Donald Trump. |
Análisis de la oratoria y retórica de Donald Trump. |
Donald Trump es, sin duda, una de las figuras más controvertidas y polarizantes en la política mundial del siglo XXI. Desata auténticas pasiones: o lo amas o lo detestas. Más allá de su polémica personalidad, estilo fogoso, y (des)apego a la verdad, Trump es, a pesar del prejuicio de muchos, sobre todo en Europa, un gran comunicador, que es lo que nos interesa en este Blog sobre hablar en público. Se trata, sin lugar a dudas, de un político elocuente que entiende y administra con agilidad diversas herramientas retóricas. Sabe muy bien cómo llamar la atención de la audiencia, influir emocionalmente en su público y comunicar sus mensajes con eficacia. La prueba indiscutible de ello, es que con sus palabras ha movilizado, inspirado y convencido a la mayoría del electorado norteamericano para que lo elijan presidente de su país, no en una, sino en dos ocasiones. ¿Cómo lo hizo? En parte gracias a su maestría retórica. Y en este post, precisamente, revisaremos brevemente la retórica de Trump. Más en concreto cómo utiliza ciertas figuras retóricas, que hacen parte de su peculiar estilo. Este ejercicio te permitirá descubrir algunas de ellas y, por qué no, quizá inspirarte a aplicarlas en tus propios discursos y comunicaciones. Va por delante que este no pretende ser un análisis académico. De estos existen muchos y muy buenos; desde la perspectiva lingüística, ciencia política, entre otros. Este post es una simple revisión general a efectos informativos y pedagógicos. Ni más, ni menos. Y sin más preámbulos vamos allí. |
LA RETÓRICA DE DONALD TRUMP Cuando llegó a la política, Donald John Trump era ya un habilidoso y curtido comunicador. Tenía una amplia experiencia como vendedor y negociador en el mundo empresarial y, en especial, de su paso por la Televisión, como presentador del reality show el Aprendiz, durante 14 temporadas. Quizá de allí le viene su estilo de showman y su gusto por el uso de figuras retóricas, que utiliza con profusión tanto en sus discursos y comparencias públicas de diverso tipo. De hecho el uso reiterado de estos recursos dota a su estilo de algunas de sus señas propias. Ahora bien, ¿conoce el gran Donald los nombres griegos de las figuras que utiliza y sus definiciones? La verdad es que no lo sé. Tampoco es relevante. Lo importante del caso es que sabe utilizarlas con maestría, que es lo que verdaderamente cuenta para ser un gran orador. A continuación revisamos cinco de las figuras retóricas que más a menudo utiliza, con ejemplos concretos. EL LENGUAJE HIPÉRBÓLICO DE TRUMP La hipérbole consiste en el uso de un discurso excesivo y exagerado. Y Trump ama la hipérbole. Como nadie. Sobre todo cuando se refiere a sus logros personales, tanto en lo personal, como en lo político. Un claro ejemplo es el discurso que ofreció ante la Asamblea General de la ONU en 2018 en el que dijo:
Claramente se trata de una afirmación excesiva, por dónde se mire, que por otra parte generó una respuesta digamos que peculiar de aquella audiencia. Puedes ver ese momento del discurso aquí. ¿Por qué recurre Trump tan a menudo a la hipérbole? La respuesta la encontramos en el libro de su autoría “The Art of the Deal”, publicado en 1987, donde afirma: “La clave de mi manera de promocionar es la valentía. Juego con las fantasías de la gente. Las personas no siempre piensan en grande, pero aun así pueden entusiasmarse mucho con quienes sí lo hacen. Por eso, una pequeña hipérbole nunca viene mal. La gente quiere creer que algo es lo más grande, lo más grandioso y lo más espectacular. Yo lo llamo hipérbole veraz. Es una forma inocente de exageración y una forma de promoción muy eficaz”. Si el concepto de “hipérbole veraz” es o no un oxímoron, como afirman algunos detractores de Trump, lo dejaremos para otra ocasión. Igualmente, te invito a sacar tus propias conclusiones, leyendo mi post sobre qué es una hipérbole. LAS INSINUACIONES DE TRUMP: LA PARALIPSIS La paralipsis es una figura retórica que consiste en afirmar que pasarás por alto un tema, para precisamente, llamar la atención sobre el mismo. Es decir que llevas a la audiencia a centrar la atención precisamente en aquello que finges omitir o dejar de lado. Trump utiliza a menudo la paralipsis, sobre todo cuando quiere atacar a alguien. Dice que no dirá nada negativo sobre un rival y lo hace de todos modos. Por ejemplo, en 2015, durante la lucha por la candidatura republicana, Trump se refirió a su contendiente, el republicano Marc Rubio, en los siguientes términos: “No lo llamaré peso ligero, porque creo que es un término despectivo. Así que no lo llamaré peso ligero. ¿Está bien con ustedes? Me niego a decir que sea un peso ligero”. En otra ocasión, escribió el siguiente tweet en referencia al dictador de Corea del Norte:
Como puedes ver, el uso de la paralipsis es un juego ingenioso de palabras que encierra una paradoja: dices algo, a pesar de decir que no lo dirás. Esto provoca un cierto efecto humorístico que genera simpatía en la audiencia. Además, también genera conexión, porque parece que se está revelando al público un pensamiento personal. Y un punto importante, del que siempre se ha acusado a Trump, desliga al orador de rendir cuenta directa de lo que dice, y asumir responsabilidad, porque no lo está afirmando directamente. CÓMO DESVIAR DEL TEMA O LLEVAR EL AGUA A TU MOLINO: LA ANTANAGOGE. La antananoge, es una figura retórica en la que no se responde a la acusación de un adversario, sino que se refuta o contrarresta el ataque con una alegación contraria. El objetivo es contrarrestar el comentario acusador de un adversario, o la connotación negativa de una observación, desviando la atención del punto negativo hacia otro punto, o como también se dice en comunicación política, reencuadrar la discusión. Claramente se trata de una figura retórica muy manida en la política, también en la española, donde se conoce esta estrategia con el divertido nombre de “y tú…más”. Consiste básicamente en contestar a un cuestionamiento con una