Apuntes Personales y de Derecho de las Universidades Bernardo O Higgins y Santo Tomas.


1).-APUNTES SOBRE NUMISMÁTICA.

2).- ORDEN DEL TOISÓN DE ORO.

3).-LA ORATORIA.

4).-APUNTES DE DERECHO POLÍTICO.

5).-HERÁLDICA.

6).-LA VEXILOLOGÍA.

7).-EDUCACIÓN SUPERIOR.

8).-DEMÁS MATERIAS DE DERECHO.

9).-MISCELÁNEO


jueves, 27 de diciembre de 2018

370.-Los Libros de Apuntes del Derecho.

  Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Núñez; Boris Díaz Carrasco; -Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farías Picón; -Franco González Fortunatti ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala ; Marcelo Yáñez Garín; ;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán

"Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora. Proverbio hindú"


Aldo ahumada Chu han 

  

ETIMOLOGÍAS

SÁNSCRITO, HEBREO, GRIEGO, LATÍN, ÁRABELENGUAS INDÍGENAS AMERICANAS, ETC.

VERSIONES DE LA MAYORÍA DE LAS VOCES EN

FRANCÉS, ITALIANO, INGLÉS, ALEMÁN, PORTUGUÉS, CATALÁN, ESPERANTO



Libro 67 Derecho.

  • El notariado.
  • Los escribanos.
  • El derecho notarial.
  • Esclavitud.
  • Diplomática
  • Matrimonio.
  • Discurso de don Alejandro Lerroux.
  • Sheakespeare.


Libro 88 Derecho.

  • Escudo de Venecia.
  • Diego Portales
  • Miguel de Cervantes
  • El Congreso de Diputados. (España)
  • Senado I y II
  • Legislador.
  • Legislativo
  • Legislatura.
  • Legitima
  • Diputado (a Cortes y provincial)
  • Moderador.
  • Jurisdicción.
  • Ejecutivo.
  • Poder.
  • Parlamentarismo.
  • Parlamento
  • Alcalde.
  • El Contrato
  • La Costumbre
  • El Corpus Juris (Civil y Canónico)
  • Justicia Inglesa (Revista Chilena de Jurisprudencia
  • Antinomia
  • Digesto
  • Legis Acciones
  • Las Partidas
  • Derecho Civil Foral de España
  • Bula Dataria Apostólica
  • Curia Romana Cancillería.
  • Abreviador
  • Discurso del Abogado
  • Sagasta (Político Español)
  • Capilla
  • Testamento.
  • Real Academia Española
  • Jurisdicción eclesiástica de la Real Capilla de Madrid.(1753-1931)

Libro 87

  • Propiedad
  • XII Tablas
  • Tribunal
  • Santuario de Montserrat
  • Escolania
  • Vasconia
  • País Vasco
  • Isabel la católica y su juramento en el árbol de Guernica.
  • Señorío de Vizcaya
  • Las Cortes Españolas
  • Generalidad de Cataluña
  • Representación política.
  • Representativo
  • Elocuencia (Libro completo de retorica)

Libro 85.-

  • Álgebra y geometría (Matemáticas.)
  • El gesto
  • Cuerpo de Alabarderos
  • Escolta Real
  • Aranjuez
  • San Ildefonso de de La Granja.
  • El Pardo.
  • El Escorial
  • La Espada
  • Alejandro Lerroux García
  • Discurso de Alcalá Zamora
  • Madrid

Libro 83

  • Revista Aventuras de Historia
  • Parlamentarismo Español.
  • Presupuesto Nacional
  • Minoría
  • Mayoría
  • Refranes
  • Bossuet (Biografía )
  • Minica
  • Discurso de Alcalá Zamora

Libros 78

  • Revista que pasa
  • La biblia
  • los jueces y tribunales de Inglaterra, Francia y Alemania
  • Santo Tomas de Aquino

Libros 77

  • Real Casa y Patrimonial de la Corona de España.
  • Gentilhombres
  • Montería
  • Montero de Espinosa
  • Semilleres de Corps
  • Toma de almohada
  • Cámara real
  • Sufragio
  • Voto
  • Escrutinio
  • Elector
  • Electorado
  • Santo Tomas de Aquino
  • Oratoria
  • Demóstenes
  • Cicerón
  • Narración
  • España oratoria
  • Predicación
  • Aforismo

Libros 76

  • Regionalismo
  • Región
  • Diputación
  • Mancomunidad
  • Municipio
  • Las atribuciones de los estados y las comunidades autónomas
  • Estatuto de autonomía
  • Prusia
  • Contrato de Locación
  • Mandato
  • Sociedad
  • Filosofía
  • Derecho de la sucesión
  • Prueba ilícita Julian Lopez y M I Horvitz
  • La cultura Chilena

Libro 67

  • Revista Clio pasión por la histori
  • Historia militar
  • Toisón de oro
  • El rosario
  • Orden de la Anunciación
  • La biblioteca personal  de Augusto Pinochet
  • La jurisprudencia
  • El derecho común
  • El nuevo testamento
  • El antiguo testamento
  • Los santos evangelios

Libro 92

  • Las leyes de Toro
  • Recopilación. (Nueva y Novísima.)
  • Historia del Derecho Español.
  • Ordenanzas de Bilbao (Comercio.)
  • Ordenanzas Reales de Castilla
  • Ordenamiento de Alcala y Najera
  • Potestad Reglamentaria de Gobiernos Regionales.
  • El Tribunal del Jurado.
  • Derecho Marroquí
  • Derecho Romano
  • Contrato de E.
  • Usaje
  • Derecho Civil Foral Español.
  • Régimen de Gananciales del Matrimonio.
  • Mambru
  • Manu
  • Derecho Marítimo
  • Derecho Real
  • Fuero Viejo de Castilla
  • Fuero Juzgo
  • Fueros Municipales.

Enciclopedia Espasa, también conocida como Enciclopedia Espasa-Calpe, cuyo nombre original es Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana, es la gran enciclopedia española del siglo XX, vigente entre 1905 y 2011,​cuando se publicó el último Suplemento. Es la continuadora de anteriores proyectos, como la Enciclopedia moderna: Diccionario universal de literatura, ciencias, artes, agricultura, industria y comercio del editor Francisco de Paula Mellado, de 29 tomos, con apéndices posteriores hasta llegar a los 39 tomos; o la primera enciclopedia moderna en múltiples volúmenes publicada en lengua española, el Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano de la Editorial Montaner y Simón, publicado en 26 volúmenes entre 1887 y 1899.

Historia.

La Enciclopedia Espasa fue el proyecto más ambicioso de la Editorial Espasa (fundada por José Espasa Anguera en 1860), que se fusionó en 1926 con la Editorial Calpe, de Nicolás María de Urgoiti, y ya como Editorial Espasa-Calpe, se integró en 1991 en el Grupo Planeta. Su propósito fue publicar en lengua española una obra enciclopédica de consulta que, fuera de cubrir los conocimientos y avances científicos, artísticos y tecnológicos, además incluyese la historia, biografías, geografía, artes y literatura de España e Hispanoamérica. Sus principales novedades respecto a otras enciclopedias decimonónicas españolas y extranjeras fueron la gran extensión de tamaño de sus volúmenes y la incorporación intensiva de fotografías e ilustraciones en blanco y negro y láminas en color.


Con el fundamento previo del Novísimo diccionario de la lengua castellana que publicaron los Hermanos Espasa en dos grandes volúmenes (1866-1867) y ya era un diccionario enciclopédico, la decisión de publicarla se tomó en el año 1905 y salió a la imprenta entre 1908 y 1930 compuesta por 70 tomos en 72 volúmenes (ya que los tomos 18 y 28 son dobles y contienen dos volúmenes cada uno, denominados "Primera parte" y "Segunda parte"). A esta edición se le agregó entre 1930 y 1933 un Apéndice de 10 volúmenes para actualizar los anteriores. Posteriormente la periódica actualización de la obra se realizó por medio de Suplementos generalmente bienales desde 1934, que actualizan no solo la obra principal sino los Apéndices. Hasta la fecha, estos son 37 volúmenes (38 tomos). El más reciente es el Suplemento 2011-2012, publicado en 2013; el cuarto volumen, tras el Suplemento 2003-2004, es alfabético en vez de temático.
En 1983 se publica el Index 1934-1980 que es el índice de contenidos incluido en los suplementos entre 1934 y 1980, actualizado en 1997 con el Apéndice A-Z, en un volumen, y reemplazado en 1998 por el Index 1934-1996.
En total, en el año 2012, la Enciclopedia Espasa cuenta con 119 volúmenes -122 tomos- (excluyendo el Index 1934-1980 por redundante), y según cálculos realizados por sus editores, más de 180.000 páginas, 210 millones de palabras, 197.000 ilustraciones en negro, 4500 láminas en color, 5.000.000 citas bibliográficas y 100.000 biografías.
En 2005 publicó por motivos comerciales un segundo Apéndice 1934-2004, de calidad deficiente -ya que actualizaba sólo parcialmente el Apéndice 1934-2002, publicado un par de años antes-, llamado Complemento Enciclopédico, en 8 volúmenes, presentado por la editorial como formando parte de una «nueva» Enciclopedia Espasa, que no estaría ya formada por 126 tomos (todos los publicados hasta 2005, menos el Index 1934-1980), sino solo por 90 (pues a efectos editoriales prefieren prescindir ahora de los 34 tomos de Suplementos 1934-2004, más el Index y el Apéndice A-Z, y reconstruir la obra como formada por los 72+10 tomos históricos y los 8 nuevos).




Supone, por tanto, una novedad que una editorial, casi cien años después de su publicación, siga ofreciendo en el mercado una enciclopedia en 90 tomos, la mayor parte de los cuales están redactados y publicados inicialmente en las primeras décadas del siglo pasado. Aunque los cambios erráticos de los últimos años han provocado un notable desconcierto entre los propietarios y usuarios de la enciclopedia, aún no despejado, al desconocerse la política editorial que seguirá Espasa-Calpe en el futuro.



La Editorial Espasa fue una importante editorial española que existió en Barcelona entre 1860 y 1925.




Historia.

Fue fundada en 1860 por los hermanos Pablo y José Espasa Anguera con el nombre de Espasa Hermanos. En 1869 se incorporó como socio Manuel Salvat, el cual 3 años después se casó con una hermana de los Espasa. Pablo Espasa dejó la empresa en 1877 y Manuel Salvat en 1897, creando un año después Salvat e Hijo, precursora de la Editorial Salvat. La editorial de José Espasa continuó hasta 1908 con el nombre de José Espasa y luego pasó a llamarse Espasa e Hijos. Una las obras más relevantes de la editorial Espasa fue la Enciclopedia Espasa, publicada entre 1905 y 1933, con 70 volúmenes. En 1925 firmó un acuerdo con la editorial Calpe y ambas formaron una potente editorial, adoptando el nombre de Espasa-Calpe.

