Apuntes Personales y de Derecho de las Universidades Bernardo O Higgins y Santo Tomas.


1).-APUNTES SOBRE NUMISMÁTICA.

2).- ORDEN DEL TOISÓN DE ORO.

3).-LA ORATORIA.

4).-APUNTES DE DERECHO POLÍTICO.

5).-HERÁLDICA.

6).-LA VEXILOLOGÍA.

7).-EDUCACIÓN SUPERIOR.

8).-DEMÁS MATERIAS DE DERECHO.

9).-MISCELÁNEO


miércoles, 7 de noviembre de 2012

48.-Las monedas mas caras del mundo.-a


  
Las monedas más caras del mundo.


  

El gobierno estadounidense emitió billetes de 1000 dólares entre 1862 y 1946.


1

Este billete data de 1891 y tenía un valor de mil dólares, fue vendido en abril del 2013 en más de 2,5 millones de dólares. 

NotaEl anverso presenta un retrato del mayor general de la Unión George Meade. Meade dedicó su vida a la defensa, preservación y restauración de los EE. UU. Estuvo al mando del Ejército del Potomac y sirvió como soldado hasta el 6 de noviembre de 1872. También fue gobernador del Tercer Distrito Militar. Fue bajo su supervisión que se reconstruyeron Georgia, Florida y Alabama después de la guerra.
El reverso del billete, de color verde, muestra un gran número 1000. Los ceros contienen rayas similares a las de una sandía, por lo que el billete recibió su apodo: "Gran sandía". “Grand Watermelon".



 
2

Con un valor de 5 centavos, esta moneda de níquel fue acuñada en 1913 sin la autorización de la Fábrica de Monedas de EE.UU, tiene la cabeza de la Estatua de la Libertad y fue vendida por US$ 3,7 millones. 

Historia

La moneda Liberty Head, llamada a veces en inglés “V nickel” por el diseño de su reverso (o cruz), fue una moneda de cinco centavos estadounidense. Se acuñó para que circulara desde 1883 hasta 1912, y se acuñaron subrepticiamente al menos cinco monedas con fecha de 1913.

En diciembre de 1919, llegó la primera información de que una Liberty Head de 1913 podría haber sido acuñada cuando el coleccionista de monedas, Samuel W. Brown, puso anuncios en publicaciones numismáticas, ofreciendo cualquiera de estas monedas para su compra. En agosto de 1920, Brown expuso dicha moneda en la convención anual de la Asociación Americana de Numismática (AAN).35​ Allí desveló que se había preparado un troquel maestro para la moneda Liberty Head de 1913, además de que se había sacado unas pocas tiradas para probarlo.
​ Cuando se produjo, Brown tenía cinco de estas monedas, las cuales vendió finalmente. Tras pasar quince años en las manos del excéntrico coronel Edward Howland Robinson Green, el coleccionista más famoso en la zona de Fort Worth (Texas), las monedas acabaron dispersándose en 1943. Desde entonces, han tenido varios propietarios cada una. Actualmente, una de ellas se encuentra en exposición en el Instituto Smithsoniano de Washington y otra en el Museo del Dinero de la AAN en Colorado Springs, mientras que las otras tres están en manos de propietarios privados. La venta más reciente de una Liberty Head de 1913 fue en enero de 2010 por 3.737.500 $.

Se desconoce cómo llegaron a fabricarse estas monedas. Los registros de la Casa de la Moneda no muestran la producción de ésta y, además, no se autorizó la producción de ninguna.​ Se prepararon los troqueles con antelación y se enviaron a California para la acuñación de la Liberty Head 1913-S, pero inmediatamente después de que Roberts diese la orden de pararla, se ordenó que fuesen enviadas de vuelta a Philadelphia. 
Se recibieron alrededor del 23 de diciembre y no se sabe con certeza si fueron destruidas a principios de enero. Brown fue empleado de la Casa de la Moneda de Philadelphia (aunque no se supiese hasta 1968) y muchas teorías le apuntan como sospechoso.


 
Un dolar de plata

Esta moneda de plata fue hecha con la finalidad de ser obsequiada a mandatarios asiáticos. A pesar de que se puede leer que fue acuñada en 1804. Tenía el valor de un dólar y fue vendida en 2008 por US$ 3.7 millones. 



Nota: 

El dólar de 1804 es una moneda con valor facial de un dólar estadounidense acuñada por la Casa de Moneda de los Estados Unidos, y de la que se conocen solo quince ejemplares. A pesar de su nombre, y aunque la fecha 1804 aparece en el anverso, la moneda no fue acuñada en ese año, sino que en la década de 1830, o incluso más tarde.​ Fue creada para su uso en series de pruebas de acuñación especiales utilizadas como obsequios diplomáticos durante los viajes de Edmund Roberts a Siam y Mascate.

Roberts distribuyó las monedas en 1834 y 1835. Se ordenaron dos series adicionales para funcionarios del gobierno en Japón y Cochinchina, pero Roberts murió en Macao antes de que pudieran ser entregadas. Además de esos dólares de 1804 producidos para su inclusión en el conjunto diplomático, la Casa de la Moneda acuñó algunos ejemplares que se usaron para intercambiar con coleccionistas por piezas deseadas para su gabinete numismático. Los numismáticos se dieron cuenta por primera vez de la existencia del dólar de 1804 en el año 1842, cuando apareció una ilustración de una pieza en una publicación escrita por dos empleados de la Casa de Moneda. De forma posterior, un coleccionista adquirió un espécimen de la Casa de Moneda en 1843.
En respuesta a la demanda numismática, los funcionarios de la Casa de Moneda acuñaron de forma encubierta varios ejemplares, pero, a diferencia de las monedas originales, estos ejemplares contaban con un erróneo canto sin inscripciones, aunque en emisiones posteriores se agregó la leyenda correcta en el borde de la pieza. Las monedas producidas para la misión diplomática, las acuñadas subrepticiamente sin inscripción en el canto, y aquellas con la frase en el borde correcto se conocen como dólares de «clase I», «clase II» y «clase III», respectivamente.
Desde su descubrimiento por los numismáticos, los dólares de 1804 han alcanzado precios elevados. Los precios de subastas alcanzaron los 1000 dólares en 1885, y a mediados del siglo XX, alcanzaron un valor de más de 30 000 dólares. En 1999 un ejemplar de clase I se vendió por 4,14 millones de dólares, en lo que fue el precio más alto pagado por cualquier moneda. Debido a su alto valor, las monedas se convirtieron en objetivos frecuentes de falsificaciones y otros engaños.

Antecedentes.

