Apuntes Personales y de Derecho de las Universidades Bernardo O Higgins y Santo Tomas.


1).-APUNTES SOBRE NUMISMÁTICA.

2).- ORDEN DEL TOISÓN DE ORO.

3).-LA ORATORIA.

4).-APUNTES DE DERECHO POLÍTICO.

5).-HERÁLDICA.

6).-LA VEXILOLOGÍA.

7).-EDUCACIÓN SUPERIOR.

8).-DEMÁS MATERIAS DE DERECHO.

9).-MISCELÁNEO


miércoles, 28 de enero de 2015

175.-La política lingüística y la Ideología.-a

Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma;Paula Flores Vargas ; Ricardo Matias Heredia Sanchez; Alamiro Fernandez Acevedo;  Soledad García Nannig; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán

Escudo de Armas de Corea.
El emblema, que forma un marco oval, lleva en su parte superior el Monte Paektu —considerado
en Corea del Norte como un lugar sagrado—, y es coronado por una estrella roja de cinco puntas,
 en representación del Estado socialista. En el centro del emblema, una central hidroeléctrica
con las espigas de arroz que pretende reflejar la fuerza de la industria y la agricultura del país,
 y la determinación del pueblo norcoreano por avanzar hacia el socialismo y el comunismo
con una economía autosuficiente. El marco está delimitado por una cinta roja que lleva
 la inscripción Chosŏn Minjujuŭi Inmin Konghwaguk (República Popular Democrática de Corea)
 en caracteres Hangul.

LA POLÍTICA LINGÜÍSTICA EN COREA DEL NORTE. 
¿LA LENGUA AL SERVICIO
 DE LA IDEOLOGÍA?


 

1.- Historia.


Fue durante las primeras negociaciones diplomáticas entre los gobiernos de Corea del Sur con Corea del Norte en año 1972, que los surcoreanos entraron por primera vez contacto directo con los norcoreanos, desde la división de Corea en 1945 , y se sorprendieron al enterarse de que había muchas palabras y expresiones, que se utilizaban  en Corea del Norte, que no podían entender fácilmente.
Algunas palabras y expresiones eran totalmente ininteligible y se encontró que algunas palabras aparentemente familiares para tener completamente diferentes connotaciones semánticas. Al principio, los surcoreanos supone que tales diferencias podrían ser puramente dialectales, pero pronto se dieron cuenta de que las diferencias lingüísticas entre el Sur y el Norte eran mucho más que dialectal.
Al igual que en otras lenguas del mundo, hay diferencias dialectales en península de Corea. Sin embargo, las diferencias dialectales en Corea nunca han sido tan grandes como para afectar a la comprensión mutua entre hablantes de diferentes  dialectos.
Es evidente, por lo tanto, el tipo de malentendidos y dificultades que los surcoreanos experimentaron durante la comunicación con los norcoreanos tenían casi nada que ver con diferencias dialectales tradicionales entre Seúl y Pyongyang.
De hecho, ya había habido una gran brecha lingüística entre el Sur y Norte, que fue resultado de una serie de innovaciones sistemáticas introducidas en el lenguaje de Corea del Norte, que comienzan con la abolición de los caracteres chinos en 1949, y estas innovaciones fueron motivados en gran medida por consideraciones políticas, así como ideológicas.
De lo contrario, el idioma coreano en el Norte nunca podría haber ido distanciando mucho de la de Corea del estándar que se habla en el sur en un plazo de tiempo que ascendía a menos de treinta años.

Las diferencias lingüística  entre Corea del Norte y el Sur.

La diferencia lingüística entre las dos Coreas no se refiere simplemente a la gramática. Sus raíces son de carácter político e ideológico y reflejan una realidad geopolítica compleja.
"Firmemente arraigada en el mundo feudal, y la vida burguesa podrida, la lengua coreana ahora se habla en Seúl sigue utilizando el tipo de sonidos nasales, preferidas por las mujeres para coquetear con los hombres [....] Una parte superior de la misma, palabras prestadas del idioma inglés, japonés y chino,  ahora pululan en el dialecto de Seúl, que asciende a más de la mitad del vocabulario coreano, ha convertido en un lenguaje mixto. Por lo tanto, ahora debemos dar el  dialecto de Pyongyang como el (estándar) "lengua culta", ya que es la lengua hablada en Pyongyang, capital de nuestra revolución."

Esta declaración fue hecha por el primer ministro de Corea del Norte, Kim Il-sung en 1966 en defensa de una nueva lengua estándar, que él nombró "Munhwa.eo", es decir, "Idioma cultivado" El término fue acuñado deliberadamente, se dice, para mantenerlo distinto del término tradicional - pyojuneo - "lenguaje estándar" que se refiere invariablemente al lenguaje coreano estándar de Seúl. Esto es, de hecho, cómo se efectuó la divergencia lingüística entre Corea del Norte y del Sur, por lo menos oficialmente, después de la división geopolítica de la península de Corea en 1945.

2.- La política lingüística en Corea del Norte.

En este blog queremos poner en evidencia que la política lingüística  seguida en corea del norte tiene unas particularidades específicas que merecen un tratamiento singular y que no pueden fácilmente asimilarse a otros países de ideología o sistema ideológico próximo. Al respecto, queremos destacar los siguientes aspectos:

a) Corea del Norte, es un país muy homogéneo en cuanto a lengua y étnia.

 Las fuentes oficiales cifran la homogeneidad en el 99%, si bien quizá el porcentaje más adecuado sería alrededor del 90% según algunas fuentes universitarias, aunque con muchas dudas pues no hay datos contrastables.
 La minoría es fundamentalmente china y una muy pequeña comunidad japonesa, que no creemos que en total alcance el 10 por ciento como podría deducirse. Constitucionalmente se reconoce a la lengua coreana como patrimonio a salvaguardar frente a “y se proclama su desarrollo en función de las necesidades de la RPDC en cada momento” , aunque no se le reconoce formalmente como lengua oficial ni en la Constitución ni en Ley específica, si bien la realidad del país no lo requiere, al ser, de hecho la lengua oficial, como es el caso de la enseñanza, donde el coreano es idioma único desde la enseñanza preescolar hasta la Universidad.

Textualmente, el art.54 de la Constitución afirma que “El Estado protege nuestra lengua de todo tipo de políticas que intenten eliminar el idioma nacional y la desarrolla conforme a requerimientos modernos”.


Queremos destacar, al respecto, el carácter claramente “combativo” de la Constitución; no es extraña en absoluto una opción decidida a favor del coreano, pues lo mismo sucede en países no ya asiáticos sino europeos occidentales (desde Francia a Islandia, por citar dos ejemplos de lenguas numéricamente importantes o casi insignificantes). Lo que si es más destacable es el sentimiento de persecución que se desprende de la expresión “políticas que intenten eliminar el idioma nacional”, lo cual, habida cuenta el carácter absolutamente monolinguístico de la sociedad coreana en la parte norte, debe interpretarse, a nuestro juicio, como una clara reminiscencia histórica de la ocupación japonesa.
 Pese a ello, el texto constitucional actual es mucho menos militante que la redacción inicial de la Constitución de 1972, en donde se atribuía al Estado la preservación del coreano frente a la política de destrucción perseguida “por los imperialistas y sus lacayos” (antiguo art. 46)  Por tanto, el art. 54 creemos debe interpretarse en clave histórica, al no existir en estos momentos ningún peligro ni tan siquiera leve para la expansión y desarrollo pleno del coreano en la República Corea del Norte.

b) el idioma coreano, es una lengua aislada.

Es idioma que forma por si mismo una sola familia, la “coreana”, aunque existen diversas variedades dialectales, como es el “munhwaeo” (o “phyongandoeo”), que es la lengua oficial en Corea del Norte, frente al “phyojunmal” (o “kangwondo”), que ha resultado la oficial en Corea del Sur, aunque no son las únicas , si bien aunque diferencias mínimas pero siendo las más destacadas las referidas a las variedades referidas entre Corea del Norte y Corea del Sur. En cualquier caso, en el Norte y en el Sur, el idioma es un elemento poderoso de identidad nacional.

c) la política lingüística de Corea del Norte se ha basado desde 1948 en un nacionalismo muy mucho más acendrado, frente al Sur, que no ha restringido el recurso a palabras chinas, por ejemplo. 


La Corea del Norte ha estilizado la lengua, imponiendo palabras de origen coreano sobre términos o palabras chino-coreanas o de origen inglés.  Ese proceso de supresión de la influencia china, más allá de factores de facilidad en la reducción del analfabetismo, es correlativo al asentamiento de la ideología jucheana en Corea del Norte, pues el conocimiento de la ortografía china y sus caracteres asumía unos tintes propios de castas privilegiadas.
Para corea del norte, la “purificación lingüística” fue una opción política , prohibiéndose a partir de 1949 por parte de Kim Il Sung el uso de ideogramas chinos, salvo excepciones muy específicas.

d) la ideología Juche, oficial en la corea del Norte, acoge, por tanto, una vertiente lingüística.

 En primer término, la variedad de Pyongyang se ha asumido como lengua oficial frente a la versión de Seúl.  Se dio paso a una “revolución lingüística” cuanto menos hasta la década de los 60 del pasado siglo XX, que supuso un proceso progresivo hacia el alfabeto Hangul.
 Los datos contrastados de la época parecen acreditar que la oposición a esta política comportó acusaciones públicas de actitudes reaccionarias y burguesas. Por otro lado, el propio Kim Il Sung anunció públicamente la posición sobre la lengua en 1966 en un discurso , que se basó en dar al dialecto de Pyongyang el rango de “lengua cultivada”  propia del país, al ser la ciudad “capital” y “cuna” de la Revolución.

e) Una “lengua cultivada” 

Deviene fruto, a juicio de los dirigentes de Corea del Norte, no de una imposición autoritaria sino de una evolución histórica, fundamentalmente frente al intento de aniquilación lingüística propiciada por Japón y al señalar la “lengua cultivada” como “la forma más perfecta de la lengua” coreana, destacando que el léxico del coreano de  corea del norte ya se enriqueció en la lucha revolucionaria anti-japonesa, al crearse expresiones y vocablos económicos y políticos propios del nuevo sistema político.

f) la política de purificación en la RPDC se acentuó en la década de los 70, al sustituirse vocablos japoneses y chinos por otros calificados de “coreanos puros”, basándose en cinco principios fijados por el propio Kim Il Sung. 


1) la no necesidad de sustituir vocablos coreanos si tal palabra se percibe como tal origen;
2) la recomendación de sustituir el vocablo chino por el coreano, si es sinónimo;
3) evitar tal sustitución si entre chino y coreano no hay sinonimia;
4) si un vocablo chino o de otro idioma no es comprensible fácilmente, y no existe equivalente coreano, debe procederse a la invención de uno propio en Corea del Norte y finalmente
5) la sustitución de cualquier palabra no deseable por un equivalente coreano. Todo ello ha supuesto la búsqueda de vocablos que fueran extractable de los diferentes dialectos nacionales para encontrar un término equivalente en coreano –para soslayar los de origen chino-  e incluso resucitando términos desaparecidos en el uso cotidiano, en algún supuesto siglos antes.

g) en cuanto a los caracteres, también la ideología ha jugado un papel importante, aunque con alguna modulación.