José Espasa Anguera.

Espasa Anguera, José. Pobla de Ciérvoles (Lérida), 1839 – Barcelona, 4.VII.1911. Editor.

Biografía

Nacido en una pequeña aldea de Lérida en el seno de una familia muy humilde, José Espasa, siendo aún casi un niño y sin ningún tipo de estudios, dejó su pueblo natal y marchó a Barcelona donde comenzó a trabajar como peón en las numerosas obras de remodelación urbana que se acometieron en la Ciudad Condal a mediados del siglo xix. Dotado de una gran fuerza de voluntad y afán de superación, consiguió hacerse con una cierta formación autodidacta, aprendió por sí mismo a leer y a escribir y, en 1857, se empleó como repartidor de libros por entregas, lo que le permitió tomar contacto directo con los lectores de aquellos folletones que repartía por la ciudad y conocer a fondo el mundo del libro de la Barcelona de la época.
En 1860, tras haber tomado nota de los gustos de un buen número de lectores, creó, junto a su hermano Pablo, su propio centro de suscripciones, la editorial Espasa Hermanos, que, a pesar de sus escasos recursos, inició su andadura con la publicación de libros notables, como un diccionario de la lengua catalana y la Gramática catalana, de Antonio Bofarull y Adolfo Blanch. Tras los difíciles comienzos, en 1877 José Espasa, tras la retirada de su hermano Pablo, se quedó solo al frente de la empresa, en la que, con gran visión comercial, supo alternar las ediciones populares de novelones por entregas de autores franceses y españoles, con las ediciones de calidad, de cuidada tipografía y valiosas ilustraciones, algo aún poco frecuente en la industrial editorial española. En este aspecto, destaca la creación, a comienzos de la década de 1880, de la revista El Mundo Ilustrado, una de las más importantes de aquella época.
Entre 1881 y 1897, José Espasa estuvo asociado con Manuel Salvat bajo la denominación Espasa y Compañía. La nueva empresa, que contaba con un considerable capital, modernos talleres en la calle de Les Corts y una efectiva red de distribución en América, se convirtió enseguida en uno de los sellos editoriales más prósperos y prestigiosos del momento, que publicaba no sólo literatura y libros ilustrados de temas generales, sino también una enciclopedia —el Diccionario enciclopédico, de Donadiu, anticipo de la que será poco más tarde la gran obra de Espasa— y numerosas obras de referencia y de texto universitario, sobre todo en materia de medicina y ciencias naturales. José Espasa se quedó de nuevo solo al frente del negocio cuando, en 1898, Manuel Salvat creó su propio sello. En 1908, poco antes de la muerte del fundador, se unieron a la empresa sus tres hijos, José, Juan y Luis Espasa (que ya en 1920 se asociarán con la editorial Calpe). Entretanto, a partir del año 1905, se daría comienzo a la gran aportación de José Espasa como editor, la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana —más tarde Enciclopedia Universal Ilustrada o, simplemente, “el Espasa”—, que en la actualidad constituye la referencia más importante del enciclopedismo en lengua española.
En el gran éxito de la Enciclopedia influyeron diversos factores. Desde un primer momento, y dado que ya existían entonces otras obras semejantes, José Espasa dotó a su enciclopedia de algunos elementos diferenciadores, como un formato más pequeño del habitual y una importancia muy destacada de las ilustraciones. Pero ante todo influyó el momento histórico de su aparición, en pleno auge del regeneracionismo, cuando España, tras el desastre del 98, se veía necesitada de reafirmar sus valores, entre ellos y muy principalmente, los culturales, y de iniciar una nueva relación —también basada en una historia, una cultura y una lengua comunes— con sus antiguas colonias. La visión comercial de José Espasa y el contar para su empresa con los mejores intelectuales y artistas gráficos de la época hicieron el resto. La Enciclopedia comenzó a publicarse en fascículos, por entregas, y poco después en volúmenes encuadernados, mediante suscripción. En 1920, ya muerto el fundador, la unión de Espasa con la editorial Calpe —y, por tanto, con los propietarios de la Papelera Española— otorgó aún mayores proporciones al proyecto. No se trataba sólo de la importancia del apoyo financiero de los industriales vascos (el Banco de Bilbao y Nicolás María de Urgoiti, propietarios de Calpe y de la Papelera), sino que con ellos se incorporó a la dirección editorial el filósofo José Ortega y Gasset, inspirador intelectual de Calpe.
En 1930 ya se había completado el núcleo principal de la obra, setenta tomos en setenta y dos volúmenes, a los que pronto se fueron añadiendo los apéndices de actualización y, a partir de 1933, los suplementos, organizados en forma temática. Cien años después de que José Espasa lanzara su proyecto, la Enciclopedia Universal Ilustrada, que ya ha alcanzado los ciento dieciséis volúmenes, constituye el resultado de uno de los más grandes esfuerzos culturales acometidos en el mundo editorial español.

Bibliografía

P. Castellano, Enciclopedia Espasa, historia de una aventura editorial, Madrid, Espasa Calpe, 2000. J. Martínez Martín (dir.), Historia de la edición en España (1836-1936), Madrid, Marcial Pons, 2001


J. I. Alonso, “La mayor empresa editorial española en la historia del libro”, en El Mundo, 27 de diciembre de 2003

J. M. Sánchez Vigil, Calpe, paradigma editorial (1918-1925), Gijón, Trea, 2005.

Nicolás María de Urgoiti y Achúcarro.

Urgoiti y Achúcarro, Nicolás María de. Madrid, 27.X.1869 – 8.X.1951. Empresario papelero, editor de periódicos y libros.


Nicolás María de Urgoiti nació el 27 de octubre de 1869 en Madrid, aunque siempre se confesó vasco; su padre, Nicolás Urgoiti Galarreta, y su madre, Anacleta Achúcarro, lo eran. La familia paterna era vizcaína, procedente de Galdácano, de orígenes carlistas y probablemente campesinos. La de su madre, una familia de letrados de situación más desahogada, guipuzcoana y liberal, había emigrado a Madrid como consecuencia de las Guerras Carlistas. En esta ciudad nacieron los dos primeros hijos del matrimonio, Nicolás, el primogénito, y Ricardo, pero poco después la familia se trasladó a San Sebastián, donde el padre de Nicolás trabajó como consignatario de buques en el puerto. Allí nacieron otros tres hermanos y, cuando Nicolás tenía ocho años, murió la madre, Anacleta, y a las pocas semanas, la más pequeña de los hermanos, Blanca, casi recién nacida. Los dos hijos mayores, Nicolás y Ricardo, fueron internados por su padre en los Escolapios de Tolosa. Cuando terminó sus estudios allí, Nicolás siguió el consejo de su padre y, aunque le hubiera gustado seguir viviendo en San Sebastián, se trasladó a estudiar a Madrid, a la Escuela Politécnica, en la que terminó la carrera de Ingeniero de Caminos en 1892. Para entonces, había conocido a una prima suya, María Ricarda Somovilla Urgoiti, quien, pocos meses más tarde, se convirtió en su esposa. Serían padres de ocho hijos.

Tras algunos trabajos esporádicos y gracias a la intervención de un compañero de estudios, Nicolás María de Urgoiti recibió una oferta para ocupar el puesto de ingeniero en la fábrica de papel del Cadagua, en Las Encartaciones. La oportunidad de volver al País Vasco, con una oferta de trabajo fijo y casa propia le llevaron a aceptar. Sin embargo, la industria del papel atravesaba entonces por dificultades. Junto a las tradicionales molinerías en Cataluña y Valencia, en las que se fabricaban todavía distintas clases de papel a mano, habían surgido en las últimas décadas del siglo xix, especialmente en torno a Tolosa, fábricas modernas que instalaron máquinas de papel continuo. Más tarde, comenzó a utilizarse también una nueva materia prima, la pasta de madera, mecánica primero, química después. Surgieron más fábricas, muchas de ellas en Vizcaya, por la facilidad para importar pastas escandinavas y la disponibilidad de caudales de agua, imprescindibles para la fabricación de papel. El vertiginoso crecimiento industrial que en el último tercio del siglo xix cambió la fisonomía de aquella provincia había hecho surgir una clase empresarial en torno a la siderurgia, la construcción naval y la banca, que diversificó su actividad en otros sectores, como el papelero. Las fábricas vizcaínas eran capaces de producir grandes cantidades de papel, pero el consumo no creció al mismo ritmo. Otras papeleras más pequeñas, especializadas en determinados tipos de papel, se adaptaron mejor a los vaivenes del mercado.

Una de las fábricas con problemas era aquella a la que llegó Nicolás María de Urgoiti, la Papelera del Cadagua, constituida en 1890 bajo la presidencia de Enrique Aresti y Torres, futuro conde de Aresti, y que contaba entre sus consejeros a otros miembros de aquella clase emprendedora vizcaína, como Víctor Chávarri y Ramón Bergé. Urgoiti recibió el encargo de estudiar la posibilidad de una fusión como medio de hacer frente a la crítica situación y lograr un mayor control del mercado. Los intentos previos habían fracasado, pero tras un detenido estudio y complicadas negociaciones, el 25 de diciembre de 1901, el mismo año en que vio la luz Altos Hornos de Vizacaya, nació La Papelera Española, fruto de la fusión de once fábricas y con un capital de 20 millones de pesetas. Fue su presidente, por poco tiempo debido a su temprana muerte, José María de Arteche. Le sustituyó en la presidencia, éste sí por muchos años, Enrique Aresti. Nicolás Urgoiti fue director general y, desde aquel puesto tuvo que hacer frente a las enormes dificultades iniciales, derivadas de los compromisos asumidos en el proceso de fusión y de la estrechez del mercado, mayor de la prevista. Decisiones drásticas, como las de no repartir dividendos desde 1904 y cerrar las instalaciones obsoletas, así como la generosa ayuda que encontró en la banca que dirigía Juan Manuel Urquijo, le permitieron enderezar la situación de La Papelera a partir de 1908. Tuvo que trasladarse a Madrid y viajar a distintos países en busca de materias primas baratas y mercados para exportar, amén de tomar ejemplo de las grandes empresas, los trusts, que por entonces marcaban el horizonte de la industrialización.