La Ley de la Moneda de 1792, la legislación que preveía el establecimiento de la Casa de Moneda de los Estados Unidos, autorizó la acuñación de múltiples denominaciones de monedas de oro, plata y cobre.​ Según esta norma, el dólar, o «unidad», debía «ser del valor de un dólar español igual al que se utiliza hoy, y contener trescientos setenta y un granos y cuatro dieciseisavas partes de un grano de pureza, o cuatrocientos dieciséis granos de plata estándar». La ley señalaba además que la moneda se acuñaría en una aleación de un 89,2 % de plata y 10,8 % de cobre.
​ Los estándares de pureza y peso descritos en la legislación se basaron en la media de varios ensayos realizados en dólares españoles.6​ Sin embargo, estas piezas estaban obligadas por la ley española a contener un 90,2 % de plata, y la mayoría de los ejemplares no gastados que se encontraban en circulación en Estados Unidos en ese momento contenían aproximadamente 1,75 granos (0,113 g) más que los dólares de plata autorizados por la ley.​ En 1793 el presidente George Washington promulgó una legislación que declaraba moneda de curso legal a los dólares españoles, siempre que pesaran no menos de 415 granos (26,9 g), lo que significaba que con el peso más bajo permitido por la ley, estas piezas contendrían aproximadamente 0,5 % menos plata que las monedas de un dólar estadounidense.
 Como resultado, las unidades de plata estadounidenses y las unidades españolas que tenían más granos de plata quedaron en gran medida fuera de circulación de acuerdo con la ley de Gresham; las monedas españolas más ligeras se enviaron en gran cantidad para su circulación en los Estados Unidos, mientras que las piezas más pesadas se entregarían a la Casa de Moneda de Filadelfia para ser reacuñadas como estadounidenses y así aprovechar la discrepancia en el peso.
 En ese momento, la plata era suministrada a la Casa de Moneda exclusivamente por depositantes privados, quienes, de acuerdo con la Ley de la Moneda de 1792, tenían derecho a que su metal fuera acuñado de forma gratuita. Como las grandes piezas de plata eran el método preferido de comercio en todo el mundo, especialmente en China, un número considerable de los dólares estadounidenses se exportaron para satisfacer esa demanda.

Las primeras monedas de un dólar, conocidas como las del cabello suelto, fueron emitidas por la Casa de Moneda a partir de 1794. Para 1800, la mayoría de los depositantes solicitaron que su metal fuera acuñado como unidades de plata, ahora con el diseño del busto drapeado.11​ Esto contribuyó a la escasez de monedas de pequeña denominación en circulación, y como resultado, el público se volvió cada vez más crítico con la Casa de Moneda.
​ El director de la ceca Elias Boudinot comenzó a alentar a los depositantes a aceptar monedas fraccionarias, y la producción de dólares comenzó a disminuir en relación con las piezas más pequeñas.​ La acuñación de monedas de un dólar cesó en marzo de 1804, aunque dichas unidades llevan la fecha de 1803.​ En su informe de 1805, el director de la Casa de Moneda Robert Patterson declaró que «la acuñación de monedas pequeñas es una medida que ha sido adoptada para satisfacer a los bancos y otros depositantes, y a su demanda particular, tanto para asegurar una oferta de pequeñas monedas, como para evitar la exportación de la especie de los Estados Unidos a países extranjeros».
 Aunque ninguna moneda de plata de un dólar había sido acuñada durante más de dos años, el secretario de Estado James Madison suspendió su producción de forma oficial el 1 de mayo de 1806.

Producción
Misión diplomática de Edmund Roberts

En 1832 el transportista comercial Edmund Roberts comenzó a actuar como enviado a Asia en nombre del gobierno de los Estados Unidos, con la intención de negociar acuerdos comerciales en la región.16​ Durante su misión, llegó a acuerdos tanto con Said bin Sultán, el sultán de Mascate y Omán, y el Phra Khlang de Siam, un importante ministro de finanzas de esa nación.
​ A Roberts se le entregaron artículos que debían ser entregados como obsequios a los funcionarios con los que estaba negociando, pero los describió como de «muy mala calidad y de valor insignificante».​ Una vez que fueron ratificados los tratados en Estados Unidos, Roberts tuvo que regresar a Siam y a Mascate para recibir la aprobación de los representantes de esas naciones. En una carta al Departamento de Estado fechada el 8 de octubre de 1834, Roberts calificó a los obsequios de su viaje anterior como inadecuados e insultantes para sus anfitriones en Oriente.17​ Además de varios otros artículos, solicitó una serie de monedas como regalo apropiado a Said bin Sultán.

En una carta enviada el 11 de noviembre de 1834 al director de la Casa de Moneda Samuel Moore, el secretario de Estado John Forsyth aprobó la sugerencia de Roberts,19​ y también ordenó a Moore que hiciera dos cajas de marroquí para albergar las piezas. Declaró que una debería ser de color amarillo y la otra de color carmesí, y que se podrían retirar fondos del Tesoro por el valor de las cajas y monedas. Más tarde, en una carta fechada el 2 de diciembre de 1834, Forsyth ordenó a Moore que incluyera emblemas nacionales, incluido un águila y estrellas, en el exterior de las cajas.

En su libro The Fantastic 1804 Dollar, los historiadores numismáticos Eric P. Newman y Kenneth E. Bressett afirman que surgió un problema en la Casa de Moneda sobre cómo interpretar la orden de Forsyth. Como su correspondencia inicial indicaba que las series iban a incluir monedas de todos los tipos en uso en ese momento, los funcionarios de la Casa de Moneda incluyeron tanto el dólar de plata como el águila de oro. La moratoria sobre la acuñación de dólares de plata se había levantado en 1831, pero ninguna había sido emitida desde aquellas acuñadas en marzo de 1804.​ Dos series de monedas, acuñadas con una calidad de prueba de acuñación, fueron acabadas y entregadas junto con sus cajas a Roberts poco antes de su partida en el USS Peacock, el 27 de abril de 1835.
​ Las monedas de dólar incluidas en las cajas llevaban el diseño del busto drapeado, una representación alegórica de la Libertad en el anverso y un águila heráldica en el reverso.También se propuso una lista de obsequios diplomáticos para las misiones a Japón y Cochinchina, que incluía dos series adicionales de monedas.

Roberts entregó la primera serie de monedas a Said bin Sultán el 1 de octubre de 1835, y la siguiente serie al rey Rama III de Siam el 6 de abril del año siguiente​ Roberts murió en Macao el 12 de junio de 1836, antes de que pudiera iniciar el contacto con otras naciones. El 30 de junio Edmund P. Kennedy, comodoro de la flota diplomática, escribió al Departamento de Estado que había «ordenado que los regalos [que quedaron sin entregar debido a la muerte de Roberts] fueran enviados a Estados Unidos»,​ y así, las series destinadas a Cochinchina y Japón seguramente se incluyeron en este envío.​ Todos los dólares acuñados para su inclusión en los obsequios diplomáticos probablemente mostraban el año 1804 como fecha.
​ Se desconoce porqué se eligió esa fecha para las monedas, pero el historiador numismático R. W. Julian sugiere que podría haberse hecho para evitar enojar a los coleccionistas que no habrían podido adquirir la moneda con el año de 1834 para sus colecciones; el jefe de acuñaciones Adam Eckfeldt, después de consultar con Moore, determinó de forma errónea que ese año se acuñaron 19 570 dólares con la fecha de 1804.
​ Los dólares acuñados para las series de obsequios diplomáticos, así como otras piezas acuñadas con los mismos troqueles, se conocen como dólares de 1804 «clase I»,​ de los que se conocen ocho ejemplares.

