Apuntes Personales y de Derecho de las Universidades Bernardo O Higgins y Santo Tomas.


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sábado, 14 de marzo de 2015

179.-El marxismo leninismo.-a


  Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; -Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farias Picon; -Franco González Fortunatti ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala ; Marcelo Yañez Garin; Maria Francisca Palacio Hermosilla; 

 
Leninismo.

Se conoce como leninismo al conjunto de teorías políticas, económicas y filosóficas desarrolladas por el líder bolchevique Vladímir Ilich Lenin dentro del marxismo.

Ideas principales

El leninismo es un conjunto de doctrinas políticas y reflexiones que se inscriben dentro de la tradición del marxismo. El marxismo es un análisis socieconómico crítico del capitalismo del siglo XIX que trataba de promover una estrategia favorable para la clase obrera en el conflicto frente a la clase burguesa. La propuesta marxista pasaba por superar la dinámica propia del capital y sustituir el capitalismo por un nuevo sistema socieconómico denominado socialismo. El leninismo reanaliza algunos aspectos que habían cambiado en el capitalismo desde la época de Karl Marx y propone a la clase obrera una estrategia algo más concreta para instaurar el socialismo. Para ello el leninismo propugna una "asociación" de los trabajadores más conscientes sobre la situación del proletariado, que sería un Partido Comunista, el cual organizaría la lucha de manera coherente y con el objetivo final en mente, ya que Lenin pensaba que los trabajadores menos conscientes podrían perseguir equivocadamente objetivos reformistas a corto plazo, en lugar de objetivos genuinamente revolucionarios.

Uno de los aportes más importantes de Lenin fue la cuestión de la organización comunista. Argumentaba que la lucha económica del proletariado sólo lo llevaría a adquirir una ideología sindicalista-reformista y que la conciencia marxista-revolucionaria debía ser introducida desde fuera. Además, planteaba que la clase obrera, para llevar a cabo su actividad revolucionaria, debería contar con un destacamento de vanguardia que dirigiera su lucha, el Partido Comunista.
Según Lenin, los objetivos del partido sólo podrían ser alcanzados a través de una forma de organización disciplinada conocida como centralismo democrático. El Leninismo mantiene que el imperialismo es el estado más alto del capitalismo, y que el capitalismo sólo puede ser vencido a través de los medios revolucionarios (según él, cualquier intento de reformar el capitalismo está destinado al fracaso). Lenin creía en la destrucción del Estado capitalista a través de la revolución proletaria, y en reemplazar a ese Estado por la dictadura del proletariado (un sistema de democracia de los trabajadores, en el que los trabajadores tendrían el poder político a través de consejos llamados soviets).

La teoría de Lenin sobre el imperialismo tenía como objetivo mejorar la obra de Karl Marx explicando un fenómeno que Marx no había predicho: el Capitalismo que se convierte en un sistema global (Marx había descrito un sistema nacional). En el centro de esta teoría del imperialismo está la idea de que las naciones capitalistas avanzadas están intentando evitar la revolución forzando a que su sobreproducción entre en los mercados coloniales y explotando los recursos de estas colonias. Esto permitía a las naciones capitalistas industrialmente avanzadas el mantener contentos a sus trabajadores, en parte también a través de la creación de una aristocracia obrera. Como resultado el capitalismo sería dirigido por ese sector privilegiado o aristocracia obrera, representada por los partidos socialdemócratas, hasta el punto de que la revolución no ocurriría en las naciones más avanzadas (como Marx había previsto) sino en el Estado imperialista más débil: Rusia.

Si la revolución solo puede llevarse a cabo en un país subdesarrollado esto conlleva un problema serio: ese país no será capaz de desarrollar un sistema socialista (en la teoría marxista el socialismo es el estado que sucede al capitalismo, antes de llegar al comunismo), porque el capitalismo no ha seguido su curso completo todavía en ese país, y porque los poderes extranjeros intentarán acabar con la revolución a cualquier costo. Para solucionar este problema Lenin propone dos posibles soluciones:

1.-La revolución en un país subdesarrollado desata una revolución en un país capitalista desarrollado (por ejemplo, Lenin esperaba que la Revolución Rusa provocaría una revolución en Alemania). El país desarrollado establece el Socialismo y ayuda al subdesarrollado a hacer lo mismo.
2.-La revolución tiene espacio en numerosos países subdesarrollados al mismo tiempo o en una sucesión rápida; los países subdesarrollados se juntan en un estado federal capaz de intimidar a las potencias capitalistas y establecer el Socialismo. Esta era la idea original durante la fundación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
El socialismo no puede sobrevivir sólo en un país pobre y subdesarrollado. Por eso, el Leninismo aboga por la revolución mundial en una forma u otra.