Desde el principio, Urgoiti tropezó con las críticas de la prensa, temerosa de los efectos que pudiera suponer en los precios la aparición de lo que llamaron el trust del papel. Le atacaron por el punto más débil: la necesidad de protección arancelaria. Nicolás Urgoiti se defendió. Estaba convencido de que la industria papelera podría consolidarse como una potente industria nacional, moderna y competitiva. En 1912 inauguró la fábrica modelo de Rentería, en la que se producían tanto pastas como papel y que el rey Alfonso XIII visitó tres años más tarde. Volvió el reparto de dividendos. La Papelera Española había aumentado su producción desde 20.772 Tm a 32.740 disminuyendo el número de máquinas y de fábricas. El precio de coste había descendido de 55,50 pesetas por 100 kg. a 42,87, y el precio de venta de 59,76 pesetas a 47,89. El papel de periódico, frente a lo que la prensa propalaba, había bajado de 50 a 31 pesetas. Sin embargo, habían aparecido nuevas fábricas, y La Papelera había perdido cuota de mercado: del 68 por ciento entre 1901 y 1903, al 57 por ciento en 1912. Urgoiti luchó por nuevos acuerdos que evitaran una “guerra de precios” y, en enero de 1914, nació la Central Papelera, una central de ventas que sindicaba el mercado de papeles corrientes, asignando cupos de acuerdo con la capacidad de producción de cada fábrica. Nicolás Urgoiti fue nombrado presidente. Para entonces, era ya un empresario conocido. El único acontecimiento que empañó su alegría fue la muerte del marqués de Urquijo, un amigo que, además, había sido pieza esencial en la consolidación de La Papelera.

Poco después, comenzó la Guerra Mundial. Pasados los primeros meses, las consecuencias del conflicto se dejaron sentir sobre la economía española. La neutralidad multiplicó las posibilidades de exportar y hubo que sustituir importaciones. Aquella protección extraordinaria de la economía española propició un crecimiento sin precedentes en algunos sectores con un crecimiento extraordinario de los beneficios. La otra cara de la moneda fue el aumento de los precios y la escasez de determinados productos. En el caso de la industria papelera, se encarecieron las materias primas, la producción disminuyó y el precio del papel se triplicó, pero las exportaciones también se multiplicaron y los beneficios se acumularon: en 1915 se repartió un dividendo de un 5 por ciento, que se dobló en 1918 y 1919. Mientras, los periódicos se exasperaban por la subida del precio del papel. Por entonces, salvo contadas excepciones, la prensa española era una prensa política, de escasa calidad y tiradas cortas, con precios fijados oficialmente y muy dependiente del precio del papel. Su estrecha vinculación con los partidos que se alternaban en el poder convertía a los periódicos en un fuerte grupo de presión. En medio de un agrio conflicto, Urgoiti se atrevió a opinar sobre ello. Convergían en su ánimo una inquietud intelectual y política desde los tiempos en que estudiaba la carrera y se hizo socio del Ateneo de Madrid, y las necesidades de mercado de la industria papelera. Urgía, pensaba Urgoiti, una revolución en el mundo de la prensa. En 1915, desde la tribuna del Ateneo de Madrid, explicó lo que en su opinión debía ser un diario moderno. Estaba convencido de que un periódico moderno y de calidad, políticamente independiente, con una redacción profesional bien pagada y unos colaboradores de altura, capaz de utilizar la publicidad para sus ingresos, podía y debía ser, al mismo tiempo, un negocio. Se había convertido en director de una de las más importantes revistas gráficas del momento, Nuevo Mundo, donde escribió sus crónicas de la Guerra Mundial, y había fundado una nueva empresa, Prensa Gráfica Española, en cuyos estatutos se preveía la edición de un periódico diario.

Dos años más tarde, en 1917, tras un intento fallido de desembarcar en uno de los grandes diarios liberales de la época, El Imparcial, y con el apoyo de La Papelera Española para la instalación de los talleres tipográficos, fundó El Sol C.A., una compañía anónima con un escaso número de accionistas —entre ellos, mayoritariamente, la familia Urgoiti—, y el 1 de diciembre salió a la calle el primer número de El Sol. Aquel periódico, que desde un principio contó con un diseño moderno y la colaboración de los mejores intelectuales de la época, entre ellos y a la cabeza José Ortega y Gasset, recibió también los más duros ataques de otros periódicos, que lo consideraron mero portavoz y beneficiario del trust papelero. Pese a los conflictos, tuvo Urgoiti la capacidad de implicar todavía a La Papelera en otro sector, el del libro, mediante la creación el 1 de junio de 1918 de Calpe (Compañía Anónima de Librerías, Publicaciones y Ediciones). También aquí, además de buscar salida a la fabricación del papel mediante la producción de libros y su exportación a América Latina, tenía también un objetivo intelectual y formativo. Creía que el lento crecimiento del negocio editorial en España pese a la gran difusión del idioma español, se debía a la ausencia de empresas con potencialidad financiera y un proyecto definido. Eso era lo que quería para Calpe, un negocio que concibió como una compañía filial de La Papelera, aunque separada en su gestión y administración por la complejidad que requería.
Nicolás María de Urgoiti se había convertido en un personaje público bien conocido, amigo de intelectuales y escritores, consejero de políticos; envuelto en polémicas, pero con fama de experto hombre de negocios y, al mismo tiempo, un liberal de su tiempo, consciente de los desafíos sociales y políticos dentro y fuera del país. Incluso recibió del político conservador Antonio Maura la propuesta de incorporarse como independiente al gobierno que formó en 1919. Urgoiti no aceptó. El final de la Guerra Mundial, sin embargo, trajo consigo graves dificultades para la industria del papel, que perdió su protección arancelaria como consecuencia de las presiones de la prensa. Los negocios periodísticos y editoriales en los que Nicolás María de Urgoiti había embarcado a La Papelera gozaban de gran prestigio intelectual pero eran un negocio ruinoso y, además, su independencia procuró más de un conflicto político a la compañía papelera. De poco servían iniciativas tan bien acogidas en su actividad editorial y cultural como el proyecto de construcción de la Casa del Libro en la Gran Vía, la imponente avenida que se abría paso entonces en el centro de Madrid. Urgoiti pasó una nueva época de difícil y frenética actividad hasta que finalmente, y tras superar una grave depresión, dejó encauzado el negocio papelero mediante la promoción de nuevas fusiones. El 30 de octubre de 1925 decidió abandonar la dirección de la compañía a la que tantos esfuerzos había dedicado, para volcarse en la empresa periodística y editorial. Había tenido que aceptar la separación de Calpe mediante su fusión con Espasa, con la que había firmado dos años atrás un compromiso para la publicación de su enciclopedia. Con la creación de Espasa-Calpe los accionistas de La Papelera respiraron aliviados.

Desde su dimisión, Nicolás Urgoiti se había dedicado en cuerpo y alma a El Sol. En 1920, cuando el diario fue momentáneamente suspendido por incumplir las normas sobre tamaño y precio de los periódicos que el gobierno adoptó por decreto, se decidió sacar un vespertino, La Voz. Fue un éxito, el periódico de mayor venta en la calle, en Madrid, en poco tiempo. El Sol, sin embargo, aunque consolidado, tenía mayor competencia. Urgoiti introdujo cambios en la organización y atribuciones de directivos y gestores, así como en las remuneraciones e incentivos, y se rehizo la composición del periódico procurando aligerarlo sin, con ello, perder contenidos. Hasta 1922, El Sol C.A. no había tenido beneficios y todo lo que desde entonces se ganó, se dedicó a amortizar la deuda con La Papelera. Los efectos de los cambios introducidos, junto con un aumento general de las tiradas de los periódicos en 1929, al adquirir mayor interés la vida política, permitieron que El Sol consiguiera enjugar casi totalmente la deuda con La Papelera. Justo en ese momento, se aplicó un acuerdo aprobado en 1924 y, a cambio de lo que quedaba por pagar, La Papelera recibió 386 acciones de El Sol C.A. que quedaba en cartera, convirtiéndose así por primera vez en accionista directa, en un momento político muy delicado.
El Sol, que había recibido en 1923 la dictadura de Primo de Rivera con una actitud expectante, se desmarcó tres años más tarde afirmando su ideario liberal e independiente. Desde 1928, la industria papelera había recibido del Estado por decreto una protección para cinco años, a cambio de que se respetara el privilegio de importación de papel para periódicos y revistas. Nadie quería poner en peligro semejante ayuda, y las opiniones en El Sol, bien utilizadas por algunos, amenazaban la ayuda oficial. Cuando, tras la caída de Primo de Rivera, el periódico comenzó a defender la necesidad de convocar elecciones a Cortes Constituyentes, La Papelera, temiendo la reacción política, retiró sus consejeros. El 15 de noviembre de 1930, un artículo de José Ortega y Gasset en el que, bajo el título de “El error Berenguer”, el filósofo afirmaba “Delenda est Monarchia”, aceleró el proceso y, tras largos y muy desagradables forcejeos, la única salida fue que tanto la compañía papelera como el propio Urgoiti y sus familiares vendieran a terceros sus acciones de El Sol C.A.

El 24 de marzo de 1931, Nicolás Urgoiti, con gran dolor, se despidió del personal del periódico. El director, Félix Lorenzo, y muchos colaboradores decidieron irse con él. El 4 de abril, con el dinero que había obtenido de la venta de sus acciones promovió la salida de una revista trisemanal, Crisol, que sería la preparación de un nuevo periódico diario, Luz. Al proclamarse la República, Urgoiti intentó recuperar El Sol, pero no encontró apoyos políticos. Nunca antes había militado en un partido político, pero ahora se adhirió a la Agrupación al Servicio de la República que lideraban Ortega, Marañón y Pérez de Ayala, e incluso aceptó presentarse por San Sebastián a las elecciones a Cortes Constituyentes. Pronunció el único discurso político de su vida, pero la experiencia no fue agradable: hubo conflictos en la candidatura, que finalmente se rompió. Tampoco le satisfacía la marcha política de la República. Le preocupaba la falta de atención a la situación económica, tan delicada, y junto con Ortega trató de promover la creación de un Partido Nacional, capaz de poner los intereses generales por encima de la política menuda.
Fueron demasiadas emociones después de la tensión que la pérdida de El Sol le había producido. Su salud empeoró y el 25 de junio de 1932 sus hijos decidieron trasladarle a un sanatorio en Suiza. Hizo algún viaje esporádico a Madrid, pero pasó en Suiza los años de la Guerra Civil. No volvió a Madrid hasta 1939, y aún tardó unos cuantos en sentirse del todo bien. Sus nuevas energías las dedicó a presidir el comité de gerencia de los laboratorios IBYS (Instituto de Biología y Sueroterapia), que, siguiendo sus inquietudes, había fundado en 1919, por iniciativa del doctor Pittaluga, para la fabricación de sueros y vacunas. Los últimos años de su vida los pasó tratando de poner orden en sus papeles y de escribir una autobiografía que empezó más de una vez, y que nunca terminó. Le torturaba la idea de que por sus iniciativas periodísticas pudiera caberle alguna responsabilidad en la tragedia que había supuesto la Guerra Civil. Murió en 1951.