Acuñaciones posteriores

Durante el siglo XIX los empleados de la Casa de Moneda produjeron copias no autorizadas de medallas y monedas, a veces antefechadas.​ Aunque esta acuñación se realizaba de manera abierta en la Casa de Moneda de Filadelfia a partir de la década de 1830, la práctica se volvió clandestina a finales de la década de 1850.
 En las décadas posteriores a la producción de los primeros dólares de 1804, los coleccionistas se dieron cuenta de su existencia y desearon obtenerlos,​ por lo que varios fueron acuñados en la Casa de Moneda en 1858.​ Estas monedas, que se conocieron como dólares de 1804 «clase II», tenían el canto liso y sin inscripciones, a diferencia de los dólares del busto drapeado de emisión estándar y de aquellas monedas que fueron acuñadas como obsequios diplomáticos, que tenían su canto con inscripciones hechas con una máquina de Castaing.
​ En 1859 James Ross Snowden solicitó sin éxito permiso del secretario del Tesoro para crear modelos y acuñaciones de monedas raras para la venta a coleccionistas, y ese mismo año, los comerciantes comenzaron a ofrecer dólares de 1804 de canto liso al público.34​ Al menos tres monedas fueron puestas a la venta por diferentes proveedores en 1859, y el comerciante de monedas Ebenezer Locke Mason afirmó que Theodore Eckfeldt, un empleado de la Casa de Moneda y sobrino de Adam Eckfeldt, le ofreció tres ejemplares.35​ Después de que el público se dio cuenta de que los funcionarios de la Casa de Moneda habían permitido nuevas acuñaciones, hubo un escándalo menor que resultó en una investigación del Congreso y la destrucción de los troqueles de las monedas. 
Esta controversia llevó a que en 1860 William E. DuBois, ensayador de la Casa de Moneda, intentara recuperar las copias del dólar de 1804 que estaban en manos privadas.34​ Según DuBois, se sabía que cinco monedas se encontraban en propiedad privada, de las cuales cuatro se recuperaron.34​ Declaró que tres fueron destruidas en su presencia, y una fue agregada al gabinete numismático de la Casa de la Moneda, en donde permanece.
​ Esta moneda, que es el único ejemplar conocido de clase II, fue acuñada sobre un tálero de tiro suizo de 1857, emitido para el festival de tiro federal celebrado en Berna.31​ La quinta moneda, a la que alude DuBois, no está contabilizada actualmente, aunque su canto pudo haber sido grabado después de su recuperación en un intento de pasarla como una original.
​ Las monedas con la inscripción añadida se conocen como dólares de 1804 «clase III».37​ El troquel del anverso utilizado para acuñar los dólares de 1804 clase II y clase III fue puesto bajo custodia en 1860, y el cuño del reverso fue destruido ese mismo año.​ El troquel del anverso fue destruido en 1869.​
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Los dólares clase III son idénticos a los dólares clase II, a excepción de que se les agregó la misma inscripción que la de los dólares clase I en el canto de las monedas.​ Basado en la apariencia ligeramente cóncava de los dólares clase III, es probable que a todos se les haya agregado la inscripción en el canto en algún momento después de la acuñación; como la máquina de Castaing estaba destinada a utilizarse antes de la acuñación, su uso inadecuado provocó una deformación de la superficie de la moneda.
​ Newman y Bressett afirman que fueron acuñadas aproximadamente al mismo tiempo que los dólares clase II, y que los empleados de la Casa de Moneda grabaron los cantos y ocultaron las monedas hasta 1869, cuando una de ellas fue ofrecida a un coleccionista de monedas, quien la rechazó por tratarse de una reacuñación.​ Sin embargo, el numismático S. Hudson Chapman creía que algunos dólares clase III se acuñaron en 1876.​ En 1875 varias piezas fueron vendidas por el comerciante numismático de Filadelfia John W. Haseltine.​ Se conocen seis ejemplares de dólares clase III.

Interés numismático.

Los coleccionistas se dieron cuenta por primera vez de la existencia del dólar de 1804 en 1842, cuando se presentó una reproducción realizada en pantógrafo de un espécimen en A Manual of Gold and Silver Coins of All Nations, una obra escrita por los empleados de la Casa de Moneda Jacob R. Eckfeldt y William DuBois. El primer coleccionista privado que obtuvo un ejemplar fue Matthew A. Stickney, quien adquirió la pieza desde la Casa de Moneda el 9 de mayo de 1843 mediante el intercambio de ciertas monedas raras de su colección, incluido un ejemplar único de la moneda de oro Immune Columbia.
​ El interés en el coleccionismo de monedas y en los dólares de 1804 comenzaron a aumentar, y para 1860, los dólares recibieron una amplia cobertura por parte de los numismáticos.​ En 1885 el subastador W. E. Woodward describió al dólar de 1804 como el «rey de las monedas», un apodo que se mantiene.​ El historiador numismático Q. David Bowers afirma que el dólar de 1804 atrajo más atención que cualquier otra moneda. Los quince ejemplares existentes son reconocidos y estudiados por los numismáticos, y se identifican por apodos basados en propietarios prominentes, o las primeras personas que se sabe que poseyeron las monedas.

En la convención de la Asociación Numismática Estadounidense de 1962, el numismático británico David B. Spink anunció que estaba en posesión de un ejemplar de dólar de 1804 que era desconocido a la fecha.47​ La moneda estaba guardada en un estuche de cuero amarillo con un águila en relieve y otras ornamentaciones, de acuerdo a la descripción que se hizo para el rey de Siam. La serie constaba de un medio centavo, un centavo, una moneda de diez centavos, un cuarto, un medio dólar, un dólar, un cuarto de águila, una media águila y un águila.Como todas las monedas de la serie están fechadas en 1834, a excepción del dólar y el águila, proporcionó la primera prueba definitiva de que se incluyó un dólar de 1804 en las series de regalos diplomáticos.
 Según Spink, la serie le fue entregada por dos mujeres que creía que eran descendientes de Anna Leonowens, tutora de los hijos de Rama IV —medio hermano y heredero de Rama III— y protagonista ficticia del musical El rey y yo de Rodgers y Hammerstein.

Años de producción

El hecho de que no se acuñara ningún dólar de 1804 en dicho año no fue aceptado de forma amplia por los numismáticos hasta principios del siglo XX.
​ Antes de eso, el año real en que fueron acuñados seguía siendo una causa de polémica. Al principio, los coleccionistas asumieron que los dólares de 1804 se acuñaron en ese año, y su rareza se explicaba por varias teorías. Según varios rumores, la mayor parte de la acuñación se había pagado como rescate a los piratas berberiscos, se había perdido en el mar en ruta a China, o se había fundido antes de salir de la Casa de Moneda de Filadelfia.
​ En 1867 el numismático W. Elliot Woodward reconoció que las monedas de dólar de 1804 se acuñaron como obsequios diplomáticos en 1834, pero también creía que otros ejemplares se habían acuñado en 1804.51​ Los numismáticos Lyman H. Low y William T. R. Marvin, quienes escribieron para el American Journal of Numismatics en 1899, declararon que «la revista afirma con seguridad que no hay ningún dólar con fecha de 1804 que haya sido acuñado en ese año por la Casa de Moneda de los Estados Unidos».​ En 1891 el numismático John A. Nexsen escribió que los dólares de 1804 clase I fueron «sin duda acuñados en 1804»,​ pero en 1905 se retractó de sus afirmaciones anteriores al señalar que «ya nadie cree que fueron acuñadas en 1804».