Corrientes leninistas

El término leninismo —o, a menudo, marxismo-leninismo— ha sido empleado por ideologías distintas para autodefinirse, cada una de las cuales reconoce sus raíces históricas en el Leninismo: trotskismo, estalinismo y maoísmo.

Las teorías de Lenin han sido una fuente de controversia desde su implementación, teniendo críticos tanto en la izquierda política (socialdemócratas, anarquista, e incluso otros marxistas: véase luxemburguismo o consejismo) como en la derecha (liberales o conservadores).

Marxismo-leninismo.

El marxismo-leninismo es el término compuesto que aparece a fines de los años '20 durante el mandato de Iósif Stalin, tras la muerte de Lenin y que pretende en principio el rechazo de cualquier brecha entre el pensamiento de Marx y el de Lenin, poniendo énfasis en el aporte creativo de este último al marxismo.1 Usualmente se usa para designar una tradición marxista que reúne elementos originales de los escritos de Marx, así como ideas propuestas por Lenin y otros autores afines.

El término fue acuñado por Iósif Stalin y designa la ideología de la Unión Soviética y de todos los partidos fieles a Stalin y sus sucesores. El concepto se ha utilizado para denominar una cierta interpretación, originalmente favoricida bajo el mandato de Stalin, sobre el leninismo. Durante el período estalinista, este término acabó reemplazando al de leninismo. En lo sucesivo, la expresión «marxista-leninista» generalmente se refiere a la ideología oficial de la URSS, como asimismo a la de los partidos miembros de la Internacional Comunista y, más precisamente, a la interpretación estalinista del pensamiento leninista que estigmatizaba a todos los demás como herejes.
 Después de 1945, el marxismo-leninismo es también la ideología que enarbolaron otros estados aparte de la URSS, de modo que el uso de la expresión se hizo más global y se mantuvo después de la muerte de Stalin en 1953 y después de la desestalinización (oficialmente iniciada en 1956). En su contenido ideológico, el concepto sufrió muchas variaciones para adaptarse a los contextos nacionales - como el maoísmo, el Juche o el titoísmo - y a los imperativos del momento, donde la naturaleza de la ortodoxia varía en función de las necesidades políticas.

Aunque el marxismo-leninismo frecuentemente se considera como sinónimo de marxismo y al comunismo marxista, esto no es riguroso, ya que entre los marxistas y los comunistas del siglo XX existió un amplio espectro de opiniones sobre el marxismo-leninismo. El término "marxismo-leninismo" fue usado para designar la doctrina oficial de los países del Bloque del Este hasta el final de la Guerra Fría y sigue formando parte de las referencias de ciertos regímenes actuales y algunos partidos comunistas lo reivindican hasta hoy como su doctrina.

El objetivo del marxismo-leninismo es la creación de un Estado unipartidista5 que tenga el control total sobre la economía. Según el marxismo-leninismo, este Estado refleja el concepto del socialismo (medios de producción controlados por la sociedad), que eventualmente desarrollara el comunismo. Según el marxismo-leninismo, este Estado sería una aplicación de la dictadura del proletariado. En la teoría marxista, en cambio, la dictadura del proletariado es una forma democrática de organización social; el Estado unipartidista (que fue utilizado por los Estados marxistas-leninistas) no puede ser una dictadura del proletariado bajo la definición marxista.

El "marxismo-leninismo" fue fundado como la doctrina propia de Stalin y sus ideólogos, con las palabras de Marx y Lenin utilizadas meramente como justificación, seleccionadas premeditadamente y tomadas fuera de contexto. Adicionalmente, el contenido del "marxismo-leninismo" era constantemente cambiado para satisfacer la línea actual del Partido así como esta cambiaba.  El "marxismo-leninismo" contiene desviaciones completas de los principios básicos del marxismo y el leninismo, por ejemplo el concepto del "socialismo en un solo país".