Bibliografía

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J. M. Sánchez Vigil, CALPE. Paradigma editorial (1918- 1925), Asturias, Ediciones TREA, 2005.



PROEMIO.
Ninguna paradoja en los tiempos actuales ha sido objeto de más hondas controversias que aquella que afirma que hoy se imprime más que nunca y en cambio reina la ignorancia con más extensión y estrago que en otra cualquiera época anterior á la nuestra. Para concretar, con arreglo á las leyes de la verdad y la lógica, los grados de veracidad que tal afirmación contenga, no estará de más consignar antes que, con relación al número de habitantes del mundo, es cosa cierta que jamás las prensas lanzaron á la publicidad el número de impresos que hoy divulgan, y para afirmar el dominio absoluto y sin restricciones de la ignorancia entre la generación actual, es conveniente hacer notar ante todo que lo que hoy obtiene aquélla por juro de heredad no es una proporción desconsoladora de analfabetos entre el número total de habitantes del orbe, sino la ausencia de una cultura verdaderamente sólida y extensa entre los muchísimos que se precian de ilustrados.

Pasaron aquellas edades de oro en que se formaban los sabios merced á un plan de estudios y conocimientos ideado con arreglo á la más culta experiencia pedagógica; aquellos días en que el pensamiento humano, potente y laborioso é incansable, cultivaba con brío y frutos eximios varias humanas disciplinas, dándose con toda justicia el nombre de polígrafo á quien sobresalía en ramos tan opuestos del humano saber como el derecho y la medicina, la filosofía y la lexicografía, la astronomía y la historia. En aquellos tiempos la formación intelectual de un hombre reclamaba una vida entera, y no había sabio alguno á quien, después de una larga existencia consagrada á perfeccionar sus conocimientos, no le sorprendiese la muerte estudiando con el mismo ardoroso afán del primer día. Ahora, en compensación y triste contraste á tal asiduidad, vemos que antes y después de recibir el título oficial muchos desdeñan toda investigación y labor extensiva de conocimientos, escudados en una presunción tan nociva como á todas luces contraproducente.

No afirmaremos que la elaboración de grandes Enciclopedias sea remedio radical para tamaña enfermedad, que tiene su asiento en la voluntad más bien que en la inteligencia. La condensación de los principales elementos del saber humano en una sola obra es empresa temeraria, y sus resultados directos púdolos apreciar la humanidad después que d'Alembert, Diderot y Condorcet, trabajando incansablemente hace siglo y medio, esbozaron su Diccionario enciclopédico que tanta resonancia obtuvo. Con la Enciclopedia murió la verdadera poligrafía universal y la cultura extensa y profunda, y la ignorancia presuntuosa y estéril tomó posesión de muchos privilegiados cerebros, que no debieron á la obra de la Enciclopedia más provecho que el de malograr en ciernes á veces ciertas condiciones ingénitas de preclaro talento y excelente ductilidad de ingenio.

Las exigencias de los tiempos modernos hicieron por otra parte indispensables, no ya las Enciclopedias tal como las entendieron sus primeros autores, sino unos compendios del saber en que todo hombre hallase siempre á su alcance un dato preciso, un título necesario, una indicación útil para un estudio ó circunstancia cualquiera de las muchas en que podían exigirlas las diversas fases del trato social, del estudio apresurado ó del humano comercio. Y durante un siglo no ha habido nación que no redactara ó publicara su Diccionario enciclopédico, y han sido grandes los servicios que la cultura, el estudio y la actividad humana, aplicados debidamente, han reportado de tales arsenales de conocimientos útiles. Curioso ha sido el proceso de la formación y desenvolvimiento de tales quintas esencias del meollo intelectual, como denosamente les apellidó Hipólito Taine. Mientras unos se esforzaban en reducir exageradamente su volumen y se esmeraban en una labor de condensación difícil y de escasos resultados positivos, otros extendían en demasía el horizonte ó ciclo de sus materias y formaban una verdadera Biblioteca, mejor que una obra determinada y exclusiva. Y entonces surgió la discusión acerca de los límites que á una obra de tal naturaleza deben contener. Mientras unos aseveraban que no debe haber cortapisas ni valladares para inventariar cuanto el ingenio humano ha divulgado, otros pretendían que los diccionarios ó manuales enciclopédicos deben reducirse á simples síntesis, sin abarcar las materias por entero, ni descender jamás á minucias ni pormenores. Á los primeros no faltó quien les dijera que de seguir su plan sin modificaciones, era preciso redactar una Enciclopedia que contuviera tantos volúmenes cuantos eran los casi infinitos que desde los albores de las civilizaciones orientales hasta nuestros días ha producido el humano ingenio y que con reunir en una obra desde lo que se quemó en la biblioteca de Tolomeo, de Alejandría, hasta los millones de volúmenes que hoy se conservan en los principales centros de cultura del orbe, quedaba terminada la empresa de la publicación de la Encilopedia ideal por lo completa. A los partidarios de la reducción y de la síntesis, les fué contestado que su obra á lo sumo serviría para ayudar á la enseñanza de rudimentos, jamás para la adquisición de conocimientos profundos de ninguna especie.

Ni á unos ni á otros les asistía la razón por entero. No debe encerrar la Enciclopedia todo cuanto contienen todos los libros impresos antes en el mundo, pues el peor y más grave inconveniente de que habría de adolecer una obra así redactada, es el de que no sería de adquisición práctica ni divulgación fácil. Por otra parte, las Enciclopedias-resumen sólo sirven para indicadores ó para llenar el cometido de simples catálogos.

Toda Enciclopedia, en los tiempos actuales, si ha de llenar cumplidamente su cometido, debe revestir los caracteres de universal, completa y uniforme.

Entendemos el concepto de universalidad dotando al Diccionario de todos aquellos conocimientos que en toda ciencia, arte ó facultad son hoy divulgados ó que integran el contingente elemental de ellas. Los descubrimientos científicos modernos, los progresos del arte, el interés que para unas regiones ofrecen los datos de otras más remotas y que el comercio y las relaciones internacionales van divulgando; todo pormenor folklórico, geográfico, histórico, arqueológico ó estadístico, etc., pueden hoy constituir una verdadera revelación hasta para aquel que recorra las páginas de una Enciclopedia por mera distracción ó pasatiempo. No olvidemos que la noticia de la existencia de unos esclavos bretones en el Foro Romano determinó un día la conquista espiritual de Inglaterra, que la exhibición de unos frutos naturales decidió la de Mallorca por el invicto don Jaime el Conquistador y que Raleigh fundó el reino de la Florida sólo por haber conocido casualmente unas semillas y plantas olorosas de aquella rica y lozana colonia de América.

Toda Enciclopedia ha de ser universal atendiendo á las fuentes en que se ha inspirado, y completa por los ricos materiales que la integran. Ya no basta para una Enciclopedia novísima que se eche mano exclusivamente de los elementos del país donde ve la luz pública, ni que se vacíe en los moldes de las demás publicaciones del propio idioma, por variadas que sean; menester es, si aspira á medir sus fuerzas con las mejores del extranjero y á dejar cimentada su reputación en el siglo, que beba en los propios manantiales de origen, que ponga á contribución, en una palabra, los portaestandartes científicos y literarios del orbe en sus conceptos de actualidad y universalidad. Y esa colaboración realmente universal hace de la presente obra una de las mejores Enciclopedias del siglo, la más perfecta y completa de las Enciclopedias españolas. Si así no fuera, no quedaría justificada su publicación, dado el aluvión de libros semejantes que aparecen en los mercados de España y América latina.

Bien puede, pues, asegurarse que en la presente, no sólo se contiene virtualmente cuanto de útil ó interesante haya en las publicadas en España hasta la fecha, sino que la enriquece también cuanto de provechoso encierran las Enciclopedias generales y especiales de todos los países (latinos, americanos, anglosajones, etc.). No menos cabe afirmar de una obra que, entre otras innumerables fuentes de consulta, ha contado con la de poder servirse, de un modo exclusivo, de los mejores y más modernos Diccionarios del mundo, de las últimas ediciones (todavía en publicación) de las más afamadas Enciclopedias alemanas (Meyer, Brockhaus, Herder, etc.), en las que colaboran eminencias universales en todos los órdenes del saber humano, corriendo la adaptación y ampliación del original á cargo de distinguidos especialistas españoles. Se han consultado, además, todas las Enciclopedias y Diccionarios especiales del extranjero (franceses, ingleses, italianos, alemanes, norte y sudamericanos, chinos, japoneses, etc.), otros textos de orden más secundario, infinidad de obras de consulta, todos los Diccionarios generales y especiales españoles, variedad de colaboraciones oficiales y particulares y un sinnúmero de datos sacados directamente de archivos y bibliotecas oficiales de España y del extranjero, lo propio que de los más ricos de propiedad particular. Las ciencias exactas, físicas y naturales, así como la Arqueología, Derecho, Filosofía, Historia, Medicina, Química y demás ramos especiales, han sido el objeto predilecto de nuestras investigaciones, y por vía de ejemplo para citar un solo caso, podemos afirmar que figurarán en nuestra obra, debidamente clasificados, con toda la sinonimía técnica y denominación vulgar, los géneros botánicos completos hasta el día, constituyendo un caudal de más de 20,000 artículos nuevos y 50,000 voces diferentes, con su breve y completa descripción de carácteres.

Este enorme acopio de materiales ha sido corregido y completado por reputados hombres de ciencia, y ha recibido, por fin, su última mano y ha sido unificado y adicionado con las noticias más oportunas, por la dirección científica, literaria y artística, único medio eficaz para dar unidad y evitar imperdonables repeticiones en obras que, como la presente, han de ser todo meollo y han de resplandecer por la ausencia de toda hojarasca declamatoria y de toda hinchazón de estilo superflua.

Otra advertencia debemos al lector, y es la de que, hasta el día, las empresas editoriales que se han preocupado seriamente de la producción de Enciclopedias útiles y que tuviesen una esfera de divulgación lo más amplia y permanente posible, han cuidado con notable esmero de enriquecer con datos exactos y copiosos lo referente á su nación y su raza, mirando con censurable descuido o imperdonable desdén los de las demás. Y así había podido observarse que todo lo que se refiere á España ha sido poco menos que olvidado en Enciclopedias que podían considerarse, por lo demás, como verdaderas fuentes de consulta.