descalificación personal, sin entrar en el fondo del asunto. En tal caso, hablamos además de una falacia ad hominem. Pero volvamos a Trump, que es lo que nos interesa aquí y ahora. De hecho es de los políticos que más la utiliza. Un ejemplo muy claro se ve en la siguiente participación en una entrevista organizada por Bloomberg en octubre de 2024, cuando el entrevistador le sugiere que los impuestos a China tendrán un impacto tremendo en la economía, el responde: “Estoy de acuerdo, un impacto tremendo, un impacto positivo tremendo“. Puedes ver el momento en el minuto 9.40 en el siguiente video. TRUMP Y LA FIJACIÓN DE IDEAS: LA REPETICIÓN RETÓRICA Trump gusta de utilizar artificios de repetición retórica. La repetición sirve para enfatizar el punto que estamos señalando de manera que la audiencia presta más atención y lo hace memorable. De la misma manera transmite una fijación emocional del orador con el punto. Algunos de los recursos de repetición retórica son la anáfora, epístrofe y epizeuxis. Veamos los siguientes ejemplos. Trump gusta de utilizar la epístrofe, que es la repetición al final de frases. En una entrevista televisiva en 2015 dijo: “Tenemos que descubrir cuál es el problema”; y sí tenemos un problema, créanme” ‘En la misma entrevista de Bloomberg, durante la campaña presidencial 2024, Trump dijo: “China piensa que somos un país estúpido, un país muy estúpido”. Puedes verlo en el minuto 24 del video de la entrevista. Y por cierto aquí utiliza, además, una metonimia, muy propia de su estilo, al hablar de China en general. Otra estrategia que utiliza Trump a menudo es la de repetir machaconamente sobrenombres insultantes o burlescos que les pone a adversarios políticos u otras figuras públicas que se le oponen. Es el caso de “la corrupta Hillary” para Hillary Clinton, “el loco Bernie” para Bernie Sanders, ambos demócratas, o “Ted el mentiroso” para el republicano Ted Cruz, entre muchos otros más. TRICOLON O LAS IDEAS DE A 3 El tricolon es una de las figuras retóricas más apreciadas por los políticos en sus discursos y no lo es menos en el caso de Donald Trump. Podemos ver dos ejemplos de tricolon, casi uno tras otro en el discurso que dio al Congreso de los Estados Unidos en 2017:
Otro ejemplo muy interesante viene del discurso que ofreció con ocasión del 75 aniversario del día D del desembarco en Normandía. En esa ocasión, se refiere a los soldados que retornaron de la guerra en los siguientes términos: “Construyeron familias, construyeron industrias, construyeron una cultura nacional que inspiró al mundo entero”. IDEAS FINALES SOBRE LA ORATORIA DE TRUMP Y SU RETÓRICA El estilo comunicacional de Donald Trump es único y controversial, de eso no cabe duda. Que es muy efectivo, tampoco. Una parte importante de su estilo y personalidad comunicacional, alejado del decorum tradicionalmente asociado a la comunicación presidencial en los Estados Unidos, tiene que ver con el uso de las antedichas figuras retóricas, además de algunas características de su uso del lenguaje como son la simplicidad y la vaguedad. Más allá de que guste menos o más, sin duda, podemos extraer interesantes lecciones y aprendizajes de Trump para incluir en nuestras comunicaciones y discursos. Este artículo ha sido escrito por JC Durán como un aporte al conocimiento y divulgación de las buenas prácticas de la oratoria y el hablar en público. |
¿Por qué es tan efectivo el discurso de Donald Trump Por Santiago de Narváez |
14 abril 2016 Las épocas en que los jefes de estado ganaban el Premio Nobel de Literatura por su buena oratoria ––como en el caso de Winston Churchill, año 1953–– han llegado a su fin. O llegarán a su fin cuando Donald Trump sea elegido como Presidente de Estados Unidos, cosa que, por ahora, no se sabe con certeza. Pero Trump da para todo: los que al principio creían que era un payaso hoy temen el hecho de que haya ganado tanta cancha en las elecciones primarias. Sobre todo porque, al ganar él, ganan también los contenidos anti-inmigrantes, sexistas y racistas del discurso que le sale por la boca. Pocos, sin embargo, son los que analizan en detalle las palabras que dice. O mejor, cómo las organiza, cómo piensa, cómo construye el mensaje. El youtuber Nerdwriter se dio a la tarea de analizar el lenguaje que usa Trump cuando habla, palabra por palabra, forma gramatical por forma gramatical. Nerdwriter analiza una entrevista que Trump le concedió a Jimmy Kimmel, quien le pregunta si no es anti-americano discriminar a la gente por su religión. Respuesta de sí o no. Trump habla un minuto exacto y el youtuber se encarga de analizar las 220 palabras de las que consta la respuesta. Simple, como Trump El análisis de Nerdwriter recoge lo que hizo el Boston Globe (el periódico que dio pie para la película Spotlight) hace algunos meses: el diario midió el nivel de complejidad del discurso de los candidatos para la presidencia de Estados Unidos y los ubicó del más complejo al más sencillo. El algoritmo se llama “Prueba de legibilidad de Flesch-Kincaid” y mide el número de sílabas por palabra y el número de palabras por oración dentro de un discurso. La prueba determina el nivel de comprensión que se necesita para entender un discurso. Al final, la prueba arroja el resultado en términos del nivel de comprensión de quien lea el discurso. Según el Boston Globe , el discurso de Trump tiene el nivel de comprensión de un niño de cuarto grado de primaria. Mientras tanto, el de Bernie Sanders es el de uno de décimo grado. Sin embargo, que un discurso sea breve o sencillo no significa que sea estúpido. El lema político más importante de Estados Unidos en la última década se compone de tres palabras cortas: yes we can (sí podemos). En tiempos de Twitter y sus 140 caracteres los mensajes políticos tienen que ser más concisos para que impacten y le lleguen a más personas. Sin embargo, el análisis de Nerdwriter va más allá de examinar el número de sílabas por palabra o de palabras por oración del candidato del peluquín. Acá algunas conclusiones por si no quisiste ver el video.