 En 1948 se decidió modificar la ortografía, suprimiéndose de forma total los caracteres chinos, si bien posteriormente se aceptó un conocimiento muy limitado de unos 300 vocablos chinos, como “símbolos ortográficos extranjeros” orientados en su conocimiento a una futura unificación de las dos Coreas.

h) esta política ha supuesto una diferencia entre la política del Norte y el Sur.


 Puede calificarse de éxito la política de corea del norte hasta el punto que los lingüistas consideran que ha habido un cambio radical del vocabulario en la parte norte de Corea, como acredita que los resultados hechos públicos en 1968 por el “Comité sobre la lengua nacional”, al concretar unas 50.000 palabras nuevas, aunque la asunción de las mismas fue lenta y obtuvo frutos a partir de la escolarización de los niños y su incorporación al aprendizaje. Se ha hablado así, en opinión del lingüista surcoreano Park Namsuk, de una política hipernacionalista e incluso chovinista en cuanto al purismo de la RPDC en relación al coreano, frente al Sur, que no ha adoptado tal dirigismo lingüístico.

i) ello no ha impedido, sin embargo, que el aprendizaje de lenguas extranjeras haya quedado soslayado. 

Al contrario, en la corea del norte se puede aprender lenguas europeas como el inglés, francés, ruso, español, así como también japonés, árabe o chino, siendo aquel primero el mayoritario. El aprendizaje del inglés se ha reforzado, no sólo entre los estudiantes sino también en las Fuerzas Armadas –recordemos que la política de Songun, de predominancia de la política militar, es básica en corea de norte-, si bien no parece que en general que el nivel de conocimiento de esta lengua franca alcance en absoluto los standarts que goza en Corea del Sur.

j) finalmente, queremos referirnos a otras referencias tangenciales que la Constitución efectúa a la lengua coreana, de menor importancia pero que deben ser destacadas.


 En primer lugar, el apartado primero del actual art. 165  según el cual “la justicia se administra en idioma coreano”, conjugado con el apartado segundo en virtud del cual “los extranjeros pueden usar su idioma materno ante los tribunales”, previsión plenamente lógica lo que no impide establecer que como tal lengua coreana es la lengua del Estado, en todos sus ámbitos (Parlamento, leyes, administración de justicia y Administración Pública).
No obstante, para clarificar el alcance del art. 165. 2, a nuestro juicio no parece configurar con un carácter bifronte: acaso como un derecho para el ciudadano “extranjero” pero fundamentalmente como una herramienta necesaria para facilitar el procedimiento judicial, pues la dificultad de la lengua coreana hace casi imposible de localizar extranjeros sometidos a juicios en corea del norte que tengan un dominio suficiente para su defensa ante los jueces y tribunales.

 


Política lingüística.

-Todos los Estados Soberanos cualquiera sea estructura jurídica, política, económica o social tienen una política lingüística, que puede ser autoritaria o liberal, los gobiernos son soberanos para establecer su idioma o  idiomas oficiales. Un idioma o lengua oficial es el establecido por  Estado como de uso corriente en documentos oficiales, en  leyes de una nación y, por extensión, en sus territorios nacionales.
 Es el idioma de uso oficial en los actos del gobierno o en los actos y servicios de la administración pública, en la justicia y el sector privado. También puede ser, sin que exista obligación legal, la lengua de instrucción y enseñanza oficial en el sistema educacional público e incluso privado. La relación de idioma oficial con lenguas minoritarias y extranjeras.

Corea.

Un mismo alfabeto, dos lenguas diferentes.

Las dos naciones comparten el mismo alfabeto (el Hangul), desarrollado en el siglo XV para sustituir a los caracteres chinos. Sin embargo, la separación de la península coreana supuso un punto de inflexión en 1945. Una brecha que se hizo más grande cuando Kim Il Sung dictó sus directrices sobre el lenguaje coreano en 1964 y 1966. Fue entonces cuando el régimen dictatorial del norte comenzó a buscar expresiones que sustituyeran a las de origen foráneo para reforzar el nacionalismo.

Según los estudios, más o menos la mitad de los coreanos de un lado tienen dificultades a la hora de comunicarse con los del otro. En cuanto al lenguaje coloquial, aproximadamente el 52% de las palabras son diferentes. La cifra supera el 65% en lenguajes más especializados y técnicos. Por eso, es casi imposible que trabajadores del norte y del sur puedan comunicarse. Dicho de otro modo, al menos un tercio del vocabulario cotidiano ya no es el mismo, especialmente en temas profesionales y empresariales.

El coreano del norte es mucho más puro, con poca influencia del ruso y el chino. En cambio, el del sur usa muchos neologismos, palabras derivadas de la tecnología y términos provenientes del inglés.
Puede que las actuales políticas de acercamiento que se están implementando permitan acercar algo más ambas lenguas. Sin embargo, muchos estudios apuntan a que, en pocos años, hablaremos de dos idiomas distintos. Sobre todo porque estos más de 70 años de cambio lingüístico han significado mucho más que la transformación de algunos términos. Hay incluso estructuras conversacionales que han sido modificadas.

 



El Idioma coreano.

El idioma coreano es la lengua utilizada por prácticamente toda la población de las dos repúblicas coreanas, países que es su idioma oficial. Además de las dos Coreas, el coreano también idioma co-oficial  en la región autónoma de Yanbian., en la China. Las diferencias entre los dialectos del norte y del sur no impiden la intercomunicación.

Gramática.

El idioma coreano es un idioma aglutinante. Es decir, que los modificadores generalmente se adhieren directamente a las palabras modificadas y que los tiempos y aspectos gramaticales se indican mediante derivación.
El orden básico de la frase es Sujeto - Objeto - Verbo. El verbo es el único elemento indispensable y de hecho el sujeto se suele omitir.
En coreano hay dos tipos principales de verbos, los verbos de acción  y los verbos descriptivos.
En coreano, los adjetivos no existen como tal, son verbos descriptivos conjugados en participio. Así pues, los "adjetivos" coreanos pueden conjugarse, por eso se les llama "verbos" descriptivos. Esta característica es importante de entender y recordar, ya que es el pan de cada día pero no existe un equivalente en español.
La conjugación verbal se centra mucho más en el aspecto (la intención, el modo, etc), que en el tiempo o en la persona.
En el coreano no existe ni artículo, ni género ni numero (aunque se puede específicar), y casi siempre se habla de una manera general, centrándose pocas veces en el sujeto.

Escritura.

El sistema de escritura coreano es el hangeul, es un sistema alfabético y fonético inventado en el siglo XV por rey Sejong el Grande. En el idioma académico y literario, es todavía común el uso de la combinación del alfabeto coreano con caracteres provenientes del idioma chino, denominados hanja.

1).- Hangul.

Abecedario



El alfabeto coreano o hangul es el alfabeto nativo coreano (en contraste con los hanja, o caracteres chinos). Cada bloque silábico hangul consiste en algunas de las 24 letras (jamo): 14 consonantes y 10 vocales. Históricamente, tenía 3 consonantes y una vocal más.
Estos bloques silábicos pueden ser escritos tanto horizontalmente de izquierda a derecha como verticalmente de arriba hacia abajo, las columnas de derecha a izquierda. Aunque la escritura pueda parecer ideográfica a algunos occidentales, realmente es fonética.

2).-Hanja

Palabras coreanas en hanja




Hanja; literalmente: "caracteres Han", o Hanmun, a veces traducido como caracteres sino-coreanos, es el nombre que reciben los sino-gramas en coreano, pero, de forma más específica, se refiere a aquellos caracteres que los coreanos tomaron prestados e incorporaron a su idioma, cambiando su pronunciación. Al contrario que los caracteres kanji japoneses, algunos de los cuales han sido simplificados, casi todos los hanja son idénticos a los hanzi del chino tradicional, aunque algunos difieren un poco de la forma tradicional.




El hanja era el único medio de escribir coreano hasta que el Rey Sejong de Chosun inventó el alfabeto Hangul en el siglo XV. Sin embargo, aún después de la invención del Hangul, la mayoría de los eruditos coreanos continuaron escribiendo Hanja, No fue sino hasta el siglo XX cuando el Hangul suplantó mayoritariamente el uso del Hanja.

 Oficialmente, los Hanja no se han utilizado en Corea del Norte desde junio de 1949 (y, adicionalmente, todos los textos se escriben horizontalmente en vez de verticalmente), porque Kim Il-Sung lo consideró un artefacto de la ocupación japonesa y un estorbo a la capacidad de leer y escribir. Adicionalmente, muchas palabras prestadas del chino se han reemplazado con palabras de origen nativo.


 


Curiosidad del coreano.

1: EL COREANO ES DIFÍCIL DE APRENDER PARA LOS ANGLOPARLANTES

El coreano es difícil de dominar. ¿Los motivos? Un orden de palabras muy distinto, un elaborado sistema honorifico que determina las terminaciones de los verbos, y una enorme variedad de sustantivos y terminaciones verbales en general.
 ¿La buena noticia? Aprender lo básico es bastante fácil. El alfabeto es más sencillo que el chino. No tiene tonos. Tampoco tiene género, concordancia numérica ni artículos (como el francés o el alemán).

2: EL COREANO TIENE SU PROPIO SISTEMA DE ESCRITURA

Hangul es el nombre que se le da al alfabeto coreano. Fue creado en el siglo XV por el rey Sejong el Grande. Antes de eso, los coreanos utilizaban el alfabeto y los caracteres chinos (Hanja). Pero resultaba difícil para los plebeyos y, por eso, se creó el hangul, con el objetivo de alfabetizar. Tiene 14 consonantes y 10 vocales. Las letras se agrupan en bloques de sílaba. Las letras se agrupan en bloques de sílaba.

3: ¿COMPARTE EL COREANO SIMILITUDES CON OTROS IDIOMAS?

El idioma coreano pertenece a la familia de las lenguas altaicas. Está emparentado con el turco, el mongol y el manchú (un dialecto chino). En términos gramaticales, el coreano se acerca más al japonés. También comparte muchas palabras de origen chino. Por ello, aprender coreano te dará ventaja para aprender el japonés, así como algunos vocablos chinos.

4: ES UNA LENGUA “MUY BIEN DISEÑADA”

El hangul es uno de los alfabetos más jóvenes del mundo, y por lo visto fue inspirado por los mejores. A los lingüistas les encanta el coreano. Lo describen como “el sistema fonético más perfecto jamás concebido”, con un alfabeto que le va al idioma como anillo al dedo.

5: LA FORMA DE LAS LETRAS IMITA A LA LENGUA

Si observas la forma de sus letras, comprobarás que imitan lo que hace la lengua para pronunciarlas.

6: CIERTOS SUSTANTIVOS Y TERMINACIONES VERBALES INDICAN FORMALIDAD

La formalidad, la cortesía y el estatus son muy importantes. Ciertos sustantivos y terminaciones verbales se utilizan para mostrar respeto a la persona con la que estás hablando. Es también una de las razones por las que las empresas internacionales necesitan traductores coreanos cualificados. Los matices son muy importantes en este idioma.

7: LOS COREANOS UTILIZAN PRONOMBRES COMUNITARIOS.

Los coreanos a menudo utilizan pronombres compartidos, como “nosotros” o “nos”, en lugar de “yo” o “mí”. Esto se deriva de la naturaleza comunitaria de la cultura y la sociedad coreana. Aprender cómo y cuándo se utilizan es un matiz que cuesta años entender a los extranjeros.
Aprender cómo y cuándo se utilizan es un matiz que cuesta años entender a los extranjeros. 