Consúltense al efecto las más renombradas de estas publicaciones, y verá el lector, con pena, que nuestra cultura durante el Renacimiento, nuestro colosal esfuerzo civilizador en el Nuevo Mundo, el tesoro de nuestro Romancero, las obras y autores más insignes del Teatro Español y hasta el océano insondable de la actividad científica española en los siglos XVI, XVII y XVIII, representada por tantos sabios fitólogos, geopónicos, matemáticos, arqueólogos, historiadores y filósofos, aparecen como nulos y sin valor, omitiendo con ignorancia, muy poco europea por cierto, millares y millares de nombres ilustres, de provechosas obras de consulta, de datos, en fin, inapreciables, tanto para el sabio como para el curioso. Más todavía: atentos á llenar el vacío en que incurren aún las demás obras españolas, en la presente edición, la única realmente hispano-americana, se ha dado la importancia debida, por medio de inteligente y distinguida colaboración americana, á los inmensos y preciados elementos de cultura que atesoran los países de allende los mares. Del desarrollo é interés que reviste esa sección de la ENCICLOPEDIA, merced al valioso concurso y protección que la han dispensado los consules, hombres eminentes y gobiernos de las diversas Repúblicas hispano-americanas, ya particularmente, ya por medio de comisiones oficiales nombradas al efecto, ho hay ejemplo en ninguna otra obra similar de España ni del extranjero.

Estos lunares han sido los primeros que se han subsanado en la presente obra; prueba palmaria son de ello, la predilección con que se tratan esas materias, el incalculable número de voces que no se hallan contenidas en los diccionarios más extensos (y que se dan en su mayoría vertidas á siete idiomas) y los millares de biografías inéditas pertenecientes en su inmensa mayoría á hombres célebres españoles y de la América latina.

Entendemos que una ENCICLOPEDIA así completa en todos los ramos del saber humano, ha de serlo de un modo especial en su sección biográfica y bibliográfica. Bajo este aspecto nuestra obra es un verdadero catálogo biográfico-bibliográfico universal, iberoamericano particularmente, incluyendo en él, no solamente los nombres de los ya fallecidos, sino también los de los que aun viven, pero que han legado ya materia de inventario en cualquier ramo de la actividad intelectual. Así en los artículos-biografías de todo hombre célebre de cualquiera época, nación ó escuela, como en los referentes á ciencias, artes, literatura y demás materias que comprende la ENCICLOPEDIA, se enriquece y complea la labor crítica, histórica y científica con una extensa noticia bibliográfica (con inclusión de lo más recientemente publicado) que oriente á todo lector ganoso de estudios más profundos y extensos acerca del suceso, materia ó personaje biografiado. El añadir las fuentes de conocimiento, especialidad de esta ENCICLOPEDIA, es hoy procedimiento seguido en todas las escuelas cultas y que reconocen la utilidad de tales complementos bibliográficos. No pretendemos haber agotado todas las fuentes que á cada voz pudieran señalarse, ni cometer la sandez de afirmar que la bibliografía universal completa se halla por entero vaciada en nuestras páginas, pero sí declaramos noble y sinceramente que no existe hasta el presente obra similar en España ni en el extranjero que contenga el número de obras que en la presente se citan con la oportuna colocación y aplicación convenientes.

La uniformidad que distingue á esta ENCICLOPEDIA tiene su base y punto de partida en la unidad de dirección que preside á sus artículos y apreciaciones, pues nada más lamentable que recorrer las páginas de una Enciclopedia tropezando á cada paso con anacronismos y contradicciones y hallando revueltos en confuso montón (según las diversas procedencias de los tijeretazos dados á obras similares extranjeras, sin concierto ni orden) loores y vituperios é indecisiones y juicios mandados retirar hace tiempo por perogrullísticos ó anfibológicos, acerca de personas, obras ó escuelas. Sin eso no es posible invertariar cumplidamente cuanto la Humanidad ha realizado.

Algo hemos de decir, para terminar, respecto á la parte artística de nuestra obra. La presente edición, ilustrada por los procedimientos más modernos y adecuados á la diversidad de asuntos, compite con lo mejor que haya podido salir de las prensas europeas, pues no satisfechos con reproducir en innumerables mapas, grabados y laminas en negro y en colores, dechado de fidelidad y perfección, cuanto la naturaleza y el ingenio del hombre, en todas sus manifestaciones, han prodigado por el orbe, en Leipzig, que es hoy la Atenas de la tipografía, y otros talleres nacionales y extranjeros, se han tirado por millares, ex profeso y exclusivamente para esta ENCICLOPEDIA, originales mapas, preciosas cromolitografías (muchas de ellas á 18 y 20 colores) y riquísimas tricromías, fototipias, etc., modelos de precisión, paciente labor artística y esmerada ejecución. De tal monta es la ilustración (científica y artística) de la presente obra, casi siempre tomada del natural, que si por su originalidad y perfección rivaliza con lo mejor que se hace en el extranjero, su abundancia y profusión alcanzan proporciones no igualadas siquiera por ninguna de las publicaciones de universal renombre.

Y nada más que sirva de introducción á la obra: el lector inteligente podrá apreciar de visu si los resultados corresponden á los ofrecimientos y á los esfuerzos realizados para hacer de la presente una obra de cultura y de consulta para varias generaciones.


  
Planeta de los simios.

  
Hombres y mujeres corrían en estampida por el bosque como animales aterrorizados. ¿De qué huían?

ESPECIAL LIBRO DE SAGA

Una nueva y escalofriante novela del autor de EL PUENTE SOBRE EL RÍO KWAI

EL PLANETA DE LOS SIMIOS

por Pierre Boulle

Ilustrado por Harry Schaare

Le confío este manuscrito no con la intención de salvarme, sino para ayudar, quizás, a evitar el terrible azote que amenaza a la raza humana. ¡Señor, ten piedad de nosotros!
En cuanto a mí, Ulysse Mérou, he partido de nuevo con mi familia en la nave espacial. Podemos seguir navegando durante varios años. Cultivamos verduras y frutas a bordo y tenemos un gallinero. No nos falta nada. Algún día tal vez nos encontremos con un planeta amigable. Es una esperanza que apenas me atrevo a expresar. Pero aquí, fielmente relatado, está el relato de mi aventura.

Fue en el año 2500 que me embarqué con dos compañeros en la nave cósmica,



Soror era el nombre dado al segundo planeta de Betelgeuse , donde Ulysse Mérou y sus compañeros aterrizaron en la novela de Pierre Boulle. En latín, significa «hermana», y recibió ese nombre debido a sus características generalmente terrestres. 

Geografía

Soror era un mundo del tamaño de la Tierra , aunque según Ulysse, Soror probablemente sea más antiguo. Contenía una atmósfera de oxígeno y nitrógeno que giraba alrededor de Betelgeuse a una distancia equivalente a treinta veces la distancia entre el Sol y la Tierra. La atmósfera era brillante, ligeramente teñida de un verde pálido que ocasionalmente rozaba el amarillo. El océano era azul claro, también con reflejos verdosos. La temperatura era alta pero soportable: unos veintidós grados Celsius.

Historia.

Civilización humana antigua.

Hace más de diez mil años, Soror albergó una civilización humana similar a la de la Tierra en el siglo XX. Las ciencias empleadas por los humanos se orientaban hacia las disciplinas biológicas. Al parecer, los hombres de Soror estaban muy cerca de encontrar una cura para el cáncer. Los humanos empleaban simios en su cultura como mascotas y sirvientes. En un momento dado, los simios estuvieron al borde de la extinción, pero por alguna razón se multiplicaron espontáneamente, superando en número a sus amos humanos. Con el paso de los siglos, los simios pronto comenzaron a desarrollar capacidades cognitivas y del habla. Mientras los simios experimentaban un despertar evolutivo, simultáneamente los humanos comenzaron a sufrir una regresión cerebral.
Mientras los humanos se estancaban, esta ventaja evolutiva permitió a los simios tomar el control de la civilización humana, obligando a muchos humanos a emigrar a las afueras o a adentrarse en las selvas. Los hombres y mujeres que permanecieron en las ciudades pronto vieron sus roles de amos invertidos en mascotas o animales. La regresión cerebral que afectaba a los humanos provocó que la mayoría aceptara la transición sin apenas resistencia. Según el recuerdo de una domadora de orangutanes, según el testimonio de su descendiente contemporáneo, tras ser enjaulada pero mimada, estuvo más que dispuesta a renunciar a su rol de ser sintiente en favor del de un animal entrenado que realizaba trucos humillantes a placer de sus orangutanes. Liberados de responsabilidades y preocupaciones, la mayoría de los humanos aceptaron el régimen, degradándose aún más de ser seres racionales.

Los humanos, demasiado perezosos para coordinar una respuesta a esta revolución, permanecieron estáticos al margen de sus antiguos territorios. Algunos incluso se entregaron a los simios para saciar su hambre. Sin embargo, los simios no se conformaron con la proximidad de sus antiguos amos a sus nuevos dominios, por lo que algunos gorilas comenzaron a cazar activamente a los humanos y a arremeter contra ellos a través de chapuzas y látigos.
El recuerdo de la antigua civilización humana se perdió con el tiempo gracias a los simios, quienes posteriormente se convirtieron en los únicos amos de Soror. Con sus características innatas de mimetismo, los simios crearon las obras culturales y científicas humanas como propias.

En aquella época, la civilización simia moderna consideraba esta era como una edad oscura que duró casi diez mil años. Se convirtió en la era de los inicios de la civilización simia. En ella no se había logrado ningún tipo de progreso científico y, curiosamente, no se encontraron registros de logros anteriores de los simios, lo que resulta en un misterio para muchos. Los primeros registros de la civilización anterior a la actual se perdieron en la historia y finalmente se convirtieron en leyenda.

Civilización simia 'moderna'

Hace dos mil años, el desarrollo social de los simios se estancó debido al desarrollo tecnológico. Los orangutanes fueron directamente responsables de esto, ya que obligaron a las generaciones más jóvenes a repetir y aprender todos los errores del pasado, sin cuestionar jamás el statu quo. Un orangután en particular fue Haristas , cuyos dogmas erróneos fueron repetidos por su especie, principalmente sus visiones sobre el modelo geocéntrico de los planetas y la cuestión de la sensibilidad humana.
Se supone que esta época presenció la existencia de numerosas barreras raciales entre las diferentes razas de simios. Sin embargo, estas han sido abolidas gracias, en parte, a las campañas de los chimpancés, quienes, con mentes mucho más críticas, se esforzaron por desacreditar las ideas antiguas y obsoletas. Los gorilas eran conocidos por su influencia y su dominio se basaba en el uso de la fuerza.