Pero para Nerdwriter, lo más interesante de Trump ––lo que lo distingue de los demás políticos–– es el hecho de que siempre termina sus oraciones con palabras agresivas y fuertes: muerte, daño, problema, morir, herida, tremendo ( dead, problem, die, injured, tremendous). Trump es tan especialista en acabar sus frases con este tipo de palabras que incluso cambia la sintaxis de la oración para que el final de la frase se ajuste a la palabra con el punch. Explicamos: a Trump no le importa empezar una oración de manera extraña con tal de poder terminarla con una palabra agresiva. Por ejemplo, Trump dice “no puedes resolver una situación hasta que encuentres la razón de fondo”. En español suena normal, pero en inglés la forma correcta de armar una frase como esa es terminarla con el verbo ser. Así “you can’t solve a problem until you find out what the root cause is“. Sin embargo, Trump revierte esta forma sintáctica y antepone el verbo para dejar la palabra punch al final. Así: “you can’t solve a problem until you find out what’s the root cause“. Puede que suene muy técnico. Pero lo que Trump logra hacer con estos cambios sintácticos es generar una impresión en el espectador de contundencia, fuerza o eficacia. Si la mayoría de palabras que terminan la oración son palabras de este estilo, el discurso en su conjunto ––que ya de por sí es incoherente–– adquiere una connotación distinta. Como un buen vendedor, dice el youtuber, Trump mantiene un discurso simple y entrador. Se trata de llegarle al ciudadano común sin el enrevesado lenguaje de los políticos. Juzguen ustedes mismos: Pero Jimmy el problema… Quiero decir, di lo que quieras. Pero mira… Hay gente entrando en nuestro país que tiene la intención de hacernos un daño tremendo. Si te paras a observar… mira a París, mira lo que pasó en París, quiero decir… Esta gente no vino de Suecia, ¿de acuerdo? Mira lo que ha pasado en París. Mira lo que pasó la semana pasada en California. Con… con, ya sabes 14 personas… muertas. Otras personas que van a morir. Muy malheridas. Tenemos un verdadero problema. Hay un tremendo odio ahí afuera. Y lo que yo quiero hacer es descubrir lo que… ya sabes, no puedes solucionar un problema hasta que descubras cual es la raíz de la causa. Y quiero descubrir cuál es el problema, lo que está sucediendo. Y es tempor(al)… he tenido tanta gente que me ha llamado para decirme “gracias”. Ahora, si recuerdas; cuando hice eso hace una semana fue una locura. De repente, ves la noche anterior y ves gente hablando. Dicen: “Bueno, Trump tiene un punto… tenemos que analizar el problema”. La gente, amigos míos que me llamaron, dijeron: “Donald, nos has hecho un tremendo favor”, porque sí que tenemos un problema y tenemos que averiguar cual es el… Bernie vs Donald Si uno compara las respuestas de Trump con las de Bernie Sanders ––quien obtuvo una calificación más alta en la “Prueba Flesch-Kincaid”–– encuentra esto. Mientras que Trump responde de manera acelerada e intempestiva, Sanders se toma el trabajo de elaborar su respuesta. Cuando Cenk Uygur le pregunta a Sanders por qué cree que los medios de comunicación afirman que su programa de gobierno es poco realista, Sanders se toma el tiempo de responder. Recuerden: Trump respondió ––más o menos–– en un minuto la pregunta de Kimmel. Sanders tarda dos minutos y medio en elaborar su respuesta (3:55 – 6:14). En ese tiempo, se enfoca en elaborar una idea general dotada de ejemplos puntuales. Sus oraciones son largas. Dice, por ejemplo: “Bueno, hay que aclarar que estamos hablando de los medios de comunicación corporativos, ¿sí? ––y por cierto, déjame respaldarte por el esfuerzo que tú haces, déjame felicitarte, porque tenemos que librarnos del humo de los medios corporativos, que hacen todo lo posible por tenernos entretenidos y alejados de los temas importantes. Yo estoy en los medios todos los días y tú no sabes lo difícil que es poder empezar a hablar de los temas importantes. Ellos no quieren hacerlo”. Y sigue. En este pedazo de la respuesta, que es apenas el comienzo, Sanders utiliza incisos; hace preguntas retóricas; usa la tercera persona del plural, la segunda y primera persona del singular. Se repite muy poco y ––evidentemente–– no usa oraciones simples. Pero en general, los incisos de Sanders son preguntas o exclamaciones que le dan mas robustez a la respuesta. Habla, por ejemplo, en tercera persona para referirse al fenómeno de los medios de comunicación pero no tiene problema en pasar a la segunda persona o a la primera. Y, mientras Trump habla de Suecia, Sanders se refiere al buen sistema de salud que tienen en Escandinavia. Es-can-di-na-via. ¿Acaso existe esa palabra en el diccionario de Trump? A diferencia de un discurso en atril ––que normalmente no está redactado por los mismos candidatos–– las respuestas en una entrevista, por lo improvisadas, dicen mucho de la elocuencia y la inteligencia del candidato. Pero también dice mucho de los seguidores de cada uno. |
El discurso de Trump |