Etimología

Stalin completó su ascenso al poder en la Unión Soviética menos de cinco años después de la muerte de Vladímir Lenin en 1924. Según G. Lisichkin, el marxismo-leninismo como ideología independiente fue compilado por Stalin en su libro «Las cuestiones del leninismo» escrito en la década de 1920. Durante el periodo de gobierno de Stalin en la Unión Soviética, el marxismo-leninismo fue proclamado como la ideología oficial del estado.
Si las prácticas de Stalin en realidad seguían los principios de Karl Marx y de Lenin sigue siendo un tema de debate entre los historiadores y politólogos.

Características ideológicas

Originalmente y por un largo tiempo se había considerado el concepto de una sociedad comunista como idéntico al de una sociedad socialista. Sin embargo, fue Lenin quien definió la diferencia entre "socialismo" y "comunismo", exponiendo una concepción de ambos que se asemejaba a la "fase baja" y "fase alta" del comunismo descritas por Marx. Marx había explicado que en una sociedad inmediatamente después de la revolución la distribución del producto debía corresponder a la contribución del individuo, mientras que en la "fase alta" del comunismo se aplicaría el concepto "De cada cual según sus habilidades, a cada cual según sus necesidades".
 Stalin construyó sus fundamentos ideológicos sobre el socialismo tomando como base la definición de Lenin, pero a la que añadió sus propias modificaciones, algunas de las cuales pasaron a ser consideradas por críticos del marxismo-leninismo como distorsiones que invalidaban completamente cualquier base en el marxismo. Stalin, por ejemplo, inventó el concepto del socialismo en un solo país, que según estos críticos iba en contra de principios básicos del marxismo. Stalin derivó este concepto de una cita de Lenin arbitraria, que en su contexto original era improbable que realmente apoyase su argumento tomada fuera de contexto y, de forma crucial, con sus propias palabras como añadido. Este concepto era clave para declarar que el socialismo realmente estaba siendo construido en la URSS. En 1936, Stalin declaró que la URSS había superado la transición al socialismo y que este había sido establecido.

Para el marxismo-leninismo, la URSS era un Estado obrero y por lo tanto cualquier propiedad bajo este Estado constituía un tipo de propiedad socialista. Sin embargo, el resto de tendencias marxistas expusieron su teoría sobre una URSS no socialista con base en el desacuerdo con esto, amparándose en argumentos como el de la diferencia entre la socialización y la nacionalización.

Estado obrero

Un punto crucial de conflicto entre el marxismo-leninismo y diferentes tendencias ideológicas es que el marxismo-leninismo define a la URSS de Stalin como un Estado obrero, mientras que otros tipos de comunistas y marxistas en general niegan esto, y los trotskistas lo consideran un Estado obrero "deformado" o "degenerado".

Antirrevisionismo

El componente antirrevisionista se desarrolló después de Stalin y pasó a ser parte de ideologías basadas en el marxismo-leninismo como el maoísmo. Critica el distanciamiento de las políticas de la URSS posestalinista a las políticas históricas stalinistas, tachando las primeras de "revisionistas". Por lo tanto, China se distanció de la URSS y adoptó sus propias políticas.

Aplicación histórica

Organización política

Todos los partidos y los estados construidos bajo el control de los partidos marxistas-leninistas han creado instituciones similares, organizados bajo la premisa de que cada partido marxista-leninista es una vanguardia del proletariado de cada país y representa sus intereses en tanto clase. La organización política de las naciones gobernadas por el marxismo-leninismo es, generalmente, una república de partido único. Las repúblicas marxistas-leninistas se autotitularon oficialmente como "repúblicas obreras" ya que sólo daban acceso a su control a la clase proletaria, pero finalmente y luego de la Segunda Guerra Mundial pasarían a denominarse como "repúblicas populares" en las cuales la dirección proletaria da acceso al poder a otras "clases populares" como el campesinado. En ambos casos el partido marxista-leninista se encarga de la dirección ideológica del país.