Un siglo antes de la llegada de la Tierra, la civilización simia realizó impresionantes avances científicos en materia de biología y evolución.
Curiosamente, gran parte de sus ciencias se centra en el estudio biológico, sin duda debido al papel que desempeñaron sus ancestros en el avance del conocimiento de los antiguos humanos de Soror en ese campo. Gracias a sus acentuados rasgos de mimetismo, los simios replicaron la industria médica hasta casi especializarse en sus funciones, desde médicos y enfermeros hasta enfermeras. Sin embargo, los descendientes de sus antiguos amos desempeñan los humillantes roles de animales de laboratorio, ocupantes de zoológicos y presas salvajes en la búsqueda de avances médicos y deportivos.
Actualmente los simios están en la fase de lanzamiento de satélites artificiales en órbita, una hazaña hasta ahora no lograda por sus antecesores, con su último satélite conteniendo un sujeto vivo.

¿El resurgimiento del hombre?

Tras más de un año desde su llegada de la Tierra, Ulysse y su familia partieron de Soror. El nacimiento de su hijo anunció el amanecer de una nueva raza de hombres inteligentes. Su existencia se había convertido en un recordatorio indeseado del verdadero origen de los simios y había sacudido la civilización simia. Sin embargo, su influencia no solo afectó a los simios, sino también a sus semejantes. Aunque Ulysse había intentado, sin éxito, resucitar a la mayoría de los cautivos de su antiguo pupilo de su estado salvaje, esto insinuaba que los hombres de Soror podrían estar alcanzando su propio despertar evolutivo, al igual que los simios miles de años atrás.

La mera existencia de Ulises despertó cierta consciencia entre los cautivos del Instituto. Al ver a un hombre vestido entre los simios, comprendieron que había ocurrido un milagro. Sus antiguos compañeros reconocieron su autoridad entre los simios. Una nueva persistencia los invadió, animándolos a mirarlo a los ojos, e incluso surgió una chispa de curiosidad.

Aunque incluso después de un mes, Ulysse no tuvo éxito. Salvo en el caso de su compañera Nova, no logró ayudarlos a lograr nada más allá de ser animales bien entrenados. A pesar de esto, la influencia de Ulysse sobre los hombres y mujeres del Instituto generó un comportamiento intelectual emergente.

Según los cuidadores de simios, el ejemplo de Ulysse había comenzado a sembrar inquietud entre los hombres cautivos, quienes temían que su ejemplo pudiera inspirar a otros a convertirse en seres racionales. Además, como por un misterioso instinto, los cautivos habían presentido el nacimiento de Sirius y habían recibido a Ulysse con un concierto de aullidos. Aunque los simios creen que la amenaza de una nueva raza humana ha desaparecido tras la supuesta eliminación de Ulysse, los hombres y mujeres del Instituto aún albergan su influencia, basándose en el recuerdo que tienen de él. No solo el profesor Antelle permanece en el planeta y ha tomado una hembra como pareja, lo que indica que el resurgimiento de la humanidad podría no ser descabellado si ella da a luz a su hijo.

Ulises ambicionaba fundar una nueva raza humana en Soror, motivado por su deseo de criar a su hijo Sirius como un ser racional. Imaginaba que Sirius sería el primero de una nueva raza que esperaba fomentar y ayudar a florecer en el planeta. A pesar de verse obligado al exilio tras huir de Soror debido al peligro que corrían él y su familia, aún creía en su misión divina y deseaba ayudar a sus semejantes. Ulises juró regresar tras garantizar la seguridad de su esposa e hijo, prometiendo salvar a los cautivos enjaulados bajo la tiranía de los simios. Aunque Cornelius predijo que tal acontecimiento ocurriría dentro de mil años.

Razas

Soror es el hogar de dos razas, el hombre y el simio, siendo esta última la especie dominante que actualmente reina en el planeta.

El hombre en su estado natural

Por supuesto. El cerebro humano, al igual que el resto de su anatomía, es el que más se asemeja al nuestro. Es una suerte que la naturaleza haya puesto a nuestra disposición un animal en el que podamos estudiar nuestros propios cuerpos. El hombre nos sirve en muchos otros campos de investigación, como comprenderás... En este preciso momento estamos llevando a cabo una serie de experimentos de suma importancia.
Los humanos de Soror son indistinguibles de los humanos de la Tierra, aunque poseen piel dorada y son ejemplares de humanidad físicamente en forma y atractivos. Desde que sus ancestros perdieron su posición como raza dominante de Soror, se han visto reducidos a animales salvajes que viven en la naturaleza. Al comerciar con la vida en las selvas, sus descendientes pueden moverse con impunidad y agilidad por ellas, lo que les permite tener una piel más versátil y menos propensa a sangrar y a rascarse con juncos y ramas.

Caza del hombre

En el pasado antiguo, la civilización humana en Soror era antigua y, sin duda, más avanzada que la de sus homólogos terrestres. Hace diez mil años, los humanos alcanzaron un nivel tecnológico comparable al de la Tierra del siglo XX, contando con electricidad, industrias, automóviles y aviones. Basada en escasos recuerdos atávicos descubiertos por simios, la antigua sociedad sororiana parece ser patriarcal o machista; sin embargo, a las mujeres se les permitía actuar en el escenario o en representaciones como la doma de animales. Sin embargo, existía un Diario de la Mujer, lo que indica evidencia de un movimiento sufragista.
Las historias que se pueden contar sobre la antigua cultura humana provienen principalmente de las artes y ciencias que los simios replicaron a lo largo de los milenios. Dado que los simios están gobernados por un único gobierno mundial unificado, se presume que esta forma de gobierno no fue su idea original, sino que fue adoptada de los antiguos gobernantes de Soror, y su cuerpo de tres cámaras fue modificado para adaptarse a las divisiones de las tres especies de simios.
Además de imitar las ciencias médicas de los humanos de Soror, a partir de sus reproducciones, los humanos compartían el arte clásico, pintando retratos de celebridades y escenas campestres. Tenían un aprecio por la forma femenina, que presumiblemente representaban con mujeres lascivas acompañadas de personajes similares a Cupido, que luego fueron adoptados por los simios y alterados como simios hembra y monos alados. Los simios presumiblemente copiaron la práctica de los artistas de pintar guerras y representar hombres uniformados, posteriormente convertida en representaciones de gorilas. Los humanos tenían algo de arte contemporáneo e impresionista que en la actualidad aún estaba siendo experimentado por los simios. Como formas de entretenimiento, los humanos tenían el fútbol y el boxeo, aunque este último fue modificado para permitir que los simios atléticos usaran trampolines para lanzarse contra sus oponentes en el aire.

Dado que los simios comenzaron a explorar el concepto de satélites artificiales, es posible que los humanos de Soror también desarrollaran ese nivel de tecnología. Sin embargo, debido a la falta de satélites antiguos en órbita alrededor de Soror cuando la expedición terrestre la descubrió, es improbable. Es posible que los humanos de Soror, hace milenios, estuvieran en los albores del lanzamiento de sus propias sondas, pero lamentablemente su sociedad fue superada cuando los simios evolucionaron antes de que pudieran progresar allí.
La sociedad humana moderna de Soror se asemeja a las colonias de gorilas de la Tierra, viviendo en nidos como animales desnudos. Omnívoros, subsisten de frutos silvestres y, ocasionalmente, cazan animales como ciervos para obtener carne cruda. Todos los hombres y mujeres tenían predilección por los plátanos y podían apaciguarse con ellos. También se sabía que otros dulces satisfacían su apetito. Sus refugios eran, en su mayoría, campamentos similares a nidos, hechos de ramas entrelazadas sin ninguna atadura, colocados en el suelo o encajados en las horquetas de árboles bajos.

Los nidos estaban ocupados en mayor o menor medida por ambos sexos; las parejas yacían estiradas en su interior, ya fueran parejas o incluso familias enteras. Dichas disposiciones se basaban en la necesidad, ya que, al carecer de pelaje como los simios, compartir el calor corporal entre sus compañeros de sueño era el principal método para evitar las noches frías. A pesar del descenso de su especie en la escala evolutiva, los humanos viven en felicidad con pocas dificultades. Sus días en la naturaleza transcurren principalmente jugando a juegos sencillos de la mancha, cazando y recolectando alimento, y ocasionalmente nadando en charcas poco profundas. Sus vidas podrían ser casi un paraíso si no fuera por un hecho: sin derechos ni voz, son vulnerables y viven con el temor constante de las incursiones de los simios que asaltan sus colonias en los confines de la selva.

Según los simios, creen que la malformación del hombre, la falta de cuatro manos, provocó que este se mantuviera anclado en el suelo y no evolucionara tan alto como los simios. Paradójicamente, en la Tierra, un argumento a favor del ascenso del hombre a la dominación habría atribuido las ventajas de tener solo dos manos a la liberación de las manos de la especie para transportar comida, herramientas, etc., mientras que los pies eran una adaptación para desplazarse en tierra.

A pesar de la falta de una forma de liderazgo jerárquico, parece que la colonia seguía las acciones de los ancianos para liderarla. Las colonias humanas parecen estar lideradas por líderes o alfas, aunque los ancianos de cacerías anteriores también parecen gozar del respeto de la colonia como miembros seguidores.

Los humanos en la naturaleza sienten un odio innato por los simios y cualquier cosa relacionada con ellos, ya sea ropa o artículos de civilización, les causa agitación y miedo. Su mera presencia evoca violencia irracional y los lleva a evitarlos o a destruirlos al verlos.

Comunicación

Los hombres de Soror, al haber olvidado la capacidad de comunicarse coherentemente debido a la falta de uso de los músculos faciales y la lengua, se han visto reducidos a agudos maullidos o gemidos. Aunque ininteligibles para los seres superiores, sus gruñidos les permiten comunicarse y darse órdenes entre sí. Esto no significa que carezcan de emociones; hombres y mujeres son capaces de expresar sus sentimientos por otro, tanto física como animalmente. Por ejemplo, una mujer marcaría a una pareja potencial frotando su nariz contra la de su compañero y luego pasando la lengua por su mejilla. Del mismo modo, el hombre la imitaría haciendo la misma acción. Sin embargo, la práctica de mantener el contacto visual directo, vital para la atención y el interés en la comunicación, ha sido abandonada en gran medida por la especie. Esta acción es considerada perversa por los hombres y mujeres de Soror, quienes, al experimentarla, reaccionan con miedo y normalmente huyen o miran hacia otro lado. Irónicamente estas acciones habían sido adoptadas por los simios durante su despertar evolutivo, a los que recurrieron no sólo para comunicarse lentamente entre ellos sino también para expresar su hostilidad y desprecio hacia sus antiguos amos a medida que comenzaban a asimilar su cultura y tecnología.