David Hernández de la Fuente 17.03.2017 Cuando se cumplen dos meses desde el discurso de investidura de Donald Trump, una de las intervenciones de retórica política más analizada y desmenuzada de los últimos tiempos, conviene volver sobre él a la luz de su acción de gobierno hasta el momento. Se comentó en su día que estaba marcado por una tradición fuertemente populista y nacionalista y se examinaron con atención las citas y paráfrasis bíblicas que contenía, e incluso, aunque cause cierto sonrojo en analistas políticos medianamente serios, los paralelos con las frases de algunos «supervillanos» de Hollywood. Ninguna es la palabra tras la que no se buscara un significado oculto –o casi, diríamos, ocultista– de esta pieza oratoria, para la que, huelga decirlo, se cuidó al máximo tanto la puesta en escena como el contenido. Causa sorpresa, sin embargo, que nadie haya puesto el acento en la que sin duda alguna constituye la mayor inspiración del discurso de Trump y que era tan obvia como debía ser conocida para los expertos en comunicación política, pues se trata seguramente del discurso más famoso de la historia de la democracia. El discurso fúnebre de Pericles, el logos epitaphios, que pronunció el gran estratego ateniense para honrar la memoria de los atenienses muertos en la primera de las campañas de la Guerra del Peloponeso. El discurso que pone el historiador Tucídides en boca de Pericles es el máximo elogio que conocemos de la democracia antigua y los ideales que ahí se formulan han tenido una enorme influencia sobre lo que posteriormente se ha entendido por democracia de un estado bajo el imperio de la ley. Tal y como se acredita en aquella «oración fúnebre», el orgullo de los atenienses por su forma de gobierno bien se podría resumir como Athens first y es difícil no ver en el discurso de Trump un remedo moderno de sus ideas. Cuando Trump afirma que la solemne ceremonia de investidura no es solo un traspaso de poderes entre administraciones, «sino que estamos transfiriendo el poder a ustedes, el pueblo», se hace muy cercana la idea del demos ateniense. Sigue Trump diciendo «éste es vuestro día. Esta es vuestra celebración. Y estos Estados Unidos de América son vuestro país. Lo que en realidad importa no es qué partido controla nuestro Gobierno, sino si nuestro objetivo es controlado por el pueblo». No podemos separar cada discurso de su impresionante puesta en escena: en el caso de Pericles unos funerales de la mayor solemnidad posible, con los huesos de los muertos encerrados conjuntamente en diez sarcófagos y con un undécimo sarcófago vacío: aquel para los muertos cuyos cadáveres no habían sido recuperados. Su tradición inaugura nada menos que la larga serie de discursos y honores fúnebres ante la tumba a los caídos anónimos en la batalla –la «tumba al soldado desconocido», desde la Revolución Francesa, confesa admiradora del antiguo régimen ateniense–. Se exalta en tamaña ocasión a quienes han dado la vida por la patria como máximo sacrificio en aras de la cohesión y la supervivencia de una comunidad política, que los reconoce como héroes cívicos casi en el mismo nivel que los héroes o los personajes religiosos que tutelan a la ciudad. En esa circunstancia tan emocional el discurso de Pericles viene a magnificar la imagen de Atenas comenzando por los antepasados y los que ya no están «pues es justo y al mismo tiempo conveniente que en estos momentos se les conceda a ellos esta honra de su recuerdo. Pues habitaron siempre este país en la sucesión de las generaciones hasta hoy, y libre nos lo entregaron gracias a su valor». En el caso de la investidura de Trump, toda la parafernalia patriótica de las diversas banderas históricas de Estados Unidos recuerda la peripecia de su fundación y los diversos conflictos militares en los que se ha defendido su sistema. La herencia de la libertad se agradece también a los ancestros de esta forma y, explícitamente, hablando del patriotismo y del agradecimiento a quienes han dado la vida y la sangre por el país.:
En el discurso de Pericles la democracia de Atenas aparece brillando entre sus contemporáneos como modelo a imitar, pero no por imposición sino por una imitación libre y en virtud de los méritos propios: «En efecto, nos valemos de un régimen político que no envidia las leyes de nuestros vecinos, más bien somos modelo para algunos que imitadores de otros. Como nombre, por ser el gobierno no para unos pocos sino para la mayoría, tiene el de democracia». Atenas queda, así, retratada como la «escuela de toda Grecia». El carácter de modelo de Estados Unidos en el marco de todas las naciones del mundo queda explícito, incluso pese al pretendido repliegue estratégico propuesto por Trump. Claro que Pericles no es en absoluto comparable a Trump, pero deben quedar claras las raíces y modelos del primer y muy significante discurso de este último. Nos puede dar muchas claves de sus intenciones, como siempre ocurre con el recurso a la historia, y también de sus primeros movimientos. Claro que la retórica política oscurece lo que interesa. En lo antiguo, Pericles supo ocultar hábilmente los aspectos negativos del imperialismo ateniense, explotador e incluso inhumano para con sus aliados. Si en verdad Pericles lo pronunció, su discurso debió de quedar profundamente grabado en la memoria de los atenienses. Otro tanto ocurre con Trump, cuyo discurso disimula grandes carencias y defectos, hablando de unidad en el momento quizá más convulso y desunido de la historia de los Estados Unidos. En todo caso, en las palabras de uno y otro primaron el carácter modélico de sus democracias como modo de vida y la virtud del demos o «pueblo» como razón de ser de todo el sistema, al que se invoca con preeminencia y cuya es siempre la palabra y la soberanía absoluta. A la luz de sus últimas decisiones convendría atender con sumo cuidado a las ideas que Trump lanzó explícita e implícitamente con modelos históricos como estos. |