8: HAY DOS CLASES DE NÚMEROS

Hay dos tipos de sistemas de recuento. Uno de ellos se basa en el coreano nativo, y se usa para todos los números por debajo del 99, para contar objetos, expresar la hora, las distancias, las fechas y para hablar de la edad. Todos los números por encima del 100 se derivan del chino.

9: EXISTEN MARCADAS DIFERENCIAS ENTRE EL COREANO DEL NORTE Y DEL SUR

También está empezando a haber una división en el lenguaje entre Corea del Norte y Corea del Sur. Ambos países han desarrollado un vocabulario, pronunciación y normas gramaticales distintas.


lunes, 26 de enero de 2015

174.-El neoliberalismo.-a

Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma;Paula Flores Vargas ; Ricardo Matias Heredia Sanchez; Alamiro Fernandez Acevedo;  Soledad García Nannig; Maria Francisca Palacio Hermosilla; 


El neoliberalismo.




 El neoliberalismo –también llamado nuevo liberalismo o liberalismo tecnocrático– es la corriente económica y política capitalista, inspirada y responsable del resurgimiento de las ideas asociadas al liberalismo clásico o primer liberalismo desde las décadas de 1970 y 1980. Los defensores del neoliberalismo apoyan una amplia liberalización de la economía, el libre comercio en general y una drástica reducción del gasto público y de la intervención del Estado en la economía en favor del sector privado, que pasaría a desempeñar las competencias tradicionalmente asumidas por el Estado. Sin embargo, el uso y definición del término ha ido evolucionando en las últimas décadas y no hay un criterio unificado para determinar qué es «neoliberalismo».

Originalmente el neoliberalismo era una filosofía económica surgida entre los eruditos liberales europeos en la década de 1930 que trataban de encontrar un «tercer camino» o un «camino entre medias» de la disputa que en ese momento se libraba entre el liberalismo clásico y la planificación económica. El impulso de desarrollar esta nueva doctrina surgió del deseo de evitar nuevos fracasos económicos tras la Gran Depresión y el hundimiento económico vivido en los primeros años de la década de 1930, fracasos atribuidos en su mayoría al liberalismo clásico. En las décadas siguientes la teoría neoliberal tendió a estar en contra de la doctrina laissez-faire del liberalismo, promoviendo una economía de mercado tutelada por un Estado fuerte, modelo que llegó a ser conocido como la economía social de mercado.

En la década de 1960, el uso del término disminuyó en gran medida. El término se introdujo de nuevo en la década de 1980, debido a las reformas económicas realizadas en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet y que fueron impulsadas y supervisadas por economistas de la llamada Escuela de Chicago, los Chicago Boys. A partir de aquí, el término empezó a adoptar connotaciones peyorativas y a ser empleado por los críticos de estas reformas, al tiempo que el neoliberalismo pasó de defender una postura liberal moderada a una más radical que incluía la defensa a ultranza del laissez-faire y el capitalismo en general.
 El término es a menudo asociado a los trabajos de los economistas liberales Friedrich Hayek y Milton Friedman. También representa y se asocia al conjunto de políticas económicas introducidas por Margaret Thatcher en el Reino Unido y Ronald Reagan en los Estados Unidos. Una vez que se estableció el nuevo significado del término entre los estudiosos de habla hispana, pronto empezó a ser habitual en los estudios económicos de autores anglosajones.



Friedrich Von Hayek


(Friedrich August Von Hayek; Viena, 1899 - Friburgo, 1992) Economista austríaco y teórico de la política. Fue director del Instituto Austríaco para la Investigación Económica (1927-1931). Posteriormente ejerció como profesor en la London School of Economics (1931-1950). En 1950 se trasladó a Estados Unidos, donde impartió lecciones de ciencias sociales. De regreso a Europa, concluyó sus estudios de pedagogía en Salzburgo en 1974, el mismo año en que le fue otorgado el Premio Nobel de Economía, que compartió con Gunnar Myrdal.

Discípulo de Richard von Mises, se le sitúa en la tradición de la escuela marginalista austríaca de Carl Menger, Friedrich Von Wieser y Eugen Böhm-Bawerk. Friedrich Von Hayek fue un convencido partidario del liberalismo político y económico. Participó en el debate teórico sobre la planificación económica y proclamó la ineficacia de las economías fundamentadas en la asignación de los recursos en obras como Collectivist Economic Planning (1935), basándose en las dificultades de cálculo económico y en la imposibilidad de proveer a cada operador de la información que en el libre mercado proporcionan los precios. Sensible a los problemas de la libertad en la sociedad contemporánea, escribió ensayos sobre política, filosofía de la ciencia y metodología de la ciencia económica: Economics and Knowledge (1937), The Constitution of Liberty (1960) y Derecho, legislación y libertad (Law, Legislation and Liberty, 1982).

Hayek desarrolló la teoría del capital en relación con los fenómenos del ciclo económico, que atribuyó a causas monetarias; contradijo con ello a Keynes, cuyas principales obras (especialmente su Teoría general del empleo, del interés y de la moneda, 1936) provocaron un controvertido debate. Hayek explica las fluctuaciones cíclicas como desequilibrios en la estructura temporal de la producción (con consecuencias de ahorro forzado), cuyos responsables son los bancos con su expansión del crédito; tales puntos de vista quedaron expuestos en obras como Geldtheorie und Konjunkturtheorie (1929), Preise und Produktion (1931), Profits, Interest and Investment (1939), The Pure Theory of Capital (1941) y Camino de servidumbre (1944).





Milton Friedman (Nueva York; 31 de julio de 1912-San Francisco, Estados Unidos; 16 de noviembre de 2006) fue un economista, estadístico y académico estadounidense de origen judío, ganador del Premio Nobel de Economía de 1976 y una de las principales figuras y referentes del liberalismo. Profesor en la Universidad de Chicago, fue uno de los fundadores de la Escuela de Economía de Chicago, una escuela de economía neoclásica defensora del libre mercado.
 Junto a John Maynard Keynes y Friedrich Hayek, Friedman es considerado uno de los economistas más influyentes del siglo XX.
Ideológicamente liberal, Friedman dedicó buena parte de su carrera a la crítica del keynesianismo dominante a mediados del siglo XX, calificando la teoría keynesiana de «ingenua». No obstante, Friedman incorporó el lenguaje keynesiano en su obra, aunque siempre fue crítico con las conclusiones del keynesianismo.] Su alternativa macroeconómica se centra en los factores monetarios y se conoce como monetarismo. Friedman propuso como política monetaria ideal una expansión suave y gradual de la oferta monetaria.
 También desarrolló el concepto de la tasa natural de desempleo, y predijo la crisis de la estanflación en Estados Unidos diez años antes de que ocurriera.
Friedman fue asesor para los gobiernos de Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en el Reino Unido. También, su pensamiento económico ha sido muy influyente en las políticas de algunos Estados postsoviéticos. Su teoría monetaria inspiró las medidas que tomó la Reserva Federal de Estados Unidos como respuesta a la crisis financiera de 2008.

Biografía


Friedman recibió el Premio Nobel de Economía en 1976.


Friedman nació en el barrio neoyorquino de Brooklyn. Fue el cuarto y último hijo de una familia judía humilde formada por Sarah Ethel y Jeno Saul Friedman, inmigrantes judíos procedentes del centro de Europa. Su padre murió teniendo Friedman la edad de quince años. A pesar de ello, y debido al gran esfuerzo económico realizado por su familia y él mismo costeándose sus estudios, Friedman cursó Economía en la Universidad Rutgers.Tras ello regresó a Chicago para colaborar como investigador con Henry Schultz en mediciones de la demanda.
En 1935 empezó a trabajar para la Asociación Económica del Comité de Recursos Naturales y en 1937 dejó el puesto para incorporarse a la Oficina Nacional de Investigación Económica, en la que estudió las estructuras de ingresos de las profesiones liberales.
Fue alumno de Simon Kuznets y Arthur Burns. Trabajó como economista para varias agencias federales en la ciudad de Washington de 1935 a 1940 y de 1941 a 1943. En 1946 presentó su tesis. Profesor de la Universidad de Chicago desde 1946 a 1976, también dio clases en las universidades de Wisconsin, Princeton, Columbia y Stanford. En 1977 se jubiló como docente.
Investigador del National Bureau of Economic Research, de 1937 a 1981. Miembro activo del Partido Republicano, fue asesor económico especial, entre otros, de Richard Nixon, Ronald Reagan, Margaret Thatcher y George W. Bush. Presidente de la American Economic Association en 1967. En 1947 funda junto a Hayek y otros la Sociedad Mont Pèlerin, de la que fue elegido presidente en 1972.
Desde 1977 hasta su muerte, fue Senior Research Fellow en el Instituto Hoover de la Universidad Stanford.
También perteneció a la American Philosophical Society y la National Academy of Sciences.
En 1938 se casó con la también economista Rose Director Friedman, a la que conoció cuando ambos estudiaban en la Universidad de Chicago en una clase impartida por Jacob Viner. Juntos crearon la Milton and Rose D. Friedman Foundation for Educational Choice. También firmaron conjuntamente varios libros.
En 1941, con la entrada estadounidense en la Segunda Guerra Mundial, fue destinado al Departamento del Tesoro, donde se encargó de la política fiscal durante el periodo de guerra. En 1943 fue nombrado director de la Asociación Estadística de la Universidad de Columbia, en la que se ocupó de problemas relacionados con la producción militar. En 1953 obtuvo una beca Fullbright, que le permitió una estancia en la Universidad de Cambridge donde existía entonces un amplio debate en torno a las ideas keynesianas.

Asesoró a multitud de gobiernos, muchos de los cuales aplicaron sus propuestas económicas liberales, apareciendo en los medios de comunicación. Escribió en la revista Newsweek (1966-1984).

Pensamiento

Una de las contribuciones de Friedman a la economía es su estudio de la función de consumo. A diferencia de Keynes, que decía que el consumo de un periodo dependía exclusivamente del ingreso del mismo periodo, Friedman postuló que este dependía del ingreso permanente, es decir, del ingreso a largo plazo.
Este nuevo enfoque tenía un énfasis en las expectativas y proyecciones de los consumidores. Junto a Edmund Phelps, corrigió la curva de Philips. Introdujo el papel de las expectativas en este modelo.