Según Newman y Bressett, la forma en que se produjeron los dólares de 1804 es prueba de que ninguno de ellos se acuñó en dicho año.​ Señalan que los troqueles de canteado de la máquina de Castaing utilizaron una «h» que era de tamaño inferior al de las otras letras, las mismas que se utilizaron en los dólares del busto drapeado durante la producción regular de estas piezas.
​ Sin embargo, la leyenda del canto en todas las monedas clase I se encuentran distorsionadas y parcialmente borradas, lo que significa que no fueron acuñadas en una prensa de volante que se usaba en 1804, sino que en un volante que usaba una virola, un anillo de acero que no se introdujo en la Casa de Moneda hasta 1833.​ La deformación de la inscripción del canto se debía a la presión que empujaba el metal de la moneda contra la virola, que contenía al cospel.
 Además, muchos dólares de 1804 se acuñaron como monedas de prueba de acuñación, con un acabado tipo espejo, una técnica que se utilizó por primera vez en la Casa de Moneda en 1817.

Precios de venta

Desde que los numismáticos se enteraron de la existencia de las monedas de dólar de 1804, se han obtenido precios elevados, tanto en relación con su valor nominal como en relación con el valor numismático de otros dólares de plata.57​ Algunos ejemplares antiguos se guardaron en el gabinete numismático de la Casa de Moneda para su uso en intercambios, y en 1859 los comerciantes comenzaron a ofrecer dólares de clase II a un precio de 75 dólares, mientras que Theodore Eckfeldt ofreció a un comerciante de monedas de Filadelfia tres monedas a 70 dólares cada una.
​ En 1883 se informó que un dólar de clase III fue comprado en Viena por 740 dólares, y un espécimen de clase I fue subastado por 1000 dólares en 1885 por Henry y Samuel H. Chapman.58​ En 1903 un ejemplar se vendió por 1800 dólares y, según se informa, la misma moneda fue vendida por un precio de 4250 dólares en 1941.
En 1960 un dólar de clase III alcanzó los 28 000 dólares en una subasta, y la misma moneda alcanzó los 36 000 dólares en otra venta en 1963.52​ Un espécimen de clase I recaudó 77 500 dólares en una subasta en 1970, y cuando los precios de las monedas subieron en 1980, un ejemplar de clase III se vendió por 400 000 dólares.​ Otro ejemplar de clase I alcanzó los 990 000 dólares en una subasta en 1990, y una moneda que alguna vez fue propiedad del coleccionista Louis E. Eliasberg se convirtió en el primer dólar de 1804 en superar el precio de un millón de dólares en una subasta, cuando se vendió por 1 815 000 dólares en 1997.
El precio alcanzó un máximo histórico en 1999, cuando el espécimen con mejor grado de conservación conocido, que se cree que fue el ejemplar entregado a Said bin Sultán, fue subastado por 4 140 000 de dólares,​ en lo que fue, en ese momento, el precio más alto pagado por cualquier moneda.​ En 2008 se vendió un ejemplar de clase I por 3 737 500 de dólares, y un clase III alcanzó el precio de 2 300 000 de dólares en 2009.

Clase I

Clase I

Clase II

Clase II

Clase III

Clase III



 
moneda de un millón de dólar

moneda de un millón de dólar

Esta impresionante moneda pesa unos 100 kilos de oro puro, tiene un valor de un millón de dólares y fue fabricada por la Casa Real de la Moneda de Canadá; sin embargo, en 2010 fue vendida por US$ 4,1 millones. 

Nota: Roban moneda de oro valuada en 1 millón de dólares.

Patricio Ramirez  
28 de marzo de 2017, Berlín.

- La policía alemana informó que esta madrugada un grupo de sujetos robó del Museo Bode de Berlín la mayor moneda de oro del mundo, una pieza de 100 kilos y un valor nominal de un millón de dólares (926 mil euros).
Sin embargo, en el mercado, sólo por su peso, valdría casi 4.5 millones de dólares.
La moneda, manufacturada en 2007 por la Real Casa de la Moneda de Canadá dentro de una serie muy limitada, es de oro puro al 99.999% y cuenta en una de sus caras con el perfil de la reina Isabel II y en la otra la típica hoja de arce símbolo de Canadá.
La pieza fue distinguida en el libro Guinness de los récords como la mayor moneda de oro del mundo en 2008.
De acuerdo con reportes preliminares, el robo se produjo esta madrugada, alrededor de las 03.30 hora local (01.30 GMT), y se descubrió su sustracción a raíz del hallazgo de una escalera de mano junto a unas vías de ferrocarril próximas al museo, lo que llevó a poner en marcha un operativo policial en una estación cercana y el cierre durante dos horas de tres líneas de trenes de cercanías.
La policía trata de establecer cómo los ladrones irrumpieron en el edificio, situado en la Isla de los museos y a menos de cien metros del domicilio particular de la canciller alemana Angela Merkel.


 

Acuñada en 1342, esta moneda de oro es un florín con la imagen del Rey Eduardo III; fue vendida por 6,8 millones de dólares. 


La revolución comercial de finales de la Edad Media y el éxito del florín

Desde los siglos XI y XII, Europa experimentó un notable renacimiento económico que se hizo visible en una gran expansión del comercio y de la vida urbana. Una de las ciudades que más se destacó en esa nueva economía mercantil fue Florencia, en el norte de Italia, que se transformó en un centro de las finanzas y de la industria textil. Uno de los símbolos más visibles de su éxito fue el enorme prestigio alcanzado por su moneda, el florín de oro, que comenzó a acuñarse a mediados del siglo XIII y pronto ganó gran aceptación por todo el continente, al punto que hoy se lo considera como “el dólar de la Edad Media”.
El éxito del florín llevó a que otros estados europeos quisieran tener una moneda semejante y comenzaran a imitarlo. El reino de Francia fue uno de ellos, y los florines franceses fueron ampliamente usados en Europa occidental durante el siglo XIV.

Los florines ingleses de Eduardo III

En 1343, el Parlamento inglés solicitó a su monarca, Eduardo III (que reinó entre 1327 y 1377), la introducción de sus propias monedas de oro para facilitar al comercio del reino con Flandes (es decir, con los países bajos). La propuesta fue aceptada y las nuevas monedas comenzaron a acuñarse a principios de 1344 en tres denominaciones inspiradas en el florín de Florencia, con pesos teóricos de aproximadamente 7, 3,5 y 1,75 gramos de oro puro. Es decir que la moneda de mayor valor pesaría lo mismo que dos florines florentinos.
Si bien el estándar de peso de las monedas se basaba en el florín florentino, su diseño se inspiraría en las monedas francesas. En el anverso de la denominación mayor podemos ver al rey sentado en su trono, sosteniendo un orbe y el cetro, flanqueado por dos leones o leopardos (por los cuales la moneda sería conocida como “doble leopardo), y detrás un dosel gótico con un fondo de flores de lis. Las flores de lis y el título 'rey de Francia' incluido en la leyenda reflejan las pretensiones de Edward sobre el trono francés que fueron la causa de la célebre “Guerra de los cien años”. La escena es rodeada por una grafila de puntos y por la leyenda EDWR D GRA REX ANGL ⁊ FRANC DNS HIB (Eduardo, por la gracia de Dios, rey de Inglaterra y Francia, y señor de Irlanda), pero los pies del rey salen del círculo interior y la interrumpen.