Lee aquí el discurso inaugural completo del presidente Donald Trump Por NBC New York Publicado el 21 de enero del 2025 • Lee a continuación las declaraciones traducidas al español y sin editar del presidente Donald J. Trump, preparadas para su segundo discurso inaugural. La Casa Blanca proporcionó la transcripción. "EL PRESIDENTE: Gracias. Muchas gracias a todos. (Aplausos) Vaya. Muchas, muchas gracias. Vicepresidente Vance, Presidente Johnson, Senador Thune, Presidente de la Corte Suprema Roberts, magistrados de la Corte Suprema de Estados Unidos, Presidente Clinton, Presidente Bush, Presidente Obama, Presidente Biden, Vicepresidenta Harris y mis conciudadanos, la era dorada de Estados Unidos comienza ahora mismo. (Aplausos).ç A partir de hoy, nuestro país florecerá y será respetado nuevamente en todo el mundo. Seremos la envidia de todas las naciones y no permitiremos que se aprovechen de nosotros por más tiempo. Durante cada día de la administración Trump, simplemente pondré a Estados Unidos en primer lugar. (Aplausos) Nuestra soberanía será recuperada. Nuestra seguridad será restaurada. La balanza de la justicia se equilibrará de nuevo. El uso violento, injusto y cruel del Departamento de Justicia y nuestro gobierno como arma terminará. (Aplausos.) Y nuestra máxima prioridad será crear una nación que esté orgullosa, próspero y libre. (Aplausos) Regreso a la presidencia confiado y optimista de que estamos al comienzo de una nueva y emocionante era de éxito nacional. Una ola de cambio está barriendo el país, la luz del sol está brillando sobre el mundo entero y Estados Unidos tiene la oportunidad de aprovechar esta oportunidad como nunca antes. Pero primero, debemos ser honestos acerca de los desafíos que enfrentamos. Si bien son abundantes, serán aniquilados por este gran impulso que el mundo está presenciando ahora en Estados Unidos de América. Al reunirnos hoy, nuestro Gobierno enfrenta una crisis de confianza. Durante muchos años, un establishment radical y corrupto ha extraído poder y riqueza de nuestros ciudadanos mientras los pilares de nuestra sociedad yacían rotos y aparentemente en completo deterioro. Ahora tenemos un Gobierno que no puede manejar ni siquiera una simple crisis en el país mientras, al mismo tiempo, tropieza con un catálogo continuo de eventos catastróficos en el extranjero. No protege a nuestros magníficos ciudadanos estadounidenses respetuosos de la ley, pero sí brinda refugio y protección a criminales peligrosos, muchos de ellos procedentes de prisiones e instituciones psiquiátricas, que han ingresado ilegalmente a nuestro país desde todas partes del mundo. Tenemos un Gobierno que ha otorgado fondos ilimitados para la defensa de las fronteras extranjeras, pero se niega a defender las fronteras estadounidenses o, lo que es más importante, a su propio pueblo. Nuestro país ya no puede prestar servicios básicos en tiempos de emergencia, como lo demostró recientemente la maravillosa gente de Carolina del Norte, que ha sido tratada tan mal (aplausos), y otros estados que todavía sufren los efectos de un huracán que tuvo lugar hace muchos meses o, más recientemente, Los Ángeles, donde estamos viendo cómo los incendios siguen ardiendo trágicamente desde hace semanas sin siquiera una señal de defensa. Están arrasando con las casas y las comunidades, afectando incluso a algunas de las personas más ricas y poderosas de nuestro país, algunas de las cuales están sentadas aquí ahora mismo. Ya no tienen un hogar. Eso es interesante. Pero no podemos permitir que esto suceda. Nadie puede hacer nada al respecto. Eso va a cambiar. Tenemos un sistema de salud pública que no da resultados en tiempos de desastre, pero se gasta más dinero en él que en cualquier otro país del mundo. Y tenemos un sistema educativo que enseña a nuestros hijos a avergonzarse de sí mismos; en muchos casos, a odiar a nuestro país a pesar del amor que tratamos desesperadamente de brindarles. Todo esto cambiará a partir de hoy, y cambiará muy rápidamente. (Aplausos) Mi reciente elección es un mandato para revertir total y completamente una horrible traición y todas estas muchas traiciones que han tenido lugar y devolverle al pueblo su fe, su riqueza, su democracia y, de hecho, su libertad. A partir de este momento, la decadencia de Estados Unidos ha terminado. (Aplausos) Nuestras libertades y el glorioso destino de nuestra nación ya no serán negados. Y restauraremos de inmediato la integridad, la competencia y la lealtad del Gobierno de Estados Unidos. En los últimos ocho años, he sido puesto a prueba y desafiado más que cualquier presidente en nuestros 250 años de historia, y he aprendido mucho en el camino. El viaje para recuperar nuestra república no ha sido fácil, eso se los puedo asegurar. Aquellos que desean detener nuestra causa han tratado de quitarme la libertad y, de hecho, quitarme la vida. Hace apenas unos meses, en un hermoso campo de Pensilvania, la bala de un asesino me atravesó la oreja. Pero entonces sentí, y creo aún más ahora, que mi vida fue salvada por una razón. Dios me salvó para hacer que Estados Unidos volviera a ser grande. (Aplausos) Gracias. Gracias. (Aplausos.) Muchas gracias. (Aplausos.) Por eso, cada día, bajo nuestra administración de patriotas estadounidenses, trabajaremos para enfrentar cada crisis con dignidad, poder y fuerza. Actuaremos con determinación y velocidad para recuperar la esperanza, la prosperidad, la seguridad y la paz para los ciudadanos de todas las razas, religiones, colores y credos. Para los ciudadanos estadounidenses, el 20 de enero de 2025 es el Día de la Liberación. (Aplausos) Tengo la esperanza de que nuestra reciente elección presidencial sea recordada como la elección más importante y trascendental de la historia de nuestro país. Como demostró nuestra victoria, toda la nación se está uniendo rápidamente en torno a nuestra agenda con un aumento dramático en el apoyo de prácticamente todos los elementos de nuestra sociedad: jóvenes y viejos, hombres y mujeres, afroamericanos, hispanoamericanos, asiáticoamericanos, urbanos, suburbanos, rurales. Y, muy importante, obtuvimos una victoria contundente en los siete estados clave (aplausos) y en el voto popular, ganamos por millones de personas. (Aplausos) A las comunidades negra e hispana, quiero agradecerles por la tremenda muestra de amor y confianza que me han demostrado con su voto. Establecimos récords y no lo olvidaré. He escuchado sus voces en la campaña y espero trabajar con ustedes en los próximos años. Hoy es el Día de Martin Luther King. Y su honor… será un gran honor. Pero en su honor, lucharemos juntos para hacer realidad su sueño. Haremos que su sueño se haga realidad. (Aplausos) Gracias. Gracias. Gracias. (Aplausos) La unidad nacional está regresando a Estados Unidos y la confianza y el orgullo están en alza como nunca antes. En todo lo que hagamos, mi administración estará inspirada por una firme búsqueda de la excelencia y un éxito incansable. No olvidaremos a nuestro país, no olvidaremos a nuestra Constitución y no olvidaremos a nuestro Dios. No podemos hacer eso. (Aplausos) Hoy firmaré una serie de órdenes ejecutivas históricas. Con estas acciones, comenzaremos la restauración completa de Estados Unidos y la revolución del sentido común. Todo es cuestión de sentido común. (Aplausos) Primero, declararé una emergencia nacional en nuestra frontera sur. (Aplausos) Se detendrá de inmediato toda entrada ilegal y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron. Restableceremos mi política de Permanecer en México. (Aplausos) Pondré fin a la práctica de atrapar y liberar. (Aplausos) Y enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país. (Aplausos) Según las órdenes que firme hoy, también designaremos a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras. (Aplausos) Y al invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, ordenaré a nuestro Gobierno que utilice todo el inmenso poder de las fuerzas de seguridad federales y estatales para eliminar la presencia de todas las bandas extranjeras y redes criminales que traen delitos devastadores a suelo estadounidense, incluidas nuestras ciudades y centros urbanos. (Aplausos) Como comandante en jefe, no tengo mayor responsabilidad que defender a nuestro país de amenazas e invasiones, y eso es exactamente lo que voy a hacer. Lo haremos a un nivel que nadie ha visto antes. A continuación, ordenaré a todos los miembros de mi gabinete que aprovechen los vastos poderes a su disposición para derrotar lo que fue una inflación récord y reducir rápidamente los costos y los precios. (Aplausos) La crisis inflacionaria fue causada por un gasto excesivo masivo y la escalada de los precios de la energía, y es por eso que hoy también declararé una emergencia energética nacional. Perforaremos, cariño, perforaremos. (Aplausos) Estados Unidos volverá a ser una nación manufacturera y tendremos algo que ninguna otra nación manufacturera tendrá jamás: la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país del mundo, y lo vamos a utilizar. Lo utilizaremos. (Aplausos) Reduciremos los precios, llenaremos nuestras reservas estratégicas hasta el tope y exportaremos energía estadounidense a todo el mundo. (Aplausos) Volveremos a ser una nación rica y ese oro líquido bajo nuestros pies ayudará a lograrlo. Con mis acciones de hoy, acabaremos con el Green New Deal y revocaremos el mandato de los vehículos eléctricos, salvando nuestra industria automotriz y cumpliendo mi sagrada promesa a nuestros grandes trabajadores automotrices estadounidenses. (Aplausos) En otras palabras, podrán comprar el automóvil que elijan. Volveremos a fabricar automóviles en Estados Unidos a un ritmo que nadie podría haber soñado posible hace apenas unos años. Y gracias a los trabajadores automotrices de nuestra nación por su inspirador voto de confianza. Hicimos un gran trabajo con su voto. (Aplausos) Comenzaré de inmediato la reforma de nuestro sistema comercial para proteger a los trabajadores y las familias estadounidenses. En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, aplicaremos aranceles e impuestos a países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos. (Aplausos) Para este propósito, estamos estableciendo el Servicio de Impuestos Externos para recaudar todos los aranceles, derechos e ingresos. Serán cantidades masivas de dinero que fluirán a nuestro Tesoro, provenientes de fuentes extranjeras. El sueño americano pronto volverá y prosperará como nunca antes. Para restaurar la competencia y la eficacia de nuestro Gobierno federal, mi administración establecerá el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental. (Aplausos) Después de años y años de esfuerzos federales ilegales e inconstitucionales para restringir la libertad de expresión, también firmaré una orden ejecutiva para detener de inmediato toda censura gubernamental y restablecer la libertad de expresión en Estados Unidos. (Aplausos) Nunca más se utilizará el inmenso poder del estado como arma para perseguir a los oponentes políticos, algo de lo que sé algo. (Risas) No permitiremos que eso suceda. No volverá a suceder. Bajo mi liderazgo, restableceremos una justicia justa, igualitaria e imparcial bajo el estado de derecho constitucional. (Aplausos) Y vamos a devolver la ley y el orden a nuestras ciudades. (Aplausos) Esta semana, también pondré fin a la política gubernamental de intentar introducir mediante ingeniería social la raza y el género en todos los aspectos de la vida pública y privada. (Aplausos) Forjaremos una sociedad que no tenga en cuenta el color de la piel y se base en el mérito. (Aplausos) A partir de hoy, la política oficial del Gobierno de los Estados Unidos será que solo haya dos géneros: masculino y femenino. (Aplausos) Esta semana, reintegraré a todos los miembros del servicio que hayan sido expulsados injustamente de nuestras fuerzas