Contribuciones académicas

Milton Friedman fue un monetarista. Propuso resolver los problemas de inflación limitando el crecimiento de la oferta monetaria a una tasa constante y moderada.
Economista empírico, era especialista en estadística y econometría. Defensor del libre mercado, fue el más conocido líder de la Escuela de Chicago debido, en parte, a que sus escritos son muy fáciles de leer por el hombre de la calle. Se opuso al keynesianismo en el momento de máximo apogeo de este, en los años cincuenta y sesenta.
En su explicación de la demanda de dinero (1956) Friedman plantea que, la demanda de dinero es función de la proporción entre la riqueza humana y no humana, el tipo de interés nominal, la inflación esperada, el nivel de precios real, la función de preferencia del dinero ante otros bienes y, naturalmente, de la renta. Pero a diferencia de Keynes, Friedman, más centrado en dar una explicación a largo plazo, considera la renta permanente; es decir, el valor actualizado a fecha actual de los capitales futuros originados de un stock de riqueza dado que engloba no solo aspectos cuantitativos o materiales.
Otro aporte de Friedman es la revisión de curva de Phillips, de inspiración keynesiana, que relaciona inversamente niveles de paro e inflación. Considera Friedman que el paro sería voluntario de no ser por la existencia de una tasa de paro natural, la NAIRU (non accelerating inflation rate of unemployment), consecuencia de las limitaciones impuestas por gobiernos y otras instituciones públicas. Un ejemplo de ello es la prohibición de ciertos tipos de contratos. La visión de Friedman concibe al mercado como un sistema racional de asignación de recursos, capaz de corregir sus desequilibrios a largo plazo.
En Capitalism and Freedom (1962) y Free to Choose (1980) aseguraba que solo una institución como el mercado podía garantizar la libertad de los individuos y proponía dejar áreas prioritarias como la educación y la salud en manos de la libre competencia. La teoría de Friedman dice que el consumo de la gente no se ve afectado por los ingresos actuales. Si los consumidores reciben un ingreso imprevisto, es totalmente ahorrado para consumirlo luego. Esta idea planteaba que los estímulos fiscal del Estado no tenían efecto significativo. Esta teoría que fue un pilar central del modelo monetarista sería refutada a la luz de nuevos estudios ya que el comportamiento de los consumidores es más cortoplacista que lo que predecía Friedman ya que las personas que recibe algún beneficio imprevisto, tienden a gastar parte de ello inmediatamente. Diversos economistas demostraron que los consumidores son cortoplacistas cuando dejan de recibir el dinero, reducen el gasto, al contrario de los planteos de Friedman.
Friedman planteaba soluciones de mercado a todo tipo de problemas —educación, atención sanitaria, tráfico de drogas ilegales— que en opinión de casi todos los demás exigían una intervención estatal extensa. Algunas de sus ideas eran sustituir las normas sobre contaminación por un sistema de permisos de contaminación que las empresas pueden comprar y vender. Y algunas de sus propuestas, como eliminar los procedimientos de concesión de licencia para los médicos y abolir la Administración de Alimentos y Medicamentos, las consideran estrambóticas incluso la mayoría de los conservadores.

La medalla del Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas
 en memoria de Alfred Nobel.


Cuando un gobierno intenta disminuir el paro por debajo de esa tasa natural mediante políticas monetarias muy expansivas, a corto plazo puede conseguirlo. Pero los agentes económicos se acaban dando cuenta de que, si con iguales salarios hay inflación, ven menguada su capacidad de adquisición de bienes y servicios. De tal modo que descuentan ese efecto, y en la próxima revisión de sus contratos elevarán sus salarios al alza, lo que incita a un nivel de paro mayor, todo intento sistemático por parte de los gobiernos de reducir el paro acaba creando inflación sin resolver el desempleo. Incluso puede haber un punto a partir del cual la curva de Phillips se torne en una curva de pendiente positiva, de tal modo que paro e incremento de inflación estén ligados. Eso sucedió en las crisis del petróleo de los años 70, situación que la teoría keynesiana era incapaz de explicar.
Según Friedman, el éxito de la intervención de los gobiernos es muy limitado, y lo que deben hacer es eliminar las restricciones que impiden que la tasa de paro natural se instale en una cota más reducida. Friedman consideraba que, al igual que una política monetaria expansiva puede crear crisis económicas, una política restrictiva también puede ser perjudicial, mediante una deflación de precios. Así lo puso de manifiesto en 1963 cuando publicó, junto a Anna Schwartz, un voluminoso tomo titulado A Monetary History of the United States, 1897-1958. Donde argumenta que la Gran Depresión fue consecuencia de la implantación de políticas equivocadas por parte de la Reserva Federal.

Friedman también planteaba que la política monetaria tiene efectos reales sobre el empleo a corto plazo, pero a largo plazo solo tiene efectos nominales sobre los precios. Posteriormente parte de esta teoría sería refutada por diversos estudios.

Fue uno de los principales impulsores de la política conocida como monetarismo. Décadas después Reserva Federal y el Banco de Inglaterra adoptaban su doctrina a finales de la década de 1970, pero la abandonarían dada su inviabilidad pocos años más tarde. Friedman sostenía que el crecimiento constante de la oferta monetaria mantendría la economía estable.
Estados Unidos y Reino Unido intentaron poner en práctica el monetarismo predicado por Friedman a finales de los setenta, los resultados fueron decepcionantes: en ambos países, la oferta monetaria no consiguió impedir recesiones graves. La Reserva Federal adoptó oficialmente objetivos monetarios planteados por Friedman en 1979, pero los abandonó en 1982 y oficialmente en 1984, cuando la tasa de desempleo superó el 10 %. 
Desde entonces la Reserva federal adoptaría políticas contrarias a los postulados de Friedman. En segundo lugar contribuyó al desprestigio de su teoría el hecho que desde comienzos de la década de 1980, la inflación se mantenía baja, las recesiones eran breves y leves. Y todo ello a pesar de las fuertes fluctuaciones de la oferta monetaria, que criticaban los monetaristas y que los llevaron —incluso a Friedman— a predecir desastres económicos que no llegaron a materializarse. David Warsh, de The Boston Globe señalaba que "Friedman despuntó su lanza prediciendo la inflación en la década de 1980, durante la que se equivocó profunda y frecuentemente".

Propuestas para las políticas públicas.

Propugnó medidas de corte liberal. Una de ellas fue el establecimiento del bono educativo, en la idea de incentivar la demanda educativa según las preferencias de los padres. Propuso la flexibilización de precios, desregulaciones y privatizaciones, sistemas de pensiones individualizadas, la legalización del consumo de drogas y hasta de la prostitución.
Defendió la abolición del servicio militar obligatorio, de los salarios mínimos y del seguro social. Sostenía que la economía de Hong Kong era el mejor ejemplo de una economía de capitalismo laissez faire.
En un contexto general de revolución conservadora, Milton Friedman participó en el Partido Republicano. Aconsejó a Ronald Reagan en su campaña presidencial y durante sus dos mandatos, la política económica de Reagan se basó en las ideas de Friedman, que tenían como base a una reducción de peso del estado, bajas tasas marginales de impuestos a los ingresos más altos, la desregulación de la economía y la política monetaria como única herramienta para reducir la inflación.

Para Friedman la libertad económica la tiende a generar el capitalismo, y que por eso mismo el socialismo la intenta imposibilitar y el estatismo a debilitar.
En 1980, la cadena pública de televisión estadounidense PBS emitió una serie de diez capítulos, escrita por Friedman, llamada Free to choose.
En 1991, Friedman afirmó que Colombia no debía seguir pagando el precio de la ineptitud de las leyes norteamericanas con el tema de las drogas. Consideraba que la legalización de la droga, transformaría la situación de Colombia, pues consideraba que por ser ilegal el vicio y no poder ejecutar la ley, se crea un ambiente de crimen, de guerras, de pandillas. También afirmó que no solo se debería legalizar la droga, sino, que sería necesario introducirla en el campo industrial, de manera que con ella se produzcan medicinas que ayuden a aliviar enfermedades como el glaucoma. También considera que se deben procesar las sustancias alucinógenas en farmacias para así garantizar su calidad.
En 2003, afirmó que “El medio ambiente es un problema ampliamente sobrevalorado. [...] Contaminamos por el sólo hecho de respirar. No vamos a cerrar las fábricas con el pretexto de eliminar todas las emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera. ¡Sería como ahorcarse ahora mismo!”.

Influencia en Chile

Friedman influyó en los asistentes económicos de la dictadura militar del general Augusto Pinochet incluso desde antes del golpe de Estado. Dos años después de este, en 1975, visitó Chile como invitado especial de la Escuela de Negocios de Valparaíso, por sus exalumnos chilenos de la Escuela de Chicago (Chicago Boys). El programa económico puesto en práctica en Chile durante el régimen dictatorial de Pinochet por un grupo de economistas chilenos, tenía una fuerte impronta de Friedman, la mayoría de ellos entrenados en la Universidad de Chicago por Milton Friedman y Arnoldo Harberger.

Los generales que habían perpetrado el golpe de Estado carecían de las habilidades técnicas para intervenir en la economía y los Chicago Boys asumieron esta tarea de tratamiento de shock de la inestable economía chilena. El Comité Especial del Senado Estadounidense sobre Inteligencia revelaría más tarde que las medidas económicas que implementó la Junta Militar de Gobierno en Chile inmediatamente después del golpe de Estado fueron diseñadas con ayuda de «colaboradores de la CIA»
 Según el diario The Wall Street Journal (2 de noviembre de 1973), los Chicago Boys estaban ansiosos del golpe e "impacientes por lanzarse" sobre la economía chilena. El modelo teórico que habían aprendido en Chicago de su profesor Friedman se implantó sin oposición política posible un año más tarde. Friedman visitó Chile por este motivo y, junto a Harberger, realizó varias charlas y declaraciones de prensa sobre su recomendado «tratamiento de shock» para la economía chilena, a su juicio, gravemente enferma.
Los efectos iniciales en la economía chilena fueron graves. El PIB cayó en un 12 %, la tasa de desempleo creció hasta el 16,5 %, y el valor de las exportaciones se redujo en un 40 %. Pero el sistema se empezó a afianzar a partir de 1977, iniciándose lo que se ha llamado el "boom", con cifras positivas en muchos ámbitos, pero con una constante alta tasa de desempleo, de 17-15 %, debido entre otras cosas, a los despidos masivos de empleados públicos, de funcionarios de las empresas privatizadas y la pérdida de empleo en los sectores manufacturero y exportador debido a las políticas cambiarías y de apertura de la economía.
El "boom" duraría hasta la crisis económica de 1982, fuertemente influida por la recesión mundial de 1980 y que formó parte de la crisis de la deuda latinoamericana que provocaron un alza en tasas de interés y dificultades para acceder a nuevo crédito, debilitamiento de actividad real y una caída de términos de intercambio (el cobre tuvo una abrupta caída de precio a inicios de 1980).
​ Chile quedó desprotegido a esta crisis internacional por su excesiva dependencia del mercado externo, el excesivo endeudamiento privado (el crédito doméstico subió de 25 %, en 1976, al 64% del PIB en 1982) y la fijación del dólar (switch a tipo de cambio fijo) lo que provocó una de las crisis más profundas que afectaran a la nación en conjunto a la de 1930 y la de principios de los años setenta. 
Esto provocó una caída del PIB de un 13,6 % (la caída más alta registrada por Chile desde la crisis de 1929), un notable incremento del desempleo con tasas en torno al 20 % por varios años y la quiebra e intervención de numerosos bancos e instituciones financieras (fue intervenido el 60 % del mercado del crédito).

Friedman abogó por la reducción del gasto público (20 %) y del número de empleos públicos (30 %), la eliminación de políticas sociales y un inicial aumento de impuestos al consumo constituyeron el paquete inicial de medidas del ministro Sergio de Castro.
Su colaboración con la dictadura militar de Pinochet le sería reprochada, en una entrevista en el año 2000 Friedman lo atribuyó «a los comunistas que intentaron desacreditar a cualquier persona que hubiese tenido la conexión más leve con el Presidente Pinochet». Más adelante Friedman se refirió a este tema haciendo analogía entre la dictadura militar chilena y la dictadura china, donde dictó conferencias a los estudiantes de economía y se reunió con el secretario del Partido Comunista de China Zhao Ziyang, diciendo: 
«Dicté tanto en China como en Chile exactamente las mismas conferencias. He visto muchas manifestaciones contra mí por lo que dije en Chile, pero nadie ha hecho objeciones a lo que dije en China. ¿cómo se explica?»