Explotación

El ser humano, al ser una criatura anatómicamente similar a la del simio, especialmente en cuanto a su cerebro, hace que los simios consideren una feliz coincidencia que la naturaleza les haya proporcionado un recurso que les permite estudiar sus propios cuerpos. Esta especie desempeña un papel vital en la investigación médica sobre simios.

Debido a esto, el hombre se convierte en un animal valioso que alcanza un alto precio en el mercado, ya que desempeña un papel fundamental en las ciencias médicas que realizan los simios. Desafortunadamente, los simios requieren una cantidad considerable de material. Esta condición también ha permitido a los gorilas realizar expediciones a las selvas, capturando una gran cantidad de especímenes, pero al mismo tiempo perpetrando horribles matanzas de hombres y mujeres inocentes para su entretenimiento. Esto causa gran pesar entre los científicos especializados en chimpancés, quienes consideran que las vidas perdidas son un desperdicio en nombre de la ciencia.

Según Ulysse, un estudio demuestra que hay más hombres que simios en Soror. Sin embargo, la población de simios está en aumento, mientras que la de los primeros está disminuyendo debido a la caza excesiva por parte del clan de gorilas por deporte. Los científicos incluso están preocupados por el futuro de los suministros para sus laboratorios.

Además de ser cazado con fines recreativos y médicos, el hombre también es cazado como trofeo, al que los cazadores matan con orgullo para obtener prestigio junto con sus simios. Los ejemplares de estas cacerías son asesinados en grandes cantidades, y sus cadáveres son recogidos para ser exhibidos ante los fotógrafos. La edad de las víctimas parece ser de poca importancia para los cazadores, ya que evidencia que los ejemplares más jóvenes serían abatidos y añadidos al montón de cadáveres sin sentir remordimientos.

El cabello humano, en particular, es apreciado como recuerdo, similar a las plumas de un ave rara. En una peculiar forma de caza de plumas, se sabe que los cazadores tienen especial cuidado en alisar las crines de sus presas, especialmente las de las mujeres. Los mechones de los mejores ejemplares se cortan para adornar los sombreros de las hembras de simios.

Mientras que los especímenes de élite se destinan a la industria médica, los hombres y mujeres supervivientes de estas expediciones se venden a zoológicos y ferias para su exhibición. En otros casos, se les permite ser mascotas, pero normalmente se les ata o se les pone bozal. Hombres domesticados con ropa, lo cual, desde el punto de vista de los simios, resultaba cómico.

Se sabe que quienes se mantienen en cautiverio son más tranquilos y resignados a su destino. En los zoológicos, no es raro ver a humanos degradándose para el disfrute de los simios, realizando trucos a cambio de premios. En los circos, los hombres y las mujeres eran simplemente animales exóticos para exhibición, entrenados para caminar a cuatro patas y dar volteretas.

Con el auge de la cohetería y la exploración espacial, los simios han encontrado otro uso para los humanos: servir como pilotos de sus satélites artificiales. Los humanos entrenados para pilotar estos satélites pueden pilotar las naves mediante reflejos condicionados. Desafortunadamente, estos sujetos se consideran desechables. Esto se demuestra cuando el último satélite enviado a órbita y operado por un hombre perdió el control, obligando a los simios a destruirlo en pleno vuelo. Y parece que los simios no tienen reparos en enviar a sus familias en estas peligrosas misiones, ya que consideran que tales sacrificios son insignificantes.

Estado del animal.

Para la mayoría de los simios, un hombre es un hombre y nada más. Las diferencias entre un individuo y otro no les afectan. Sin embargo, los cazadores de simios sí distinguen entre hombres de carácter saludable, lo que se traduce en aquellos con rasgos extremadamente atractivos. Las diferencias de género de la especie son reconocidas por los cazadores de caza mayor y solo sirven para clasificar y organizar sus trofeos de forma decorativa.

Los simios, al intentar descubrir sus orígenes evolutivos, creían que descendían del hombre. Sin embargo, los científicos contemporáneos que estudian chimpancés ahora saben que el simio y el hombre son dos ramas evolutivas separadas que evolucionaron a partir de un ancestro común. Mientras que en la Tierra, el dominio del hombre se atribuye a la bipedestación como método de movimiento más eficiente y a la falta de pelaje, lo que le permite adaptarse mejor a otros entornos, estos rasgos se consideran, a la inversa, desventajosos para los científicos especializados en simios. La postura de los simios sobre el proceso evolutivo del hombre es que este nació con discapacidad, careciendo de solo dos manos torpes y, por lo tanto, incapaz de visualizar y utilizar herramientas plenamente, a diferencia de los simios. Según Zira, es posible que los hombres de Soror intentaran en algún momento reaprender a usar herramientas, pero fracasaran estrepitosamente. Sin embargo, esto no es cierto, ya que los hombres y las mujeres en las zonas salvajes de Soror son igual de eficaces trepadores a pesar de carecer de dos manos para moverse, e incluso pueden poseer mayor agilidad que sus homólogos simios. Si bien los rasgos físicos de las especies se han perfeccionado gracias a vivir en las selvas salvajes de Soror, sus facultades mentales y su coordinación se han atrofiado hasta el punto en que los rompecabezas y problemas más simples son un desafío para resolver.

Se revela que el Instituto de Estudios Biológicos Avanzados contaba con varios sujetos que, con la tutela y la motivación adecuadas, habían desarrollado una mente similar a la que sus antepasados ​​poseían milenios atrás. Un ejemplo fue el de un hombre que, tras ser educado por el Instituto, logró que lograra muchas cosas, desde responder a su nombre, obedecer órdenes sencillas, resolver problemas complejos y usar herramientas rudimentarias. Lamentablemente, su educación no prosperó cuando los simios decidieron diseccionarle el cerebro, dejándolo en una situación menos que absurda. Otro caso fue el de una joven madre cuyo instinto maternal estaba muy desarrollado, pero desapareció después de que los simios diseccionaran su cerebro, dejándola incapaz de recordar a su propio hijo, rechazándolo cada vez que se acercaba.

Cuando se cuestionó la inteligencia de Ulysse, tras superar sin esfuerzo numerosas pruebas reactivas, los orangutanes quisieron trasladarlo a la sala médica donde se realizan procedimientos cerebrales complejos. En estos procedimientos, los sujetos quedan con discapacidades mentales irreparables. Probablemente habría corrido la misma suerte de no ser por la intervención de Zira.

Sin embargo, esto sugeriría que el fracaso de los hombres de Soror en recuperar su estatus de seres inteligentes no necesariamente se debe a sus deficiencias mentales, sino quizás a la interferencia de los simios. La novela insinúa que la brutal regresión de la especie fue resultado del condicionamiento generacional reforzado por los simios. Durante los primeros días de la rebelión de los simios, si bien era cierto que los hombres y mujeres de Soror estaban perdiendo su motivación mental, su condición empeoró a medida que los simios comenzaron a alentar a los humanos a perder el interés en conservar su civilidad y dignidad.

Y comenzaron a entrenar a los cautivos para que disfrutaran de su nuevo rol como bestias. Además, se enviaron partidas de cazadores de simios armados con látigos y chapuzas a las selvas para eliminar cualquier comunidad humana organizada que escapara a su control, lo que profundizó la espiral descendente hacia el salvajismo. La involución de la humanidad fue tan completa que los comportamientos y características condicionados que los simios impusieron a la especie se transmitieron de generación en generación, hasta el punto de que incluso los recién nacidos de generaciones posteriores lloriquean de forma innata en lugar de llorar como bebés normales. En resumen, cuando el trato como animales tontos durante tanto tiempo resultó en que los humanos se convirtieran en eso.

Incluso después de miles de años, las acciones de los simios parecen llevar al límite a los descendientes de sus ancestros, dueños y amos. No solo por la invasión territorial y la caza excesiva, sino también por el abuso de sus ciencias médicas. Antes de que se afirmara, los restos encontrados por los simios sugerían que el hombre en Soror intentó recuperar su capacidad para usar herramientas, aunque su incapacidad actual se ha descartado como culpa de la especie. Sin embargo, se infiere siniestramente que la razón por la que el hombre aún no domina completamente el uso de herramientas se debe a las repetidas cacerías organizadas por los simios para reponer sus sujetos de prueba para sus laboratorios, lo que obstaculiza el desarrollo de la especie. Especímenes prometedores que podrían impulsar el acervo genético de la especie son asesinados en la naturaleza por cazadores de gorilas demasiado entusiastas; aquellos mantenidos en cautiverio que podrían mostrar potencial para la especie son estudiados hasta que los simios consideran su existencia una molestia para el dominio simio y son eliminados en nombre de la ciencia.

Oficialmente, el maltrato al hombre nunca se cuestionó debido a los dogmas que la mayoría de los simios seguían, según los cuales solo ellos podían tener alma. La existencia de Ulises generó un nuevo debate sobre la condición humana. Y con el descubrimiento de las antiguas ruinas sororianas y los resultados de los experimentos de Hélius , se demostró, más allá de la verdad, que el hombre no era solo un animal, sino el creador de la civilización simia. Conservadoras y tradicionales hasta el final, las facciones simias de orangutanes y gorilas temían estas revelaciones, ya que dicho conocimiento sin duda revolucionaría su sociedad. El miedo provenía de la renuencia de los orangutanes a admitir públicamente que sus puntos de vista científicos sobre los orígenes de la sociedad simia eran erróneos, de los dilemas éticos y morales que los gorilas debían afrontar por perseguir y asesinar en masa, sin saberlo, a una raza anteriormente inteligente, y de la amenaza de reconocer una nueva raza inteligente emergente. Por lo tanto, a pesar de conocer la verdad obvia, ambas castas estaban dispuestas a falsificar los resultados de la verdad para mantener el status quo.

Es evidente que, con la motivación adecuada y la mínima interferencia simiesca, el ser humano puede superar su barbarie en Soror, como se demostró con Nova , la única humana de Soror que logró liberarse de las ataduras de la regresión y alcanzar la cima. Y a pesar de provenir de un mundo diferente, a miles de años luz de la Tierra, se ha demostrado que los humanos de Soror son compatibles reproductivamente con los humanos terrestres. No solo es posible tener descendencia viable, sino que, en el caso del nacimiento de Sirius , estas uniones parecen producir hijos con una inteligencia excepcional.