armadas por oponerse a la obligatoriedad de la vacuna contra el COVID con el pago retroactivo completo. (Aplausos) Y firmaré una orden para impedir que nuestros guerreros sean sometidos a teorías políticas radicales y experimentos sociales mientras están de servicio. Esto terminará de inmediato. (Aplausos) Nuestras fuerzas armadas tendrán la libertad de concentrarse en su única misión: derrotar a los enemigos de Estados Unidos. (Aplausos) Como en 2017, volveremos a construir el ejército más fuerte que el mundo haya visto jamás. Mediremos nuestro éxito no solo por las batallas que ganemos, sino también por las guerras que terminemos y, quizás lo más importante, las guerras en las que nunca nos involucramos. (Aplausos) Mi legado más orgulloso será el de un pacificador y unificador. Eso es lo que quiero ser: un pacificador y unificador. Me complace decir que, a partir de ayer, un día antes de que asumiera el cargo, los rehenes en Oriente Medio regresarán a casa con sus familias. (Aplausos) Gracias. Estados Unidos recuperará el lugar que le corresponde como la nación más grande, más poderosa y más respetada de la Tierra, inspirando el respeto y la admiración del mundo entero. Dentro de poco tiempo, cambiaremos el nombre del Golfo de México por el de Golfo de América (aplausos) y devolveremos el nombre de un gran presidente, William McKinley, al Monte McKinley, donde debería estar y donde pertenece. (Aplausos) El presidente McKinley hizo que nuestro país fuera muy rico gracias a los aranceles y al talento –era un hombre de negocios por naturaleza– y le dio a Teddy Roosevelt el dinero para muchas de las grandes cosas que hizo, incluido el Canal de Panamá, que se le ha dado tontamente al país de Panamá después de que Estados Unidos –es decir, piensen en esto– gastara más dinero que nunca antes en un proyecto y perdiera 38,000 vidas en la construcción del Canal de Panamá. Hemos sido tratados muy mal con este regalo tonto que nunca debió haberse hecho, y la promesa que nos hizo Panamá se ha roto. El propósito de nuestro acuerdo y el espíritu de nuestro tratado se han violado por completo. Los barcos estadounidenses están pagando precios muy altos y no reciben un trato justo de ninguna manera, forma o modo. Y eso incluye a la Marina de Estados Unidos. Y, sobre todo, China está operando el Canal de Panamá. Y no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá y lo estamos recuperando. (Aplausos) Sobre todo, mi mensaje a los estadounidenses hoy es que es hora de que actuemos una vez más con coraje, vigor y la vitalidad de la mayor civilización de la historia. Por lo tanto, al liberar a nuestra nación, la conduciremos a nuevas alturas de victoria y éxito. No nos detendremos. Juntos, acabaremos con la epidemia de enfermedades crónicas y mantendremos a nuestros niños seguros, saludables y libres de enfermedades. Estados Unidos volverá a considerarse una nación en crecimiento, una nación que aumenta su riqueza, expande su territorio, construye sus ciudades, eleva sus expectativas y lleva su bandera a nuevos y hermosos horizontes. Y perseguiremos nuestro destino manifiesto hacia las estrellas, lanzando astronautas estadounidenses para plantar la bandera de las barras y estrellas en el planeta Marte. (Aplausos.) La ambición es la savia de una gran nación y, en este momento, nuestra nación es más ambiciosa que cualquier otra. No hay nación como nuestra nación. Los estadounidenses son exploradores, constructores, innovadores, empresarios y pioneros. El espíritu de la frontera está grabado en nuestros corazones. El llamado de la próxima gran aventura resuena desde dentro de nuestras almas. Nuestros antepasados estadounidenses convirtieron un pequeño grupo de colonias en el borde de un vasto continente en una poderosa república de los ciudadanos más extraordinarios de la Tierra. Nadie se acerca a ellos. Los estadounidenses recorrieron miles de kilómetros a través de una tierra accidentada de naturaleza salvaje. Cruzaron desiertos, escalaron montañas, se enfrentaron a peligros incalculables, ganaron el Salvaje Oeste, pusieron fin a la esclavitud, rescataron a millones de personas de la tiranía, sacaron a miles de millones de la pobreza, aprovecharon la electricidad, dividieron el átomo, lanzaron a la humanidad a los cielos y pusieron el universo del conocimiento humano en la palma de la mano humana. Si trabajamos juntos, no hay nada que no podamos hacer ni ningún sueño que no podamos lograr. Mucha gente pensó que era imposible para mí protagonizar un regreso político tan histórico. Pero, como pueden ver hoy, aquí estoy. El pueblo estadounidense ha hablado. (Aplausos) Me presento ante ustedes como prueba de que nunca deben creer que algo es imposible de hacer. En Estados Unidos, lo imposible es lo que mejor hacemos. (Aplausos) Desde Nueva York hasta Los Ángeles, desde Filadelfia hasta Phoenix, desde Chicago hasta Miami, desde Houston hasta aquí mismo en Washington, D.C., nuestro país fue forjado y construido por generaciones de patriotas que dieron todo lo que tenían por nuestros derechos y nuestra libertad. Eran granjeros y soldados, vaqueros y trabajadores de fábricas, trabajadores del acero y mineros del carbón, oficiales de policía y pioneros que siguieron adelante, marcharon hacia adelante y no permitieron que ningún obstáculo venciera su espíritu ni su orgullo. Juntos, construyeron los ferrocarriles, levantaron los rascacielos, construyeron grandes autopistas, ganaron dos guerras mundiales, derrotaron al fascismo y al comunismo y triunfaron sobre cada uno de los desafíos que enfrentaron. Después de todo lo que hemos pasado juntos, estamos al borde de los cuatro mejores años de la historia estadounidense. Con su