​ A pesar de ello se publicaría una carta que fue escrita por Friedman el 15 de abril del año 1975 dirigida al dictador Augusto Pinochet, donde Friedman expresaba un fuerte apoyo a la dictadura pinochetista y a su régimen. Después de haber visitado Chile el 21 de marzo de 1975, le escribe a Pinochet una carta donde agradece la hospitalidad del dictador:

“Nos hicieron sentir como si realmente estuviéramos en casa”.

Nobel de Economía.

El 14 de octubre de 1976 se anunció que Friedman recibiría el Premio Nobel de Economía "por sus logros en los campos del análisis del consumo, historia y teoría monetaria y por su demostración de la complejidad de la política de estabilización". El diario estadounidense The New York Times publicó una carta de dos Premio Nobel, George Wald (Medicina) y Linus Pauling (Química y Paz), en la que criticaban al comité de premiación por “una deplorable exhibición de insensibilidad” al otorgarle el premio a Friedman.
 Se sumaría también el nobel Salvador Edward Luria que calificaba la decisión del comité como “perturbadora” y “un insulto para la gente de Chile que cargaba con las reaccionarias medidas económicas avaladas por Friedman” (Friedman y Friedman 1998, 596-7). En diciembre, cuando Friedman viaja para recibir el premio, se produjeron múltiples y masivas manifestaciones. El 14 de diciembre de 1976, cuatro días después el Premio Nobel Gunnar Myrdal publicó una larga columna en el diario sueco Dagens Nyheter, la que pronto aparecería reproducida en la popular revista americana Challenge, donde critica a la Academia Sueca de las Ciencias por sus prácticas secretas en la elección de dicho nobel y argumentó que la entrega del Premio Nobel de Economía debería descontinuarse ya que era un acto político.

Críticas y defensores

Uno de los primeros en criticar la teoría de Friedman y sus postulados fue Orlando Letelier, quien en una columna en The Nation criticaba a Friedman y a los Chicago Boys por aconsejar a Pinochet la imposición de su programa económico.[36]​ Por otra parte, recalcaba la imagen de Friedman como el “arquitecto intelectual y asesor no oficial” del régimen militar chileno. Letelier vinculó las transformaciones económicas "neoliberales" que por entonces llevaban adelante los Chicago Boys, con la sostenida y sistemática violación de los derechos humanos en Chile.
Días después, Orlando Letelier, el crítico de Friedman y del régimen de Pinochet en Chile, fue asesinado por agentes del régimen pinochetista en la ciudad de Washington. El 21 de septiembre de 1976, en pleno centro de Washington, un atentado explosivo desintegró el automóvil de Letelier y causó su muerte y la de su secretaria Ronni Moffitt.
Se ha dicho que el asesinato de Letelier era la parte de un esfuerzo coordinado por varias dictaduras de los Ejércitos en América Latina para intimidar y asesinar a sus opositores políticos. Este esfuerzo, conocido como Operación Cóndor, incluyó naciones como Brasil, Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay y Bolivia. Tres de aquellas naciones —Uruguay, Argentina y Chile— comenzaron a asesinar a figuras de la oposición en países extranjeros durante la primavera de 1976.

La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre es un libro y documental escrito por la periodista canadiense Naomi Klein. en 2007, donde se habla de forma crítica sobre la influencia de Friedman y su teoría del libre mercado en diferentes países, cómo fue puesta a prueba en países que se encontraban lejos de ser libres, cómo lo poco popular de la medidas que recomendaba hacían necesario crear caos para poder implementarlas y cómo dichas medidas fracasaron, estableciendo un paralelismo con el fracaso de los experimentos con electroshock financiados por la CIA en los años 50.

La doctrina de Friedman ha sido criticada además por los resultados de la aplicación de su teoría, entre ellos que: en la primera mitad de 1975, como parte del proceso de suprimir las regulaciones de la economía, el precio de la leche en Chile quedó exento de control, al contrario de las teorías de Friedman que postulaban que el libre mercado aumentaría la competencia y haría bajar los precios, en la práctica el precio al consumidor subió un 40 % y el precio pagado al productor cayó 22 %. 

También se le atribuyó un fracaso económico a sus teorías. A fines de 1975 la tasa anual de inflación en Chile había alcanzado 341 %, la más alta inflación en el mundo, producto de la aplicación de la teoría monetarista. Los precios al consumidor aumentaron ese mismo año en un promedio de 375 %; los precios al por mayor crecieron en 440 %.El Producto Real Nacional Bruto se contrajo durante 1975 en casi 15 % a su más bajo nivel desde 1969, mientras, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el ingreso nacional real "cayó en un 26 %, dejando el ingreso real per cápita más bajo que su nivel de diez años anteriores. La disminución en el Producto Interno Bruto de 1975 refleja una caída de un 8.1 % en el sector minero, una disminución de un 27 % en la industria manufacturera y una caída de 35 % en la construcción. La extracción de petróleo bajó en un 11 % estimado, mientras que transportes, almacenamiento y comunicaciones bajaron 15.3 %, y el comercio disminuyó en 21.5.
El activista liberal económico Johan Norberg, autor de varios libros y documentales en favor de la globalización económica, considerando una falsificación histórica su lectura de las palabras de Friedman así como su reinterpretación de lo que Friedman interpretaba como "crisis" (consecuencia de las políticas estatistas) y como "shock" (la aplicación inmediata de un paquete de medidas de desregulación).
También acusó a Klein y los antiglobalistas de imponer una premisa de impopularidad de las economías de libre mercado, apelando a una falaz generalización con el fin de asociar la libertad económico-individual con la autocracia político-colectiva.​ Para el autor, así como para Friedman, la libertad política necesaria para hacer ejercicio de una democracia política, requiere de la libertad económica (sea que se elijan políticas socializantes o liberalizadoras de la actividad empresarial); Dentro de los economistas liberales, Friedman, ha sido criticado por Joshep Salerno en su libro Money: Sound and Unsound, publicado en 2010 por el Instituto Ludwig von Mises.

En 1976 se traslada a San Francisco para integrarse a la Institución Hoover, donde siguió defendiendo la libertad económica. En 1998 escribe un libro junto a su esposa, titulado Dos personas con suerte, donde relata sus memorias.
Falleció a causa de un ataque cardíaco el 16 de noviembre de 2006, a los 94 años, en un hospital próximo a la ciudad de San Francisco, donde residía desde finales de la década de los años 70. Fue sobrevivido por su esposa Rose y por su dos hijos: Janet y David tenía cuatro nietos y tres bisnietos. Tras su muerte su familia pidió que, en lugar de recibir flores o regalos, todas las aportaciones deseadas se destinarán a la Milton and Rose D. Friedman Foundation Fue incinerado y sus cenizas fueron esparcidas en la bahía de San Francisco.



El viaje que Milton Friedman no pudo olvidar.

El 20 de marzo de 1975, el emblemático economista de la Universidad de Chicago aterrizó en nuestro país para realizar una serie de conferencias. A su llegada sostuvo una entrevista con Pinochet. Después de una semana en Chile, llovieron las críticas por no alzar la voz ante las violaciones a los derechos humanos. Incluso se le acusó de dirigir el shock treatment, como se conoció al duro plan para enfrentar la crisis económica. Esta crónica reconstruye ese viaje y sus consecuencias.

por Leonidas Montes
12 Mayo 2020

Milton Friedman ya era un reconocido y prestigioso economista en el año 1975. También, una destacada figura pública. Sus columnas semanales en la revista Newsweek eran muy leídas e influyentes. Fue asesor de Richard Nixon y posteriormente de Ronald Reagan. Como él mismo solía decir, era un republicano con “R”. Además, era un serio candidato para el Premio Nobel de Economía. En fin, durante el apogeo de la Guerra Fría, sus ideas políticas libertarias se extendían más allá de la economía y su teoría monetaria.



Uno de los episodios más controvertidos de la vida de Milton Friedman fue su visita a Chile en 1975. Tanto es así, que 23 años después, en Two Lucky People, titula un capítulo entero “Chile”, agregando un apéndice con documentos de esa visita que lo persiguió durante toda su vida. Con su común franqueza y crudo sentido del humor, recuerda: “Nunca pude decidir si debía divertirme o molestarme frente a la acusación de que administraba la economía chilena desde mi escritorio en Chicago”.

Como veremos, quizá tenía buenas razones para estar más bien molesto.

Milton Friedman llegó a Santiago con su esposa Rose Friedman el jueves 20 de marzo de 1975. Rolf Lüders lo esperaba en el aeropuerto. Había sido invitado a Chile por la Fundación de Estudios Económicos, un centro de estudios privado que dependía del Banco Hipotecario de Chile (BHC), controlado por Javier Vial. Al día siguiente, junto a Arnold Harberger y el economista brasileño Geraldo Langoni, graduado con un PhD en Chicago en 1970, se reunieron con Pinochet por casi una hora. Esa entrevista, en la que además de hablar de la cruda realidad económica Friedman le habría transmitido a Pinochet sus ideas sobre la relación entre libertad económica y libertad política, fue parte del costo de su primera visita a Chile.

Su semana fue intensa: durante el fin de semana viajó a Viña del Mar, habló en la Escuela de Negocios de Valparaíso; a su regreso participó en varios encuentros con diversas autoridades y representantes del mundo privado, dio dos charlas abiertas –en la Universidad de Chile y la Universidad Católica– y, antes de dejar Chile, después de jugar un partido de tenis con Javier Vial, participó en el seminario organizado por sus anfitriones.

El título de sus charlas universitarias fue “La fragilidad de la libertad”. En la grabación que realizó después de su visita en Fiji, y que usa en Two Lucky People, dice: “Me desvié del tema principal de mis otras charlas que tenían que ver con la inflación y hablé de la fragilidad de la libertad, enfatizando la rareza de las sociedades libres… y el rol que jugaba la emergencia de un Estado de bienestar en la destrucción de una sociedad libre. La línea general que había tomado… fue obviamente, a juzgar por la reacción, casi completamente nueva para ellos. Al escuchar la charla había una actitud de shock que se había permeado en ambos grupos de estudiantes”.

En las charlas universitarias Friedman fue consistente con sus ideas. Y también provocativo, dada la situación política del momento. Su habitual argumento de la libertad económica como condición necesaria para la libertad política, ciertamente era un tema peliagudo y controversial al inicio de la dictadura. En su Capitalism and Freedom (1962) ya había sostenido que “la libertad económica es también un medio indispensable para alcanzar la libertad política”. Eso explica su recuerdo de la “actitud de shock” que percibió en los estudiantes. No resulta sorprendente que en El Mercurio, que cubrió la visita de Friedman con especial ahínco, solo se haya mencionado una de estas charlas –la de la Universidad Católica– y de manera muy escueta.

Finalmente, el miércoles dio la charla para la cual había sido invitado. Al final de su presentación respondió una serie de preguntas y, cuando le consultaron por la situación en Chile, dijo:
“Mi diagnóstico es que el paciente sufre del virus ‘déficit fiscal’ con complicaciones de tipo monetario”.
 El año 1974 la inflación había alcanzado un 369.2% y a comienzos de 1975 seguía siendo muy elevada. El déficit fiscal –financiado principalmente con emisión de dinero– era enorme. Por si fuera poco, el precio del cobre estaba en el suelo. Y el del petróleo, en el cielo. La solución era reducir drásticamente el déficit fiscal y administrar la política monetaria. En este contexto, se lanzaría el 24 de abril, justo un mes después de la visita de Friedman, el “Plan de Recuperación Económica”, bajo el liderazgo de Jorge Cauas. Este paquete de medidas para enfrentar la crisis posteriormente se conocería como el “shock treatment”, el plan que supuestamente Milton Friedman dirigía desde su escritorio en Chicago.