El diseño del reverso es más sencillo. Allí vemos a la cruz real dentro de un quadrifolio (la figura compuesta por cuatro semicírculos). Alrededor en el campo se encuentran cuatro leones. La leyenda reproduce un verso del evangelio según Lucas (4.30): IHC TRANSIENS PER MEDIVM ILLORVM IBAT (Pero Jesús, pasando entre medio de ellos, se fue).


Una moneda sobrevaluada

Las nuevas monedas de Eduardo III fueron un rotundo fracaso. El valor del doble leopardo se fijó en seis chelines de plata, pero su contenido de oro era insuficiente para esa equivalencia, por lo que los comerciantes se negaron a aceptarla. En consecuencia, tan sólo unos pocos meses después de su introducción, a mediados de 1344, la acuñación de los nuevos florines fue suspendida y la gran mayoría de las piezas fueran reclamadas por la corona y fundidas. Los funcionarios de Eduardo III aprenderían del error y producirían una nueva moneda de más peso, el noble, que tendría mucho más éxito.
Como los florines de Eduardo III se acuñaron por un período de sólo unos seis meses y la gran mayoría de ellos fue fundida cuando se los sacó de circulación, muy pocos ejemplares han sobrevivido. Se encuentran por ello entre las monedas más raras -y también valiosas- de la historia de Inglaterra.
Del doble leopardo sólo se conocen hoy tres ejemplares. Dos fueron hallados accidentalmente en 1857 y se encuentran en el Museo Británico. El tercero fue hallado por un detectorista en el 2006 y se encuentra en posesión privada como parte de una de las colecciones más valiosas del mundo. Ha sido valuada recientemente en aproximadamente 6.5 millones de dólares. Los ejemplares del museo británico se encuentran en mejor estado y su valor debería ser mayor.


 



Esta moneda fue hecha en oro de 22 quilates por el orfebre Ephraim Brasher en 1787, después de que el Estado de Nueva York rechazara su propuesta de acuñar monedas de bronce. Fue vendida en 1979 por US$ 7,4 millones.

Ephraim Brasher fue un orfebre de Nueva York que, a fines del siglo XVIII, acuño sin autorización oficial algunas monedas de oro, con un peso similar al doblón español. En la actualidad se conocen solo siete de estas monedas, cinco de ellas conocidas como tipo Nueva York y dos como tipo Lima, en el primer caso porque el anverso y el reverso incluyen un amanecer en la montaña similar al del escudo del Estado  de Nueva York y en el segundo porque imitan a la moneda española.
Los doblones Brasher se encuentran entre las mayores rarezas de la numismática mundial, aunque hay quienes consideran que son la mayor rareza. 
El 21 de enero de 2021, la casa  Heritage puso a la venta dos doblones Brasher, uno de cada tipo, en la subasta que realizó en la ciudad de Dallas. 
El doblón tipo Nueva York, de 1787, es el mejor de los cinco conocidos; perteneció a la colección de Donald Groves Patrick y es la tercera vez que sale a la venta. En las ocasiones anteriores, 1907 y 1979, se vendió en 6.200 y 725.000 dólares, respectivamente. En esta tercera oportunidad alcanzó el precio récord de 9'360.000 dólares.


 

Diseñada por Augustus Saint-Gaudens, esta moneda fue rechazada debido a que era muy difícil de producir. Hoy en día es una de las monedas más raras del mundo. 


 
Dólar de oro 1933.


dólar de oro 1933


En el mundo de la numismática, una moneda ha captado la atención de coleccionistas y curiosos por igual: la Double Eagle de 1933, subastada en 2021 por U$D 18.9 millones. Esta pieza no solo es valiosa por su rareza, sino por los eventos históricos que rodean su creación y posterior prohibición.

La Double Eagle fue emitida en un contexto turbulento. En 1933, durante la Gran Depresión, el presidente Franklin D. Roosevelt prohibió la posesión de oro en un intento por estabilizar la economía estadounidense. Como resultado, la mayoría de estas monedas fueron retiradas de circulación y fundidas, dejando solo unas pocas en existencia, lo que las convierte en piezas extremadamente codiciadas.

Nota:Cuántas monedas Double Eagle de 1933 hay en el mundo.

En 1933, se acuñaron 445 500 ejemplares de la moneda Double Eagle, que tenía un valor nominal de U$D 20. No obstante, durante la Gran Depresión, se ordenó su fundición, con excepción de dos ejemplares, antes de que saliera a circulación en Estados Unidos.
A pesar de las medidas que se tomaron, no solo se rescataron dos de la fundición, sino que se estima que hubo un robo de 20 monedas de la Double Eagle de 1933. De estas, nueve volvieron a las manos de las autoridades para ser fundidas.
Una de estas tiene un dueño particular y se cree que hay otras en el mundo que no son aptas para ser vendidas en subastas en estados unidos ya que nunca estuvieron en circulación y pertenecen al país norteamericano.
Cabe resaltar que diez de estas monedas se encuentran en el Depositario de Lingotes de Estados Unidos en Fort Knox. La única pieza subastada, que perteneció a Stuart Weitzman, fue subastada en 2021 por un comprador anónimo.


 

Hecha con 10% de cobre y 90% de plata, esta moneda tenía el valor de un dólar. Data de 1794 y en enero del 2013 fue vendida por más de US$ 10 millones. 

El dólar del cabello suelto fue la primera moneda con un valor facial de un dólar estadounidense emitida por el gobierno federal de los Estados Unidos. Se acuñó en 1794 y 1795, y su tamaño y peso se basaron en el dólar español, que era, en ese momento, la moneda más utilizada en el comercio en todo el continente.

En 1791, tras un estudio de Alexander Hamilton, el Congreso aprobó una resolución conjunta que pedía el establecimiento de una casa de moneda nacional. En ese mismo año, en su tercer discurso del estado de la Unión, el presidente George Washington instó al Congreso a proporcionar una casa de moneda, que fue autorizada de forma oficial por la Ley de la Moneda de 1792. A pesar de esta autorización, no se acuñaron monedas de plata ni de oro hasta 1794. El dólar del cabello suelto, diseñado por Robert Scot, se acuñó en 1794 y en 1795. En octubre de 1795, el diseño fue reemplazado por el dólar del busto drapeado.

Antecedentes.

Antes de la ley de 1792

A partir de la década de 1780, un gran número de prominentes estadounidenses pidieron el establecimiento de una casa de moneda central para suministrar a Estados Unidos con monedas oficiales; todas estas propuestas fracasaron debido en gran parte a la falta de fondos y a la oposición de individuos y grupos que preferían que las monedas fueran acuñadas por los diferentes estados.
​ Como no se emitían monedas federales, las necesidades de los estados se satisfacían con una variedad de monedas y fichas nacionales y extranjeras, incluido el real de a 8, conocido como dólar español.
En 1789 la Constitución de los Estados Unidos, que otorgó al Congreso el poder de «acuñar moneda, regular el valor de la misma y de la moneda extranjera, y fijar el estándar de pesos y medidas», fue ratificada y entró en vigor. Al año siguiente, el Congreso comenzó a deliberar sobre el estado del sistema monetario y la moneda del país.
 El 28 de enero de 1791 el secretario del Tesoro Alexander Hamilton presentó un informe al Congreso que detallaba los hallazgos de un estudio que había realizado sobre el sistema monetario y el potencial de una casa de moneda.
 Como parte de su estudio, Hamilton hizo que se realizaran una serie de ensayos de dólares españoles, ya que esta era la moneda sobre la que se basaría el sistema monetario estadounidense. Luego de ver los resultados, el secretario del Tesoro recomendó que el contenido de plata del dólar estadounidense debería basarse en el contenido promedio de plata de los dólares españoles analizados.
​ La recomendación de Hamilton fue que el dólar debería contener 371,25 granos de plata y tener un peso bruto de 416 granos, con el resto del contenido en cobre.4 El 3 de marzo de 1791, después de revisar el informe de Hamilton, el Congreso aprobó una resolución conjunta en donde autorizó la creación de una casa de moneda federal; la resolución, sin embargo, no dio detalles ni asignaciones.​

Creación de la Casa de Moneda.