ayuda, restauraremos la promesa de Estados Unidos y reconstruiremos la nación que amamos, y la amamos tanto. Somos un solo pueblo, una sola familia y una sola nación gloriosa bajo Dios. Por eso, a cada padre que sueña con sus hijos y a cada niño que sueña con su futuro, les digo: estoy con ustedes, lucharé por ustedes y ganaré por ustedes. Vamos a ganar como nunca antes. (Aplausos) Gracias. Gracias. (Aplausos) Gracias. Gracias. (Aplausos) En los últimos años, nuestra nación ha sufrido mucho, pero vamos a recuperarla y hacerla grande otra vez, más grande que nunca. Seremos una nación como ninguna otra, llena de compasión, coraje y excepcionalismo. Nuestro poder detendrá todas las guerras y traerá un nuevo espíritu de unidad a un mundo que ha estado enojado, violento y totalmente impredecible. Estados Unidos volverá a ser respetado y admirado, incluso por personas de religión, fe y buena voluntad. Seremos prósperos, estaremos orgullosos, seremos fuertes y ganaremos como nunca antes. No seremos conquistados, no seremos intimidados, no seremos quebrantados y no fracasaremos. A partir de este día, Estados Unidos de América será una nación libre, soberana e independiente. Nos mantendremos firmes, viviremos con orgullo, soñaremos con valentía y nada se interpondrá en nuestro camino porque somos estadounidenses. El futuro es nuestro y nuestra era dorada acaba de comenzar. Gracias. Dios bendiga a Estados Unidos. Gracias a todos. Gracias. (Aplausos) Muchas gracias. Muchas gracias. Gracias. (Aplausos) Gracias. (Aplausos.)" |
El ocaso del imperio norteamericano. |
Juan-José López Burniol 26/04/2025 El 17 de enero del año 395 murió en Milán Teodosio el Grande. Con este hispano, natural de Cauca (Coca, Segovia), desapareció el último gran emperador de Roma, que rigió como soberano único la totalidad del imperio romano. En su testamento, dividió el imperio entre sus dos hijos, asignando a Arcadio la parte oriental y a Honorio la occidental. La configuración geográfica y administrativa de los dos imperios se ultimó a finales del siglo IV. Y no había pasado un siglo cuando el imperio romano de Occidente cayó ante el empuje de las migraciones. El imperio romano de Oriente subsistió aún mil años, hasta la caída de Constantinopla, el 29 de mayo de 1453, pero fue siendo, cada vez más, otra cosa. La división político-social se hizo más profunda, incluso en la lengua hablada. Se consumó así, a lo largo de esos casi mil años, un proceso de separación entre dos mundos, el latino y el griego, que el fuerte poder de cohesión de Roma había asociado durante siglos. Y estos dos mundos llevaron desde entonces una existencia cada vez más autónoma, que predecía el destino tan distinto que les esperaba. Nosotros, los europeos y norteamericanos, estamos viviendo ahora un proceso similar. Desde el Renacimiento, la hegemonía occidental –de los blancos– se ha encarnado en distintos imperios que se han ido sucediendo: imperio español, imperio británico e imperio norteamericano. Pero este imperio, como les sucedió en su día a los anteriores, ha llegado a su fin, y su ocaso se ha iniciado, igual que en el imperio romano, con su fractura en dos partes: la metrópoli (es decir, Estados Unidos), por una, y la principal de sus colonias (la Unión Europea), por otra. Tengo claro que esta fractura es definitiva, es decir, irreversible, así como el inicio de un progresivo proceso de distanciamiento, que seguro alcanzará cotas de contraposición frontal de intereses. ¿Cuál de los dos núcleos tiene una esperanza de vida mayor, que en ningún caso será ya hegemónica? Dependerá de circunstancias hoy imprevisibles, pero puede que tal vez sean mejores las cartas de que disponga la Unión Europea, aun reconociendo su atraso tecnológico, que las que tiene a su disposición Estados Unidos. Ahora bien, esto solo será así siempre que la UE aproveche las potencialidades de que dispone, y ejercite a fondo su mayor capacidad para tejer alianzas. Tres son las tareas que la Unión Europea debería acometer para aprovechar sus capacidades: Primera, federalizarse en tres ámbitos: política exterior, defensa y macroeconomía. Tres tareas, todas ellas, de extrema dificultad, pero imprescindibles. Para la tercera, hace falta un Hamilton; sin él, Estados Unidos no hubiese sido una federación: él implantó el primer impuesto federal (sobre el whisky), creó el primer banco central y logró la mutualización de la deuda de las trece colonias, que se había contraído durante la guerra de la Independencia. La segunda tarea es la normalización de la relación de la Unión Europea con Rusia, sin contar con Estados Unidos, sobre la base de dos principios ya pactados en el tratado de Helsinki de 1975: respeto a las fronteras y no injerencia en la política interna de los estados. Todo ello como: 1) Marco de una coordinación en política exterior, que otorgue a ambas el carácter de actor político global en el nuevo tablero geoestratégico. 2) Forma de asegurar el suministro energético ruso, con ventaja frente a Estado Unidos y el Golfo. Y la tercera tarea es fomentar las relaciones comerciales con China, tal como ha propuesto el presidente Sánchez, al mismo tiempo que se apuesta por el desenvolvimiento de un lenguaje abierto (SW) en materia de inteligencia artificial, que pronto devendrá universal. El detonante de este cambio radical de orientación de la política europea, impuesto por la geografía, se halla en las decisiones unilaterales de Estados Unidos, que considera el Pacífico como su escenario esencial, que todo lo subordina a su choque con China y que tiene a la Unión Europea no como un buen socio que preservar, sino como una carga que liquidar. |
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