En este sistema, el partido subordina las burocracias del Estado y la legislación a sus objetivos políticos y propagandísticos. A su vez el aparato estatal es utilizado para promover en la sociedad civil sus objetivos de transformación social y cultural hacia una economía planificada. La frecuente imposición coercitiva de estos objetivos a toda la población así como la eventual subordinación de la sociedad civil a la militancia del partido marxista-leninista han sido usualmente caracterizadas como parte de un sistema totalitario, criticado por algunos de sus defensores como una degradación de la política comunista,y por sus detractores como intrínseco a la misma.
La doctrina del centralismo democrático, desarrollada por Vladímir Lenin, es un conjunto de principios para ser utilizado en los asuntos internos de un partido, pero que según el marxismo-leninismo se extiende a la sociedad en general. Según el centralismo democrático, todos los líderes deben ser elegidos por las bases y todas las propuestas deben ser debatidas abiertamente, pero, una vez que se haya alcanzado una decisión, todas las personas tienen el deber de obedecer esa decisión y deben poner fin a todos los debates. Cuando se utiliza dentro de un partido político, el centralismo democrático está destinado a prevenir el surgimiento de facciones. Cuando se aplica a un Estado por entero, el centralismo democrático es el corolario de un sistema político de partido único con el mismo criterio organizativo, y aplicado al resto de la sociedad, implica a su vez una organización colectivista de la vida económica y social centralizada en la dirección de este estado partidario.
Las constituciones establecidas por los partidos marxistas-leninistas para los estados que gobiernan, describen su sistema político como la forma proletaria de participación democrática. Reconocen la soberanía popular plasmada en una serie de instituciones parlamentarias representativas. Tienen derecho a presentar candidatos todas las organizaciones sociales autorizadas: las organizaciones del partido marxista-leninista, los sindicatos, las cooperativas, las organizaciones juveniles, las sociedades culturales, etc. Estos estados no tienen una separación de poderes; en cambio, tienen un cuerpo legislativo nacional (por ejemplo, el Soviet Supremo de la Unión Soviética) que se considera el máximo órgano de poder estatal y que es jurídicamente superior a las ramas ejecutivas y judiciales del gobierno.
 Tal política legislativa nacional en los Estados marxistas-leninistas a menudo tiene una estructura similar a los parlamentos que existen en las repúblicas liberales, con dos diferencias importantes: en primer lugar, los diputados elegidos a los órganos legislativos nacionales no se espera que representen los intereses de cualquier circunscripción especial, sino los intereses a largo plazo de la población en su conjunto; en segundo lugar, contra la opinión de Marx, los órganos legislativos de estos Estados no están en sesión permanente. 
Por el contrario, convocan una vez o varias veces al año en sesiones que duran sólo unos pocos días. Cuando el cuerpo legislativo nacional no está en sesión, sus poderes son transferidos a un consejo más pequeño (a menudo llamado un presidio) que combina el poder legislativo y ejecutivo y, en algunos Estados socialistas (como la Unión Soviética antes de 1990), actúa como un jefe de estado colectivo. En algunos sistemas, el presidium está compuesto por miembros del partido marxista-leninista que votan las resoluciones del partido comunista en la legislación.

Crítica

De los comunistas y marxistas en general

Los comunistas y marxistas que no se adhieren al marxismo-leninismo han sido críticos con este. Argumentan que los Estados basados en el modelo marxista-leninista aplicaron el capitalismo de Estado. Establecen el origen de este argumento en los comentarios de los fundadores del marxismo sobre la propiedad estatal siendo una forma de capitalismo excepto bajo ciertas condiciones - condiciones que, según este argumento, no existieron en estos Estados. Concluyen que el marxismo-leninismo no es ni marxismo, ni leninismo, ni la unión de ambos, sino un término artificial creado por Stalin para justificar su distorsión ideológica

De los trotskistas


La crítica trotskista al marxismo-leninismo surge al ser León Trotski el líder de la oposición a Stalin en la URSS. Ideológicamente, los trotskistas critican el socialismo en un solo país del marxismo-leninismo. Consideran que la URSS pasó a ser un Estado obrero "deformado" o "degenerado" 
 Trotski rechazó la posibilidad de que la URSS tuviese base en el capitalismo de Estado.
 Esto se debe a que Trotski creía que el capitalismo de Estado no puede ser resultado de una revolución proletaria, y la insistencia de Trotski en la naturaleza de la URSS como Estado obrero de algún tipo, incluso después de su degeneración. Sin embargo, las diferentes tendencias, grupos e individuos trotskistas han pasado a tomar varias posiciones sobre la URSS y el resto de los Estados marxistas-leninistas: algunos argumentan que fue capitalista, otros que fue socialista, y otros que ni capitalista ni socialista.


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