En su tercer discurso anual ante el Congreso, más tarde conocido como el discurso del estado de la Unión, pronunciado el 25 de octubre de 1791 en Filadelfia, el presidente George Washington instó a los miembros del Congreso a poner en vigor de inmediato la resolución conjunta aprobada a principios de ese año.
En respuesta, el Senado nombró un comité presidido por Robert Morris para redactar las especificaciones y la legislación necesarias que crearían de manera oficial una casa de moneda y un sistema monetario a nivel federal.
​ El comité presentó un proyecto de ley ante el Congreso el 21 de diciembre de 1791, que establecía en parte que la nueva moneda de un dólar, que iba a formar la base del sistema monetario de Estados Unidos, debería contener 371 granos de plata y un peso total de 416 granos, como lo había recomendado Hamilton.
 Las nuevas monedas de plata se acuñaron en una aleación de 1485 partes de 1664 —cerca del 89,24 %— de plata fina, con el resto del contenido en cobre, lo que estaba destinado a igualar la plata encontrada en los dólares españoles. Sin embargo, uno de los ensayos a las monedas españolas era incorrecto: en realidad tenían una proporción de 65/72 de plata —cerca del 90,28%—, con el resto del contenido en cobre.

El dólar español fue la base del dólar de plata estadounidense.

Una disposición de la legislación de Morris pedía que se representara al presidente Washington en el anverso de cada moneda acuñada por la nueva casa de moneda.​ El proyecto de ley fue aprobado por el Senado después de un debate, pero fue modificado en la Cámara de Representantes para pedir que en su lugar apareciera una figura alegórica que representara a la Libertad.
 Al regresar al Senado, la cámara alta insistió en su versión de la disposición del diseño. La Cámara rechazó la disposición por segunda vez y aprobó otra versión del proyecto de ley, tras lo cual el Senado estuvo de acuerdo.​ La ley, conocida como Ley de la Moneda de 1792, fue promulgada el 2 de abril de 1792 por el presidente Washington.
 Esta ley preveía la creación de la Casa de Moneda de los Estados Unidos, y asignó fondos para la construcción de instalaciones adecuadas, y para los sueldos de empleados y funcionarios.
​ Las denominaciones monetarias fijadas según la ley eran las de medio centavo, un centavo, medio décimo, un décimo, un cuarto de dólar, medio dólar, un dólar, un cuarto de águila, media águila, y un águila.
​ El 31 de julio de 1792 el recién nombrado director de la Casa de Moneda, David Rittenhouse, colocó la primera piedra de la Casa de Moneda de Filadelfia.​ La maquinaria y el personal comenzaron a ocupar el nuevo edificio en septiembre de 1792, y la producción comenzó con monedas de un centavo en febrero de 1793.
​ En el primer año de producción en la Casa de Moneda solo se acuñaron monedas de cobre, ya que el potencial ensayador no logró recaudar la fianza de 10 000 dólares requerida para asumir de manera oficial el puesto;​ la ley de 1792 establecía que tanto el jefe de acuñaciones como el ensayador deberían «quedar ligados a los Estados Unidos de América, con una o más garantías a satisfacción del secretario del Tesoro, por la suma de diez mil dólares».8​ Más tarde ese año, el secretario de Estado Thomas Jefferson apeló al Congreso para que se redujera el monto de las fianzas.​ El 3 de marzo de 1794 el Congreso redujo la garantía a 5000 y 1000 dólares para el jefe de acuñaciones y el ensayador, respectivamente.

Producción.
Creación del diseño.

A principios de 1794, el grabador Robert Scot comenzó a preparar los diseños para la moneda de un dólar de plata.9​ El diseño inicial de Scot representaba en el anverso un busto de la Libertad, mientras que en el reverso figuraba un águila, ambos motivos requeridos por la Ley de la Moneda de 1792.8​ Este diseño de Scot siguió de cerca su diseño para la moneda de un centavo, pero sin el gorro frigio. Más tarde, los funcionarios del gobierno ordenaron a Scot que incluyera una guirnalda alrededor del águila y que moviera la denominación del reverso al canto de la moneda.
​ Después de recibir la aprobación, Scot comenzó a grabar los punzones del nuevo dólar de plata. Se tuvo especial cuidado durante el grabado de esta denominación en particular, porque la moneda de un dólar sería la pieza más grande y, por lo tanto, recibiría mayor atención por parte de las naciones extranjeras.
 Las inscripciones fueron ejecutadas por Frederick Geiger, quien había trabajado como tipógrafo para varios libros y periódicos. Después de crear los troqueles, se acuñaron varias monedas de prueba de cobre. Los funcionarios decidieron agregar quince estrellas en la periferia, que representarían a los quince estados que habían ratificado la Constitución hasta ese momento, en el anverso de la moneda, que presentaría el busto de la Libertad mirando hacia la derecha.

Acuñación
Ahora que se podía comenzar la acuñación de las denominaciones en plata, la Casa de Moneda comenzó a buscar depositantes para traer oro y plata para acuñar. Después de recibir varios depósitos, el ensayador Albion Cox notificó a Rittenhouse de sus creencias de que el estándar de ley de 0.892 aprobado para la acuñación de plata era difícil de producir y que se oscurecería si se pusiera en circulación.11​ En cambio, Cox recomendó que la pureza se modificara a una ley de 0.900, pero también que el peso se mantuviera en 416 granos.
Esto significaba que la nueva aleación era contraria a la reglamentación y que a todos los depositantes se les cobraría de más por sus depósitos de plata, ya que había un contenido de plata más alto en las monedas de lo que permitía la ley de 1792. Esta acción de la Casa de Moneda les costó a los proveedores de plata alrededor del uno por ciento de su depósito; el mayor depositante, John Vaughan, calculó su pérdida en 2260 dólares. El Congreso aprobó su petición de reembolso en 1800, después de varios aplazamientos.

Antes de poder acuñar las monedas, la inscripción y los motivos del canto tenían que estar impresos en el canto de los cospeles. Esta acción se realizaba con un dispositivo conocido como máquina de Castaing o cerrilla, que acuñaba el canto con la leyenda hundred cents one dollar or unit («cien centavos, un dólar o unidad») junto con su ornamentación.​ Como el proceso de acuñado era bastante inexacto, el peso de los cospeles destinados a acuñarse como dólares de plata era variable, lo que solucionó al limar las caras de los cospeles. Debido a lo impreciso del proceso, el peso de las monedas variaba de forma más notoria que en las emisiones posteriores, acuñadas con equipos más precisos.

