del Congreso, y de casi todas las gobernaciones y las legislaturas estatales". 4. Abusos en el combate al terrorismo. El joven senador de Illinois llegó a Washington prometiendo combatir al terrorismo sin dejar de respetar los derechos humanos, para diferenciarse de las prácticas impulsadas por su antecesor. En esa línea, se comprometió a cerrar la cárcel de Guantánamo. Si bien hubo algunos avances, como la transferencias de prisioneros, no pudo cumplir con ninguno de estos compromisos. "Obama fue el 'presidente drone' —continuó Garson—. Aumentaron mucho los ataques con drones, incluso para matar a ciudadanos estadounidenses sin un proceso judicial. También convirtió en rutina el registro masivo de emails y teléfonos, y el secuestro y la detención indefinida de radicales extranjeros. Si bien en su defensa se supone que terminó con la tortura y con las prisiones secretas, parece que ambas continuaron en cierta medida. Obama deja así un legado de tácticas de 'hombre fuerte' que Trump podrá capitalizar y expandir". 5. El Obamacare Sí, fue un logro muy importante por la cantidad de personas a las que les dio una respuesta. Pero también un fracaso igualmente grande. La mejor prueba es que está a punto de ser erradicado por la mayoría republicana en el Congreso, que no está encontrando demasiada resistencia por sus numerosos errores de diseño e implementación. "Los republicanos hicieron de los problemas del Obamacare el centro de sus argumentos de campaña —dijo Hagle—, mientras que los demócratas eligieron no apoyarlo con la fuerza con la que se esperaba. Hay que esperar para ver qué hacen los republicanos con la ley, pero sea cual sea el resultado, sabemos que el Obamacare va a desaparecer o cambiar drásticamente". ¿En qué falló el proyecto? "La base del Partido Demócrata quería seguir el modelo del resto del mundo industrial y tener un seguro de salud nacional. Pero en lugar de defender esa visión, Obama se inclinó por el plan de un gobernador republicano, que dispuso penalidades impositivas para forzar a las personas sin seguro de salud a comprar uno privado, aportando incluso algunos subsidios para ellos. Aunque beneficiaba a las aseguradoras privadas, los republicanos lo repudiaron y lo hicieron foco de sus ataques. Ahora será desmantelado como un fracaso político, odiado por republicanos y por la base demócrata por igual", concluyó Garson. |
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