En las charlas universitarias Friedman fue consistente con sus ideas. Y también provocativo. Su habitual argumento de la libertad económica como condición necesaria para la libertad política, era un tema controversial en dictadura.
El jueves 26 de marzo, junto a su esposa Rose, dejan Chile rumbo a Australia. Y en Fiji, con una hermosa vista a la playa, graba sus impresiones de la visita a Chile (parte diciendo que no le gustó la comida en el Sheraton).

A su regreso a Chicago, ya no lo acompañaría el buen clima playero. La primera señal fue una carta publicada en la Newsweek del 14 de junio de 1975, donde un grupo perteneciente a un Comité Ciudadano por los Derechos Humanos y Política Exterior expresa su “conmoción y consternación”, al enterarse de que Friedman “estaba sirviendo como asesor económico de la Junta de Pinochet”. Friedman inmediatamente responde que no es ni ha sido asesor del gobierno de Pinochet y aclara que fue invitado por una fundación privada, que dio clases públicas y que se reunió con muchas personas, incluyendo al general Pinochet.

 El 22 de septiembre de 1975, solo cinco meses después de su visita al país, una editorial del New York Times se refería críticamente a la situación en Chile:
Pero después de muchos meses de aplicar la teoría monetaria y los duros programas de austeridad del profesor Milton Friedman, el desempleo ronda el 20%, la producción industrial cayó fuertemente durante la primera mitad del año, la inversión extranjera gotea y la fantástica tasa de inflación solo recientemente está dando señales de aflojar. Sin lugar a dudas, existe una campaña marxista, llevada a cabo por gobiernos incluso más opresivos que el liderado por Pinochet, para manchar a la Junta y exaltar el caótico régimen de Allende”.
 En esta historia, la última parte de la editorial del New York Times, ha sido ignorada.

Diez días después de la publicación de esta editorial, Anthony Lewis escribe una influyente columna en el New York Times acerca de la tortura y represión en Chile. Menciona nuevamente a Milton Friedman, pero esta vez lo vincula directamente a las políticas económicas promovidas por la Junta Militar:
 “… la represión también puede estar relacionada con una política económica que no podría imponerse en una sociedad libre… La política económica de la Junta chilena está basada en las ideas de Milton Friedman, el economista conservador americano, y su Escuela de Chicago. El mismo Friedman ha visitado Santiago y se cree que ha sugerido a la Junta un programa draconiano para acabar con la inflación”. 
Con esta columna, el supuesto vínculo de Milton Friedman con Chile, Pinochet y el “shock treatment” quedaría públicamente establecido.

Aunque existe evidencia de que el “Plan de Recuperación Económica” ya estaba diseñado y cocinado antes de su visita, también es cierto que su presencia en Chile contribuyó a promover la implementación del “shock treatment”. Había aprensiones –representadas por los “gradualistas”– sobre el costo social y político de estas duras medidas.

Antes de su visita a Chile, Friedman había recibido algunas advertencias sobre las posibles consecuencias del viaje. Y después, claro, llovieron las críticas. El mejor ejemplo es el fascinante intercambio epistolar con el economista austríaco Gerhard Tintner (1907–1983). El 2 de enero, antes de partir a Chile, Tintner le envía algunos artículos vinculando a Pinochet con “la cuestión judía”. Friedman, que era judío e hijo de inmigrantes judíos, le agradece la información y le cuenta que visitará Chile no para aprobar o desaprobar lo que sucede, sino solo como un observador que quiere aprender de la delicada situación económica que se vive allí. 
Finaliza su carta diciendo que “la tragedia es que en Chile la real democracia fue primero destruida por Allende, lo que produjo una contra reacción. No tengo dudas que esta contra reacción ha sido violando los derechos humanos. Dos males no hacen un bien”.

El 6 de febrero, Tintner le responde con algunos recuerdos nostálgicos de la Universidad de Chicago, y le dice que espera conocer, pese a sus aprensiones, su opinión sobre Chile después de su viaje. Pero el 16 de junio de 1975, tres meses después de la visita a Chile, Tintner le escribe una larga carta acusándolo de ser un nazi y de tener un retrato de Pinochet en su escritorio. Esta misiva va con copia a una serie de destacados economistas (entre ellos, Paul Samuelson, George Stigler, Theodore Schultz, Arnold Harberger y Harry Johnson) e incluye también a André Gunder Frank (1929–2005), un actor importante en esta trama que había obtenido su PhD en la Universidad de Chicago, y el jesuita Gonzalo Arroyo (1925–2012), entonces alumno de doctorado en Iowa. Friedman le contesta un mes más tarde, confesándole que dudó en responder a su “histérica misiva”, ya que si se pusiera a su nivel tendría que “acusarlo de admirar a Goebbels”.

Al día siguiente de su llegada, junto a Arnold Harberger y el economista brasileño Geraldo Langoni, se reunieron con Pinochet por casi una hora. En esa entrevista, Friedman le habría transmitido a Pinochet sus ideas sobre la relación entre libertad económica y libertad política.
Friedman atribuye a Tintner un “curioso doble estándar” y le recuerda que sus visitas a la Unión Soviética y sus viajes a Yugoslavia, también para dar consejos en temas económicos, no generaron reacción alguna. Posteriormente, Friedman insistiría con este argumento del doble estándar. Seis años más tarde, en 1981, después de viajar a China durante tres semanas, Friedman escribió en su columna de Newsweek:
“Puedo predecir con gran seguridad que Anthony Lewis no usará su columna para regañarme por entregar consejo económico a un gobierno comunista”.
 Después, el 27 de octubre de 1988, en una carta al Stanford Daily, Friedman describía que en su nuevo y reciente viaje a China había tenido una reunión privada de dos horas con el secretario general del Partido Comunista de China, Zhao Ziyang. Al comparar las dictaduras de Chile y China, irónicamente se pregunta si ahora debe estar preparado para recibir “una avalancha de protestas por haber estado dispuesto a dar consejo a un gobierno tan malvado. Y si no, ¿por qué no?”.

En su respuesta a Tintner también agrega:

“[yo] no apruebo ninguno de estos regímenes autoritarios –ni el régimen Comunista de Rusia y Yugoslavia, ni las juntas militares de Chile y Brasil”. Enseguida analiza la situación con Allende y hace un diagnóstico sobre el pasado y el futuro de Chile: “Mi impresión es que el régimen de Allende le ofrecía a Chile solo malas elecciones: un comunismo totalitario o una junta militar. Ninguna opción es deseable, y si yo hubiera sido un ciudadano chileno, me hubiera opuesto a ambas… Entre los dos males, al menos hay una cosa que puede decirse de la junta militar: hay más posibilidades de volver a una sociedad democrática. Hasta ahora, y hasta donde sé, no hay ejemplo de un comunismo totalitario que se convierta en una sociedad democrática liberal… La razón de esta diferencia no es el mérito o la falta de mérito de los generales versus los comisarios. Es más bien la diferencia entre una filosofía totalitaria y una dictatorial. Por muy despreciable que esta última sea, al menos deja más espacio para la iniciativa individual y la esfera privada de la vida… recuperar la democracia depende críticamente del éxito del régimen para mejorar la situación económica y eliminar la inflación”.

También recuerda sus dos charlas acerca de “La fragilidad de la libertad”, en las que “explícitamente caractericé al régimen como no libre, hablé acerca de la dificultad de mantener una sociedad libre, del rol del libre mercado y de la empresa, y de la urgencia para establecer dichas condiciones para la libertad. No hubo censura ni antes ni después, la audiencia era grande y entusiasta, y no recibí crítica alguna. ¿Pude haber hecho esto en la Unión Soviética? O más directamente, ¿bajo el régimen comunista que Allende pretendía, o en la Cuba de Castro?”.

Finaliza su carta a Tintner argumentando:

“Déjeme destacar nuevamente lo siguiente. No apruebo ni justifico los regímenes de Chile, Brasil, Yugoslavia o Rusia. No tengo nada que ver con su creación. Deseo fervientemente que sean reemplazados por sociedades democráticas. No considero visitar esos países como un acto de apoyo. No considero inmoral aprender de su experiencia. Tampoco considero inmoral entregar consejo en política económica si me parece que las condiciones para mejorar la economía pueden contribuir al bienestar de la gente y a la posibilidad de un movimiento hacia una sociedad políticamente libre”.

Mientras se publicaba esta respuesta de Friedman a Tintner en el Chicago Maroon –dirigida, eso sí, a un Dear Professor para asegurar el anonimato de Tintner–, un grupo de estudiantes de Chicago, incluyendo a André Gunder Frank, crearon una “Comisión de investigación del caso Friedman/Harberger”. De inmediato comenzaron las manifestaciones y protestas en la Universidad de Chicago.

Casi un año más tarde, el 21 de septiembre de 1976, Orlando Letelier, de solo 44 años, fue asesinado en Washington DC. Su auto explotó en Sheridan Circle, a pasos de la embajada chilena. En este atentado también murió su colega en el Institute for Policy Studies, la ciudadana americana Ronni Moffitt. Y su cónyuge, Michael Moffitt, quedó gravemente herido. Este crimen generó una enérgica censura y acaparó interés mundial. Después de una larga investigación de casi dos años, finalmente las sospechas sobre la participación de la DINA fueron confirmadas.

‘No apruebo ni justifico los regímenes de Chile, Brasil, Yugoslavia o Rusia. No tengo nada que ver con su creación. Deseo fervientemente que sean reemplazados por sociedades democráticas. No considero visitar esos países como un acto de apoyo. No considero inmoral aprender de su experiencia’, escribe Friedman en una de sus cartas al economista Gerhard Tintner.
El 28 de agosto de 1976, apenas tres semanas antes del asesinato, la revista The Nation había publicado un ensayo de Orlando Letelier titulado “Los Chicago Boys en Chile: El terrible peaje de las ‘libertades’ económicas”. Tras el crimen de Letelier, este artículo fue muy leído, ampliamente reproducido y traducido a varios idiomas. En estas páginas Friedman es caracterizado como “el arquitecto intelectual y el consejero no oficial para el equipo de economistas que ahora dirigen la economía de Chile”. También lo muestran como el cerebro y promotor del “shock treatment”. Si bien Letelier intentaba defender el legado económico del gobierno de la Unidad Popular y criticar la política económica de los Chicago Boys, su objetivo también era Milton Friedman. Por ejemplo, aunque era de público conocimiento que Friedman había viajado solo una vez a Chile, Letelier se refiere a la “última visita conocida de los señores Friedman y Harberger a Chile”.