Los primeros dólares de plata se acuñaron el 15 de octubre de 1794.​ La plata utilizada para los dólares de 1794 provino de manera única de lingotes de plata depositados en la Casa de Moneda por su director David Rittenhouse el 22 de agosto de 1794.13​ Según una orden manuscrita de transferencia de monedas emitida por el director Rittenhouse el 15 de octubre de 1794, se transfirieron 1758 dólares de plata de la custodia del jefe de acuñaciones Henry Voigt a la custodia del tesorero de la Casa de Moneda Dr. Nicholas Way.
 También el 15 de octubre, según una orden manuscrita de devolución de monedas emitida por el director Rittenhouse, los 1758 dólares de plata fueron transferidos de la custodia del tesorero a David Rittenhouse, como una devolución parcial de monedas por sus depósitos de plata del 22 de agosto.
 Las 1758 monedas que fueron acuñadas por el jefe de acuñaciones Henry Voigt, aunque eran aceptables, estaban mal acuñadas debido a problemas con el volante de acuñación que se utilizó durante el inicio de la producción de la Casa de Moneda, que era una prensa de balancín a tornillo accionada por fuerza humana, diseñada para usarse en monedas que no superaran el tamaño de la pieza de medio dólar.

El 16 de octubre de 1794, después de recibir un dólar de plata de parte de David Rittenhouse, el secretario de Estado Edmund Randolph le envió la moneda al presidente Washington para su inspección.​ En un intento por facilitar la circulación de las monedas, Rittenhouse gastó una gran parte de las nuevas monedas y las cambió por monedas extranjeras para comercializar los nuevos productos de la Casa de Moneda, mientras que otros ejemplares se distribuyeron a visitantes distinguidos de la ceca.​ Después de la producción inicial Rittenhouse ordenó que finalizara toda la emisión de monedas de un dólar hasta que el personal de la Casa de Moneda pudiera construir un volante más poderoso que fuera capaz de acuñar mejor las monedas.

El nuevo volante de acuñación se completó a principios de 1795, y el 6 de mayo se entregó el primer grupo de monedas de un dólar, por un total de 3810 piezas. Las monedas acuñadas el 8 de mayo podrían haber llevado la fecha de 1794,​ sin embargo, no hay ningún documento o evidencia que respalde tal afirmación. Se sabe que varios dólares de 1795, junto con una emisión de 1794, se acuñaron con un centro de plata ubicado en el centro, que medía aproximadamente 8 milímetros,​ lo que se cree que se hizo para compensar los cospeles de bajo peso. El tiraje total para el segundo y último año de producción se estima en 160 295.​ 
En total, se acuñaron 203 033 dólares de plata en 1795,16​ pero se desconoce cuántos de ellos eran del diseño del cabello suelto, ya que el dólar del busto drapeado lo sucedió en octubre de 1795,​ diseñado por el retratista Gilbert Stuart a instancias del sucesor de Rittenhouse como director de la Casa de Moneda, Henry William de Saussure.

Valor numismático.

A lo largo de su historia, el dólar de 1794 ha sido considerado una de las monedas más raras y valiosas de Estados Unidos. En una edición de septiembre de 1880 de The Coin Journal, el autor señaló que un espécimen de buena conservación de un dólar de 1794 estaba valorizada en cincuenta dólares.​ A principios de la década de 1990 el historiador numismático Jack Collins estimó que el número de monedas supervivientes estaba entre 120 y 130.
​ En 2013 el ejemplar con mejor conservación conocido, que se encontraba entre las primeras monedas acuñadas y que se preparó con especial cuidado, se vendió en una subasta por 10 016 875 de dólares, el precio de venta más alto de cualquier moneda en la historia. 
El Servicio Profesional de Calificación de Monedas calificó esta moneda con un 66 sobre un máximo de 70, lo que marca las condiciones especiales en las que se acuñó.20​ La moneda, que había sido propiedad del coronel Green, fue vendida en una subasta pública en enero de 2013.
 En 2010 esta misma moneda había sido vendida por lo que entonces era una suma récord de 7,85 millones de dólares, a una fundación educativa.​ Steven Contursi, expropietario de la moneda, dijo que era un «tesoro nacional» y que estaba orgulloso de haber sido su «custodio» desde 2003 hasta su venta en 2010. Martin Logies, representante de la fundación que compró la moneda, dijo que de todas las rarezas que había visto, creía que esta era «la más importante de todas».


  
Micro-Estado.


  
Diccionario panhispánico del español jurídico.

Micro-Estado

Int. púb. Estado con muy poca superficie y población y a menudo enclavado o aislado, cuya condición exigua ha planteado dudas acerca de su capacidad para cumplir las obligaciones de la Carta de las Naciones Unidas exigidas para la admisión en la organización. La ONU ha resuelto tales dudas con la admisión generalizada de esos Estados.
Carta ONU, art. 4.1.

Vista general de Mónaco.


Un micro-Estado​ o mini-Estado es un Estado soberano que tiene una población muy reducida, un territorio muy pequeño o ambos. Ejemplos de micro-Estado son: Andorra, Baréin, Liechtenstein, Mónaco, Nauru, Palaos, San Cristóbal y Nieves, San Marino, Tuvalu y la Ciudad del Vaticano. Este tipo de país ejerce una importante influencia relativa en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que cada Estado, independientemente del tamaño de su territorio o población, tiene un voto.

El Estado de soberanía plena más pequeño del mundo es la Ciudad del Vaticano que, en julio de 2003, tenía 911 ciudadanos en un área de 0,44 km².​ La Ciudad del Vaticano no es miembro de las Naciones Unidas; sin embargo, la Santa Sede, que ejerce su soberanía sobre la Ciudad del Vaticano, tiene el estatus de observador permanente en la Asamblea General.

Definiciones.

La mayoría de los estudiosos identifican los micro-Estados utilizando un umbral cuantitativo y aplicándolo a una variable (como el tamaño de su territorio3​ o población4​) o a un compuesto de diferentes variables. Si bien se está de acuerdo en que estos países son los más pequeños de todos los Estados, no hay consenso sobre qué variable (o variables) o qué punto de corte se debe utilizar para determinar qué unidades políticas se deben etiquetar como «micro-Estado» (en contraposición a los pequeños Estados «normales»). Si bien el empleo de criterios cuantitativos simples puede parecer sencillo, también puede percibirse como potencialmente problemático. Según algunos estudiosos, el enfoque cuantitativo para definir los micro-Estados adolece de problemas como «la incoherencia, la arbitrariedad, la vaguedad y la incapacidad de aislar de manera significativa unidades políticas cualitativamente distintas»

Lista de Estados soberanos con menos de 1000 km²

Esta es una lista de los Estados independientes que poseen una superficie menor a mil kilómetros cuadrados. Se omiten los territorios o dependencias de otros países:



Estado

 soberano

Área (km²)