Hábitos de apareamiento

Debido a la regresión de la vida civilizada, el hombre ha desarrollado un complejo ritual de cortejo. Mediante estudios realizados con chimpancés en el Instituto, se ha observado que cada hombre cortejaba a su mujer antes de acercarse a ella. Realizaba una exhibición similar en todos los aspectos a la de ciertas aves: una especie de danza lenta y vacilante que consistía en pasos hacia adelante, hacia atrás y hacia los lados. Se movía así en un círculo cada vez más pequeño, cuyo centro estaba ocupado por la mujer, quien simplemente giraba sin moverse de su posición a la espera de la cópula que concluía estos preliminares. Sin embargo, el ritual parece no ser necesario para que una pareja se invite a sí misma al nido de otra.
Las exhibiciones públicas de estas cópulas, si bien constituyen una vergüenza para la sensibilidad terrestre, no reciben la atención de otras parejas. Lo contrario puede decirse de sus captores simios, quienes nunca se permiten omitir abundantes notas sobre el ritual de apareamiento para cada pareja que emparejan selectivamente. Incluso con el ardor científico del estudio, la práctica sorprende a un observador externo. Una teoría para el dictado repetitivo y las observaciones constantes podría ser que el ritual de apareamiento no sea totalmente natural. 
De hecho, podrían ser vestigios de la reproducción temprana de humanos cautivos por parte de los simios, en la que los cuidadores de simios se aseguraban de apareamientos exitosos para aumentar el número de especímenes humanos y llenar sus laboratorios y zoológicos, lo que explicaría por qué los humanos en Soror han superado en número a los simios en la época moderna y por qué algunos recuerdos atávicos de hombres y mujeres cautivos por los simios en el pasado fueron heredados por aquellos nacidos en la naturaleza. Si fuera cierto, esto indicaría que el ritual era otra forma de refuerzo conductual que los simios monitorean para asegurarse de que persista entre las generaciones sucesivas.

«El cerebro del simio», concluyó Zira, «se ha desarrollado, es complejo y organizado, mientras que el del hombre apenas ha sufrido transformaciones».

Los simios de Soror fueron originalmente sirvientes y mascotas de los hombres hace decenas de miles de años. Debido a su mimetismo innato, sus ancestros imitaron los roles de su antiguo amo y asumieron el rol de gobernantes de Soror.

Cultura

La cultura simia es notablemente similar a la de la Tierra del siglo XX, aunque con algunas diferencias culturales. Debido al legado arbóreo de los simios, su sociedad está adaptada a sus orígenes: las calles se cruzan mediante barras colgantes, el boxeo se practica con resortes y en el aire; los amantes simios hacen el amor en las densas ramas de los árboles; guantes gruesos en lugar de zapatos; etc. Los simios no están divididos en naciones. Todo el planeta está administrado por un consejo de ministros, a cuya cabeza se encuentra un triunvirato compuesto por un gorila, un orangután y un chimpancé. Junto a este gobierno, existe también un parlamento compuesto por tres cámaras: la Cámara de los Gorilas, la de los Orangutanes y la de los Chimpancés, cada una de las cuales atiende los intereses de sus respectivos miembros. Los simios no tienen ejército, sino una fuerza policial global que mantiene el orden en el planeta.

Para explicar sus orígenes evolutivos, los científicos simiescos teorizan que la posesión de cuatro manos podría ser uno de los factores más importantes en su evolución espiritual. Sus talentos innatos podrían haberles ayudado a trepar a los árboles y, por lo tanto, a concebir las tres dimensiones del espacio. El gusto por las herramientas surgió después debido a la posibilidad de usar las cuatro manos con destreza.

Gorilas
Los gorilas son los estadistas de la civilización simia. En el pasado, conservaron un ansia de poder que mantienen como organizadores y directores. Aman la caza y la vida al aire libre. Los más pobres se dedican a trabajos que requieren fuerza física. Cuando alguna de las otras dos familias de simios realiza nuevos descubrimientos, suele ser un gorila el que los explota para obtener el máximo beneficio. En su mayoría, los gorilas desempeñan el papel de cazadores. Esta es una función prácticamente reservada para ellos. Capturan animales salvajes y, en particular, hombres. Actúan como una tribu de cazadores, batidores, porteadores y comerciantes dedicados a esta industria. Otros simios los consideran carnívoros, debido a su propensión a matar. Su pasatiempo favorito es la caza, una afición que ha puesto al hombre casi en peligro de extinción como especie en su mundo.

orangutanes
Los orangutanes ocupan y compiten con los chimpancés en debates intelectuales. Son tradicionalistas y se les considera ministros oficiales de la ciencia. Sin embargo, algunos se involucran ocasionalmente en política, arte y literatura. Poseen buena memoria y aprenden muchísimo de memoria y de los libros. Luego escriben otros libros, donde repiten lo leído, ganándose así el respeto de sus compañeros orangutanes.

chimpancés
Los chimpancés representan el elemento intelectual del planeta. No es casualidad que todos los grandes descubrimientos hayan sido obra suya. A muchos chimpancés se les atribuye haber liderado reformas en la sociedad simia.

 

El planeta de los simios (título original: La Planète des singes ) es una novela francesa escrita por Pierre Boulle . La edición original se publicó en París en 1963 por Editions Julliard.


Phyllis y Jinn encuentran una carta en una botella durante un viaje interestelar. Se trata de un reportaje del reportero Ulysse ( Odiseo en francés ) Mérou, que describe el viaje de él mismo, el profesor Antelle y el joven científico Arthur Levain. Vuelan desde la Tierra a casi la velocidad de la luz hasta Betelgeuse, donde encuentran un planeta muy similar a la Tierra y deciden llamarlo Soror (hermana en latín). Deciden aterrizar en él en un bote para explorarlo.

Mientras exploran la zona, encuentran huellas. Parecen ser las de una mujer que conocieron más tarde mientras se bañaban en un río. Curiosamente, no puede hablar y está desnuda. Mérou la llama Nova (del latín "nueva" ). Cuando él le sonríe, ella desaparece. Al día siguiente, planean volver a encontrarse con Nova, así que repiten el baño. Esta vez, aparece un grupo entero de personas desnudas, incluyendo a Nova. Cuando Mérou y sus camaradas se ponen la ropa de nuevo, algunos de los salvajes huyen, como si les tuvieran miedo. Otros, sin embargo, quieren atacarlos, pero temen a sus armas.
Los "salvajes" destrozan todas sus pertenencias, e incluso el bote queda destrozado. Temprano a la mañana siguiente, aparecen grandes simios, vestidos y comportándose como humanos terrestres. Son cazadores humanos y matan a muchos de los humanos mudos. Los cazadores son gorilas, y los chimpancés sirven como ayudantes de caza.

Mérou es capturado y encerrado en una jaula. Los gorilas se toman fotos con los humanos asesinados durante la cacería, y Mérou reconoce uno de los cuerpos como el de Levain. No hay rastro del profesor Antelle, su otro compañero. Al principio, Mérou asumió que los simios servían a una raza similar a la humana, pero pronto se da cuenta de que los simios son los gobernantes de este mundo. Poseen una tecnología similar a la de la Tierra en 1960. Consideran a los humanos como animales y los tratan como tales. Los simios llevan a Mérou a un laboratorio de investigación del comportamiento y descubren que parece ser mucho más inteligente que los demás humanos.
Los gorilas realizan pruebas en los humanos en el laboratorio que recuerdan a los experimentos animales de Pavlov en la Tierra. Mérou hace todo lo posible para demostrar su inteligencia. Sus intentos de hablar con los simios fracasan porque no pueden encontrar un lenguaje común. Sin embargo, los simios están muy sorprendidos por su comportamiento. La jefa de la estación experimental es una zoóloga llamada Zira. Ella y su prometido Cornélius son chimpancés y están muy interesados ​​en él. Zaius, un respetado orangután, es el director del instituto y, por lo tanto, el superior de Zira. Él y su secretaria van a ver al extraño Mérou. Mérou intenta demostrar en las pruebas de inteligencia que no es un animal, sino un ser pensante. Zaius, sin embargo, ve esto como un mero comportamiento entrenado, como el observado en los animales en la Tierra. Cuando los humanos cautivos son emparejados, Mérou está feliz de reunirse con Nova.

Durante una visita, Mérou le roba a Zira el cuaderno y el bolígrafo y dibuja a Nova. Zira, impresionada, le devuelve el cuaderno. Mérou le muestra que conoce el teorema de Pitágoras. También dibuja un diagrama de nuestro sistema solar y le explica que viene de la Tierra. Con el tiempo, aprende el idioma de los simios gracias a ella y puede aprender más sobre su sociedad a través de los libros. También encuentra a su camarada Antelle en un circo. Sin embargo, Antelle ha perdido la capacidad de hablar y pensar con lógica. Se comporta como un Soror humano.
Finalmente, durante una conferencia científica donde se supone que debe mostrarse como un ser particularmente dócil, Mérou demuestra su inteligencia al público pronunciando un discurso en el idioma de los simios y se hace famoso. En el discurso, revela sus orígenes terrestres y se culpa por no haber sido reconocido inmediatamente como un ser inteligente. Quiere establecer contacto con la gente de la Tierra para asegurar una cooperación exitosa con los simios de Soror.

Cornélius, que preparó a Mérou para la conferencia, se convierte en el nuevo director del instituto después de que Zaius, que comparó los discursos de Mérou con los de un loro repitiendo palabras, fuera transferido a otro puesto.
Cornélius, muy interesado en el pasado de Soror, encuentra una muñeca humana en una ciudad en ruinas que usa ropa e incluso habla. Cornélius y Mérou descubren que la gente de Soror solía tener monos como mascotas hasta que estos empezaron a imitar el comportamiento humano y a tratarlos como animales.
Nova da a luz a un hijo de Mérou llamado Sirius, quien parece tener la inteligencia normal de un terrícola. Los simios temen que este bebé represente el comienzo de una nueva raza humana que volverá a oprimir a los simios. Por lo tanto, Zira y Cornélius deciden ayudar a Mérou, Nova y al bebé. Consiguen introducir a los tres en un satélite como sujetos de prueba. Los sujetos de prueba se identifican como Mérou, Nova y Sirius para que su escape pase desapercibido. Para los simios, todos los humanos parecen iguales. Usando el satélite, se acoplan a la nave espacial abandonada y logran volar a la Tierra. Durante el viaje, Sirius y su madre, Nova, aprenden francés.

Al aterrizar en la Tierra —debido a la dilatación temporal, 700 años en el futuro—, se llevan una sorpresa: un gorila uniformado emerge del coche que se dirige al lugar de aterrizaje del segundo transbordador. Al parecer, la Tierra ha seguido el mismo camino que Soror y ahora también está gobernada por simios inteligentes. Nova escapa en el transbordador. Al parecer, los tres abandonaron la Tierra de nuevo, y Mérou posteriormente escribió su informe describiendo su viaje.
Al final de la novela, resulta que los dos viajeros, Phyllis y Jinn, creen que el informe es una novela creativa. Son chimpancés y no creen que los humanos fueran alguna vez inteligentes, reflexivos y capaces de desarrollar una civilización y una tecnología tan avanzada.


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