El 14 de octubre de 1976, tres semanas después del brutal asesinato de Orlando Letelier, se anuncia que Milton Friedman recibiría el Premio Nobel de Economía 1976 por “sus logros en los campos del análisis del consumo, historia y teoría monetaria, y su demostración de la complejidad de las políticas de estabilización”. Inmediatamente después del anuncio, el New York Times publica una carta, firmada por dos ganadores del Nobel, George Wald (Medicina) y Linus Pauling (Química y Paz), criticando al Comité de Premiación del Nobel por una “exhibición deplorable de insensibilidad” al entregárselo a Milton Friedman. Ese mismo día aparece otra carta en el mismo medio, esta vez firmada por quienes habían obtenido el Nobel de Medicina, David Baltimore y Salvador Edward Luria, calificando la decisión del Comité como “perturbadora” y como “un insulto a la gente de Chile”, que llevaba “la carga de las medidas económicas reaccionarias patrocinadas por el profesor Friedman”.
Milton Friedman respondió privadamente a cada uno de ellos, adjuntando la carta a Tintner, la respuesta a la carta del Newsweek del 14 de junio de 1975 y la carta de Harberger a Stig Ramel, entonces presidente de la Nobel Foundation, del 10 de diciembre de 1976. Como “científicos preparados para revisar sus hipótesis”, les pide “disculpas públicas por el daño causado”. Únicamente Baltimore y Luria le respondieron manteniendo su argumento.

En Estocolmo, múltiples demostraciones lo esperaban a su llegada para la ceremonia de premiación que se celebraría el 6 de diciembre de 1976. Durante la semana que estuvo en Suecia permaneció bajo escolta policial y con dos guardaespaldas permanentes. Después del golpe de Estado, muchos chilenos exiliados fueron acogidos por Suecia. Y con el apoyo del Chilekommittén, ya estaban preparadas las protestas. Una carta pública del Chilekommittén se refería al “trabajo para desarrollar las protestas contra el hecho de que Milton Friedman haya sido premiado con el Nobel de Economía. El acto es solo un eslabón en la lucha anti–imperialista, esto es, un trabajo de solidaridad con los oprimidos del Tercer Mundo que luchan por la liberalización social y económica”. En medio de la Guerra Fría, todo esto era parte de la campaña contra el capitalismo. Y también contra Friedman, su agudo y emblemático representante público.
En la ceremonia de premiación, justo antes de que Friedman recibiera el Premio Nobel, un manifestante se puso de pie y gritó en inglés “Down with capitalism, freedom for Chile”. Como recuerda Rose Friedman, “el momento fue breve, pero tenso”. Después de este impasse, las protestas y manifestaciones perseguirían a los Friedman durante varios años. Y Friedman las enfrentó con resignación y entereza. Por ejemplo, en octubre de 1998, cuando tenía 87 años, un joven de 27 le lanzó un pastel en la cara durante una conferencia sobre educación. Y 10 años después, en 2008, la Facultad de Economía de la Universidad de Chicago quiso crear el Milton Friedman Institute para promover el estudio, la investigación y el desarrollo de la economía. Fue tal la oposición que generó esta iniciativa, que no se pudo implementar. Después de un arduo debate y muchas negociaciones, el 2011 se fundó el Becker Friedman Institute. Solo cabe especular sobre la conveniencia del orden alfabético.
Pocos meses después de recibir el Premio Nobel, Milton Friedman le escribe a Rolf Lüders –el único chileno que realizó su PhD en Chicago bajo su supervisión–, agradeciéndole las grabaciones de su charla para la fundación del BHC. Le cuenta que ha sido víctima de críticas y ataques por su visita a Chile y recordando las charlas sobre “La fragilidad de la libertad” que dio en la Universidad Católica y la Universidad de Chile, le pide si puede encontrar alguna grabación.
 Finaliza su carta diciendo que no se arrepiente de haber visitado Chile y que, por el contrario, fue una visita “educativa e instructiva”. Por lo demás, agrega, “no hay almuerzo gratis y el costo, aunque elevado, no ha estado exento de recompensas”.



Yentl



  
Por: Andrea Mancaniello 

12 de mayo de 2017

“ ¡El mejor debut como director desde Ciudadano Kane! ”
                                                            Steven Spielberg (1983)

El pasado 6 de mayo Barbra Streisand cumplió 75 años, es un placer rendirle homenaje con el proyecto de su vida, aquel para el que empleó las múltiples habilidades de su talento: Yentl, la película musical que escribió, produjo, cantó, protagonizó y dirigió en 1983, el debut detrás de la cámara con el que ganó –desafortunadamente la única mujer hasta la fecha– un Globo de Oro a mejor dirección.

Basada en un cuento titulado Yentl, el chico de la Yeshivá , publicado en idish por el autor ganador del Premio Nobel Isaac Bashevis Singer, la película fue duramente criticada por la prensa mientras aún estaba en producción, despreciada por los críticos e ignorada por la Academia, que sólo le otorgó el Oscar a la mejor banda sonora original. A pesar de todo, hoy en día es un auténtico objeto de culto, sobre todo para la comunidad gay que, en una época en la que todavía no existía el "cine militante" actual, se identificó con la invitación a liberar su identidad más íntima que proponía la película.
La fama de Yentl y el estatus icónico que ha adquirido están tan bien establecidos que en la hilarante comedia de Frank Oz In & Out (1997), el protagonista se ve inducido a insultar la película de Barbra Streisand para proporcionar una prueba cierta e irrefutable de su virilidad.


Europa del Este, 1904. Yentl es la hija del rabino Mendel y estudia la Torá con su padre, escondida de la gente de su pequeño pueblo; A las mujeres se les prohíbe acercarse a las Sagradas Escrituras y una muchacha que se atreva a mostrar interés por el conocimiento sería considerada demoníaca.
Incapaz de limitar su curiosidad intelectual, Yentl “ no fue creada para amasar pan y hornear budines, para charlar con mujeres estúpidas y abrirse paso a codazos hasta el mostrador del carnicero ”, y tras la muerte de su padre, se viste de hombre, toma el nombre de su hermano fallecido Anshel y huye, haciéndose pasar por un chico que busca una yeshivá donde estudiar.


Escrito por Jack Rosenthal y Barbra Streisand, el guión de Yentl mantiene la estructura de la historia original con algunas omisiones, pero se aleja de ella significativamente al colocar los sentimientos en primer plano; La idea revolucionaria de utilizar nueve canciones inéditas escritas específicamente para dar forma a los pensamientos del protagonista, pone el énfasis en los impulsos más ocultos, amplificando las emociones.
La posibilidad de hacer manifiesto incluso lo indecible a través de la revelación del pensamiento aumenta la profundidad del personaje, penetra más allá de la superficie de un pálido reflejo de la esencia que ofrece la mera expresión verbal y representa toda la perturbación de esa tensión erótica indecible que atrae a los espíritus afines.


El apasionado debutante del director ha construido una puesta en escena depurada, cuidada en los más mínimos detalles, hecha de múltiples niveles y elecciones visuales poco convencionales; una secuencia de pasaje como la de la lluvia por ejemplo, que cae mojando todos los lugares que ya han sido escenario de momentos reconocibles, de simple momento descriptivo se convierte en metáfora del dolor por acontecimientos fatales. También es destacable el montaje, que avanza a paso firme apoyando una canción como Tomorrow night , devolviendo la aceleración en caída libre bajo el peso de la mentira. También cómoda en las numerosas escenas de multitudes, Barbra inserta metáforas visuales como un líquido fluyendo para representar el viaje de Yentl hacia la conciencia: desde el goteo inicial, a través del río, hasta la inmensidad del océano final.


La diva había querido llevar la historia de Singer a la gran pantalla desde 1968 y aunque sólo lo consiguió quince años después, fue capaz de llevar con credibilidad la ropa de la protagonista pese a que por entonces era demasiado madura para el papel. Mandy Patinkin, recién llegada de Ragtime de Milos Forman y miembro del elenco original de la primera producción de Broadway de Evita , encarna a su compañero de clase Avigdor con sensualidad extrovertida. La californiana Amy Irving, lanzada por Brian De Palma en los thrillers paranormales Carrie y Fury , encarna la rendición de Hadass, una niña judía en ese mundo arcaico del Viejo Continente que la llegada del nazismo con la crueldad de la Shoah barrerá para siempre.


La realización de Yentl requirió la dedicación total de Streisand durante cinco años de intenso trabajo: el estudio de la Torá, de la cultura yiddish con sus ritos y de las pinturas de Rembrandt como referencia estética. El resultado es una obra que, a pesar de la traición del texto, mantiene todo el humor propio de la literatura judía, dispuesto a aflorar incluso en los momentos más dramáticos.
Ambientada en Polonia, la película se rodó en Checoslovaquia (en Zatec y en Praga, que hizo de ciudad de Lublin) y en los Lee International Film Studios de Londres, con la magnífica secuencia final (un homenaje a Funny Girl de William Wyler , el debut ganador del Óscar de la actriz Barbra Streisand) filmada en un barco cerca de Liverpool.
Manifiesto de la emancipación femenina, Yentl representa una emoción visual siempre viva, capaz de dar escalofríos incluso después de tantos años, para volver a ver en la espera de que Barbra Streisand regrese finalmente al musical con la anunciada versión cinematográfica de Gypsy., que sufrió un nuevo revés el verano pasado.

Yentl es una película musical estadounidense dirigida, protagonizada y coproducida por Barbra Streisand, que se estrenó el 18 de noviembre de 1983.

Está basada en la obra teatral homónima de Leah Napolin e Isaac Bashevis Singer, que a su vez se basa en el cuento de Singer Yentl the yeshiva boy (Yentl, el chico de la Yeshivá). La música y las canciones del musical fueron compuestas por Michel Legrand, debiendo gran parte de su éxito a canciones memorables como "Papa, can you hear me?" y "The way he makes me feel", ambas interpretadas por Streisand.

Argumento

Yentl es una muchacha judía que vive con su anciano padre, el rabino de un pueblo en la Europa Oriental de principios del siglo XX.[nota 1]​ Yentl está muy interesada en los estudios pero en su época la educación superior está vetada a las mujeres, aunque su padre le permite estudiar las escrituras a escondidas. Cuando su padre muere repentinamente, Yentl tiene la ocurrencia de cortarse los cabellos y vestirse de chico para irse a estudiar a una escuela talmúdica.

Por el camino encuentra a un grupo de estudiantes que le aconsejan ir a su escuela en Bychawa, cerca de Lublin, porque tiene los mejores profesores y Yentl se une a ellos. Pronto, uno de los estudiantes veteranos, Avigdor, se convierte en su amigo y protector, ya que Yentl le recuerda a su hermano pequeño. Yentl se siente feliz en el ambiente académico y enseguida destaca en sus estudios. Sobre todo disfruta de las interminables discusiones sobre detalles legales del Talmud con el bello Avigdor, del que empieza a enamorarse. Pero el estar fingiendo ser un chico, con el nombre de Anshel, le impide revelar sus sentimientos. Por su parte Avigdor está enamorado de su prometida, Hadass, pero la tragedia se cierne sobre la pareja cuando la familia de Hadass descubre que el hermano de Avigdor se había suicidado, por lo que cancelan la boda por considerar marcada a la familia de Avigdor.
Avigdor se siente desolado y le pide a su amigo Anshel que vaya a consolar a su amada Hadass. A sus padres, que están deseosos de casarla inmediatamente, se les ocurre que Anshel es un buen partido, e incluso a Avigdor le parece una buena idea, ya que dice que si no puede ser para él, casándose con su mejor amigo no la perderá del todo. Yentl no puede aducir ninguna excusa válida para evitar el matrimonio sin descubrirse y así se encuentra prometida en matrimonio sin proponérselo. La ceremonia del matrimonio se celebra, y entonces Yentl se pasa días dando excusas para no consumarlo, pero cuando finalmente se ve acorralada se confiesa ante Avigdor. El escándalo que se desata consigue que los padres de Hadass accedan a que se una a Avigdor y Yentl decide emigrar a Estados Unidos para vivir con mayor libertad.