Localización

Población

Idiomas

 oficiales

1

Ciudad del

Vaticano

0,44

Europa - 

Península

 itálica

932

Latín e

 italiano

2

Mónaco

2,02

Europa

36 000

Francés

3

Nauru

21

Oceanía - 

Micronesia

10 000

Nauruano 

e

 inglés

4

Tuvalu

26

Oceanía - 

Polinesia

11 810

Tuvaluano

 e

 inglés

5

San Marino

61

Europa -

Península

 itálica

32 471

Italiano

6

Liechtenstein

164

Europa

 Central

36 157

Alemán

7

Islas Marshall

181

Oceanía -

Micronesia

66 223

Marshalés 

e inglés

8

San Cristóbal

y  Nieves

261

América, 

Caribe

38 958

Inglés

9

Maldivas

298

Asia - 

Océano

 Índico

317 280

Maldivo

10

Malta

316

Europa - Mediterráneo

413 609

Maltés 

e

inglés

11

Granada

344

América,

Caribe

89 512

Inglés

12

San Vicente

 y las

 Granadinas

388

América,

Caribe

        100 369

Inglés

13

Barbados

430

América,

Caribe

219 912

Inglés

14

Antigua y

Barbuda

442

América,

Caribe

87 883

Inglés

15

Seychelles

455

Océano

Índico/

África

81 188

Criollo,

francés

e

 inglés

16

Palaos

459

Oceanía -

 Micronesia

20 842

Palauano 

e

 inglés

17

Andorra

468

Europa- 

Península

ibérica

76 246

Catalán

18

Santa Lucía

539

América,

Caribe

173 907

Inglés

19

Singapur

697

Sudeste

Asiático

5 353 494

Inglés, 

malayo, 

chino 

y tamil

20

Baréin

694

Asia - 

Golfo

 Pérsico

1 248 348

Árabe

21

Micronesia

702

Oceanía -

Micronesia

111 000

Inglés

22

Kiribati

726

Oceanía -

Micronesia

103 000

Gilbertés e inglés

23

Tonga

747

Oceanía -

 Polinesia

101 991

Tongano e

inglés

24

Dominica

751

América,

 Caribe

73 126

Inglés

25

Santo Tomé

 y Príncipe

964

África

 Central

193 413

Portugués


  
En términos generales, un país se clasifica según su ubicación geográfica, su territorio o su población. Así, existen algunos que cuentan con una extensión y/o una densidad poblacional que los cataloga como "micro-Estado".

Los parámetros para definir si un país es o no un micro-Estado no son del todo claros, ya que la comunidad internacional aún no se ha puesto de acuerdo. Sin embargo, los dos más utilizados son aquellos que consideran que un país se cataloga de tal forma cuando:
  • Tiene menos de 1.000 kilómetros cuadrados.
  • Tiene menos de 1.000.000 de habitantes.
Si nos guiamos por la extensión territorial, existen 25 micro-Estados en el mundo, ubicados en los cinco continentes: Europa, Oceanía, América, Asia y África. En este último solo se encuentran dos, el país insular de Santo Tomé y Príncipe, cercano a Guinea Ecuatorial y a Gabón, y las Islas Seychelles, al otro lado del continente.
Oceanía y América son los dos continentes que cuentan con más micro-Estados. Por el lado oceánico, nos encontramos con Nauru, Tuvalu, Islas Marshall, Estados Federados de Micronesia, Palaos, Tonga y Kiribati. En América están:
  • San Cristóbal y Nieves.
  • Barbados.
  • Granada.
  • Antigua y Barbuda.
  • San Vicente y las Granadinas.
  • Santa Lucía.
  • Dominica.
En Europa hay seis en total: Mónaco, Andorra, Liechtenstein, Malta, San Marino y Estado de la Ciudad del Vaticano. Curiosamente, estos dos últimos están rodeados de territorio italiano.

Si tomamos la otra categorización, la de países con menos de un millón de habitantes, también entran países como Islandia, Luxemburgo, Montenegro, Chipre o Bután. Sin embargo, no es una clasificación muy utilizada porque las estructuras administrativas de esos países y sus territorios son más extensos y cercanos a los de naciones más grandes.


 
Reversal of Fortunes

  
Un mundo paralelo, los blancos están dominados por los negros, en su mayoría son esclavos, y los hombres libres no tiene derechos de ciudadanía.

Stacy cuando era blanca libre.


Kristen: —¡Oooh! ¡Me perdí esa, Stacy! Parece que es 15-0, ¿eh? ¡Será mejor que vayas a buscar la pelota!

Stacy: —Sí, sí…

Kristen:  —¡Oh, Dios! ¡Sin ropa interior! ¡Supongo que debes estar cumpliendo con el nuevo código de vestimenta blanca que tienen aquí en el club! Qué vergüenza…

Stacy:—Realmente no es gran cosa, Kristen, y preferiría no hablar de eso…

Kristen:  —Claro, claro. Es solo que pareces un poco distraída, eso es todo. ¿Me estás diciendo que realmente no te molesta que cada vez que rebotas de un lado a otro de la cancha, todos puedan ver tu trasero?

Stacy: —No, de verdad , está bien…

Kristen:—¿De verdad? Porque a mí me molestaría. Sin embargo, algo definitivamente te ha sacado de tu juego. Normalmente me pateas el trasero, pero hoy pareces distraída.

Stacy: —Solo estoy teniendo un mal día…

Kristen:— ¿Estás segura? Algo te está distrayendo. ¿Problemas financieros? Sé que el negocio de tu marido no ha ido bien. He oído que puede que a finales de año incluso tu y tu  marido acabe siendo  propiedad de nosotros, los negros.

 Kristen



Stacy:“¿Dónde has oído eso?”

Kristen: “Ah, ya sabes, por ahí... Escucha, no hay nada de qué avergonzarse. Todos sabemos lo difícil que es para los blancos sobrevivir con todas esas Leyes de Reparaciones y todo lo que les perjudica. ¡Pero el negocio de mi marido ha ido fantástico! No obtenemos tantos beneficios, pero el hecho de que tantos de nuestros competidores blancos se hayan visto perjudicados ha sido sin duda un gran impulso para nosotros. Quién sabe, quizá mi marido y yo podamos comprarte tu parte”.

Stacy:“¿Podemos jugar sin más?

Kristen: “¡Claro, Stacy! Sólo tírame la pelota para que pueda sacar”.

Stacy: “Toma”.

Kristen: “¡Gracias! No creo que este vaya a ser tu partido, querida Stacy. Quizá la próxima vez te deje sacar tú... ”

Y lo hizo. Como Kristen predijo, el negocio que poseían Stacy y su marido se fue a la ruina a finales de año y estaba a punto de ser absorbido por un gran conglomerado de propietarios negros cuando Kristen y su marido se abalanzaron y los compraron. La joven matrimonio negro  no solo obtuvo el control del negocio que antes era de propietarios blancos, sino que también tomaron a Stacy y a su marido como sus esclavos personales.

Stacy esclava

Stacy ahora pasa sus días como antes, jugando partidos de tenis diarios con su vieja amiga Kristen. Sin embargo, hay tres diferencias principales. En primer lugar, ahora juegan todos sus partidos de tenis en la nueva propiedad de Kristen, comprada con las ganancias obtenidas por sus empresas  familiares combinadas. En segundo lugar, desde que perdió todo y se convirtieron en propiedad de la pequeña chica negra, Stacy siempre es la que sirve. Tercero, por su nuevo estado de libertad está desnuda y con microchip subcutáneo  como los demás blancos.



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