Reparto

Barbra Streisand: Yentl / Anshel
Mandy Patinkin: Avigdor
Amy Irving: Hadass
Nehemiah Persoff: rabino Mendel, padre de Yentl
Steven Hill: rabino Alter Vishkower
Miriam Margolyes: Sarah



40 años del estreno de una película romántica que hizo historia. Un turbulento conflicto entre religión y sexualidad en clave musical. 
Un fascinante atrevimiento que muchos le dijeron que no podía hacer, pero Barbra Streisand se impuso.

18 Noviembre 2023

Uno de los momentos más divertidos en 'Licorice Pizza' es la aparición de Bradley Cooper como Jon Peters, un estrambótico personaje sin un gran talento aparente pero con necesidad de hacerse notar en cuanto entra en la habitación. Sus grandes aportaciones consiste en corregir a un grupo de adolescentes sobre cómo pronunciar el nombre de su pareja, creyendo que está contribuyendo de manera fundamental al gran proyecto de Barbra Streisand ("sand", como la arena de la playa).
Es, por supuesto, un acto completamente fútil. Quién realmente contribuía al gran proyecto de Brabra Streisand siempre fue la propia Streisand, motivada a cimentar una leyenda en contraposición a quien le decía que no tenía posibilidades de hacer lo que pretendía. Le decían que no podía hacer un musical a partir de un drama religioso en novela corta, y le decían que no podía hacer de chico de 17 años si ella tenía 40. Pero, al igual que su protagonista, 'Yentl' se impuso a las dudas.

En búsqueda de la voz

Estrenada hace ya 40 años, este torbellino de drama histórico, romance, espiritualidad y también musical que se puede ver en streaming a través de Filmin fue un enorme episodio en la carrera de la artista. No sólo fue su debut en la dirección (aunque siempre se ha comentado que pudo tener más mano en su versión de 'Ha nacido una estrella' de lo que se ve en los créditos), sino que fue una de las películas de más entidad en ser escrita, dirigida, producida y protagonizada por una mujer, siendo además galardonada por ello en premios como los Globos de oro.
En ella nos dirigimos a la Europa de comienzos del siglo XX, en las comunidades de judíos askenazis donde las mujeres están relegadas a las tareas domésticas mientras los hombres pueden dedicarse a cultivar el espíritu y el intelecto. La joven Yentl aspira a esto último, ya que su padre rabino le permitió estudiar a pesar de estar prohibido. Cuando su progenitor muere, emprenderá un viaje donde se hará pasar por chico para estudiar el Talmud, aunque en el trayecto aprenderá mucho más sobre la vida y el amor de la mano de su compañero estudiante Avigdor.
No contenta con intentar salir adelante con el órdago de intentar parecer un chaval (y siendo justos, se sale con la suya), Barbra lleva también la historia al terreno musical en lo que fácilmente podría ser un ejercicio de ego. Escenas como 'Papa, Can You Hear Me?' logran ser merecidamente icónicas, aunque mayormente las canciones caigan en la externalización de monólogos internos que quedan ya medianamente claros gracias a montaje y actuaciones.

Podría ser un pecado fatal para un musical que la parte más endeble sea la parte musical, pero el drama que desarrolla Streisand es interesante y complejo. La espiritualidad y la sexualidad están cargados de infinidad de aristas que explora sin aspavientos, aunque parezca un drama muy académico. A través del personaje de un soberbio Mandy Patinkin consigue explorar cuestiones y también sentimientos contradictorios.
Es posible que haya espacio para mejoras en el desarrollo de la historia, pero Streisand muestra también una puesta en escena sobria y bien elaborada, que despierta de manera convincente las emociones que debe explorar. Es una película que tiene todavía cierta relevancia, incluso aunque hayan pasado 40 años de su momento y esté relatando comunidades judías de comienzos del siglo pasado, y que confirmó que la voz de su estrella era especial. Quizá no para silenciar todas las dudas, pero desde luego para ser tenida en cuenta.

Nota.

Un shtetl (en yidis שטעטל, ‘poblado’, forma diminutiva de la palabra yidis shtot, שטאָט[2]​) era típicamente una villa o pueblo con una numerosa población de judíos, en Europa Oriental y Europa Central, antes del Holocausto.

Los shtetls (plural en yidis: שטעטלעך, shtetlej) se concentraban principalmente en las áreas que conformaban la Zona de Asentamiento en el Imperio ruso, Polonia, Galizia y Rumanía. Una ciudad más grande, como Leópolis o Czernowitz, era llamada un shtot (en yidis שטאָט) y una villa más pequeña que un shtetl solía llamarse dorf (en yidis: דאָרף‎).

Historia




La mayoría de los shtetl tuvo su origen en la migración de población judía hacia el territorio de la Mancomunidad de Polonia-Lituania en tanto los monarcas polacos habían permitido el asentamiento de hebreos en sus dominios desde el siglo XV, para dinamizar la economía del país ejerciendo la pequeña industria y el comercio, mientras concedían a los judíos una elevada tolerancia religiosa que les era vedada en casi todo el resto de Europa.

Un rasgo especial de la población judía en esta zona de Europa Oriental era que no solamente se concentraba en ciudades de importancia sino en pequeñas villas donde los hebreos eran la mayoría de la población, o al menos una minoría numerosa. Este relativo aislamiento rural y la facilidad para formar comunidades endogámicas gracias a su concentración poblacional, permitieron que en los shtetl se conservasen por décadas las costumbres religiosas y civiles del judaísmo en un nivel ortodoxo, con escasa influencia foránea y sin sufrir persecuciones de las autoridades polaco-lituanas.

Gracias a la tolerancia de los monarcas polacos, en tales comunidades florecieron sinagogas y yeshivás, mientras el rabinato de origen askenaz adquiría un notable vigor intelectual, lo cual se reflejaba en características culturales peculiares como la música klezmer y la preservación del yidis incluyendo estudios de su gramática.
Los posteriores conflictos de Polonia-Lituania durante las crisis del siglo XVII y las particiones del siglo XVIII no suprimieron los shtetl, pese a la violencia y destrucciones propias de las guerras, y así en el siglo XIX estas comunidades continuaron floreciendo ahora bajo el gobierno del Imperio Ruso.
Gracias a esta situación, el concepto de «cultura del shtetl» se utiliza como metáfora de la forma tradicional de vida del siglo XIX entre los judíos de Europa Oriental. Los shtetls se presentan como comunidades piadosas observantes del judaísmo ortodoxo, socialmente muy estables e inalterables en su estilo de vida debido a la poca influencia externa y pese a eventuales ataques extranjeros, conservando su lengua yidis, sus costumbres, y su religión.

Los shtetl empezaron a sufrir el acoso del mundo exterior con las medidas antisemitas del gobierno ruso a lo largo del siglo XIX (como la creación y ampliación de la Zona de Asentamiento) y estas provocaron el éxodo masivo de las comunidades judías hacia el continente americano y luego hacia el Imperio Otomano en la zona más tarde se convertiría en el Mandato británico de Palestina.
No obstante que la hostilidad gubernamental empeoraba las condiciones de vida de la población judía, el alto índice de natalidad explica que los shtetl no sufrieran una elevada despoblación y mantuvieran una activa vida cultural y económica. Tras la revolución bolchevique de 1917 y la violencia de la Guerra civil rusa, los shtetl sufrieron una gran devastación y quedaron divididos entre la URSS y la reconstruida República de Polonia.
Tanto la URSS como Polonia mantuvieron una política de asimilación cultural hacia la minoría judía, que impactó en el mundo rural de los shtetl aunque sin extinguirlos. Así, durante la colectivización de la tierra en la URSS, los shtetl sobrevivientes se adaptaron a las políticas gubernamentales soviéticas, aun perdiendo muchos rasgos sociales y culturales típicos.

Los shtetl quedaron finalmente destruidos durante la Segunda Guerra Mundial cuando los territorios polacos y soviéticos donde se asentaban quedaron bajo control de la Alemania nazi. El relativo aislamiento de los shtetl y la elevada concentración de población hebrea, sumado a la pobreza de la mayoría de sus habitantes y al fuerte sentido comunitario de los judíos allí residentes, dificultaban mucho cualquier plan de escape o de ocultamiento; ello facilitó a las autoridades nazis realizar su política de exterminio de la población judía en dichas localidades. Así, los nazis causaron la muerte de prácticamente toda la población de los shtetl, ya sea ejecutando matanzas a gran escala sobre el terreno o enviando a sus habitantes a un campo de exterminio, destruyendo además la mayor cantidad posible de edificios principales como escuelas o sinagogas.
Tras el fin de la guerra en 1945, los shtetl habían quedado despoblados y destruidos, y los escasos supervivientes del genocidio nazi nunca volvieron a ellos, en tanto las masacres nazis habían destrozado el tejido social de familias y vecindarios que eran la base del shtetl. Las nuevas autoridades polacas y soviéticas repoblaron los vacíos asentamientos subsistentes con grupos no judíos, mientras una gran masa de sus sobrevivientes emigraba lejos de Europa Oriental, con lo cual la vibrante cultura hebrea típica de los shtetl se perdió para siempre.

Interacción con gentiles

El principal contacto del shtetl con los ciudadanos gentiles fue mediante el comercio con los campesinos vecinos, sean rusos, polacos, o ucranianos. A menudo existía animosidad hacia los judíos por parte de estos campesinos, que en ocasiones culminaba en ataques de extrema violencia de los gentiles hacia los judíos, dando como resultado la muerte de estos últimos, siendo más frecuentes tales ataques desde la década de 1890.

La mayoría de judíos residentes en los shtetl trabajaba de modo independiente en la pequeña industria, en la prestación de servicios manuales (sastres, herreros, carpinteros), o en el comercio al por menor, y una minoría se dedicaba a la agricultura como principal actividad económica. La educación judía abarcaba la instrucción básica y materias principalmente culturales y religiosas (tenidas en gran estima en su comunidad) en tanto la activa discriminación antisemita tornaba casi imposible acceder a educación secundaria formal fuera del shtetl. El crecido tamaño proporcional de las comunidades judías, y la limitada interacción con gentiles, permitía una efectiva endogamia que preservaba la cultura hebrea en las generaciones siguientes.

A lo largo de los siglos XIX y XX, diversos gobiernos antisemitas contribuyeron a fomentar la segregación y la mentalidad «nosotros-ellos», basada en supuestas diferencias entre los pueblos judíos y no judíos. El antisemitismo imperante impedía a los judíos la participación en gremios profesionales y en la administración estatal, así como el comercio y la industria a gran escala, manteniéndolos en una débil situación material. En la práctica, la pobreza común a las comunidades rurales del Imperio ruso se extendía a los judíos del shtetl, que muchas veces veían en la emigración al extranjero la única salida hacia un mejor nivel de vida, libres de discriminaciones que les impedían toda clase de progreso.

Un ejemplo de la interacción entre judíos y gentiles en un shtetl es reflejada en la obra musical (luego convertida en filme) El violinista en el tejado basada en los relatos del cuentista Sholem Aleijem, ambientada en una comunidad del Imperio ruso con una crecida minoría de hebreos y que describe en los protagonistas la vida diaria de un granjero judío y su familia.